TIBISAY SOTO / AFP CARACAS
Hugo Chávez celebra hoy el 15 aniversario del golpe de Estado que encabezó en 1992, seis años antes de conquistar la presidencia por la vía electoral, mientras los venezolanos siguen debatiendo cuál fue el impacto del fallido levantamiento en la popularidad del presidente.
Dos marchas de civiles recorrerán hoy las calles de Caracas hasta llegar al Paseo Los Próceres, en el Fuerte Tiuna, sede del Ministerio de Defensa (sureste), para unirse a un desfile militar con presencia de generales activos que estuvieron en esa asonada, informó Chávez.
Dos generales, Fernando Ochoa Antich, el ex ministro de Defensa a quien le tocó enfrentar a los oficiales rebeldes, y Alberto Muller Rojas, que estaba retirado en esa época y era dirigente de un partido de izquierda, La Causa R, que apoyó el levantamiento, contaron a la AFP pormenores de lo ocurrido esa fecha y sus respectivas visiones.
''Fue una felonía militar, una traición al juramento de soldado de los oficiales'', pero ''los ideales que esos oficiales plantearon en ese momento se han venido distorsionando'', sostuvo Ochoa al evocar que entonces no hablaron de socialismo sino de bolivarianismo.
''Fue un coletazo del viernes negro (18 de febrero de 1983) que puso en claro las contradicciones que había entre la democracia formal y la situación que vivía la mayor parte de la población venezolana, y del Caracazo'' en 1989, dijo Muller Rojas vinculándolo a la crisis tras la devaluación del sólido bolívar a 4,30 por dólar, y luego la revuelta popular contra el aumento del precio de la gasolina que dejó cientos de muertos.
Para Muller, esa asonada ''impidió que en Venezuela se planteara una guerra civil, le dio una salida política al problema social y económico venezolano que fue la llamada constituyente'', que el actual mandatario impulsó.
El golpe ''no solamente provocó perturbación en el régimen político, sino que ofreció a la sociedad venezolana un liderazgo alternativo'', dijo.
El 4 de febrero de 1992 Chávez no pudo derrocar al presidente socialdemócrata Carlos Andrés Pérez pero apareció en la televisión rindiendo a sus fuerzas y sorprendió con un mensaje que se convirtió en su primer eslogan de campaña.
''Por ahora ... nosotros aquí en Caracas no logramos controlar el poder ... yo asumo la responsabilidad sobre este Movimiento Militar Bolivariano'', dijo por aquel entonces.
Partidarios de Chávez destacan el papel que ejerció en su liderazgo esa aparición televisiva en la que asumió la responsabilidad del fracaso y dejó entrever que continuaría buscando el poder.
Pero Ochoa Antich y Muller, en aceras opuestas, estiman que fueron otros los factores decisivos.
''La gente piensa que esa frase fue lo que lo catapultó a la presidencia de la república, eso no es verdad'', afirmó Ochoa Antich.
Ese mensaje ''no es lo fundamental, aunque puso al hombre en el tapete público, pero si ese hecho no hubiese ocurrido todo el mundo habría sabido después que el líder era el comandante Chávez'', dijo Muller recordando que en el carnaval de ese año el disfraz de Chávez fue muy popular.
Ochoa afirmó que al salir de la cárcel dos años después, ''la popularidad de Hugo Chávez era del 6 por ciento'' y argumentó que su llamado a la abstención en las elecciones siguientes ``fue sin duda un gravísimo error''.
''El problema fue la equivocada conducción política de los partidos (socialdemócrata) Acción Democrática y (socialcristiano) Copei'', estimó Ochoa.
''Esa frase le dio prestigio a Chávez sólo unos pocos meses hasta el (golpe) del 27 de noviembre (segundo golpe de 1992, con más bajas civiles) después del cual la solución militar perdió prestigio por el uso indebido de fuerzas'', señaló Ochoa.
Fonte: Identificada en el texto
http://www.cubalibredigital.com
Hugo Chávez celebra hoy el 15 aniversario del golpe de Estado que encabezó en 1992, seis años antes de conquistar la presidencia por la vía electoral, mientras los venezolanos siguen debatiendo cuál fue el impacto del fallido levantamiento en la popularidad del presidente.
Dos marchas de civiles recorrerán hoy las calles de Caracas hasta llegar al Paseo Los Próceres, en el Fuerte Tiuna, sede del Ministerio de Defensa (sureste), para unirse a un desfile militar con presencia de generales activos que estuvieron en esa asonada, informó Chávez.
Dos generales, Fernando Ochoa Antich, el ex ministro de Defensa a quien le tocó enfrentar a los oficiales rebeldes, y Alberto Muller Rojas, que estaba retirado en esa época y era dirigente de un partido de izquierda, La Causa R, que apoyó el levantamiento, contaron a la AFP pormenores de lo ocurrido esa fecha y sus respectivas visiones.
''Fue una felonía militar, una traición al juramento de soldado de los oficiales'', pero ''los ideales que esos oficiales plantearon en ese momento se han venido distorsionando'', sostuvo Ochoa al evocar que entonces no hablaron de socialismo sino de bolivarianismo.
''Fue un coletazo del viernes negro (18 de febrero de 1983) que puso en claro las contradicciones que había entre la democracia formal y la situación que vivía la mayor parte de la población venezolana, y del Caracazo'' en 1989, dijo Muller Rojas vinculándolo a la crisis tras la devaluación del sólido bolívar a 4,30 por dólar, y luego la revuelta popular contra el aumento del precio de la gasolina que dejó cientos de muertos.
Para Muller, esa asonada ''impidió que en Venezuela se planteara una guerra civil, le dio una salida política al problema social y económico venezolano que fue la llamada constituyente'', que el actual mandatario impulsó.
El golpe ''no solamente provocó perturbación en el régimen político, sino que ofreció a la sociedad venezolana un liderazgo alternativo'', dijo.
El 4 de febrero de 1992 Chávez no pudo derrocar al presidente socialdemócrata Carlos Andrés Pérez pero apareció en la televisión rindiendo a sus fuerzas y sorprendió con un mensaje que se convirtió en su primer eslogan de campaña.
''Por ahora ... nosotros aquí en Caracas no logramos controlar el poder ... yo asumo la responsabilidad sobre este Movimiento Militar Bolivariano'', dijo por aquel entonces.
Partidarios de Chávez destacan el papel que ejerció en su liderazgo esa aparición televisiva en la que asumió la responsabilidad del fracaso y dejó entrever que continuaría buscando el poder.
Pero Ochoa Antich y Muller, en aceras opuestas, estiman que fueron otros los factores decisivos.
''La gente piensa que esa frase fue lo que lo catapultó a la presidencia de la república, eso no es verdad'', afirmó Ochoa Antich.
Ese mensaje ''no es lo fundamental, aunque puso al hombre en el tapete público, pero si ese hecho no hubiese ocurrido todo el mundo habría sabido después que el líder era el comandante Chávez'', dijo Muller recordando que en el carnaval de ese año el disfraz de Chávez fue muy popular.
Ochoa afirmó que al salir de la cárcel dos años después, ''la popularidad de Hugo Chávez era del 6 por ciento'' y argumentó que su llamado a la abstención en las elecciones siguientes ``fue sin duda un gravísimo error''.
''El problema fue la equivocada conducción política de los partidos (socialdemócrata) Acción Democrática y (socialcristiano) Copei'', estimó Ochoa.
''Esa frase le dio prestigio a Chávez sólo unos pocos meses hasta el (golpe) del 27 de noviembre (segundo golpe de 1992, con más bajas civiles) después del cual la solución militar perdió prestigio por el uso indebido de fuerzas'', señaló Ochoa.
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