BARACUTEY CUBANO

Por: Iliana Curra.

El congresista, William Delahunt, demócrata por Massachussets, se ha convertido ahora en el mejor defensor de la tiranía castrista. No le basta pedir el levantamiento de las restricciones de los viajes a Cuba y querer negociar con el régimen, apoyado por algunos llamados cubanos que, por mantener su agenda partidista, hacen de todo esto un lucrativo negocio.

Delahunt, incansable en cuanto a apoyar al régimen de La Habana, ahora se ha propuesto, junto a otros legisladores, realizar una audiencia congresional para analizar el comportamiento del presidente, George W. Bush en relación al caso del anticastrista, Luis Posada Carriles. Este patriotero norteamericano quiere lograr dos cosas muy importantes para él y sus camaradas: encausar a Posada Carriles y condenar al presidente Bush.

Y es por eso su corre corre por todo el congreso para intentar convencer a todos sus compañeros ideológicos sobre la teoría castrista-chavista de que, hay que llevar a Posada ante la justicia, basado en una acusación que nunca ha sido probada. Pero basta que el vejete de Cuba lo diga y lo secunde el golpista de Caracas.

Delahunt está tan preocupado por el terrorismo que, apoyado en el argumento de Cuba y Venezuela sobre el caso de Posada Carriles, exige una explicación de “por qué no se ha certificado a Posada como un terrorista extranjero, ni se le ha detenido como tal”, según una carta enviada al Secretario de Justicia, Alberto Gonzáles. Pero de lo que no se ha percatado, aparentemente, este justiciero congresista, es que él ha viajado a Cuba a intentar estrecharle la mano al terrorista más grande de la región, Fidel Castro, se ha reunido con algunos de la cúpula mafiosa del llamado gobierno cubano, y además, está pidiendo se le levanten las sanciones económicas para que entre suficiente dinero que les permita seguir reprimiendo, fusilando y creando problemas a niveles internacionales, como nunca ha dejado de hacer ese régimen oprobioso.

Quien acusa al gobierno norteamericano de “doble rasero en el tratamiento a los terroristas”, no es más que un hipócrita nauseabundo que trata de ganar adeptos ideológicos para desarrollar su agenda politiquera barata. Para él, Posada Carriles es el instrumento que trata de utilizar en contra de la administración del presidente Bush, y así de paso se gana la confianza del vejete comatoso y ridículo que, ni muerto, pagará la deuda que tiene con el pueblo cubano por haberlo llevado al fondo del abismo económico, político y moral.

( Jake Flake, William Delahunt y Felipe Pérez Roque cuando los primeros, acompañados de otros congresistas viajaron a Cuba después que Raúl Castro tomó interinamente el poder )

Tanto, William Delahunt, como el congresista republicano, Jake Flake, y algunos que otros patrioteros, quieren aparentar que son los héroes del congreso en cuanto al terrorismo, pero están en contra de la guerra contra ese mismo terrorismo, apoyan al terrorista de Castro y sus secuaces, y más aún, le rinden pleitesía en su propio suelo.

Son enemigos de la libertad de Cuba. Enemigos de ese pueblo sometido por casi medio siglo son todos los que apoyan la tiranía castrista y quieren hacer del caso Posada un circo romano para revitalizar la salud de quien, a estas alturas, ni siquiera conoce cómo se llama.

Que haga, Sr. Delahunt lo que quiera, está en un país libre donde puede expresar su odio por el pueblo cubano, donde puede apoyar el terrorismo de estado del régimen oprobioso de La Habana, donde puede cuestionar al presidente de esta nación y querer involucrar a Posada en acciones de las que no existen pruebas. Pero del mismo modo, estamos en este país soberano y democrático donde todo el mundo es inocente mientras no se le pruebe culpabilidad.

A fin de cuentas, los cubanos libres y los que anhelan esa misma libertad en la isla, tendremos suficiente memoria para no olvidar lo que están haciendo en contra de nuestra causa. A pesar de los esfuerzos de éste o de cualquier otro congresista lacayo de Castro, Cuba será libre. Para ese entonces, sabremos a quién recibiremos o no en esa misma Cuba que ahora tiene que soportar la represión, gracias a estos liberales de pacotilla.

Correo electrónico del congresista, William Delahunt:
William.delahunt@mail.house.gov
Teléfono: 1-202-225-3111.