BARACUTEY CUBANO

La Prensa
Panamá
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José F. Sánchez
Analista
Jefe de Buró
Cuba
Dept de Investigaciones
La Nueva Cuba
Agosto 18, 2007

Ya es un hecho, parientes y amigos lo ratifican, Fidel llegó a su final y de eso, también su revolución. Si en realidad está vivo es irrelevante, ya lo mataron y no es parte del nuevo ajedrez de Cuba. Lo que traten de hacer los personajes que quedan para perpetuarse en el poder, es un ejercicio necesario para ellos, al fin y al cabo tienen mucho que perder. A todos les llega la hora y a este señor que por casi 48 años mantuvo a su pueblo subyugado, al principio engañado con discursos sin final y con promesas de mejores días, y luego con la fuerza de las armas, la reclusión carcelaria y todo tipo de intimidación y en muchas ocasiones, con la muerte, ya le llegó su momento ante el divino creador, haya creído en él o no.

Los amigos del lado izquierdo se ufanan de las muertes de dos contrincantes del lado opuesto en el arco iris ideológico latinoamericano, productos de la guerra fría entre las dos superpotencias existentes hasta hace poco tiempo y que a los dos no le brindaron los honores que como ex presidentes hubieran tenido en otras condiciones políticas en sus respectivos países. A Castro, a lo mejor, le otorgarán todos esos "honores", porque ya está muerto para efectos prácticos y su grupo todavía controla las riendas del Gobierno.

Si de dictaduras hablamos, creo que la del Sr. Castro es la que desafortunadamente más ha durado y que en su tiempo más personas ha eliminado en nuestra América. Desde los famosos paredones inmediatamente implementados a su ascenso al poder con el pretexto de ajusticiar, sin defensa alguna, a los partidarios de Batista, pero que igualmente aprovechó para cobrarse todo tipo de cuentas, a las infames cárceles de su creación como la de la Isla de Pinos para "enemigos de la revolución", cuyo único pecado era querer la democracia y la libertad. Es bien conocido que por distribuir unas simples volantes se "ganaban" 30 años en uno de sus excelentes hoteles carcelarios, ¡qué héroe el tal Fidel!

Oh, pero se me olvidaba, no solamente se las cobraba a sus adversarios ¿y qué de las misteriosas muertes de compañeros de lucha? Solo para mencionar uno, el comandante Camilo Cienfuegos que "se dice por allí" se resbaló de un avión y cayó al vacío, solo porque tenía el aprecio de su pueblo, no era comunista y le hacía sombra al dictador. ¿Y qué del famoso Che Guevara, ese campeón de la izquierda extrema latinoamericana y amigo "entrañable" de Castro? ¿Creen Uds. mis estimados lectores, que su derrota y ejecución en Bolivia fue casual, que solo fue a propagar la revolución cubana a Suramérica y no pudo lograr su objetivo? No, mis estimados amigos, sí lo derrotaron, y lo ajusticiaron por practicar la sedición en un país ajeno al suyo, pero por qué llegó a parar allá y encontrar su final es otra historia, simplemente era otro "amigo" cuyo árbol era más frondoso que el del jefe.

En tiempos más modernos están los casos amañados contra generales y colaboradores, enviados a dar su sangre en guerras africanas para satisfacer el ego del imperialista del Caribe y que posteriormente pagaron con sus vidas como chivos expiatorios los errores u horrores de su jefe.

Lo del niño balsero, Elián González, fue el colmo. Propició la muerte de su madre, así como la de centenares y quién sabe miles más que para huir del "paraíso de la Perla de las Antillas" no sabían o no podían utilizar otro método que el de unas simples balsas armadas por endebles tubos de neumáticos con pocas posibilidades de salvación. Luego de ocasionar esa infame tragedia utiliza al padre biológico del niño, porque de padre solamente eso, para elaborar el circo internacional que todos conocemos y al cual, mejor no le pongo calificativo adicional.

La revolución cubana es un capítulo triste para la democracia latinoamericana, pero con la muerte en vida de Fidel ha llegado a su final, lo demás es simplemente un ejercicio necesario. Quién sabe de qué pluma provengan las llamadas "reflexiones" atribuidas al dictador; lo más probable es que sean del "ingenio" de uno de sus viejos "amigos" imitando el estilo del Libro Rojo de Mao. Cuba no puede emular el sistema de la China Continental por más que trate, no tiene la población ni los recursos. Es una isla, pobre y carente de los más elementales derechos humanos y como tal se mantendrá... hasta que los clamores de libertad total sobrepasen todo tipo de represión e intimidación y el "otro" señor Castro se dé cuenta de que también él… está muerto en vida.


El autor es ingeniero consultor
Fonte: La Nueva Cuba
http://www.lanuevacuba.com/master.htm