"INVESTIGADORES" DESCUBREN QUE EL "PERIODO ESPECIAL" CONTRIBUYO AL MEJORAMIENTO DE LA SALUD DE LOS CUBANOS
Nota del Blogguista
En 1996 en el último evento científico internacional que participé en Cuba ( Los talleres internacionales de Antropología Física Luis Montané, de la Universidad de La Habana ) le hice preguntas parecidas a un equipo multidisciplinario del Ministerio de Salud Pública que hablaba de que la población cubana ya se estaba recuperando, pues había recuperado el peso que tenía antes de 1993 y 1994 según la muestra poblacional analizada en la investigación. La ¨respuesta ¨ a esas preguntas vino de uno de los organizadores del evento en forma de diatriba política, más que de explicación científica. Nunca más fui invitado a participar a esos eventos y solamente una pareja de profesores norteamericanos de una universidad de Colorado o Nuevo Méjico fueron los que se me acercaron y me felicitaron por las preguntas tan necesarias que había hecho.
A la doctora Consuelo Prado , profesora española de la Universidad Autónoma de Madrid, a principios de los años 90s no la invitaron a una recepción que el entonces Rector de la Universidad de La Habana dió a todos los investigadores extranjero de renombre que asistían a un evento Luis Montané porque presentó una investigación en el evento que predecía lo que luego sucedió con la polineuritis óptica en Cuba. Consuelo Prado, miembro en aquel entonces del Proyecto ERASMO de la ONU, había sido la persona que había invitado a participar en el evento a muchos de esos renombrados científicos extranjeros. Consuelo Prado lloró esa humillación.
Broma: Esos investigadores son agentes de la CIA y mercenarios del Imperialismo yanki, pues de manera indirecta están apoyando al criminal embargo norteamericano y al desmerengamiento del Socialismo en Europa del Este, al decir que este interminable Período Especial ha traido beneficios para la salud cubana .
Un mentiroso se coge más rápido que a un cojo.
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ACADEMICOS DE LAS UNIVERSIDADES DE LOYOLA (EEUU) Y CIENFUEGOS (CUBA) TERMINAN ESTUDIO
"INVESTIGADORES" DESCUBREN QUE EL "PERIODO ESPECIAL" CONTRIBUYO AL MEJORAMIENTO DE LA SALUD DE LOS CUBANOS
Por Anthony Boadle
La Habana
Reuters
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Máximo Tomás
La Nueva Cuba
Septiembre 27, 2007
Los cubanos recuerdan la década de 1990 como una época de crisis y hambre, pero investigadores descubrieron que la pérdida masiva de peso de la población ayudó a reducir las muertes por enfermedades cardíacas y diabetes.
Un equipo de la Escuela Johns Hopkins de Salud Pública de la universidad estadounidense de Loyola y de la cubana de Cienfuegos, estudió la crisis disparada por el colapso de la Unión Soviética, cuando la economía cubana se hundió en un 40 por ciento en cuatro años.
Entre 1997 y el 2002, las muertes causadas por la diabetes cayeron un 51 por ciento, la mortalidad por problemas coronarios un 35 y los paros cardíacos un 20 por ciento.
Los investigadores dijeron que la crisis económica entre 1990 y el 2000 fue una oportunidad única de observar el impacto de la pérdida d
La falta de combustible obligó a los cubanos a aparcar sus coches y usar bicicletas chinas para desplazarse, al tiempo que disminuía dramáticamente la cantidad de calorías de sus dietas.
Como resultado, disminuyó la obesidad y también el número de muertes atribuidas a la diabetes, enfermedades coronarias y paros cardíacos, según el estudio publicado la semana pasada por el American Journal of Epidemiology.
e peso en toda la población de un país, ocasionado por una reducción sostenida de la ingestión de calorías, sumado a un aumento de la actividad física.
"Este es el primer, y seguramente el único, experimento natural nacido de desafortunadas circunstancias," dijo Manuel Franco, del Departamento de Epidemiología de la Escuela John Hopkins de Salud Pública.
En la prueba "grandes efectos sobre la diabetes, enfermedades cardiovasculares y la mortalidad de todo tipo fueron relacionadas con la sostenida pérdida de peso de la población como resultado de una mayor actividad física y una reducida ingestión de calorías," agregó.
Los cubanos están aún traumatizados por el hambre que sufrieron a comienzos de la década de 1990.
Según el estudio, en 1993 un 27 por ciento de los adultos cubanos perdieron un 10 por ciento de su peso.
Hasta el día de hoy la comida es uno de los principales temas de conversación entre los cubanos, aunque el consumo de calorías ha vuelto a situarse entre los parámetros internacionales y la obesidad vuelve a aparecer.
Aunque los cubanos estaban quemando más calorías, la falta de alimentos llevó a un declive de ingestión de energía de 2.899 calorías diarias en 1988 a 1.863 en 1993, según el estudio.
El Fondo para la Alimentación y la Agricultura de Naciones Unidas dice que el mínimo requerido por una persona es de entre 2.200 y 2.300 calorías diarias.
En 1987, un 30 por ciento de los habitantes de La Habana fueron catalogados como físicamente activos. En 1995 la cifra se había disparado al 70 por ciento debido al uso masivo de bicicletas y a las caminatas por culpa de la falta de transporte público.
La obsesidad en la sureña ciudad costera de Cienfuegos cayó al 7,2 por ciento en 1995, contra un 14,3 en 1991.
Según Franco, que es español, la obesidad está volviendo a aumentar al mismo nivel, que es aproximadamente la mitad de la tasa de 30 por ciento en Estados Unidos.
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