JOSE LOPEZ PITEIRA PRIMER BEATO CUBANO EL VATICANO PROCLAMA BEATOS A 498 ESPAÑOLES " ARTIRES DEL SIGLO XX "
Tomado de
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30.000 FIELES CONGREGADOS EN LA PLAZA DE SAN PEDRO
498 mártires españoles en los altares
JOSÉ MANUEL VIDAL
MADRID.- "En virtud de nuestra autoridad apostólica, otorgamos la facultad de que sean venerados como beatos a los que, en España, durante el siglo XX, derramaron su sangre por Cristo. Su fiesta se celebrará el 6 de noviembre. Dado en Roma, junto a San Pedro, en el tercer año de nuestro pontificado". El cardenal Saraiva Martins concluyó así la lectura de la fórmula de la beatificación.
En la logia central de la Basílica se descolgó el tapiz con las fotos de los 498 nuevos beatos. Y la plaza de San Pedro, abarrotada, prorrumpió en un caluroso y emotivo aplauso.
Un aplauso sentido, enmarcado por el canto del 'Christus vincit'. Eran las 10.22 de la mañana. España contaba con 498 nuevos beatos en la gloria de Bernini. Vidas ejemplares de frailes, monjas, curas y simples fieles que entregaron su vida por Cristo, perdonando a sus verdugos.
Lo señalaba el cardenal de Madrid, Antonio María Rouco Varela, ante los más de 30.000 fieles congregados en la plaza de San Pedro. "Fueron fuertes cuando fueron maltratados y torturados. Perdonaron a sus verdugos y rezaron por ellos".
Antes, el propio cardenal de Madrid, la diócesis española con más mártires en esta megabeatificación, le pedía al representante del Papa, cardenal Saraiva, que se dignase "incluir entre el número de los beatos a estos venerables hermanos nuestros".
Tras el rito de la beatificación, prosiguió la eucaristía solemne con la liturgia de la palabra. Con lecturas escogidas. La primera, del libro del Eclesiastés, decía que "los gritos del pobre atraviesan las nubes". El salmo 33 se hacía eco de la lectura y añadía: "Si el afligido escucha el Señor, El lo escucha".
Y en la segunda lectura de la epístola a Timoteo, Pablo se despide de su discípulo: "He combatido bien mi batalla, he corrido hasta la meta, he mantenido la fe". Como los 498 mártires españoles que acababan de alcanzar la gloria reconocida por la Iglesia a los bienaventurados.
"La sangre de los mártires que empapó la tierra" será riego que produzca fecundidad y abundancia de frutos"
Cardenal Saraiva Martins
Con su beatificación, España se convierte en un semillero de mártires, en la primera potencia mundial en santos. Mártires y santos que, como explicó en su homilía el principal oficiante, el cardenal portugués Saraiva Martins, "derramaron su sangre por la fe" y "manifestaron hasta el martirio su amor a Jesucristo y su fidelidad a la Iglesia".
Según el prefecto de la Causa de los Santos, "el martirio es el supremo testimonio de la verdad de la fe", porque, como decía Jesucristo, "seréis odiados de todos por causa de mi nombre".
"La fe de los mártires vence al mundo"
Pero, "la fe de los mártires vence al mundo" y se convierten en ejemplo para España y para la Iglesia universal. Por eso, el purpurado pidió a los cristianos españoles que, siguiendo su ejemplo, "vivan en plena coherencia con la fe que profesan".
Convencido de que "la sangre de los mártires que empapó la tierra" será "riego que produzca fecundidad y abundancia de frutos", Saraiva invitó a los fieles a hacer vida el mensaje de los mártires. Primero y "dado que la verdadera identidad de los cristianos está constantemente amenazada", viviendo la fe "con coherencia".
"Fueron fuertes cuando fueron maltratados y torturados. Perdonaron a sus verdugos y rezaron por ellos"
Cardenal Rouco Varela
En segundo lugar, ser concientes de que esta coherencia puede llevar, en ocasiones e incluso hoy, al martirio. En tercer lugar, recordar que todos los creyentes "están llamados a la santidad", porque la "vida cristiana no se reduce a unos actos de piedad individuales y aislados".
Representación política
Y, por último, el cardenal advirtió que los creyentes están llamados a defender "la dignidad de la persona, la vida desde la concepción hasta la muerte natural, la familia fundada en la unión matrimonial una e indisoluble entre un hombre y una mujer, el derecho y el deber primario de los padres en lo que se refiere a la educación de los hijos". El público asistente subrayó con un aplauso cerrado las referencias indirectas a la actualidad española del cardenal de la Curia romana.
) La plaza de San Pedro, durante las beatificaciones. (Foto: AFP) )
Tras el credo, se pasó a las peticiones de los fieles. Realizadas en italiano, castellano, catalán, gallego y vasco. En italiano, se tuvo presente al Papa, a los obispos que "dieron la vida por su rebaño" y a los religiosos y religiosas. En catalán, se pidió para que los cristianos vivan su fe como "compromiso social y político".
En la leída en gallego, se pidió por los jóvenes "para que sena portadores de esperanza en este nuevo milenio" y para que "el ejemplo de los mártires aliente su vocación al sacerdocio". En euskera, se pidió por todos los peregrinos.
En primera fila, la representación oficial española, presidida por el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, acompañado del embajador ante la Santa Sede, Francisco, Vázquez y por la directora general de Asuntos Religiosos, Mercedes Rico, asi como alcaldes, 8 parlamentarios del PP y 1 del PSOE. Todos ellos envueltos en el clima de reconciliación y perdón que se mascaba en la plaza de San Pedro en la subida a los altares de los 498 mártires de la fe y del amor de Dios.
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Una víctima del comunismo será el primer beato cubano
Por Wenceslao Cruz
El próximo 28 de octubre de 2007, junto a 497 Siervos de Dios de origen español, será beatificado el primer cubano, fray José López Piteira. El fraile, natural de Jatibonico, Cuba, estuvo entre los 50 agustinos fusilados en Paracuellos del Jarama por los comunistas españoles.
( Fray José López Piteira, primer beato cubano )
El máximo responsable de la matanza fue el Delegado de Orden Público en la Junta de Defensa de Madrid, Santiago Carrillo, involucrado en el genocidio de miles de personas durante noviembre y diciembre de 1936.
Debido a la persecución religiosa desatada por los comunistas el 18 de julio de 1936 en España, fray José fue detenido con todos los demás religiosos agustinos del monasterio de El Escorial el 6 de agosto de 1936. Fueron encarcelados en la prisión de San Antón, situada en la céntrica calle de Hortaleza de Madrid y tras 4 meses en las cárceles madrileñas se les asesinó por el simple hecho de ser religiosos. Fray José sólo tenía 24 años. Tuvo la oportunidad de conseguir su libertad por su condición de cubano, pero decidió correr la misma suerte que sus hermanos agustinos.
El laico y buen amigo de la familia López Piteira, Miguel Ángel Fernández, ha hecho una breve pero excelente reseña biográfica del mártir cubano. En dicha reseña describe los últimos momentos de su martirio:
Es el padre Natalio Herrero, que, como prior, le conocía desde el año del noviciado, quien nos trasmite el detalle: "Es digno de notarse la respuesta del diácono José López Piteira, nacido en Cuba, quien, al decirle que podía hacer valer esa circunstancia, de haber nacido en Cuba, para conseguir la libertad, contestó: "Están aquí todos ustedes que han sido mis educadores, mis maestros y mis superiores, ¿qué voy a hacer yo en la ciudad? Prefiero seguir la suerte de todos, y sea lo que Dios quiera"... Su nombre fue incluido en una "saca de la muerte", y llamado a primeras horas de la mañana del último día de noviembre, festividad de San Andrés, Apóstol y mártir, después de varios días de constante sangrado de las cárceles madrileñas, y en la tercera ocasión durante dicho mes en que incorporaban a agustinos en dichos "paseos". Le ataron las manos, después de haberle despojado de todo, siendo conducido a Paracuellos del Jarama, a las afueras de Madrid, con otros 50 agustinos, donde fueron sacrificados el 30 de noviembre de 1936, dando verdaderas muestras de entereza y fe cristiana ante los propios verdugos que les mataron, tanto es así que éstos quedaban admirados de su valor y fortaleza cristianas.
El máximo responsable de la matanza de Paracuellos hoy en día aún vive y es homenajeado de forma incomprensible por el actual Gobierno español e instituciones afines. La "recuperación de la memoria histórica" promovida desde el Ejecutivo español actual no pretende y nunca ha pretendido hacer justicia en este y otros casos parecidos de genocidio. El olvido y la tergiversación de la historia son el recurso que ha tenido y tiene esa autodenominada izquierda para ocultar sus crímenes.
Que fray José López Piteira próximamente sea beatificado es una buena nueva para los cubanos. El régimen comunista que sojuzga por casi medio siglo a nuestro pueblo es de la misma escuela de asesinos que la del hoy doctor honoris causa de la Universidad Autónoma de Madrid, el señor Carrillo, que martirizó a miles de españoles y a nuestro futuro beato. Es un reconocimiento implícito a otros tantos mártires que han dado en ofrenda su vida por llevar la democracia a Cuba y por el fin de la peor dictadura que ha padecido América.
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