martes, enero 08, 2008

FALLECIÓ LUIS AGUILAR LEON, ULTIMO PRESIDENTE DE LA DEMOCRACIA CRISTIANA EN CUBA

http://www.netforcuba.org/espanol/News-SP/2008/Jan/Noticia10772.htm


FALLECIÓ LUIS AGUILAR LEÓN, ÚLTIMO PRESIDENTE DE LA DEMOCRACIA CRISTIANA EN CUBA

Foto cortesia de El Nuevo HeraldPor: Jesús Angulo

Al conocer del fallecimiento del Dr. Luís Aguilar León lo primero que vino a nuestra mente fue la última reunión que tuvimos con él en su despacho de abogado en el tercer piso (si mal no recuerdo) del edificio Radio Centro en L y 23 en el Vedado, Habana Cuba, en la mañana del miércoles 25 de mayo de 1960, un acto en extremo patriótico y valiente que muy pocos conocen.

Ese día se reunió con los dirigentes del Movimiento Demócrata Cristiano de Cuba (MDC) que habíamos estado apareciendo en la palestra publica al frente de la organización después que Enrique Villarreal y el Dr. José Ignacio Rasco se habían exiliados y se encontraban en los Estados Unidos.

Fue un momento emocionante cuando el Dr. Luís Aguilar León, como Presidente del MDC de Cuba en sustitución del Dr. José Ignacio Rasco nos planteó la necesidad de terminar con la vida pública del MDC de Cuba e irnos a la clandestinidad. A tal efecto nos leyó el documento redactado por él donde se le explicaba las razones por las cuales el MDC de Cuba abandonaba la vida pública.

Los interesados en la verdadera historia de Cuba podrán leer a continuación el documento en su totalidad con las firmas que aparecen al final. Este documento fue publicado en el diario Información el domingo 29 de mayo de 1960 con la conocida coletilla, difamando a los valientes signatarios del mismo.


ÚLTIMO MANIFIESTO DEL MOVIMIENTO DEMÓCRATA CRISTIANO DE CUBA.

DIARIO “INFORMACIÓN” DOMINGO 29 DE MAYO DE 1960

LA HABANA, REPÚBLICA DE CUBA

“A LA OPINIÓN PÚBLICA”

El Movimiento Demócrata Cristiano surgió a la luz pública bajo el ámbito generoso que marcó hace más de un año el derrocamiento de la Dictadura.

Con el renacimiento de las libertades patrias hubo muchos cubanos que creyeron llegado el momento de enarbolar en Cuba la limpia bandera de la Democracia Cristiana que tan hermosas conquistas ha logrado en los países hermanos del continente.

Como la gran mayoría del pueblo cubano, el Movimiento Demócrata Cristiano unió su entusiasmo a la gran obra renovadora nacional y aplaudió y aplaude fervorosamente las realizaciones positivas de la Revolución: la instauración de la honestidad administrativa, la preocupación por las clases menesterosas, el rescate de la soberanía nacional, etc. Tales reformas nos lucían las premisas necesarias y justas que debían conducirnos a una situación jurídica de amplia libertad e igualdad para todos los cubanos.

Lamentablemente, el fecundo impulso creador de la Revolución se ha visto oscurecido cada vez más por algunos aspectos negativos que han ensombrecido el cuadro, la tendencia hacia el gobierno de una sola voluntad unipersonal e inapelable, la férrea limitación de las voces discrepantes, la propensión totalitaria a subordinar al Estado todas las actividades económicas, el progresivo control de todos los medios de expresión pública. El desarrollo de esas tendencias ha contribuido en tal forma a reducir el margen de movilidad de los grupos no gubernamentales que hoy en día puede afirmarse que, fuera de los voceros oficiales, sólo el Partido Comunista puede desarrollar a cabalidad y sin cortapisas su propaganda y su acción.

Tal situación pugna con los principios esenciales de la Democracia Cristiana que tienden al desarrollo de la justicia social dentro de un estado de derecho democrático, que ampare y respete todas las posturas y todas las ideas. Para luchar por la difusión de sus ideales, la Democracia Cristiana requiere un mínimo de condiciones y de posibilidades que le garanticen la libre expresión de su pensamiento tales condiciones no se dan en Cuba.

De ahí que, teniendo presente su responsabilidad con respecto a la nación y a los demás movimientos hermanos del continente, los integrantes del Movimiento Demócrata Cristiano hayan decidido suspender sus actividades públicas y recesar como movimiento organizado. Ello no implica ni claudicación ni renuncia. El Movimiento Demócrata Cristiano permanece como ideal y como esperanza, pero recesa como movimiento organizado hasta que las circunstancias nacionales permitan de nuevo la organización de grupos y entidades de diversas ideologías.

A partir de este momento, suspendidas ya nuestras horas radiales en la Habana, Camaguey y en Santiago de Cuba, todo manifiesto o proclama que aparezca apoyado o firmado por el Movimiento Demócrata Cristiano de Cuba habrá de reputarse falso. El Movimiento Demócrata Cristiano no volverá a alzar su voz hasta que se restablezcan las condiciones propicias al libre juego de las ideas.

Dr. Luís Aguilar León, Presidente y las firmas de: Jesús Angulo Clemente, Eddy Carreras Vallina, José Fernández Badué, Ramón Galeano Arango y Oscar Miñoso Bachiller.

Seguido de una infamante coletilla.


QUE DESCANSE EN PAZ EL DR. LUIS AGUILAR LEON Y QUE RECIBAN SUS FAMILIARES NUESTRO MAS SENTIDO PESAME.

JESÚS ANGULO


MIAMI, 7 DE ENERO DEL 2008