BARACUTEY CUBANO

Por Esteban Casañas Lostal.


Nada puede consolar o satisfacer las ambiciones de protagonismo de la zurda latinoamericana, Ingrid debió permanecer secuestrada hasta que llegara un príncipe con boina roja a rescatarla, un burro con dinero como Chávez, digamos. La liberación de esta mujer que levantó tantas controversias en la política doméstica de este podrido continente, ha levantado ronchas. Uribe es el culpable de su secuestro, afirmaron muchos hasta hace unos días, ¿cómo es posible aceptar que de buenas a primeras aparezca como su salvador? Tamaño presidente se gastan en Colombia, como para regalarle a todo el continente.

Dicen que la altura de los hombres no debe medirse de la cabeza al suelo, su grandeza existe de la cabeza al cielo. Uribe es un ejemplo de esas deducciones o criterios de la sabiduría popular, un “hombrecito” que se zumba y se manda. No existe parangón en la historia de este continente, lo que le falta de talla le sobra de mente. Ha sido víctima de cuanto ataque mediático existe y se encuentre por inventar, pero ya lo hemos visto capear con inteligencia todas las galernas que se le han presentado en su recorrido. ¿Hay que darle la mano a un hijoputa? Se la doy sin bajar el tono de mi voz que nunca se alteró. Se la doy para complacer a un público sediento de idioteces, mirando de frente, tranquilo, relajado, firme, educado. ¡Eso sí! Sin ceder un solo ápice de terreno, sin rendirme ante chantajes. Habrá pensado cuando estrechaba las manos de sus enemigos en República Dominicana, sacrificio al que fuera sometido por la paz y tranquilidad de su pueblo, imagino. Como imagino también los vómitos producidos por aquel contacto, así es la política en nuestros tiempos, una demostración celestial de hipocresía y sacrificios en nombre de los pueblos, aplausos.

La pachanga dirigida por el idiota principal con pozos de petróleo, era aprobada y aplaudida por otros idiotas que no tienen nada, solo deudas y un amplio historial de corrupción. Helicópteros van y vienen, movilizaciones de esa prensa podrida que tanto nos infestan con su presencia. Una mulata con su moño cubierto por un trapo, como queriendo imponer una moda nueva, palabras, baba, demagogia, encanto para muchos idiotas. El narizón enviado desde Argentina, no solo narizón, bien feo también y el más baboso de todos los presentes, deuda de gratitud. ¿Cuántos no participaron en esa comedia? Pero se acabó, tuvo que haberse acabado desde hace mucho, pero ellos son tercos, ellos digo y me refiero a la zurda letrinoamericana, los perfectos idiotas. ¿Y el niño? ¡Lo presentamos mañana, pasado mañana! Uribe acabó con ese capítulo de la comedia, lo sacó del fondo de Colombia y lo presentó a la prensa. Todo era mentira, no estaba en la selva. ¿Y después? Unas computadoras que no han parado de hablar y han comprometido a muchos idiotas ilustres, como la señora “diputada” Piedad. Solo una pregunta tiene espacio en esta parte de la comedia, ¿cuánto le hubiera costado a la mulata si se encontrara en Cuba? Todavía tiene la posibilidad de protestar cuando la retienen en el aeropuerto de New York. ¿Quién paga todos sus viajecitos? Muy bien que la investiguen y condenen por traición a su patria, por traición a sus electores, por actuar en contra de su país a favor de un gobierno extranjero.

Dice la presidenta de Argentina que la liberación de Ingrid se debió a la voluntad de Dios, no sabíamos que trabajaba para la inteligencia colombiana. El cabezón Ricardo Alarcón está muy preocupado, espera que esa acción no interrumpa las negociaciones de paz. Dijo que Cuba ha colaborado mucho en la liberación de esos rehenes, pero olvida que los secuestradores son alumnos de las escuelas cubanas. Otros, comienzan a especular con relación a las declaraciones de Ingrid Betancourt y son capaces de llamarla malagradecida. Todo eso porque reconoció la parte positiva de la reelección de Uribe, ella sabe perfectamente que con el grado de corrupción existente en este continente y su país, una acción similar hubiera resultado imposible, todo se resumiría a las pachangas de envergadura internacional acostumbradas por los zurdos e idiotas de este continente.

Algo demostró Uribe a todos aquellos que les pidieron cediera ante el chantaje, la soberanía de un país no puede someterse al dolor individual de una o varias familias. La libertad y los valores de la democracia exigen sacrificios a los que deben subordinarse intereses particulares. Se buscarán caminos que hagan menos dolorosos el recorrido de cualquier pueblo, pero en ningún caso se debe ceder ante las presiones de criminales como las FARC, aunque exista una senadora llamada Piedad Córdoba empeñada en llamarle “fuerza beligerante”. Aunque existan madres y parientes como los de Ingrid Betancourt que cedan ante el dolor familiar y se sumen a intereses foráneos que atentan contra la soberanía de su país. Uribe merece el aplauso que hoy pretenden arrebatarle y es otra clara lección para todos los cubanos que no deseamos pagar ningún precio por nuestra libertad.