BARACUTEY CUBANO

El pueblo cubano vive hoy días desesperados. Dos huracanes, Gustav e Ike han arrasado a la isla de una punta a otra dejando a su paso una estela de destrucción. No es necesario abundar sobre este tema pues de sobra es conocido por la amplia cobertura que ha recibido por medios oficiales, alternativos e internacionales. Cuando Gustav devastó a la provincia de Pinar del Río y al municipio especial de Isla de Pinos, cientos de activistas de las organizaciones integrantes de Alianza Nueva Nación nos movilizamos para hacer llegar a los afectados una modesta ayuda.

En días recientes, con el concurso del Centro de Salud y Derechos Humanos “Juan Bruno Zayas” que preside el doctor Darsis Ferrer y aportes de decenas de humildes ciudadanos, así como nuevamente el aporte generoso de integrantes de la ANN un nuevo envío de ayuda humanitaria fue enviado a las provincias centrales del país. Aunque el gobierno informa hoy que Cuba se recupera y a pesar de la ayuda internacional, el panorama es desolador para millones de cubanos. Sin vivienda, alimentos y lo indispensable para vivir, los ciudadanos deben esperar por las decisiones de las autoridades para intentar reconstruir sus vidas.

La situación es tan desesperada que se han dado casos de decenas de personas que han asaltado almacenes estatales en busca de alimentos para sus familias. Y aunque los miembros de las fuerzas armadas y el ministerio del interior han tratado de reprimir, las autoridades locales lo han impedido para evitar males mayores, así como el régimen ha ordenado una total censura sobre hechos como estos que dañan su imagen de estado benefactor. También es preocupante la amenaza del surgimiento de epidemias por las condiciones deplorables en que ha quedado el sistema hidrosanitario de la nación. El dengue, la leptospirosis y enfermedades diarreicas pueden hacer estragos en una población que vive en albergues improvisados, casas de campaña o viviendas inhabitables.

Es difícil quedar impasible ante esta situación, por eso, aunque perseguidos, sin recursos económicos y viviendo la misma situación, seguimos intentado ayudar a quienes sufren, que suman millones. Las organizaciones de la Alianza Nueva Nación tenemos como prioridad seguir ayudando, sea poco o mucho, es necesario llevar la esperanza.

Reiteramos nuestro llamamiento para que, desde dentro y fuera de Cuba, se solidaricen con el pueblo cubano. Por nuestra parte seguiremos auxiliando a quienes podamos. No importa la condición social, ideología, raza y edad del que se beneficie. Tampoco que el régimen intente centralizarlo todo, entregar una ayuda sin permiso de las autoridades es un desafío a su poder es parte de la resistencia y el espíritu de lucha de quienes aspiramos a un mañana mejor para el pueblo cubano.

Rafael E. Ávila Pérez
Presidente ANN-Cuba

Carlos Ríos Otero
Prensa y Comunicaciones-Cuba

Alfredo M. Cepero
Director Ejecutivo-Exterior.