miércoles, octubre 22, 2008

UN APORTE A LA CULTURA

Un aporte a la cultura



Por Lucas Garve
Fundación por la Libertad de Expresión

LA HABANA, Cuba, octubre (www.cubanet.org) -El Día de la Cultura cubana se celebra el 20 de octubre. Es una fecha de celebración gubernamental escogida por cumplirse años de ser cantado por primera vez el Himno Nacional. En Bayamo, ciudad del este de la isla, lugar en el que el patriota Perucho Figueredo compuso el canto patrio, se entona en público en medio de un acto oficial. Para mayor destaque, se conjuga la efemérides con diversos aniversarios culturales de primer orden.

Sin embargo, hay otros aportes a la cultura nacional que, a pesar del reconocimiento oficial, no trascienden de un círculo de interesados y quedan huérfanos de la merecida difusión. Este es el caso del Diccionario Enciclopédico de la Música en Cuba, de Radamés Giró.

Al pasar por un puesto de venta de libros, instalado bajo una carpa en los jardines del Capitolio Nacional, me detuve a observar los títulos ajenos a la propaganda política. Aparte de algunos clásicos de literatura infantil, pude distinguir el que ahora me ocupa. También contribuyó a aumentar mi interés por la obra el hecho de que horas antes un correo electrónico me había traído una pregunta de alguien que se interesaba en algunos compositores fallecidos el siglo pasado. Compré el libro.

Por otra parte, contar con los cuatro volúmenes que componen la obra me pareció una ganga porque puede suceder que se agote y luego reaparezca, pero en moneda convertible a un precio mucho mayor. Así que decidí hacer la inversión de cien pesos moneda nacional.

El autor, Radamés Giró, un reconocido editor de música cubana, recoge en los cuatro volúmenes una abundante cantidad de datos e informaciones sobre artistas y músicos cubanos. Me llamó la atención que al final de las entradas ofrece al lector una amplia bibliografía que enriquece la búsqueda notablemente.

Lo de enciclopédico no es por el gusto de darle brillo al título; está bien justificado. Las entradas, además de la información biográfica y los principales logros de autores, compositores, músicos, cantantes acopiados en sus páginas, incluyen intérpretes, agrupaciones musicales relacionadas, géneros, revistas, así como actuaciones en teatros y escenarios de otros tipos.

Tomemos el caso de la cantante Xiomara Alfaro, imprescindible intérprete, de la cual poco o nada se habla en la isla desde que partió al exilio, y a quien el autor dedica casi media página, con una descripción de hitos importantes de su carrera. Sucede igual con la inolvidable Celia Cruz, la extraordinaria Olga Guillot, Ela O´Farrill, así como con otros muchos que viven en Cuba. La bibliografía nos aporta títulos indispensables para el conocimiento de la historia musical cubana.

Es lógico que una obra tal no se realizara en un lapso corto. Fueron precisos 38 años para que viera la luz en 2007. Es lamentable que la Editorial Letras Cubana no haya empleado un papel de mejor calidad en la edición. La obra, Premio Anual de Investigación 2002, lo merecía.
Realmente el Diccionario Enciclopédico de la Música en Cuba, es un esfuerzo encomiable y un aporte valedero para la música y la cultura cubanas; un verdadero regalo para quienes deseen conocer sobre nuestra música.