VUELTA AL PASADO VERDE OLIVO
Vuelta al pasado verde olivo
Por Aleaga Pesant
LA HABANA, Cuba, noviembre (www.cubanet.org) - Desde hace 50 años y con diferentes objetivos, el uniforme de las Fuerzas Armadas es utilizado por campesinos y constructores para paliar la ausencia de textiles fuertes. Es como si el verde nos acercara al trabajo y la producción de riquezas en una isla militarizada.
Pero los huracanes Gustav, Ike y Paloma, convertidos en generales disidentes, parafraseando al general Máximo Gómez, conforman la imagen visual de los nuevos conservadores comunistas, definida por el regreso del uniforme verde olivo como expresión del poder.
Los minutos de gloria en los medios masivos de comunicación de los primeros secretarios del Partido Comunista en las provincias y los municipios tras los temporales, contienen un discurso interno de cara a las celebraciones del aniversario 50 de la instauración de la dictadura. Es la intención de regreso a la militarización y la contingencia, a la uniformidad y los aplausos unánimes.
Los nuevos conservadores llegan a nosotros a través de la televisión, vestidos ahora de verde olivo, apuntalando su discurso retórico con palabras alejadas de la realidad.
La mayoría, entre 40 y 50 años, sin pistolas al cinto como sus predecesores, garantizan la transmisión del ordenamiento post Comandante en Jefe, tendiente a restablecer los escenarios de los años 60 del siglo pasado.
La característica principal del old fashion consiste en la máxima limitación de las libertades económicas y políticas. El regreso de los tiempos lúgubres, cuando el vestuario verde olivo de los jerarcas significaba para la nación cubana poder real, guerra interna, miles de presos políticos, UMAP, acusaciones por diversionismo ideológico, desabastecimiento y aislamiento internacional. De eso habla muy bien la actual Operación Victoria, dirigida contra comerciantes y transportistas privados.
Desde 1990, cuando José Ramón Machado Ventura ocupó el Departamento de Organización del Partido, trabajó en la esfera del control del personal y escogió, entre medio millón de miembros a los más conservadores para ubicarlos en puestos claves, como primeros secretarios en las provincias y en los ministerios.
Ellos son los maniquíes visibles de la “nueva ola” que, enfundados en los uniformes de la milicia, sienten el poder sobre sus hombros. Pero no son los únicos.
Ahora también se visten de verde, para situarse ante las cámaras, los comandantes Derminio Escalona y Camacho Aguilera, quienes, al final de sus vidas, como otros miembros de la gerontocracia gobernante y los nuevos conservadores, toman de referencia la imagen de ensueño de su época de gloria y poder.
aleagapesant@yahoo.es
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