BARACUTEY CUBANO

¿Cuántas Cubas existen?

Miriam Leiva

LA HABANA, Cuba, febrero (www.cubanet.org) Cuba es un conjunto de espejismos y duras realidades. Para el exterior, las autoridades, sus controlados medios de difusión y las amables rutas guiadas a los visitantes recrean el paraíso en la tierra. Esos son los espejismos de cubanos alegres, despreocupados al compás de la música, el tabaco, el ron, y la exuberante mulata sandunguera, conocida como la obra maestra del colonizador español y la esclava africana.

Impresionan los miles de nacionales que acuden al Festival del Cine Latinoamericano, pero no lo hacen para atrapar las películas que quizás no vuelvan a los teatros, como miles van a la Feria del Libro por alcanzar lo que no encontrarán luego en las librerías, y para pasar un rato de esparcimiento con la familia.

Pero en la isla, sus islotes y cayos, viven más de 11 millones de personas en un ambiente de carencias elementales y dificultades para todo; asechanzas de la policía política y sus soplones; posibles cárceles por delitos comunes dictados en gran proporción por las prohibiciones más inconcebibles en cualquier otro país, y las inculpaciones a quien pretenda expresar libremente sus ideas por respetuoso y constructivo que sea.

Una población penal de 587 por cada 100 mil habitantes, la mayor de Iberoamérica y la sexta mundial. La mayoría de los reos son jóvenes, negros y mulatos, porque la revolución no ha sido capaz de sacarlos del atraso económico y social para brindarle las verdaderas oportunidades que prometió, ni permitir al 70 por ciento de los cubanos nacidos después de 1959 tener una vivienda independiente, trabajo acorde con sus conocimientos y potencialidades, ni salarios adecuados. Todo se resuelve con la frase “si no te gusta, te vas”. Si expresas otra opinión fuera de la oficial eres un contrarrevolucionario, un mercenario al servicio de Estados Unidos.

Los dirigentes cubanos pueden exhibir como logros de 50 años, edificios ruinosos, calles ahuecadas, escasa agua desperdiciada en la conducción, al igual que la electricidad, transporte a veces, magras raciones de alimentos vendidos por la libreta de racionamiento y tiendas caras en divisas para adquirir todo lo necesario luego de “luchar” los pesos cubanos convertibles (CUC), aunque los bajos salarios son pagados en pesos cambiables a 25 por 1 CUC; industrias depauperadas y campos enyerbados. Los publicitados servicios de atención médica, educación y seguridad social se hunden.

Mientras se procura cambiar la imagen en el extranjero, la crisis en el país es crecientemente complicada. Pero ni siquiera los huracanes y los embates de la catástrofe económica internacional impulsan a establecer un plan para encarar el caos y salir adelante.

El Presidente Raúl Castro cumple su primer año en el poder el 24 de febrero. El pueblo perdió las esperanzas por los cambios prometidos. La abulia lleva a tratar de escapar de cualquier forma, ya sea mediante la ciudadanía del abuelo en la embajada de España, las visas hacia Estados Unidos y otros países, o los canales de televisión de Florida captados mediante las antenas caseras, ilegales, pero muy extendidas.

No es posible que los espejismos nublen también al Presidente. La responsabilidad de todos los cubanos ante la familia y la Patria es inmensa. Juntos, con respeto a la diversidad de opiniones, se puede avanzar.