HERENCIA DEL SOCIALISMO
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Discapacitados físicos y mentales no podrán contar ya con la mísera pensión de la que vivieron durante tres o cuatro años.
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Por Luis Felipe Rojas
Holguín | 23/02/2009
Discapacitados físicos y mentales se han quedado otra vez sin la herencia que les prometieran los "representantes" del socialismo real. Debido a una orden que ha arrancado de cuajo todas las esperanzas de estos seres desvalidos, no podrán contar ya con la mísera pensión de la que vivieron por tres o cuatro años, en los que apenas probaron el mínimo de bondades.
Ahora sienten el regusto amargo del engaño. Es el caso de Evangelina Telles, una señora de casi cincuenta años que estuvo casi una década detrás de las "almas caritativas" del gobierno provincial de Las Tunas para que atendieran su situación. En 2003, le concedieron una pensión de cincuenta pesos para su hijo paralítico; un año más tarde se la aumentaron a 103, y este año le comunicaron que "no tendrá más chequera".
(Norma Millet Vesanilla, vecina de San Germán y afectada por la retirada de las pensiones. (LFR) )
"Me avisaron de la Dirección Municipal de Trabajo y Seguridad Social, aquí en Las Tunas. Ellos dicen que eran chequeras temporales, para una ayuda, no para mantenernos, pero de todos modos mi hijo está peor que hace cinco años; ahora necesita más cuidados y alimentación. Lo único que dijeron fue que se acabaron las pensiones; que bastante habían ayudado", dice.
Holguín se queja
En la última semana del pasado enero, en Holguín se dispararon las quejas de los ciudadanos.
Martha, que ronda los cuarenta años, explica que, a raíz de una investigación psicosocial en casi todo el oriente del país, las autoridades decidieron entregar ayudas (pensiones mínimas) a los discapacitados y, en casos "muy especiales", a sus padres o a quienes cuidan de ellos. Ese plan de ayudas, que funcionó sólo al principio, se restringió con el tiempo a los casos más severos.
"Trabajé en el 'levantamiento' que se hizo. Siempre se criticó que la cuota inicial fuera de apenas veinticinco pesos. Era casi una burla, después de varios meses de investigación y levantando falsas expectativas", afirma Martha.
Con los primeros sonidos de trompetas que trajeron los trabajadores sociales, llegaron las promesas públicas del anterior gobernante. Había pasado el censo nacional y los resultados, ni halagadores ni tan ocultos, demostraban un desamparo social que se podía justificar cada vez menos con el "bloqueo norteamericano" o los desastres de la economía mundial.
"Ahora, el problema es que a aquellas personas que por su discapacidad se les dio una cuota inicial de veinticinco pesos, se les fue aumentando a la par de los demás pensionados", agrega la especialista.
Según Martha, "las pensiones fueron subiendo hasta 135 pesos" y "desde finales de 2008 se les ha empezado a retirar a muchos". "Son gentes que están por debajo del nivel de pobreza que uno se imagina todos los días. Yo trabajé en el censo, y después en aquel levantamiento, y creo que no es justo", señala.
'Barrio adentro' a la cubana
Como el famoso programa social en la Venezuela de Chávez, la provincia de Holguín fue escogida en 2002 para realizar un "estudio genético". Ya implementado, la gente empezó a llamarlo el "Programa Genético". En el municipio de San Germán se inició con entusiasmo e inusitada voluntad, pero las cifras fueron tan alarmantes que ni se hicieron públicas ni se dio continuidad a la investigación.
Carlos, que trabajaba entonces en el sector de Educación, recuerda: "Se realizó el estudio en todo el municipio y, después de analizados los resultados, dicen que Fidel mencionó en un discurso el caso como el 'Municipio Z', por el lugar que ocupaba en Cuba".
Según una red de información local, con vínculo a los sitios web nacionales, se seleccionaron siete comunidades y, tras hacer un diagnóstico, vinieron expertos y medidas como las pensiones, y hasta programas con equipos multidisciplinarios.
La gente recuerda que fue el inicio de las salas de televisión y las minibibliotecas.
Norma Millet Vesanilla, vecina de la Avenida 29, en San Germán, cuenta que "hay quienes empezaron quejándose al gobierno y ya van por cartas al Consejo de Estado".
"Mi caso es doblemente crítico. Yo tenía una hija discapacitada física y mental; la chequera nos la dieron a las dos, y fue subiendo desde 25, 100, 110, hasta 135 pesos cubanos. Hace seis meses que murió mi hija y ahora me retiran la chequera. En el 'órgano de trabajo' (y Seguridad Social) la única respuesta que dan es que era un programa con límite de cuatro años; pero eso no se lo dijeron a nadie, nadie sabía que sería así de repente que nos quitarían el único sustento", se lamenta la mujer.
En su discurso de "bienvenida" de este año, Raúl Castro acabó con las pocas esperanzas de mejorías, y, por si fuera poco, amenazó con eliminar gratuidades innecesarias. "Pero no teníamos idea de dónde vendría el sablazo", dice Norma. Con una invalidez física parcial, menos recursos y los cornetines de Palacio anunciando fuego, para ella ha sido como volver al foso, "a la indigencia".
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