viernes, marzo 27, 2009

El ACTUAL MIEDO DEL CASTRISMO

El ACTUAL MIEDO DEL CASTRISMO

Por Félix Reyes Gutiérrez

Ranchuelo, Villa Clara, marzo 26 de 2009 (SDP-CP) Las vigilias y peregrinaciones religiosas, ayunos, huelgas de hambres, letreros en las paredes, ropas al revés y la propagación de lectura censurada por el gobierno son formas de protestar de la disidencia cubana. Pero la manifestación en las calles es la más temida por el régimen de los hermanos Castro.

El 14 de marzo pasado cerca de una quincena de opositores pacíficos fueron arrestados en la ciudad de Santa Clara. Los opositores realizaron una actividad en la vía en solidaridad con el matrimonio de Jorge Luís García Pérez Antúnez e Iris Tamara Pérez Aguilera, que son secundados en la huelga de hambre que realizan en Placetas por Diosiris Santana Pérez.

Alrededor de las 3:30 de la tarde Idania Yánez Contreras, presidenta de la Coalición Central Opositora, en compañía de 12 luchadores prodemocráticos, se dirigieron a la sede provincial de la Seguridad del Estado, sita en Carretera a Camajuaní entre Carretera de Circunvalación y Campo, en la ciudad de Marta Abreu.

Al arribar al lugar, Pérez Aguilera, presidenta del Movimiento Feminista “Rosa Park”, y Loreto Hernández García, hermano de Antúnez, preguntaron al jefe de la Dirección de Investigaciones Criminales y Operaciones (DICO) en Villa Clara, teniente coronel Carlos Fidel Rodríguez Machado, si las autoridades tenían respuesta sobre la demanda de los protestantes. El uniformado rehusó contestar.

Cuando Iris trasmitió la negativa a los oponentes que aguardaban en el exterior del inmueble, Alcides Rivera Rodríguez, Félix Reyes Gutiérrez, Ernesto Mederos Arrozarena, Yesmy Elena Mena Zurbano, Marta Díaz Rondón, Damaris Moya Portieles, Laudencio Mesa Jiménez, Yoandry Naoki Ricardo, Juan Rodríguez Desdín, Dixan Saavedra Prat y los mencionados Loreto e Idania, se sentaron en la calle e interrumpieron el tránsito de vehículos.

Una treintena de guardias, comandados por el teniente coronel Carlos Fidel Morales y los oficiales de la policía política Iván Yánes Gómez y Oilisab González Morales, arremetieron a golpes contra los manifestantes. Viajeros y residentes del lugar gritaron abusadores y otros insultos a los policías. Un joven tomó imágenes de los hechos con su cámara desde el interior de un ómnibus.

A las 8.30 de la noche, Iris Tamara y Yesmy Elena fueron trasladadas en la patrulla 254 hasta la 4ta unidad de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR). Alcides, Félix, Damarys, Laudencio y Hernández García fueron encerrados en calabozos de la Unidad Provincial de Operaciones Provinciales (UPOP), en la periferia de la capital provincial.

Las féminas fueron puestas en libertad alrededor de las 12 de la noche. Poco antes, cuando Damaris Moya gritó consignas contra el gobierno, el instructor apellidado Portela, en estado de embriaguez, azuzó contra ella a la perra llamada Linda.

Los hombres residentes en Santa Clara fueron liberados después de las 11 de la mañana del siguiente día. Ernesto Arrozarena fue llevado hasta su domicilio en el poblado de Colón, en la vecina provincia de Matanzas. A Marta, Yoandry, Juan y Dixan los trasladaron en autos patrulleros de la PNR hacia la localidad de Banes, en la oriental provincia de Holguín. Arribaron a sus respectivos hogares en horas de la tarde del 15 de marzo.

También Blas Augusto Fortún Martínez, quien preside el Movimiento de Derechos Humanos “Mario Manuel de la Peña”, fue detenido en Placetas, popularmente conocida como Villa de los Laureles, cuando intentaba incorporarse a la protesta en Santa Clara. Fue conducido a la estación policial de la municipalidad, donde permaneció arrestado por unas 19 horas.

En vísperas del 18 de marzo, sexto aniversario del encarcelamiento de 75 luchadores pacíficos defensores de los Derechos Humanos, las viviendas de Antúnez, coordinador del Presidio Político “Pedro Luís Boitel”, e Idania eran vigiladas constantemente por efectivos de la policía política. Hasta el tránsito de bicicletas y caballos tirados por carretones estuvo prohibido.

La cúpula gubernamental conoce que los mencionados líderes de la disidencia cubana, al igual que las conocidas internacionalmente como Damas de Blanco, gustan de protestar en las calles. El descontento aumenta. Se acerca la alianza del pueblo con los discrepantes callejeros e indudablemente temen el resurgir de una explosión social.
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