MALA SOMBRA

Lawton, La Habana, marzo 26 de 2009, (SDP) Se han cumplido cincuenta años en que la vida de los cubanos dentro y fuera de Cuba, sigue signada por el capricho y la mala leche de la familia Castro. Primero Fidel y Raúl, hoy Raúl con Fidel o con su mala sombra que no es lo mismo, pero es igual.

Lo mejor del momento actual es la forma en que el mundo cambió y terminó por aceptar lo que siempre pareció inaceptable. El régimen de los Castro ha vencido en todas las batallas diplomáticas y políticas que hasta el momento tuvieron pendientes en la arena internacional. La paradoja es que lo consiguieron en el momento en que más impopulares e insoportables resultan para el pueblo de Cuba.

Los intereses económicos españoles en conjugación perversa con cierta izquierda y con cierto exilio, hicieron la faena para los Castro. Primero se hizo venir a menos a la prensa nacional independiente. Surgieron nuevos y agraciados rostros, que hacen las delicias del espacio mediático internacional. Se espera el aporte de grupos musicales, preferentemente corales, con monaguillos rockeros. Esto contribuirá a oxigenar el ambiente político anquilosado que se vive.

A seis años de la Primavera Negra de 2003, todo parece indicar que los 54 prisioneros que quedan en las prisiones, de 75 originales, correrán igual suerte o igual mala suerte. No se habló en este aniversario con la fuerza y la pasión acostumbrada sobre las víctimas de 2003. Sólo las Damas de Blanco hicieron lo suyo, pero no es igual. Hoy las prioridades parecen ser otras. El dinero dicta la última y la primera palabra.

Desde el exilio de Miami, una bella e inteligente mujer dejó claro que la oposición interna cubana está encerrada en lo que ella describe como un gueto. Lástima que su pintura sea parcial y de contornos poco definidos. Le faltó por decir que las piedras que conforman los muros de ese gueto, fueron apiladas a partes casi iguales por el gobierno cubano y por sus queridos enemigos de Miami, Washington, España y etc.…

Senadores norteamericanos como es el caso de un tal Sr. Lugar, bosquejan sus hipotéticos escenarios cubanos. En sus paisajes ideales falta eso que dan en llamar ‘exilio histórico’, pero falta además la oposición interna. Del pueblo de Cuba, ni hablar, es el eterno ausente de todas esas profundas disquisiciones.

El punto focal de todas las agendas y arreglos con el exilio, apunta al dinero. Dinero para la ayuda a la democratización de Cuba. Todos opinan sobre quién debe administrarlo y sobre cómo deben emplearse dichos fondos.

Alguien tan inteligente y tan previsible como el Sr. Alejandro Armengol, ha dejado claro, desde las páginas del Nuevo Herald, en forma también muy previsible, que el dinero para la libertad que dona de forma tradicional el pueblo de los Estados Unidos, debe ser entregado para ser administrado, a organismos y organizaciones de exilados.

Se maneja que quizás la oposición interna cubana, no sepa administrar adecuadamente dicho fondo. Esta es una posibilidad muy real a tener en cuenta. Con la oposición interna existen dudas sobre qué harán bien o no, como administradores de fondos. Nunca lo han hecho. Ya con las organizaciones de exilados se tiene la certeza que lo harán tan mal como de costumbre, o quizás peor. Sólo queda la esperanza incierta que se enmienden, pero se trata de una esperanza. Es a fin de cuentas, la única cosa que se tiene a mano.

No es fácil salir de la mala racha que se adueñó de Cuba. Seguimos con la mala sombra de los Castro a cuestas. Dicen que ya falta muy poco. Ojala.
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