viernes, julio 03, 2009

CUBA: GORILA Y COCODRILOS

Nota del Blogguista

Los sucesos en Honduras NO SON un Golpe Militar, o ¨golpe manu militari¨ ; ha sido lo que se llama en Teoría Política un Golpe de Estado ya que fue producido por los otros dos Poderes del gobierno contra el Ejecutivo, específicamente contra el Presidente. Los militares sólo ejecutaron las órdenes de los otros dos Poderes del gobierno . Tan legítimamente y democráticamente elegidos son el Presidente Zelaya, como todos los Congresistas del Congreso, el cual por unanimidad destituyó al Presidente y cuya destitución fue aprobada por la Corte Suprema. Los militares no mandan en Honduras y nunca el Congreso y la Corte Suprema han perdido sus facultades de gobierno.


El analista y ex ministro del Trabajo German Leitzelar explicó que ¨el procedimiento en Honduras, cuando un presidente de uno de los poderes del Estado entra en una situación que se califica ilegal como es el caso, no opera un golpe de Estado, sino la excepcionalidad constitucional, que lleva a un procedimiento legal para sustituir a un ciudadano.¨

Nos guste o no, la Constitucíon vigente en Honduras dice explícitamente:

Art. 239.- El ciudadano que haya desempeñado la titularidad del Poder Ejecutivo no podrá ser Presidente o designado. El que quebrante esta disposición o proponga su reforma, así como aquellos que lo apoyen directa o indirectamente, cesarán de inmediato en el desempeño de sus respectivos cargos, y quedarán inhabilitados por diez años para el ejercicio de toda función pública.

Más brevemente: en Honduras no hubo ni hay gorilas.
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Gorilas y cocodrilos

Por Odelín Alfonso Torna

LA HABANA, Cuba, julio (www.cubanet.org) - ¿Quién no recuerda aquella “consulta popular” llevada a votación el 18 de junio de 2002, convocada por Fidel Castro? Según el recuento oficial de votos, más de 8 millones de cubanos plasmaron su firma a favor del carácter irrevocable del socialismo.

Siete días después, el 25 de junio, la Asamblea Nacional del Poder Popular ratificó lo que la sociedad civil consideró una estrategia dirigida a disolver el Proyecto Varela, documento que exigía reformas políticas, económicas y sociales. Su gestor, el opositor pacifico Oswaldo Payá, líder del Movimiento Cristiano Liberación, respaldó el documento con más de 10 mil firmas y luego lo presentó en la sede nacional del Poder Popular.

Hago este recordatorio porque desde el pasado 28 de junio los líderes de la izquierda latinoamericana claman por el regreso del presidente constitucional de Honduras Manuel Zelaya. Según ellos, Zelaya fue depuesto de su cargo por un “grupo de gorilas”. El mandatario hondureño tenía previsto lanzar una consulta popular que modificaría la constitución vigente para que permitiera la reelección presidencial.

A diferencia de los gorilas, esos simios africanos de carácter variable, los cocodrilos suelen ser más violentos. Lo digo porque en materia política hay quienes aparentan estar dormidos y con la boca abierta para confundir a sus presas.

Creo que un gobierno como el cubano, bien distante de la democracia, no debería siquiera opinar sobre golpes de estado, consultas o regímenes militares.

Resulta risible que el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, dijo ante la prensa local y extranjera: “La época de las dictaduras militares en América Latina ya pasó, no hay ninguna”.

De eso trataba aquella conferencia de prensa. Urgía decir que el embajador de Cuba en Honduras fue reprimido y que la canciller hondureña fue secuestrada. A Rodríguez no se le ocurriría declarar que igual o peor suerte corren los disidentes en Cuba, o que algunos de los prisioneros políticos con licencia extra penal tomaron un avión sin el boleto de regreso a la isla.

Esa es la manera de mostrar que no hay ninguna dictadura militar en América Latina, sobre todo cuando lo dice la voz prima de la cancillería castrista. ¿Se puede condenar un golpe militar transitorio en Honduras y defender otro anticonstitucional que ya dura 50 años?

Imagínese si las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba interviniesen ante cada imposición de Fidel o Raúl Castro, emitida como de costumbre sin previa consulta popular. Apuesto que Cuba tuviera su propia academia clandestina de militares golpistas.

A pesar de todo, no creo que el gobierno provisional hondureño condene a Manuel Zelaya a 28 años de prisión por intentar una consulta popular ilegal, como lo hizo el gobierno cubano con Luis Enrique Ferrer, uno de los protagonistas del Proyecto Varela.

Si hipotéticamente, en lugar de Zelaya fuese Fidel Castro el secuestrado por militares golpistas, ¿cómo reaccionaría en este caso la derecha latinoamericana al saber que el líder de la revolución cubana vuela sin hoja de ruta?

Muchos coincidirán conmigo si digo que sería una papa caliente sobrevolando el Caribe. Un hecho nada apetecible para gorilas y cocodrilos. Sin dudas esto merece otra encuesta.

odelinalfonso@yahoo.com