SEMANARIO DIGITAL PRIMAVERA: CUANDO LA HABANA DIJO BASTA, EDITORIAL Nro. 80
Se cumple el aniversario redondo, el número quince, del cinco de agosto. En ese día de 1994, el pueblo de La Habana tomó la representación de la Isla y salió a las calles a gritar libertad. Aunque posteriormente se dijo que el estallido popular estuvo controlado y monitoreado desde sus inicios por los cuerpos represivos al servicio de la dictadura, esto no le resta importancia a los sucesos.
‘El Maleconazo’ pasó a la historia. El pueblo gritó libertad y rompió las vidrieras de los establecimientos comerciales. No fue algo que la dictadura no pudiera controlar, pero quedó demostrado que si el pueblo quiere de veras, los malos corren.
A quince años de aquel suceso, puede afirmarse que las condiciones políticas, económicas y sociales del país han empeorado. La impopularidad del régimen alcanza cotas difíciles de ser superadas. Perdida la confianza y hasta la esperanza, el pueblo espera inútilmente por una muestra de racionalidad o al menos, por un poco menos de egoísmo por parte del gobierno que sufre.
Una tara inmovilista insalvable se esparce como mancha de aceite. El promocionado Sexto Congreso del Partido Comunista de Cuba ha sido pospuesto. Purgas, escándalos y una creciente impopularidad oscurecen el futuro de la excluyente y opresora organización.
Las condiciones para que Cuba se una a La Habana de 1994, están creadas. La inviabilidad del sistema comunista se desplaza por todos los estratos de la sociedad cubana. Nadie espera algo del grupo gobernante. Más castrenses que comunistas, más autoritarios y egoístas que políticos, colman un poco más cada día, la paciencia ciudadana de Cuba.
Un cinco de agosto hace ya quince años, La Habana dijo basta. Como una saga de aquellas jornadas, el parque habanero consagrado a honrar la memoria del General Antonio Maceo, permanece enrejado. Lo hicieron para prevenir la eventual insurgencia de habaneros, a la sombra y el amparo del Lugarteniente de la libertad.
A la espera de lo inevitable, cuando todo se hace más difícil, unamos nuestro recuerdo a las jornadas de rebeldía popular de aquellos días, cuando La Habana dijo basta y tronó el Maleconazo.
SDP
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home