Con Juan Vive, El Magnífico, y su familia en La Calanque de Le Vallon des Auffes
Con Juan y su familia en La Calanque de Le Vallon des Auffes.
París, 6 de septiembre de 2009.
Mi querida Ofelia,
Esta segunda parte de mi conversación con Juan, tuvo lugar después de contemplar el crepúsculo desde el pueblito de cabanons de pescadores en La Calanque de Le Vallon des Auffes. Está situado a sólo unos kilómetros al oeste del Viejo Puerto de Marsella. Cenamos con nuestras familias en la terraza de un restaurante desde donde la vista hacia el Mediterráneo era espléndida.
-¿El comunismo cubano es diferente al de los otros países que fueron o son aún hoy día comunistas?
-Cuba es un caso aparte. La U.R.S.S. implantó una forma de comunismo en sus países satélites del este de Europa que era una copia a papel carbón de las estructuras dictatoriales del gran hermano de Moscú.
Los casos que salen de la norma son los que estaban fuera de la órbita de influencia del PCUS. En este caso los países asiáticos, el gran hermano chino y Corea del Norte, que además de ser la dictadura más hermética del planeta, es una monarquía roja, de la que Cuba ha sabido copiar los perfiles más inhumanos y desastrosos, tanto desde el punto de vista político como económico.
Fidel creó su propia estructura de un partido supuestamente comunista, poniéndose a la cabeza como primer secretario y dictador en jefe.
Si en los ex países comunistas existían algunas estructuras de control, Fidel eliminó todo vestigio de aparato de control paralelo supervisado por el mismo partido. Prevaleció desde el principio el capricho ciego del dictador contra toda lógica económica. Hay que ver en qué situación se encuentra la agricultura y la industria en Cuba para darse cuenta hasta qué punto es un desastre global en la isla.
Destruyó la industria azucarera, la agricultura, la industria en general, sus caprichos locos tienen a la isla al borde de la época de la colonia sin agua y sin luz…en fin, el caos.
-¿Qué es lo peor de la herencia castrista para las futuras generaciones de cubanos?
-Desde luego la cuestión más grave se sitúa a nivel moral. Destruyó las bases morales de la sociedad cubana y tras cincuenta años de dictadura y varias generaciones, la hecatombe moral es sin precedentes. El sistema obliga al pueblo a robar, a prostituirse, a vivir al margen de la ley para sobrevivir difícilmente, mientras que la los generales de la dictadura militar viven como millonarios, que es lo que son.
Cuba está gobernada al estilo mafioso, por una mafia verde oliva que ahora más que nunca, con el poder en manos de Raúl, es la dueña de Cuba y el pueblo es el esclavo de esta nueva clase.
( Juan Vives )
Incluso, la represión y la contrainteligencia no están basadas en las estructuras clásicas de los países comunistas.
¿Cómo funciona el control sobre la población de los servicios secretos del régimen?
-En la U.R.S.S. quien tenía el control de la contrainteligencia y la represión en general era el K.G.B., en Alemania la STASI, en Rumanía la Seguritate, etc. En Cuba, Raúl separó ésto en diferentes estructuras. El famoso G-2, terror del pueblo cubano, se ocupa de la vigilancia y la represión civil. En el caso de las fuerzas armadas, Raúl tiene sus propias estructuras con el C.I.M. (Contra Inteligencia Militar) y de los casos sensibles.
El verdadero trabajo de contrainteligencia lo tiene en sus manos el C.I.M. Por ejemplo en el caso del general Ochoa y del ministro del interior Abrahantes, todo fue tratado por el C.I.M., como ahora con el truene de Lage, Pérez Roque y la banda salida de la U.J.C. y de la F.E.U. que Fidel había erigido personalmente en dirigentes nacionales, fue directamente el C.I.M. la que hizo el trabajo.
-¿Quiénes son los más poderosos dentro de la alta esfera del poder?
-Raúl hasta en las estructuras de terror y control de la población, solamente confía en su propia contra inteligencia que hasta vigila el G-2.
Esto trajo como consecuencia en la época de guerrillas tout azimut y de movimientos de liberación a tutiplén, que Ramiro Valdés, el que era el ministro del interior, estuviera fuera de juego y no le dieran bola. Lo mantenían en un puesto de simple esbirro, mientras que quien llevaba las riendas era Manuel Piñeiro el jefe de la D.G.I., con la ayuda del siniestro personaje que es Abelardo Colomé Ibarra, más conocido por Furry, que era el jefe del C.I.M., amigo íntimo de Raúl y su hombre de confianza.
Ramiro siempre estuvo en guerra contra Raúl y Furry, sin contar la enemistad que tenía con Piñeiro (Barbarroja). A pesar de que tanto la D.G.I. como las Tropas Especiales que se encargaban del entrenamiento de los futuros guerrilleros y terroristas en las PETI (preparación especial de tropas irregulares), formaban parte del ministerio del interior, el ministro no sabía nada de sus actividades.
El segundo de Furry en el C.I.M. lo era su actual sucesor, el general Carlos Fernández Gondín. Tanto el primero como el segundo son los Beria de Cuba, los dos siniestros personajes más temidos en los círculos de poder.
( Abelardo Colomé Ibarra; foto de archivo )
-¿ Existe una lucha por el poder al interior de la nomenclatura cubana?
-Hay cosas muy extrañas en la lucha por el poder que se está jugando en Cuba desde hace tiempo y si no se conocen bien las estructuras de poder y los hombres que la forman, los supuestos analistas y « cubanólogos » de pacotilla no pueden ver nada desde el exterior.
Cuando pienso que algunos hasta escribieron del supuesto pragmatismo de Raúl y de los posibles cambios, me dan ganas de reír ¡Tanta ignorancia de parte de los que se auto titulan expertos en cuestiones cubanas!
Prácticamente se puede decir que en 1989 cuando explotó el caso del general Ochoa y la causa número dos del Ministro del Interior Abrahantes, Raúl se apropió del poder de manera directa.
Fidel solamente recibía informaciones de la parte del ministerio del interior con el G-2.
Los dos casos fueron manejados por el C.I.M. y Raúl se quitó de arriba toda la responsabilidad en el tráfico de drogas. Licenció a más de 30 generales del Minfar y cientos de oficiales, que supuestamente pudieran responder a Ochoa y no solamente ordenó el asesinato de Abrahantes en prisión, sino que también licenció a miles de miembros del ministerio del interior y los sustituyó por militares de confianza.
A partir de ese momento Fidel solamente recibió las informaciones que Raúl quería dejarle filtrar a su conveniencia.
( Carlos Fernández Gondín )
Prácticamente se trata de un golpe de estado interno de las Fuerzas Armadas, que le arrebataron el poder al viejo dictador para suplantarlo por el ambicioso Raúl que estaba impaciente de tomar el mando.
-¿Hay contradicciones en cuanto a la forma de gobernar entre los dos Castro?
-Exactamente, la cacofonía existente por momentos cuando Raúl declara una cosa y Fidel lo contradice es una prueba evidente que el viejo dictador todavía enseña las garras y se quiere aferrar al poder.
La revolución es un engendro muerto que como los vampiros tiene que vivir a costa de los demás. Durante cincuenta años vivió chupándole la sangre a la U.R.S.S. y ahora a Venezuela, con una curiosa manera de llevar las riendas de la economía.
Se comienzan negocios con un país solicitando líneas de crédito, que nunca se pagan, al mismo tiempo lo hacen con diferentes sectores en diferentes países, sin la menor intención de pagarle nada a nadie, hasta que los créditos les son negados por falta de pago. Tanto va el cántaro a la fuente hasta que se rompe.
Ya no tienen a qué santo acudir para que les acuerden un centavo. Todo el mundo sabe que la isla es un barril sin fondo y que todo negocio es una pura pérdida.
La culpa como siempre es el «bloqueo americano» que de bloqueo no tiene más que el nombre. Ahora la otra excusa es la situación económica mundial, desde luego, culpa del imperialismo.
La respuesta de Raúl a la grave situación que tiene Cuba es la represión que tiende a agudizarse en lo que va de año. Los informes del G-2 son inquietantes para la dictadura, que sabe que el recurso que les queda es aterrorizar al pueblo ¿Pero hasta cuándo?
Juan y su familia nos acompañaron amablemente en sus coches hasta nuestro hotel. Dos días después nos volvimos a ver, pues hicimos una excursión nostálgica hasta el que fue nuestro campo de refugiados políticos al llegar a Francia en 1981, situado a unos 50 kilómetros de la bella Marsella.
Un gran abrazo de quien te quiere siempre,
Félix José Hernández.
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