jueves, septiembre 10, 2009

CUBA Y HONDURAS, MANO DULCE, MANO AGRIA

Tomado de http://ecodiario.eleconomista.es


Cuba y Honduras, mano dulce, mano agria


Por Zoé Valdés


Honduras fue hasta hace muy poco un país del que se hablaba poco en la prensa. Hasta que a su ex presidente, Mel Zelaya, le diera la idea de cambiar la constitución para quedarse en el poder de manera vitalicia, como mismo hizo Fidel Castro, Hugo Chávez, y harán todos esos discípulos de los Castro en la región; con más o menos diferencias, tal vez pequeños detalles que nos hagan creer que no se trata de meterle el dedo a sus ciudadanos hasta la garganta y más abajo.

Zelaya fue puesto de patitas en Nicaragua, y desde entonces no para de hacer payaserías, con perdón de los payasos. Ayer leí que había robado cerca de ocho millones y pico para comprarse charranadas tales como joyas y efectos personales. El mismo cuento de nunca acabar con estos mamarrachos de presidentes que tienen en América Latina. Roberto Micheletti intentó parar la cosa con un aldabonazo político, a lo que el mundo entero ha querido llamar golpe de estado militar. Falso, pero la prensa manda, y la gente cree a ciegas.

Lo cierto es que una gran cantidad de personas no estaba de acuerdo con Zelaya, y de hecho el país, salvo algunas manifestaciones, más a favor de que se fuera a que se quedara, ha estado tranquilo y de acuerdo con la nueva situación hondureña. Yo saludo a los hondureños y los respeto aún más. El país deberá celebrar elecciones en octubre, eso sí; será la única manera de acallar a los que se enrollan en la bandera de la democracia sin saber y sin querer saber lo que es soportar cincuenta años a un tirano.
Marcando posiciones

El mismo día en que los Estados Unidos y su presidente Barack Obama decidieron aflojar las restricciones de viaje a Cuba de los exiliados cubanos con mano dulce (lo que no cuenta para nada, como ya he escrito antes, si la propia Cuba y los Castro, no eliminan las visas de entrada y de salida del ciudadano cubano a su propio país), ese mismo día, Estados Unidos y el presidente americano, se desdijeron en los principios que los guiaron para tomar tales medidas con Cuba e hicieron lo contrario imponiéndole con mano agria un embargo puro y duro a Honduras. No olvidemos que este embargo lo había pedido el propio Raúl Castro hace unas semanas en una de esas reuniones del ALBA.

O sea, Barack Obama, con toda evidencia, ansía contentar y satisfacer a los dictadores castristas, y marca una posición endeble ante ellos, y mientras le da por la vena del gusto a estos mismos personajes, define una posición absolutamente contraria y belicista en relación a Honduras.

Como mismo la justificación para suavizar el embargo de Cuba se apoyan en las afirmaciones de que estas medidas no han conducido al país a la democracia, me pregunto yo, entonces, una postura diferente y totalmente contraria ¿ayudará a Honduras a retomar el camino a la democracia? ¿En qué se diferencia Cuba de Honduras al respecto?

¿O no será que Barack Obama se propone andar por los mismos trillos ya andados de Fidel Castro, de Hugo Chávez, y de la comparsa latinoamericana? Aunque, me imagino que, él no deberá ignorar que cualquier intento de cambiar la constitución, o de cualquier maniobra parecida, en Estados Unidos no será coser y cantar. ¿Y entonces, quién le pondrá el cascabel al gato? ¿Quién lo embargará a él?