martes, diciembre 01, 2009

Los Oscar y el globo de Raúl Castro

Los Oscar y el globo de Raúl



Por Paulino Alfonso

LA HABANA, Cuba, diciembre (www.cubanet.org) - Además de firmar la carta junto a Alicia Alonso y Silvio Rodríguez y otros cortesanos, en apoyo al fusilamiento de 3 jóvenes negros, el cantante Amaury Pérez plagió una frase que lo marcó con el hierro de la infamia por segunda vez: “Fidel es el papá de todos los cubanos”.

La frase es original de Raúl Castro, entonces ministro de las FAR, quien en junio de 1989 se dirigió a los oficiales del Ejército Occidental para anunciarles las causas de la destitución del General Arnaldo Ochoa.

Si por sarcasmo se diera el Premio Oscar, el entonces ministro se hubiera ganado tantos como la película Titanic, cuando amonestó al kindergarten de oficiales que lo escuchaban atónitos, con esta sentencia. “No importa lo que diga hoy aquí, lo que vale es lo que van a leer mañana en el Granma”.

Confieso que hasta entonces pensaba como el kindergarten, pero al ver hombres valientes morir por cumplir órdenes, choqué con la verdad, por suerte en la versión más light. A un amigo le costó la locura y el suicidio.

Han pasado 20 años de aquel sarcasmo; como el entonces ministro habla poco y no da entrevistas a los yanquis, casi se me olvida el incidente de la Sala Universal de las FAR.
Recientemente, el Presidente, al dirigirse parlamento para definir la línea que tomará en el futuro inmediato, dijo: “Fortalecer la institucionalidad, redimensionar la planificación y la organización del trabajo, la supresión de la doble moneda, una estimulación salarial que desate las fuerzas productivas, el cobro de los impuestos, el cese de muchos subsidios, la revisión de las gratuidades y otros asuntos”. Ojo con esos otros asuntos.

Raúl Castro le ganó a Jodie Foster, Tom Hanks y Walter Brennan, hasta se alzó con un Globo de Oro, cuando dijo que la comida había que conseguirla con bueyes y machetes, que no había petróleo ni dinero para nada, a pesar de que Hugo Chávez le paga muy bien los servicios médicos y otros no tan médicos.

Lo que quiere hacer el General es lo que su hermano nunca ha querido: un modelo económico distinto. Para eso hay que tener en cuenta que el desastre de Fidel Castro es suyo y a Fidel Castro no le gusta que nadie le cambie ni una coma. Todavía es el Primer Secretario del Partido Comunista, por lo que aconsejo la sentencia del detective chino Chang Li Po: “Paciencia, mucha paciencia”. De lo contrario, Raúl Castro puede ganarse un Premio Frambuesa que valga por todos los de Silvester Stallone.

palest44@yahoo.com