SUCEDIÓ EN PINAR DEL RÍO, CUBA: Reprimido en Pinar del Río el performance “Sin permisos II”, en la que estuvo implicada esposa Pedro Pablo Oliva
La página web de la artista Yamilia Pérez Estrella se encuentra en http://www.jyamiliarte.com
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Tomado de http://convivenciacuba.es/intramuros
Reprimido en Pinar del Río el performance “Sin permisos II”
Por Dagoberto Valdés
En la noche del 9 de enero de 2010 iba a realizarse el performance de la artista plástica Yamilia Pérez Estrella titulado “Sin Permisos II: Paso al cambio”. El primero de esta serie se realizó el pasado 10 de diciembre de 2009 en el Parque de la independencia de la ciudad de Pinar del Río con ocasión del Día de los Derechos Humanos. Aquel pudo terminarse exitosamente, aunque no sin amenazas y prohibiciones y un amplio despliegue de agentes pero que no llegaron a impedir el desarrollo de la muestra.
En esta segunda acción plástica, la situación ha sido bien distinta. Desde días anteriores Yamilia y su esposo el reconocido pintor Pedro Pablo Oliva, fueron advertidos y compulsados por las más altas autoridades culturales de la provincia y de la nación, a suspender la intervención artística que al final no pudo realizarse como estaba previsto.
El guión del performance preveía que interactuaran tres personajes: uno de blanco, Maikel Iglesias, representando la paz, el perdón, lo bueno; otro de rojo, Sergio Suárez, en referencia a la opresión, el poder, la censura; y la propia artista Yamilia Pérez que actuaría vestida de negro, haciendo alusión al dolor, el sacrificio, la cruz. Ellos caminarían desde el Parque de Independencia hasta un parquecito aledaño a unos 200 metros.
( Yamila Pérez Estrella, esposa de Pedro Pablo Oliva , durante la presentación de un documental en el 2007 )
Luego de varios días de presiones y amenazas, por fin, el mismo día 9 de enero, ambos parques fueron tomados por personas vestidas de civil, la amplificación de música y la colocación de sillas que cubrieron el segundo espacio. Pasadas las 8 de la noche Maikel Iglesias, poeta y miembro del Consejo de Redacción de la Revista Convivencia, que actuaba a título personal en esta acción plástica, fue sacado de la Casa Taller de Pedro Pablo y cargado entre dos agentes hasta un auto cercano donde fue metido y conducido a unos metros de su casa.
Los otros dos artistas se decidieron a salir de la Casa Taller y cambiaron la ruta hasta el Parque del Palacio de Justicia (Audiencia) también cercano al lugar. Pero fueron interceptados por una turba que gritaba Viva Fidel, Viva Raúl, Viva la Revolución, hasta hacerlos arrodillarse en medio del espacio público.
( Pedro Pablo Oliva, relevante pintor cubano; Premio Nacional de Artes Pásticas 2006 )
De esta forma continua la represión física y violenta contra expresiones artísticas que se ha incrementado en los últimos meses a todo lo largo de la Isla. Señal de impotencia y de agotamiento de un proyecto al que no le quedan otros recursos. Cuando se llega a reprimir con esta fuerza bruta las manifestaciones culturales no solo se transgreden los derechos sociales y culturales de las personas sino que se oprime el alma de la nación. Y esto, como todos sabemos, es muy grave. Vale reflexionar serenamente el daño antropológico que esta y cualquier tipo de represión causa a Cuba.
Dagoberto Valdés (Pinar del Río, 1955)
Director de la revista Convivencia
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Parafernalia del Terror vs Libre Creatividad.
Por Juan Carlos Fernández
El arte siempre ha tenido la virtud de descolocar y poner en el más sublime de los ridículos a todos los abanderados del dogma-poder y el quiste, los pone más que nerviosos. Los lleva a la histeria ligada con paranoia porque la mente pre programada del dogmático(a) no concibe que se salgan del guión, también pre y reprogramado (el mismo siempre). Ir en contra de ese libreto es convertirse de inmediato en hereje que hay que quemar en la más ardiente de las hogueras.
Yamilia Pérez, Sergio Abel Suárez y Maikel Iglesias fueron los condenados a arder en ella el sábado 9 de Enero cuando se atrevieron a ejercer la creatividad artística en una acción performática titulada: Intervención 2 “Sin Permisos” “Paso al Cambio” la cual llevarían a cabo en un parque de la ciudad. Para el poder era más que suficiente. Una vez está bien, con reservas, muy nervioso, agresivo, casi al estallar, pero… está bien, recordemos el anterior que fue el 10 de Diciembre en el Parque de la Independencia, pero dos veces…. ni pensarlo. Toquen la alarma, código rojo, código rojo. Es la guerra.
El ejército inseguro y la contra (la) inteligencia volvían por sus fueros, no descansaron hasta que todos sus factores, ¿serán genéticos? , estaban convenientemente avisados para impedir “el maquiavélico acto de tres herejes” que pretendían comunicar y compartir con la gente sus sentimientos y sus visiones éticas y estéticas. Esto, sencillamente era imperdonable. El plató estaba dispuesto. Comenzaban las actuaciones: Politicemos el hecho, siempre lo mismo, no tienen imaginación, se repite la formula una y otra vez… desde tiempos inmemoriales. Parece que no tiene remedio.
( Parque de la Independencia, Pinar del Río )
Los parques de la Independencia y de Bailina, (este último era totalmente desconocido por este nombre y ahora saltó a la fama), lugares en donde se desarrollaría el performance, fueron literalmente abarrotados de gigantescos equipos de audio y sillas desde horas muy tempranas, aunque se convocó para las 9 pm, pero por si las moscas…
Pero no pudieron esperar, era demasiado, la orden fue: llevarse a como diera lugar a uno de los implicados, le tocó a Maikel. Dos fornidos agentes lo sacaron a rastras de la casa de Yamilia y lo llevaron en un auto Mercedes Benz (están progresando ya casi no utilizan Ladas) hasta una cuadra de su casa. Yamilia y Sergio quedaron solos y les habían roto el performance, faltaba una pieza esencial en él. No lo van a hacer, tranquilos, eso pensó el dogma-poder: en su cabeza otra cosa no cabía. No contó, nunca cuenta, con la libertad de creación, por eso los artistas descolocan y fastidian tanto al poder, en todas partes, Cuba no es la excepción, más bien es la regla.
Pues las dos piezas que quedaban salieron y la acción artística alcanzó un frenesí que ni los mismos artistas pensaron que jamás alcanzaría y todo gracias a la colaboración cruda y bruta del poder, que ejerció como tal y por demás era uno de los personajes que formaban el trío, los otros eran el miedo y la pureza, ese era Maikel. Al faltar él, los dos restantes asumieron representar el miedo, que por cierto sentían en medio de la apoteosis de gritos histéricos y ofensas. En opinión de los artistas la representación del poder fue brillante, aplastante, literalmente hablando.
Yo, además de aplaudir el valor de estos sencillos artistas pinareños y su humor ante tamaña brutalidad también creo que el Estado ha mostrado una endeblez y debilidad tan grande como el éxito de la intervención artística. Fue un performance real, lleno de terror y del más primitivo sentimiento que un ser humano puede mostrar: odio.
Odio por el amor, la sensibilidad, la paz, la diversidad y la libre creación artística. El 9 de enero se atacó el alma de todo un pueblo.
Y allí en medio de tanto odio y rencor hubo lágrimas, no precisamente de los artistas, aunque no dudo que ellos las vertieran también, sino de compatriotas que vieron todo aquello como un ataque a ellos mismos, porque no se atacaba a adversarios políticos ni económicos, sino a sencillos cubanos de a pie que solo querían transmitir, y lo lograron, Fe, Esperanza y Amor.
La parafernalia fracasó, ni gritos ni falsas consignas, ni histéricos comunicados van a redimirla.
Juan Carlos Fernández Hernández. (1965)
Ex Corresponsable de la Hermandad de Ayuda al Preso y sus Familiares. Diócesis de Pinar del Río.
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A propósito del performance Sin permiso, reprimido por las autoridades cubanas.
Por Karina Gálvez
A Yamilia, a Maikel y a Sergio no debe haberles parecido real. Solo querían expresarse, compartir su creación artística. Esta para mí es la más pura verdad, a pesar de todas las interpretaciones posibles. Sí, es la más ingenua, pero la más real. Expresarse es hacer oposición política en Cuba. Me molesta que algunos duden todavía y busquen justificaciones para lo injustificable. En el mundo civilizado las manifestaciones artísticas solo pueden ser buenas o malas, taquilleras o no, criticadas cruelmente en el peor de los casos o beneficiadas con la crítica mediática halagüeña. En Cuba, como ya en pocos lugares del mundo, no se tiran tomates o huevos a lo que no gusta. Se secuestra a artistas o se agreden con consignas políticas.
Lo cierto es que la tolerancia de las autoridades cubanas parece haber tocado fondo. ¿Me pregunto cómo diferenciar lo que han sufrido Yamilia, Maikel y Sergio de lo sufrido por Juanes en su ciudad cuando decidió hacer un concierto por la paz en Cuba? ¿Cómo distingo entre los que vimos romper los discos de Juanes y los que hicieron arrodillar a Yamilia y a Sergio en medio de la calle o los que arrastraron a Maikel hasta un auto del Ministerio del Interior? Lamentablemente me respondo: Sí, noto una diferencia. Aquellos eran ciudadanos que actuaron a título personal. En el caso del performance Sin Permiso, de Yamilia, Maikel y Sergio, las amenazas, la coacción y la represión final que impidió su representación provino de autoridades al más alto nivel político y de las fuerzas del Ministerio del interior. No es lo mismo la actuación de unos ciudadanos extremistas que atacaron los discos de Juanes, que la de unas fuerzas políticas represoras que atacaron a las personas.
( Parque de Bailina, frente al Palacio de Justicia o Audiencia de Pinar del Río )
Me resulta, por lo menos increíble, que el todopoderoso Estado cubano, tan ideológicamente fuerte, parezca tambalearse por la expresión libre, ya hasta la artística, y se movilice para impedirla, dispuesto a enfrentar los riesgos y las consecuencias de mostrar al mundo y al propio pueblo cubano, su verdadera naturaleza totalitaria. La violencia es el único recurso del poder que ha perdido su autoridad. Rezo por una Cuba que termine esta etapa, ya no puedo decir sin violencia, pero, por lo menos, con manifestaciones de violencia solo desde los que tienen el poder. Mantenernos con actitudes pacíficas nos salvará y salvará nuestro futuro.
Karina Gálvez (Pinar del Río, 1968)
Lic en Economía
Miembro del Consejo de Redacción de la revista Convivencia
3 Comments:
Conozco personalmente a Yamilia Pérez Estrella y a su hermano Raúl aunque no a su esposo Pedro Pablo Oliva, algunos de cuyos cuadros me los robaría con mucho gusto..jaja.., mis mejores deseos desde acá y estamos con ustedes en cualquier circunstancia.
chicho el cojo
Escuche recientemente este tema del performance de Yamila y me ha llamado la atencion porque en su momento yo y otros pretendimos e hicimos cosas similares. Por una parte la admiro por su valor pero por otra parte no puedo dejar de cuestionar sus intenciones, me parece como un automartirio, si es que existe la exprecion, ella mejor que nadie deberia saber que poner el pecho delante de los cañones en Cuba nunca ha llevado ni llevara a ninguna parte y muchisimo menos en una provincia. Se que a veces se nos colma la copa y queremos hacer algo radical pero esa no es la manera, para eso somos artistas, para pensar, no para inmolarnos inutilmente.
Soy del criterio que EXPRESARSE es lo más importante en un artista, cualquiera que sean las dificultades ...
No culpemos equivocadamente a Yamilia; el culpable es el sistema opresivo.
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