Iglesia: Críticas al cardenal son 'periodismo-chatarra'
Orlando Márquez defendiendo lo indefendible ....
Les recomiendo a los lectores el artículo de Dora Amador. A orlando Márquez les recuerdo sus palabras en el IV Aniversario de Vitral en el año 1998:
¨ La ortodoxia de la Iglesia no siempre es comprendida, tampoco es bien comprendida la ortopraxis, y en el no callar, en la voz que no debe dejar de escucharse como pidió el Santo Padre a los obispos cubanos recientemente, reconociéndonos nosotros de alguna manera destinatarios de ese mensaje, debemos preservar la ortodoxia y la ortopraxis de la Iglesia, pues la prensa católica no es la prensa secular o comercial. Mientras esta última denuncia o propone según los intereses de grupos, lo cual es válido, la primera, la nuestra, denuncia y anuncia con una ortodoxia que brota de la verdad y de la caridad, y lo hace con un estilo propio que identifica su ortopraxis; es la Iglesia misma quien habla a través de nosotros, con voz propia, "en medio de las persecuciones del mundo y los consuelos de Dios", como también expresara el Papa a los Obispos, recordando al Doctor San Agustín, pues "no podemos dejar de hablar de lo que hemos visto y oído" (He 4,20). Así la cruz está firme, mientras el mundo da vueltas, como reza el lema de los cartujos. Firme, no oculta, sino visible y con expresión propia.¨
( http://www.vitral.org/vitral/vitral26/ivaniv.htm )
Jueves 13 de Mayo de 2010
DDC
El cardenal Jaime Ortega. (AFP)
Orlando Márquez, portavoz de la Arzobispado de La Habana, afirmó en la revista católica Palabra Nueva que las críticas de Andrés Oppenheimer contra el cardenal Jaime Ortega son un "magnífico ejemplo del periodismo-chatarra".
El vocero cuestionó el artículo "El cardenal timorato", del prestigioso analista argentino, publicado el pasado 22 de abril en el diario miamense El Nuevo Herald y "presumiblemente reproducido en decenas de periódicos de América Latina".
"Resulta verdaderamente decepcionante que un líder de opinión" como Oppenheimer "se baje con semejante artículo de opinión, magnífico ejemplo del periodismo-chatarra, ese que se prepara rápido y fácil echando mano a ingredientes pre-elaborados por otros, sin consulta e indagación seria (…), aunque se 'envenene' el cerebro, se contamine el ambiente social con la mentira que propagarán sin frenos muchos de esos consumidores pasivos", escribió el portavoz.
( El arquitecto Orlando Márquez cuando en la segunda mitad de los años 90s fue a un aniversario de la revista Vitral a hacer una bastante descafeinada valoración de la revista Vitral. La revista Vitral nunca le gustó al Cardenal Ortega; ya vamos sabiendo por donde le entra el agua al coco. Nota del bloguista de Baracutey Cubano )
Oppenheimer había afirmado en su columna que "después de años de bochornosa pasividad, el líder de la Iglesia Católica en Cuba, Cardenal Jaime Ortega, está empezando a manifestarse un poco más explícitamente en contra de los más flagrantes abusos de la dictadura cubana. Pero lo está haciendo tímidamente y muy tarde".
Márquez admitió que el adjetivo "violencia mediática", utilizado por el cardenal Ortega en una reciente entrevista, era "fuerte"; "pero hay ciertas acepciones que pueden ser aplicadas más allá de lo estrictamente físico".
"Violencia es también sinónimo de agresividad, combatividad, belicosidad, fogosidad, impulso, ímpetu, vehemencia, exasperación, rabia, rabieta, ira (…) Mucho de esto había en no pocos artículos de opinión sobre lo acontecido [muerte de Zapata, represión contra las Damas de Blanco y huelga de Fariñas]".
"Eso, considera el cardenal, contribuía a 'exacerbar la crisis", explicó el portavoz.
Márquez reparó en que como director de Palabra Nueva ha visto muchos artículos "escritos en otras regiones" sobre Cuba y la Iglesia.
"Unos dan risa, otros asombran, los hay meritorios que invitan a la reflexión y no faltan los que insultan placenteramente", afirmó.
El vocero del Arzobispado de La Habana señaló que se "puede percibir" que algunos han sido "escritos desde el dolor, no pocos desde la ignorancia, y unos cuantos con la ponzoña 'heroico-patriótica' de la distancia".
"Pero —repara—, cuando quien escribe no es un ignorante, ni encaja en ninguna de las otras dos posibilidades y lo que escribe es como 'palabra de dios' (…), es válido preguntarse ¿por qué?".
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El Cardenal y el huelguista
Por DORA AMADOR
Hace tiempo me molesta la pompa de la jerarquía eclesial. No está exenta de lucha interior esa molestia. Es parte de mi Iglesia, a la que amo.
¡Ay, pero si Dios me diera la gracia de no rechazar tanta prosopopeya! Conocí a un sacerdote bueno, todo humildad. Lo hicieron obispo y cuando lo veo ahora no lo puedo creer. Es otro desde su elevación al trono: los gestos, la mirada, su caminar, sin contar con el gorro, llamado mitra episcopal, la afectación al sentarse y al levantarse de la silla acolital, qué lejano me parece del pueblo de Dios sentado en los bancos, mirándolo. Es como una obra teatral. El arzobispo de Miami, John C. Favalora, que acaba de renunciar gracias a Dios, tiene un gesto muy particular que me ha llamado siempre la atención: en el altar de pie, recuesta su frente sobre su mano colocada en el báculo. Permanece así bastante rato con los ojos cerrados, y me pregunto, qué estará pensando, a lo mejor está rezando porque no puede más. Especialmente con la comunidad cubana en la diáspora miamense, que él parece no soportar. No digo que al cardenal cubano le pase lo mismo, no he tenido la oportunidad de verlo en todo su esplendor. Y no le presto atención a los comentarios malsanos.
Nunca le he escrito al Cardenal Ortega, excepto cuando fue elevado al trono cardenalicio en 1994, y llena de ilusión y orgullo me dirigí a él, pidiéndole a Dios que lo guiara. Mi oración no fue escuchada o, como siempre, Dios tiene caminos que nosotros no comprendemos.
( Cardenal Jaime L. Ortega y Alaminos )
Advierto que lo que sigue es fuerte. Cito partes de la entrevista aparecida en el último número de la revista diocesana Palabra Nueva, y después le hago preguntas o breves comentarios sobre lo expresado por él. Dios sabe cuánto tiempo he callado, Dios me sondea, conoce mi corazón: sólo quiero decir la verdad. Comienzo:
Jaime: “Creo que un diálogo Cuba-Estados Unidos sería el primer paso necesario para romper el círculo crítico en que nos encontramos. Al comienzo de su gestión el presidente Raúl Castro propuso a los Estados Unidos este diálogo sin condiciones y sobre todos los temas, incluyendo los derechos humanos, y ha repetido su propuesta en más de una ocasión. En su campaña política presidencial, Barack Obama también indicó que cambiaría el estilo al uso y buscaría ante todo hablar directamente con Cuba. En esos momentos crecieron las expectativas del posible encuentro entre ambos países. Sin embargo, después de llegar al poder, el nuevo presidente norteamericano ha repetido el viejo esquema de gobiernos anteriores: si Cuba hace cambios con respecto a derechos humanos, entonces los Estados Unidos levantarían el bloqueo y se abrirían espacios para un diálogo ulterior. Si bien se dieron pasos importantes que modificaron algunas medidas contraproducentes impuestas por el anterior gobierno, con el tiempo se alteró la propuesta preelectoral. De nuevo la antigua política prevaleció: comenzar por el final. Estoy convencido que lo primero debe ser encontrase, hablar y en el avance del diálogo se darían pasos que puedan mejorar las situaciones difíciles o superar los puntos más críticos. Este es el modo civilizado de enfrentar cualquier conflicto”.
Dora: El primer paso necesario para romper el “círculo crítico” en que nos encontramos es el diálogo del gobierno de los hermanos Fidel y Raúl Castro con el pueblo cubano, específicamente con la oposición, que tanto desprecias. El diálogo debe ser entre cubanos, Jaime, desviar la problemática hacia un enemigo exterior es una coartada a la cual ya se le ha caído la máscara. Lo expresó muy claramente la Secretaria de Estado, Hillary Clinton, cuando afirmó que el gobierno de La Habana no quiere que le levanten el embargo, pues se le acabarían las excusas para justificar el desastre al que ha llevado a Cuba. Siempre que EE UU ha buscado un acercamiento, Fidel Castro se ha encargado muy hábilmente de impedirlo, pruebas hay de sobra, incluyendo estas últimas de asesinar a Orlando Zapata después de torturarlo y golpear y arrastrar a las Damas de Blanco, además de encarcelar al estadounidense Alan P. Gross.
En cuanto a la propuesta de Raúl Castro –cuando se creyó al mando del régimen cubano– de dialogar “sin condiciones, incluso de derechos humanos” con Estados Unidos, bien sabemos que su hermano le enmendó la plana. Fidel dijo que habían malinterpretado a Raúl. Jamás se ha vuelto a proponer tal diálogo.
¿Por qué no mencionas los cambios prometidos por Raúl "estructurales y de conceptos" cuando le dijo al pueblo que se expresara sin miedo, con plena libertad, sobre los problemas que aquejaban a Cuba paa empezar a resolverlos? ¿Cómo no mencionas que aquellas reuniones maratónicas en las que los cubanos hablaron y se ilusionaron fueron burladas y lo que ha seguido es represión, golpe y más prisión?
Jaime: La acción de la Iglesia dentro de la sociedad pertenece al orden de los derechos y el derecho a la libertad religiosa está reconocido claramente en la Constitución vigente en Cuba. Es dentro de ese propio marco constitucional, según su misma identidad y su modo propio de proceder, que la Iglesia Católica despliega su misión en Cuba en por del bien común.
Dora: ¿Y los otros derechos, por ejemplo, los humanos, por los cuales Jaime da muestras de no interesarse en lo absoluto? ¿De qué “bien común” hablas Jaime?
Tengo ahora que contar una anécdota que en su momento me pareció cruel, hoy supera toda realidad. Cuando Juan Pablo II iba a a Cuba en 1998, el director para América Latina del diario católico francés Le Croix, fue a la sala de redacción de El Nuevo Herald para entrevistarme. Fue un honor para mí que me eligiera junto a Dagoberto Valdés para presentar las dos realidades católicas cubanas –la isla y el exilio– antes de la llegada del Papa a la isla. Le pregunté al periodista francés qué pensaba que haría la Iglesia después de la visita del Papa, si cobraría fuerza para enfrentarse al gobierno y aceleraría la libertad. Su respuesta me pareció de un cinismo que apenas pude digerir. Ha permanecido en mi memoria para siempre.
( Guillermo Fariñas )
“Nada”, me dijo el director de Le Croix. “La Iglesia no va a hacer nada que le impida afianzarse bien en el poder, y eso solo lo hace mientras permanezcan las cosas iguales. A la Iglesia no le conviene que el gobierno castrista caiga”. Por supuesto, ahora sé a qué se refiere. Excluyo de esta agenda maligna a obispos, a curas, a laicos, a religiosos y religiosas buenos, que los hay, es la mayoría. Pero no tienen el verdadero poder eclesiástico. Entiéndase a quién me refiero: al cardenal, al obispo José E. Serpa, de Pinar del Río, a Alfredo Petit y compañía, ¡Ah! Y al párroco de Santa Rita, Monseñor Félix Pérez Riera, miembro de la Seguridad del Estado de acuerdo con un querido sacerdote que visita Miami a menudo, y que he confirmado por medio de otras fuentes.
Jaime: El hecho trágico de la muerte de un prisionero por huelga de hambre [Orlando Zapata Tamayo] ha dado lugar a una guerra verbal de los medios de comunicación de Estados Unidos, de España y otros. Esta fuerte campaña mediática contribuye a exacerbar aún más la crisis. Se trata de una forma de violencia mediática, a la cual el gobierno cubano responde según su modo propio.
En medio de esto ¿qué puede hacer la Iglesia por el bien común? Ciertamente su misión le impide sumarse simplemente a una de las dos partes enfrentadas, con propósitos políticos de desestabilización de un lado, y con el consecuente atrincheramiento defensivo de otro. Lo que nos corresponde como Iglesia es invitar a todos a la cordura y a la sensatez para que se pacifiquen los ánimos.
Dora: Para escándalo de la Iglesia, el Cardenal dice aquí que el propósito de “Estados Unidos, España y otros” es “desestabilizar” al gobierno. La prensa internacional lo que ha hecho es reportar lo que sucede en Cuba. Las imágenes televisivas hablan por sí solas. Dice el prelado además que el gobierno cubano se atrinchera, “defensivamente”. Esto, sencillamente, es el colmo del cinismo. Que la prensa internacional reporte sobre la muerte de Orlando Zapata por huelga de hambre, que las cámaras de televisión capten y se vea en todo el mundo cómo son golpeadas, arrastradas, insultadas, empujadas dentro de guaguas a mujeres católicas por marchar pacíficamente portando gladiolos a la salida de una misa en protesta por sus familiares presos, que a eso le llame el Cardenal “campaña mediática” contra Cuba, eso es ser perverso, es estar del lado de la mentira, es dar un testimonio anticristiano.
Si lo que le corresponde como Iglesia es invitar a la cordura, y no sumarse a una de las partes le aclaro: una de las partes es el pueblo cubano, no la prensa internacional “desestabilizadora”. ¿Por qué no se pone de parte del pueblo cubano, monseñor?
Jaime: Esta disposición conciliadora, aunque parezca mostrarse infructuosa, es la misma que repetimos en el caso de Guillermo Fariñas, el otro ciudadano cubano que se ha sumado a este modo de protestar: pedirle que abandone la huelga de hambre.
Dora: No hay límite a la cobardía, no la hay. ¿Por qué no le pide al régimen totalitario y asesino que libere a los 24 presos políticos enfermos, que es lo que pide Guillermo Fariñas en vez de pedirle a éste que abandone la huelga de hambre? ¿Qué habita en su corazón, Jaime Ortega? Usted es un anticristiano si no se pone del lado de los enfermos presos, si no le exige al gobierno cubano que los libere. Por su mente no ha pasado, ¿no es cierto? Cobarde.
Jaime: Después de los dolorosos actos de repudio ocurridos con ocasión del éxodo de El Mariel en 1980, pensaba que éstos no retornarían más a nuestra historia nacional. En aquella ocasión, los obispos nos entrevistamos con un alto funcionario del gobierno que, tras escuchar nuestras consideraciones sobre esos actos, nos dijo: “pueden irse tranquilos, estos actos tienen que acabarse y será muy pronto”. En efecto, los actos de repudio desaparecieron poco después en aquella ocasión. Pero con sorpresa vimos que algún tiempo después estas acciones comenzaron a aparecer de nuevo en la escena nacional, y también entre cubanos del sur de la Florida frente a otros cubanos de pensamiento diverso, o artistas procedentes de Cuba, etc. No debe quedar en nuestra historia como pueblo este tipo de intolerancia verbal, y aún física, como rasgo característico del cubano.
( Dagoberto Valdés, ex Director de la revista Vitral y Dora Amador en una visita de Dago a Miami)
Dora: Dime Jaime, cuándo en Miami el gobierno ha lanzado una turba contra los cubanos de la isla? ¿Cuándo los han golpeado, arrastrado por las calles, encerrados en guaguas y llevados a presidio? ¿Dime, Jaime? Me sigue costando trabajo aceptar lo que mi querido Juan Pablo II llamó “el misterio de la iniquidad”, que cobra vida en ti.
Jaime: La misión de la Iglesia es siempre la de la comprensión y la misericordia.
Dora: ¿Las tuviste conmigo, con Dagoberto Valdés, con Oswaldo Payá, con tantos otros y otras que han acudido a ti buscando apoyo ante la represión, la negativa de entrada al país de ciertos exiliados? ¿Las tuviste cuando no celebraste una misa por Orlando Zapata y sí de inmediato por la salud de Fidel Castro, como ha dicho Guillermo Fariñas? ¿Tienes misericordia con el pueblo cubano en la diáspora o en la isla? "Ama a tu enemigo, ora por quienes te persiguen". Ese es el mandato del Señor. Estoy segura que todos te perdonamos. Nos tenemos que perdonar. Pero eso no impide que te diga la verdad.
Arrodíllate ante el sagrario, Jaime, como te ha pedido públicamente la Dama de Blanco Alejandrina García de la Riva. Arrodíllate y mira bien a Cristo, que el color púrpura cardenalicio que llevas puesto debe ser símbolo de la sangre que estás dispuesto a derramar como mártir por la Iglesia. Ponte del lado de las víctimas, fariseo cubano, y no de los victimarios. Entonces podrás decir que eres cristiano.
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sábado 8 de mayo de 2010
Algunas consideraciones sobre los artículos “El cardenal y el huelguista” y “El fruto de las relaciones Iglesia-Estado en Cuba” de la periodista Dora Amador
Eduardo Mesa
www.lacasacuba.com
En un par de artículos publicados recientemente por la periodista Dora Amador hay algunas cuestiones que me gustaría comentar. La primera de ellas es que si Dora Amador tiene pruebas de que el P. José (Pepe) Félix Riera, secretario adjunto de Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, es agente de la Seguridad del Estado las debe mostrar, porque una acusación de esta índole no se debe sustentar en un mero ejercicio retórico (1).
Otra afirmación que me resulta un tanto insólita es la siguiente: “La Iglesia no va a hacer nada que le impida afianzarse bien en el poder, y eso solo lo hace mientras permanezcan las cosas iguales. A la Iglesia no le conviene que el gobierno castrista caiga”(2). Esta es una idea, que según Dora, expresó el director del diario Le Croix con posterioridad a la visita de Juan Pablo II a la Isla, una idea que ella se resistió a aceptar en un inicio pero que ahora comparte. Hay que estar muy ofuscado para no valorar todo lo que se ha hecho y se hace en la Iglesia por la dignidad de los cubanos, por su verdadera y definitiva liberación.
También me parece un despropósito que la mediación del cardenal se utilice para afirmar que existe una relación de alianza entre la Iglesia y el Estado. Esto es desconocer a la Iglesia cubana, al Estado cubano y el significado de la palabra alianza (3).
Tampoco agrega nada a estos artículos la afirmación de que Orlando Márquez tiene cierto aire de superioridad respecto a los cubanos del exilio, eso es tan subjetivo como decir que Orlando resulta un pesado para algunos y un muchacho agradable para otros, estas son percepciones ajenas a la moral, ser pesado o simpático, de apariencia altiva o humilde no lo hacen uno mejor ni peor persona. Por otra parte reseñar que Márquez es la voz del cardenal Ortega es como descubrir que Joaquín Navarro Valls era la voz de Juan Pablo II o que el P. Lombardi es la voz de Benedicto XVI. Orlando Márquez al ser el director de Palabra Nueva y uno de los voceros de la Iglesia cubana cumple con su trabajo con la misma diligencia que cualquiera de nosotros, si lo que expresa en sus artículos son sus convicciones o no, se trata de un asunto de su conciencia que no nos corresponde juzgar. Suponer que Orlando Márquez por ser vocero de la Iglesia cubana es mero instrumento repetidor de ideas ajenas nos acercaría a la conclusión de que la autora de estos artículos por ser una periodista al servicio del Directorio Democrático Cubano también lo es.
Cuando tropiezo con estas madejas de dimes y diretes siempre me pregunto ¿¿Por qué echamos a rodar acusaciones tan graves sin presentar pruebas? ¿Por qué no podemos discrepar y cuestionar manteniéndonos en el plano de las ideas? ¿Por qué no nos atenemos a los argumentos de las personas en vez suponer sus motivaciones?
No lo sé, pero lamento que las ideas cedan su lugar a la descalificación y a la calumnia con tanta frecuencia, cuando esto ocurre estamos más cerca de los victimarios que de las víctimas, y el mal espíritu -que los padres jesuitas enseñaban a advertir- reina en nosotros.
Y una última pregunta ¿Quién se beneficia de todo esto?
Dadas mis vivencias en Cuba como laico comprometido con mi Iglesia coincido con mucho de lo planteado por Dora Amador en su artículo.
¿ Fidel Castro ha demostrado que la CIA provocó la explosión de La Coubre en el Puerto de La Habana ? No ha dado prueba alguna y lo afirmoinmediatamente que eso ocurrió ¿ usted le ha pedido pruebas ? ¿ Fidel ha dicho que Posada Carriles fue el autor intelectual del derribo del avión de Cubana en Barbados pese a que ha sido absuelto por falta de pruebas y que Posada Carriles había advertido a la CIA que había planes de derribo pues la CIA se oponía a esos sabotajes ? hay otras hipótesis que puede leer en http://baracuteycubano.blogspot.com/2009/10/la-verdad-sobre-luis-posada-lo-que-no.html
¿ Usted le ha pedido pruebas pese al que las dice es un jefe de Estado ?
Dora Amador no va ¨a quemar su fuente ¨ pero no sería el primer caso. Puede leer Sacerdote,Amante y espía en
http://www.univision.com/content/content.jhtml?cid=609799&pagenum=1
Dora Amador no es ni remotamente la única que piensa eso de Orlando Márquez
Sobre las causas por las que el Cardenla actúa de esa manera, sería bueno que viera estos videos:
http://www.youtube.com/watch?v=j1Z6y4yI0SQ&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=ABEh2abAPA0&feature=fvw
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