viernes, octubre 01, 2010

El presidente Rafael Correa afirma estar secuestrado y que no dialogará; Policía dice lo contrario

Nota del Bloguista

El presidente Rafael Correa está cosechando las tempestades que él mismo sembró. No me refiero con estas palabras y de manera específica a su labor de hace unos años de instigador del Vicepresidente de la República de Ecuador para que le diera el golpe de Estado al Presidente constitucional Lucio Gutiérrez como finalmente sucedió.

Me refiero a que Rafael Correa después de ya varios años de ejercicio ejecutivo y de tener el Ecuador un privilegiado período de bonanza económica debido al petróleo, el país se encuentra en mala situación económica crítica y Correa no ha podido responder a las promesas y expectativas que había levantado. Rafael Correa ha hecho recortes que han afectado a varios sectores de la sociedad ecuatoriana, incluyendo a la clase media.

El Presidente Correa ha llevado a cabo la imposición de leyes como la reciente Ley de Educación que ha provocado que maestros y otras personas interesadas en el futuro de la nación hayan protestado por no haber sido oidos sus planteamientos. Una Ley sobre los Servicios Públicos que recortaba beneficios a la Policía y otros sectores ha sido el detonante a la actual situación conjuntamente con la amenaza por parte del Presidente Correa de disolver el Parlamento, pese a que la mayoría es favorable a su persona; grupos de maestros le dieron su apoyo a la Policía sublevada.

Protesta de los maestros



En estos momentos han dado la noticia y las imágenes de un comando que ha intentado rescatar al Presidente Correa del hospital donde ha sido retenido desde la mañana de hoy.

Hay noticias de que un comando del Ejército rescató al Presidente Correa pero esa noticia no ha sido confirmada oficialmente. Lo que se ve en las imágenes en vivo es a fuerzas del Ejército y de la Policía enfrentados a tiros.
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Tomado de http://www.elcomercio.com

Correa afirma estar secuestrado y que no dialogará; Policía dice lo contrario

Redacción elcomercio.com

El presidente Rafael Correa afirmó a las 18:17 que se halla secuestrado por los policías que protestan en contra de la eliminación de sus beneficios. Correa dijo en comunicación con la televisión estatal que no dialogará con los protestantes mientras no lo dejen salir del lugar. Según el mandatario, al principio no pudo salir por razones más bien médicos puesto que estaba recibiendo un suero pero que más tarde se le imposibilitó la salida.

Según Correa no habrá diálogo mientras no lo dejen salir. “Mientras esté aquí no hay nada que dialogar”, dijo. Anunció también que se sancionará a los cabecillas de esta revuelta y lamentó lo que dijo le recordaba los golpes de estado en tiempos del ex presidente Velasco Ibarra.

Sin embargo, mientras Correa decía que no habrá diálogo mientras no lo liberen, en el hospital se informó que una comisión de policías se reunió con el presidente Rafael Correa. En el patio del hospital de la Policía, un portavoz dijo que se había acordado con el Mandatario mantener el sistema de bonificaciones y mérito, que motivó la paralización de los policías.

La Comisión agradeció al Mandatario por su apertura al diálogo y pidió a los policías que desistieran de la medida de hecho. Los uniformaron abuchearon al portavoz de la comisión. Además, se dijo que se creará una comisión para tratar con el Gobierno.

Mientras tanto simpatizantes de Alianza País llegaron hasta la calle principal del Hospital de Policía, donde se encuentra el presidente Rafael Correa.

La marcha fue dispersada por uniformados que aún no deponen la medida. Lanzaron gases lacrimógenos y piedras. Sin embargo, la protesta continúa.

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Tomado de http://www.elpais.com


CRISIS EN ECUADOR

Correa no negociará con los sublevados mientras esté retenido

El presidente denuncia un golpe de Estado inspirado por la oposición.- El Gobierno decreta el estado de excepción en todo el país.- El Ejército respalda al presidente, herido y hospitalizado por el lanzamiento de gases lacrimógenos.- La protesta policial desata el caos en Quito y Guayaquil

AGENCIAS / EL PAÍS - Quito - 30/09/2010


Antes de ingresar en el hospital, el presidente se enfrentó a los rebeldes en la sede del Regimiento 1 de Quito. "Señores, si quieren matar al presidente, aquí está: mátenme si les da la gana, mátenme si tienen valor, en vez de estar en la muchedumbre, cobardemente escondidos", dijo visiblemente exaltado. Poco después, en declaraciones a un canal de televisión ecuatoriano, proclamó: "Es un intento del golpe de Estado de la oposición", ha asegurado Correa. "Me siento traicionado, no por todos, pero habrá que depurar", añadió.

El Gobierno ha declarado el estado de excepción en el país durante una semana y anunciado que el Ejército tomará en sus manos la seguridad del país. El ministro de Exteriores, Ricardo Patiño, ha llamado a los cientos de partidarios de Correa congregados fuera del Palacio de Gobierno de Carandolet, en el centro de Quito, a que acudan al hospital a rescatar al presidente, pero los amotinados han lanzado gases lacrimógenos a los grupos que lo han intentado. También impiden la entrada y salida de personas en la sede de la Asamblea Nacional, ocupada por los policías.

El jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas ecuatorianas, Ernesto González, rodeado de otros altos mandos militares, ha manifestado el apoyo del Ejército al presidente y su respeto por las instituciones democráticas, y ha aclarado que Correa es su "máxima autoridad". No obstante, pidió "encarecidamente" la revisión de la ley que ha provocado la protesta.

Los policías han tomado cuarteles y calles principales en diversos puntos del país. Quito se ha convertido en una ciudad fantasma. Las escuelas e institutos han enviado a los estudiantes a sus casas. En las entidades públicas se ha dado la orden de que el personal se retire a sus hogares. A esta hora la mayoría de la población de la capital permanece en sus casas, a la espera de que las Fuerzas Armadas inicien los controles en la vía pública. Sin embargo, aún no se ha visto a ningún miembro del Ejército en las calles.

Los comercios han cerrado las puertas tanto en Quito como en las ciudades de Ibarra, Esmeraldas, Cuenca, Ambato, Loja y Guayaquil. En esta última se han registrado hace pocos minutos un nuevo saqueo a un centro comercial. El temor es generalizado en la población, tanto a ataques de la delincuencia como al enfrentamiento entre las fuerzas de seguridad. Además, la ciudadanía ha criticado que la única vía de información sean los canales gubernamentales.

Imágenes de televisión han mostrado a los policías en uniforme de tropa quemando neumáticos en varios puntos de Quito. Los uniformados han dicho que no cederán en su protesta. Todos los vuelos desde y hacia ese aeropuerto han sido suspendidos.

Ambas partes crearán una comisión para poner fin a la crisis

Entre el Gobierno y los policías sublevados se creará una comisión de negociación que ponga fin a los conflictos y que estaría conformada por cinco miembros de la cúpula policial y cinco representantes de mandos inferiores, según afirma una periodista que se encuentra en el hospital.

Entre los acuerdos principales se encontraría no perjudicar los beneficios económicos que originaron la protesta, alrededor de 30 millones de dólares (22 millones de euros), de los que los policías solicitarán que la mitad sea destinada a la construcción de viviendas para agentes.

Los manifestantes, dispuestos en cuatro frentes alrededor del hospital, bordean a unas 2.000 personas, según la misma fuente.

Contra la ley de Servicios Públicos

Los amotinados exigen la restitución de varios beneficios, entre ellos un bono de la policía, los años previstos de ascensos, las condecoraciones, eliminados con una nueva Ley de Servicios Públicos aprobada anoche. Como método de protesta, los policías dijeron que no saldrán a las calles a hacer su trabajo hasta lograr un acuerdo con el Gobierno ecuatoriano. De hecho, los únicos policías en funciones son los que resguardan las cárceles del país.

Poco después de los primeros disturbios, el presidente Correa se dirigió junto el ministro del Interior, Gustavo Jalkh, a decenas de policías de tropa en el Regimiento 1 en Quito y desde una ventana de una oficina del edificio intentó dialogar con los manifestantes, que le abuchearon y lanzaron objetos y gases lacrimógenos.

"No daré ni un paso atrás, si quieren tomarse los cuarteles, si quieren dejar a la ciudadanía indefensa y si quieren traicionar su misión de policías, traiciónenlos", exclamó Correa en un encendido discurso. "Señores, si quieren matar al presidente, aquí está: mátenme si les da la gana, mátenme si tienen valor, en vez de estar en la muchedumbre, cobardemente escondidos", dijo y agregó que su Gobierno seguirá "con una sola política de justicia, dignidad".

"Si quieren destruir la patria, destrúyanla, pero este presidente no da ni un paso atrás, ¡viva la patria!", ha finalizado Correa. Los policías lanzaron gases lacrimógenos al mandatario, que tuvo que retirarse rápidamente de la ventana desde la que hablaba. Correa fue operado recientemente de su rodilla derecha, que se ha vuelto a lastimar al salir de prisa del regimiento.

La revuelta se produce en momentos en que el presidente Correa considera disolver el Congreso ante el estancamiento que existe en la aprobación de varias leyes de reducción de gastos estatales. Incluso varios parlamentarios de su partido se oponen a estas leyes. La disolución le permitiría legislar por decreto y convocar elecciones anticipadas.

El ministro coordinador de Seguridad Interna y Externa de Ecuador, Miguel Carvajal, ha reconocido que su país está ante una situación "delicada" y frente a un proceso de "desestabilización del Gobierno y la democracia". Los Gobiernos latinoamericanos y España han mostrado su apoyo al Gobierno de Correa y esperan que la situación se solucione de forma pacífica.

Otra vez turbulencias

Ecuador tiene una larga historia reciente de golpes de Estado y revueltas. Desde 1997 hasta 2007 ha habido ocho presidentes en Ecuador. "Lo triste es que aparentemente habíamos superado ese ritmo cíclico de golpes de Estado y alzamientos", afirma Rubén Dario Buitrón, editor del diario El Comercio, al que la situación en las calles de Ecuador le recuerda "a los peores momentos de 2000, cuando el golpe que acabó con el poder de Jamil Mahuad". Y añade que estos acontecimientos marcan "un punto de inflexión en la supuesta idílica relación que mantenía Correa con el pueblo"

"Es la primera vez en sus años de gobierno que la población se le levanta a un presidente que tiene una gran popularidad", agrega Buitrón, quien considera que la salida al conflicto es que la Asamblea se reúna y derogue la ley, aunque, a su juicio, no cree que Correa vaya a dar marcha atrás en su decisión. La situación de Ecuador ha tomado posición en la lista de Trending Topics de Twitter