CUBA: ¡OTRA VEZ A SUBASTA!
Por Robert A. Solera
enero 17 de 2011
¿Es el gobierno de turno de EEUU el que genuinamente representa los ideales de Hamilton, Washington, Jefferson, de libertad de cualquier tiranía? ¿O más bien sólo es el tope político visible en un país dividido entre izquierda -–en el poder—y la libertad, representada a medias por sus opositores en el Partido de Lincoln fundado en 1854 al desaparecer el Partido Whig?
Hay siempre una confusión entre el país, EEUU y el gobierno de éste, que tiende a unir en un solo haz a ambos.
Las políticas internacionales dictadas por el Gobierno reflejan los puntos de vista de los que mandan provisionalmente en el país y no tienen que ser ineluctablemente reflejo del elan de la nación que ha sido símbolo de libertad y de libre empresa durante largo tiempo.
Hoy Cuba, parece, comenzar a tomar un camino similar al de 1898 cuando EEUU y España negociaron…a Cuba y su futuro, sin que la ultima tuviera ni voz ni voto.
Cuba necesitó más de tres décadas, para en cierto modo accesar, tímidamente, su plena independencia tras la abrogación en 1934 de la Enmienda Platt aunque discretamente era “encauzada” por Estados Unidos.
¿Les espera a los cubanos de hoy un impasse similar?
El gobierno de Barack Obama, influenciado –paradojicamente—por los grandes capitales y por los que ideológicamente concuerdan con la política del gobierno cubano, quisiera que nosotros –los verdaderos dolientes—nos rindiéramos ante el fait accompli que representa una Cuba en vías de la prosperidad pero como un eunuco desprovista de su virilidad y por ende de su soberanía, usurpada por una gavilla de cuatreros autoerigidos en “Padres de la Patria” y ungidos con los áleos reales como únicos gobernantes posibles y aceptables ‘democráticos' para el gobierno americano, sin importar si sólo el concepto demócrata es de superficie o si en realidad el gobierno cubano es de facto y no precisamente de jure, votado y aceptado por la mayoría política cubana.
En pocas palabras el pueblo cubano vendería su soberanía y libertad por un “plato de lentejas” y sería cómplice de una mojiganga llamada democracia.
Siempre que alguien toma un camino trata de demostrar los razones que tiene para hacerlo, aparentando con ello la legitimidad de sus decisiones minoritarias como si fueran lo opuesto, mayoritarias.
¿Por que tenemos nosotros que depender de lo que haga o no Estados Unidos con el gobierno cubano y ovejunamente aceptarlo como si hubiera surgido del consenso de todo su pueblo?
EEUU -–el gobierno—tiene el derecho a tomar decisiones internacionales pues las mismas serán reversibles y revocables por futuros gobernantes, guiados más por sus valores tradicionales de libertad y democracia que por sus mencantiles intereses, legítimos como defensas económicas pero los que no se sostendrían a la luz de los valores fundacionales de Estados Unidos de América.
Una cosa es la relación política y comercial de EEUU con Cuba y otra la democrática, liberal y representativa de la mayoría de los cubanos -–todos—con el Gobierno en el poder, por la fuerza de las armas o el apoyo interesado extranjero, EEUU.
Por supuesto, nuestro camino a la independencia y libertad está lleno de abrojos, espinas de todo tipo y de fosos donde si nos descuidamos caeremos.
Sólo contamos con el deseo expreso o tácito de nuestros compatriotas que más que ricos quieren ser libres y no esclavos en jaula de oro.
Hoy, sólo un grito es aceptado por todos los cubanos…¡LIBERTAD!
Life is too precious to waste it!
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