ZOÉ VALDÉS: EL SÁTRAPA Y EL GRAFFITERO.
Tomado de http://zoevaldes.net/
El Sátrapa y el Graffitero.
Por Zoé Valdés
octubre 12, 2011
Mientras en Cuba, un joven artista graffitero, Danilo Maldonado Machado, llamado El Sexto, fue secuestrado por la policía vestida de civil (segurosos) y lleva días desaparecido; su familia no sólo no conoce de su paradero, además vive bajo la opresión y la intimidación de los esbirros castristas, como mismo han denunciado a varios blogueros y periodistas que se han hecho del caso; mientras esto ocurre en La Habana, en Estados Unidos es liberado René González, uno de los espías terroristas (trabaja para un régimen considerado por el gobierno de Estados Unidos como terrorista) miembro de Los Cinco. Durante su encarcelamiento hubo, ha habido, y siguen habiendo cientos de encarcelamientos en la isla prisión, los presos de conciencia de la Primavera Negra del 2003 cumplieron largas condenas y los castigaron con la peor de todas: el destierro a países lejanos: España, entre otros; siendo negociados por la iglesia castrista y el gobierno socialista de Zapatero, el peor gobierno que ha tenido España en la historia de la democracia.
De Danilo Maldonado Machado, El Sexto, todavía El Nuevo Herald no hablado, al menos no en los términos en los que lo ha hecho sobre René González, al que le ha dedicado un artículo de lujo, en primera página, con citas del sitio perteneciente al régimen, Cubadebate, y acompañado de fotos y un video, donde aparecen las hijas y el padre del espía terrorista de un régimen terrorista, considerado así por el gobierno de los Estados Unidos, repito. En el video, donde hemos podido ver nuevamente la manipulación sentimental de la que siempre se ha valido el castrismo con las familias, observamos a un hombre sano, encantado, feliz, y sin ningún rasgo de haber sufrido dentro de una cárcel norteamericana, tal como pudimos apreciar en varios presos políticos anticastristas salidos de las cárceles castristas: Ariel Sigler Amaya, por poner un ejemplo, o a Omar Pernet, todavía en una silla de ruedas.
No, René González, como buen sátrapa ha sabido vivir bien dentro de su encierro. Para colmo, su estancia en Estados Unidos, así como la de su padre e hijas, la paga el contribuyente norteamericano, y aún así, declara que: “Ahora hay que seguir luchando, figúrate tú, dale un abrazo a los compañeros, estoy entero y listo p’a seguir luchando hasta que me muera, no se puede parar, con esta gente, así que p’alante, hermano”. Se supone que esta conversación telefónica se haya producido con uno de sus compañeros segurosos en Cuba (de la misma calaña de los que han desaparecido al joven graffitero), y como habrán comprobado, en orden de prioridades, primero habla con el jefe antes que con su mujer.
La lucha a la que se refiere el espía, desde luego, no hay que ser inocente para darnos cuenta que es en contra de Estados Unidos y de los cubanos exiliados. O sea que de arrepentimiento nada de nada, y de enseñanza tampoco. La prisión, por el contrario, al parecer, le ha reforzado sus ideas castristas. Así y todo se encuentra cómodamente instalado en Miami, protegido por el gobierno norteamericano, y es muy probable que hasta los dialogueros irán a abrazarlo y a rendirle pleitesía. No se extrañen que le organicen un concierto en el mismo Miami, con Silvio como estrella, puesto que ya oirán en el video citado que las canciones que se oyen han sido muy bien escogidas haciendo de su mujer a una Amalia y comparando a este mequetrefe con Ignacio Agramonte. No se extrañen que aparezca en la televisión, entrevistado por los periodistas del momento, y hasta le paguen por ello. Muchos correrán a abrazarlo, y será tratado, ya lo está siendo mediante El Nuevo Herald, como a un héroe, y todo esto a la vista de tantas víctimas del castrismo, abandonadas, indefensas y humilladas.
Silvio Rodríguez es la misma persona a la que Wendy Guerra, la actriz de televisión, hija de poeta, devenida novelista a la edad de casi cuarenta años, y que todavía pasa por escritora joven, no paró de citar, con toda confianza, como una de sus mejores amistades, a la que ella le pide que haga esto y lo otro, políticamente hablando (según la entrevista), y que si los “indignados de España”, etc, en un país que apenas conoce, y que vive hoy en día una de las peores crisis de Europa. Sí, Silvio Rodríguez, el mismo que recientemente pidió la libertad de Los Cinco Espías Terroristas en cada uno de los conciertos que dio en Estados Unidos (¡qué bloqueo tan férreo, dios mío!). Wendy Guerra, citada a cada rato por Yoani Sánchez, entrevistada por El País regularmente, que ganó un premio de novela con una primera novela, en un concurso donde había un solo jurado, y de ahí ha hecho una carrera meteórica progabista (Gabriel García Márquez) de novelista procastrista, aunque crítica de los errores de la revolución, crítica al mismo nivel que las críticas que hizo Raúl Castro también hace muy poco, y de los mismos errores. Wendy Guerra, francesa en un pis-pas, invitada a la Feria del Libro de Miami y que llegó sin ningún contratiempo de visado, como si brincar el charco fuera más fácil que ir a Coppelia. No es la única, desde luego, pero como venían al caso Silvio Rodríguez y el espía, pues ahí desenredé la madeja que les estoy desenmarañando desde hace rato, y que muy pocos quieren ver, o por la que me tildaban de envidiosa, celosa, y demás tonterías, arengados, claro está, por las sabandijas de turno. Porque aquí el negocio del castrismo, si seguimos con la lengua tiesa, pica y se extiende, bajo diferentes mascaradas. Porque si estos artistas y “escritores” son los que quieren dialogar con el exilio, ¿cómo es posible que sean amigos de los que piden desde el poder castrista que el terrorismo sembrado por Fidel y Raúl Castro sigan imperando y campeando por sus respetos? El que defiende y hace alianza con un amigo y cómplice de terrorista, ¿qué es entonces?
El asunto es que el sátrapa está libre en Miami, piensa seguir luchando ¿desde dónde, desde Miami?, según él mismo ha confesado. Y además, sin la menor humildad ni discreción, hace un espectáculo de su liberación y El Nuevo Herald lo publica en portada, con bombo y platillos, mientras en Cuba una Dama de Blanco está al borde la muerte, otras han sido arrestadas, torturadas, golpeadas salvajemente, por el mero hecho de oponerse a una dictadura cruel que dura ya 53 años, mientras los verdaderos nuevos Ignacio Agramonte y Antonio Maceo están en las calles, luchando de verdad por la libertad de Cuba, como es el caso de Antúnez, de Biscet, y de tantos otros cubanos. Y mientras un joven artista, un graffitero, que pudiera devenir algún día un Basquiat, por ejemplo, todavía anda desaparecido por los mismos elementos de las filas de René González, el Espía Terrorista.
Espero que los nuevos hijitos de papá “exiliados” en Miami, que se dicen escritores, escriban sobre todo esto, y protesten como se debe, a no ser que ellos también formen parte del plan de penetración de la prensa, la radio y la televisión del exilio.
Ese video donde el sátrapa René González se muestra junto a sus hijas y a su anciano padre, en las páginas de El Nuevo Herald, da asco. No es un video que informe, es un video que añade con intención, provoca, se burla e insulta al exilio del mundo entero, no sólo de Miami. El mero hecho de declarar en ese video, hecho público por la prensa americana, que seguirá “su lucha” es la prueba de que han liberado a un terrorista al servicio de un estado terrorista. ¿Dónde entonces está la justicia? Es como si liberaran al terrorista del calzoncillo, al que ahora mismo están enjuiciando, y confesara descaradamente que seguiría su lucha desde tierras enemigas, y que esa prensa enemiga le haga la publicidad aplaudiéndolo, mostrándolo como a un héroe, y brindándole para colmo todo el confort para que acabe con ellos. Dégoutant!
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