Nota del Bloguista
Muchas de esas observaciones, no todas, fueron señaladas por este bloguista a menos de dos horas de conocerse de la muerte de Oswaldo.
En este post añado la foto donde se ve dañada la defensa o ¨bumper¨ trasera del auto. Si hubo algún vehículo que golpeó por detrás al carro o coche de turismo alquilado por los extranjeros; este debió ser un vehículo no muy alto.
********************Tomado de
http://universoincreible.com
Gato encerrado en Informe del MININT sobre accidente de Payá
Por Oscar Suarez
28 de julio, 2012
En un extenso reporte, la Televisión Cubana y otros medios oficiales difundieron una nota del Ministerio del Interior para informar sobre la responsabilidad criminal del ciudadano español Angel Francisco Carromero en la muerte de Oswaldo Payá Sardiñas y Harold Cepero Escalante.
El informe oficial señala como la causa principal el exceso de velocidad del vehículo en un tramo de la carretera que estaba en obras y con sus debidos avisos de precaución.
En una de las partes del reporte dice que “las declaraciones de los testigos y el estudio pericial del lugar del hecho y el vehículo, el equipo investigativo evaluó que Angel Francisco Carromero Barrios debió conducir a una velocidad promedio superior a los 120 kilómetros por hora y que fueron su falta de atención al control del vehículo, el exceso de velocidad y la incorrecta decisión de aplicar los frenos de manera abrupta en una superficie resbaladiza, las causas que determinaron este trágico accidente que costó la vida a dos seres humanos”
También en el reporte incluyen las declaraciones de peritos de tránsito, y del Departamento de Criminalística, así como testigos presenciales ocasionales que aseguraron a los investigadores que el auto viajaba a gran velocidad en este tramo de la carretera Bayamo-Las Tunas.
Otro detalle de interés es que se afirma que Payá y Harold viajaban en el asiento trasero del auto de turismo rentado en La Habana, sin colocarse los cinturones de seguridad, y al lado del chofér se hallaba el ciudadano sueco Jens Arons, quien en el momento del accidente iba dormido, por lo cual declaró no recordar nada de lo ocurrido.
Muchas dudas y lagunas saltan a la vista en este primer reporte del Ministerio del Interior de Cuba, que hoy ha sido publicado por la prensa.
Vamos por parte:
Realmente es incomprensible creer que un auto pueda viajar por las carreteras de Cuba a tan alta velocidad. Se conoce que la única vía para alcanzar los 120 kilómetros por hora es la Autopista Nacional, conocida por 8 vías.
Otro detalle es que si un cubano que viaje en ese vehículo a tal velocidad por esas carreteras estrechas de la isla, es el primero en aconsejar al chofer de bajar la velocidad, al menos que se esté registrando en ese momento una persecución con peligro para la vida de los ocupantes del auto siniestrado.
Podría parecer que esta idea es más parecida a un guión de cine que a la realidad, pero los servicios de
inteligencia y contrainteligencia pueden llevar a cabo operaciones de este tipo con total normalidad y pericia.
Pero antes de seguir con este argumento volvamos a la carretera. El informe relata que el Sr. Carromero no advirtió las señales de aviso de vía en construcción.
Este es otro dato sospechoso, pues se sabe bien que en Cuba la inconsciencia por parte de las autoridades es tal en el tema de la protección de los choferes, que en ocasiones es una piedra y una rama de palma o arbusto los únicos avisos.
Además, en los últimos tiempos es frecuente el robo de las señales de tránsito y de todo tipo, lo que constituyen temas habituales en reportajes de los servicios informativos de la Televisión Cubana.
Posiblemente Carromero no vio la señal, porque no existía. Sin embargo, por alguna razón se lo están anotando al joven político español.
Ahora vamos para el sueco. El Sr. Arons, quien no tuvo ninguna responsabilidad aún no se la ha permitido abandonar Cuba, a pesar de haber prestado declaraciones, las cuales según el informe del Ministerio del Interior no son importantes pues según lo publicado el Sr. Arons venía durmiendo en un auto que viaja por una estrecha carretera cubana a 120 kilómetros por hora. Es entonces que choca, medio se despierta pero se queda inconsciente. No tiene nada que declarar. Parece que el sueco se hizo “el sueco”.
El amplio reporte de las autoridades cubanas detallan diferentes horas. La de salida de La Habana hacia Santiago y las diferentes paradas en su camino. Es lógico que posean esa información pues el opositor Oswaldo Payá Sardiñas, se encontraba bajo un intenso y constante monitoreo de su persona por parte de los órganos de la Seguridad del Estado.
Podría asegurar que el G2 siempre estuvo al tanto de la visita de los dos jóvenes europeos, quienes entraron a Cuba con visa de turistas, con el objetivo de reunirse con la figura política de la oposición de mayor relieve en el Viejo Continente. De ahí que el auto accidentado siempre viajó acompañado por una mirada atenta con planes elaborados de antemano por las más altas autoridades cubanas.
Pero faltan detalles en esta historia. ¿Qué pasó con la foto del árbol? ¿Quiénes auxiliaron a los heridos en el momento del accidente? El informe solo reporta que los testigos presenciales afirman que pasaban por ahí, o que el auto les pasó por el lado a gran velocidad y que se estrelló contra un árbol.
No se dice nada de quiénes los auxiliaron. ¿En qué vehículo los llevaron al hospital? ¿Qué tipo de asistencia le prodigaron esos primeros minutos? Esos momentos son muy importantes en esta falsificada historia de un accidente común y corriente.
Definitivamente hay gato encerrado en esta historia criminal, que al parecer terminará con el español como chivo expiatorio.
Un último detalle: Un colega mío de experimentados análisis de temas cubanos, comentó que él creía que
Cuba nunca atentaría contra un vehículo donde viajaran extranjeros con responsabilidades políticas como Carromero y Arson.
Sin embargo, yo tengo otra opinión: No es la primera vez que el régimen de La Habana aplica medidas severas de intolerancia, como el derribo de las avionetas, el hundimiento del remolcador 13 de marzo, la muerte de José Abrantes, de Manuel Piñeiro, de Arnaldo Ochoa, entre otras criminales acciones.
Creo que Castro acaba de enviar un aviso a las instituciones democráticas en el mundo, para que no se inmiscuyan en los asuntos internos de Cuba, y limiten los viajes de políticos, encubiertos como turistas o no, para encontrarse con opositores.
Puede parecer un guión de un filme norteamericano esto que acabamos de decir, pero la realidad siempre supera a la ficción.
Con la posible condena al Sr. Carromero ahora Cuba cuenta con otra pieza de cambio, al estilo Alan Gros para su desesperado trueque por los espías presos en los Estados Unidos.
Y me faltaba una pequeña especulación: ¿y qué tal el estado técnico del Rent a Car que alquilaron en La Habana? Muchas personas que han trabajado en esos servicios del turismo en la isla reconocen que el deterioro, la falta de mantenimiento y el desenfreno empresarial y personal tras los dólares permite ciertas indisciplinas técnicas.
Señores, lo mejor de esta historia está por venir.
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