Luis Cino Álvarez escribe desde Cuba La penitencia de Miguel Iturria Savón
La penitencia de Iturria
20 de Septiembre de 2012
Cuba actualidad, Arroyo Naranjo, La Habana (PD) Si no conociera de primera mano la naturaleza perversa y aberrada del régimen cubano, me resultaría inexplicable por qué desde hace más de seis meses la Dirección de Inmigración y Extranjería del Ministerio del Interior se niega a entregarle el permiso de salida al escritor y periodista independiente Miguel Iturria Savón para viajar a España a reunirse con su esposa.
Miguel Iturria, de 57 años, es hijo de un vasco y de una cubana de origen francés. Está casado con la ciudadana española Ángela Aznar Ferrer. Desde febrero el consulado español le concedió visa, pero las autoridades cubanas le niegan a Iturria el permiso de salida del país, que solicitó el pasado 9 de marzo. El 12 de junio presentó una carta de reclamación a la Dirección de Inmigración y Extranjería, pero hasta el momento no ha tenido respuesta alguna. Y Ángela y él ven su futuro entre signos de interrogación.
En este caso, como en el de otros muchos cubanos, la soberbia de la dictadura demuestra a las claras su total desprecio por las personas y la integridad familiar. Su única lógica es humillar y castigar,
Miguel Iturria no participó en algún complot ni reveló ningún secreto de Estado: no tiene acceso a ellos ni le interesa tenerlo. Hombre de letras al fin, le interesa más la cultura que la política. Conociéndolo bien –soy amigo suyo desde hace años- me atrevería a decir que la política, al menos en la forma que es conocida en el mundo hasta hoy, más bien le hastía.
Hasta 1998 dirigió el Centro de Estudios Hispánicos y colaboró con instituciones culturales como Hurón Azul. Es autor de las antologías "Chacón y Calvo, visión de autores españoles" (La Habana, 1998), "Miradas cubanas sobre García Loca" (Sevilla, 2006), los ensayos "Españoles en la cultura cubana" (Sevilla, 2005), "Los vascos en Cuba" (en proceso editorial) y el poemario "Máscaras y rituales para un telón vacío". Desde hace más de siete años, en Primavera Digital, Cubanet y el blog Ancla Insular, escribe sobre libros, cine, teatro y artes plásticas.
Del único delito que pueden acusar las autoridades a Iturria es de ejercer su derecho a la libertad de opinión y hacer periodismo al margen del control estatal. Un pecado que la dictadura castiga con saña.
En varias oportunidades Iturria ha sido citado e interrogado por oficiales de la policía política. Una vez, un esbirro lo aporreó en plena calle, antes de arrestarlo. Ahora le imponen, sin explicación alguna, la penitencia de hacerlo aplazar sus sueños personales: no poder vivir con su esposa valenciana ni visitar la aldea en las montañas de Euzkadi donde nació y creció su padre. Lo hacen expiar el pecado de escribir sin censura. Es la venganza de una dictadura rencorosa y mezquina contra un intelectual que quiso ser libre. Que quede bien claro. Aunque sepamos que los gobiernos del ALBA no armarán un show mediático como el de Julian Asange por un escritor disidente cubano.
Para Cuba actualidad: luicino2012@gmail.com
Foto: Joisy García
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