Juan González Febles desde Cuba: Acoso y hostigamiento frente a voluntad y perseverancia
Cuba actualidad, Lawton, La Habana, (PD) El acoso y el hostigamiento que la policía Seguridad del Estado y el resto de las tentáculos represivos del régimen militar cubano, llevan adelante contra las Damas de Blanco y los activistas de la oposición y la sociedad civil que las respaldan o al menos tratan de hacerlo cada domingo, ya alcanza ribetes de leyenda urbana en Cuba.
Frente a esto, cada domingo nuestras valientes de blanco colocan más de un centenar de personas en la calles de la Isla, en demanda de libertad y derechos para todos los cubanos.
Más que un buen record o un excelente average, se trata de la proeza que nadie igualó hasta hoy. Es la más bella leyenda moderna con un tema que toca acoso, fuerza, abuso y hostigamiento, frente a voluntad, perseverancia, gladiolos y coraje.
La variante de hostigamiento y acoso por la que los represores optan en la actualidad, –entre otras- consiste en secuestrar activistas (hombres o mujeres) y abandonarlos en lugares apartados y solitarios en la certeza de que les sea muy difícil el regreso. Es decir que, se les impide llegar a las misas o a las actividades a las que se disponían participar, y además, el regreso simple a sus lugares de residencia.
El pasado domingo 25 de agosto, Ángel Moya Acosta se dirigía desde el poblado Pedro Betancourt –se alojó en su casa natal- en la provincia de Matanzas hasta el poblado Colón en la misma provincia. En la casa y cuando se disponía a salir, se vio cercado por efectivos policiales de la policía nacional y revolucionaria dirigidos por los infaltables elementos de la policía Seguridad del Estado. En ese momento, pasó un sms donde afirmó textualmente: "Mi casa no es calabozo, voy para la calle". El siguiente sms fue un lacónico: "estoy arrestado".
Horas más tarde fue liberado en una carretera solitaria en la vecindad de un lugar conocido por Cocodrilo, en la costa sur de la provincia Cienfuegos a más de 180 km de su casa en La Habana. El lugar anda cerca o comparte las condiciones del humedal Ciénaga de Zapata y no es tan exacto que anduviera completamente solo. Podía contar con la compañía de cocodrilos y búfalos de agua, los últimos traídos desde el sudeste asiático por alguien que consideró que por acá, son necesarios para algo. Esta compañía aunque no sea del todo amigable, al menos no cumple con exquisita vileza órdenes criminales de nadie y esto, es ciertamente una ventaja.
Luego de caminar varias decenas de kilómetros, llegó a un pueblo en donde el medio natural de transporte es el noble caballo, -el de cuatro patas- allí consiguió que un coche lo llevara a un lugar con condiciones más cercanas a la contemporaneidad desde donde consiguió transporte para desplazarse hasta su domicilio en la localidad habanera de Alamar. En la noche se encontraba relativamente a salvo en compañía de su familia, para satisfacción y tranquilidad de muchos que le admiramos.
Episodios como este se repiten tanto que pronto no serán noticia. Al menos ya no lo son para la profesional y competente prensa extranjera acreditada, -la oficial no es prensa- que parece no estar enterada o no querer enterarse de que estas cosas pasan en Cuba. Ya se conocen y están documentados casos de mujeres, -Damas de Blanco- que han sido sometidas a esta novedosa variante de secuestro y abandono, creada para la represión política ciudadana, por la policía Seguridad del Estado.
Berta Soler, portavoz y líder de Damas de Blanco conoce la variante que ya sufrió en carne propia, María Cristina Labrada puede hablar con mucha propiedad sobre estas y otras circunstancias represivas. Lo cierto es que cada domingo en cada vez más espacios de nuestra geografía de calles y otras cosas 'para revolucionarios', se siente el peso del decoro en el paso de nuestras valientes e imprescindibles mujeres valientes de blanco y de los activistas políticos opositores que las acompañan con el aliento y la solidaridad.
Para Cuba actualidad: j.gonzalez.febles@gmail.com
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