viernes, octubre 18, 2013

Luis Cino desde Cuba: Chucho, Paquito, Irakere y los comanches

 Nota del Bloguista

No comparto la opinión de que Irakere  es junto a Los Van Van ¨el más influyente  de la música popular cubana de las últimas cuatro décadas¨, Irakere tenía varios de los mejores  como instrumentistas, pero como orquesta no tuvo mucha influencia en la música populr cubana, pues era una música para oidos especialmente  educados,  y además era poco  bailable, incluyendo a Bacalao con Pan. La  llegada a Cuba y actuación de Oscar de León con su orquesta  tuvo más influencia en el posterior desarrollo de la música popular cubana que Los Irakeres. Oscar de León con sus actuaciones en Cuba mostró a los cubanos la riqueza musical de la música popular cubana, lo cual motivó a que músicos cubanos  retomaran el camino que la hizo grande.  

El  Sargent Pepper's Lonely Hearts Club Band es el  disco del grupo The Beatles más importante desde el punto de vista de creatividad musical, pero  está bien alejado de ser el disco de The Beatles más popular y el que más influyó en el desarrollo musical del rock. 
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Tomado de http://www.circulocinico.com/?p=531

Chucho, Paquito, Irakere y los comanches

Por Luis Cino
16 octubre, 2013

Siempre me he preguntado el por qué de la insistencia de los espiritistas cubanos en colocar indios de yeso, flanqueados por velas y vasos de agua en los altares e invocarlos y hablar por ellos cuando se supone que bajan sus espíritus.

Lo más curioso es que los indios de estos altares y misas espirituales no los representan como taínos o siboneyes, sino como los guerreros  coleccionistas de cueros cabelludos que muestra Hollywood en las películas del Oeste, con penachos de plumas y tomahawk.

Por mucho que averiguaba, nadie me daba una respuesta convincente al respecto, y he aquí que ha sido nada menos que el pianista Chucho Valdés el que me ha dado una pista al respecto.

En su más reciente disco, Chucho Valdés dedica una pieza a los varios centenares de comanches, que según ha explicado en entrevistas, fueron desterrados al oriente de Cuba a finales del siglo XIX, luego de ser hechos prisioneros y expulsados de sus tierras por el gobierno norteamericano.
Eso pudiera ser una explicación a la ascendencia  de los pieles rojas entre los espiritistas y santeros cubanos.

Pero no es lo único interesante que ha dicho últimamente Chucho Valdés. También ha afirmado que no cejará en honrar como se merece a su padre, el extraordinario Bebo Valdés. 

Probablemente al virtuoso pianista, fallecido hace unos meses en Suecia y que siempre fue un crítico implacable de la dictadura, no le hubiese hecho  gracia un homenaje como el que  proyectan para el próximo Festival Jazz Plaza, que -teniendo en cuenta que los muertos no hablan, excepto en las misas espirituales, suponiendo que sea verdad- se pudiera prestar a manipulaciones propagandísticas por parte del régimen.

También ha anunciado Chucho Valdés su intención de reunir a los integrantes originales de Irakere, para celebrar los 41 años de la fundación del grupo que ha sido -junto a Los Van Van-  el más influyente  de la música popular cubana de las últimas cuatro décadas. La reunificación de Irakere no tendría sentido sin la presencia del saxofonista Paquito D’Rivera y el trompetista Arturo Sandoval, que junto a Chucho Valdés, eran los más virtuosos integrantes de la banda.

Paquito D’Rivera y Arturo Sandoval, ambos exiliados en Estados Unidos, son anticastristas a toda mecha y han advertido que solo regresarán a Cuba cuando acabe la dictadura.    Supongo que  para Paquito D’Rivera sería una difícil disyuntiva la invitación de Chucho Valdés para volver a tocar con Irakere.  

Paquito D’Rivera siempre ha reconocido que  cuando Chucho Valdés creó Irakere, en 1972, lo sacó del hoyo en que lo habían metido los comisarios de seso hueco y oído de palo del Ministerio de Cultura, que luego de intentar agarrotarlo para que no tocase jazz y de obligarlo a acompañar a insulsos cantantes de segunda o de tercera, lo echaron de la dirección de la Orquesta Cubana de Música Moderna.

Conociendo a Paquito, que no oculta su desprecio por el régimen castrista, si la reunión es en Cuba, aunque reviente de ganas de volver a pisar su suelo y de traer su música a su pueblo, dudo que lo haga mientras este régimen se aferre al poder y no haya democracia. Como mismo dejó siempre claro don Bebo, a quien Paquito rescató para la música, no solo por lo mucho que lo admiraba, sino como una forma de pagar  su deuda de gratitud con su hijo Chucho.

 Paquito D’Rivera no entiende de arreglos con el régimen. Recientemente, cuando supo que luego de muchos años sin siquiera nombrarlos, la prensa oficialista al fin se decidió -¡algo insólito!- a citar los nombres de los músicos  cubanos exiliados que están nominados a los Premios Grammy Latinos de este año, entre los cuales están él y  Sandoval, Paquito, tan mordaz y jodedor como siempre, comentó: “¡Mira para eso, como hemos avanzado!”

Además de por la forma extraordinaria que tiene de tocar, también por su entereza y dignidad  admiro tanto a Paquito. 

luicino2012@gmail.com