viernes, febrero 21, 2014

BOLIVAR. VUELVE A LA CARGA. Alfredo M. Cepero sobre las protestas estudiantiles en Venezuela en febrero de 2014

 Tomado de http://www.lanuevanacion.com/

BOLIVAR VUELVE A LA CARGA

"Gloria al bravo pueblo/que el yugo lanzó/la ley respetando/la virtud y honor"
. Himno Nacional de Venezuela.

Por Alfredo M. Cepero
Director de www.lanuevanacion.com
Sígame en: http://twitter.com/@AlfredoCepero

A lo largo y ancho de la geografía venezolana se libra por estos días una batalla que tiene todas las características de una nueva epopeya por la libertad americana. Desde Miranda hasta Mérida, desde Carabobo hasta el Zulia, desde Lara hasta el Táchira los venezolanos se han lanzado a las calles para hacer honor a su himno y arrancarse el yugo de unos tiranos apátridas al servicio de una satrapía extranjera. Todos estos héroes de la libertad están, sin embargo, conscientes de que la batalla definitiva será librada en la capital. Por eso el caos ha reinado por estos días en numerosos barrios de Caracas. Se han producido cierres de vías y protestas estudiantiles en la Principal de Colinas de Bello Monte y la Luis Roche de Altamira. Se han erigido barricadas en Caurimare, Guaicay, Los Samanes, redoma La Tahona, bulevar El Cafetal, Santa Sofía, San Luis, Chuao y El Hatillo.

Como ocurre en todo conflicto violento donde los actores se juegan el bien supremo de la vida los jóvenes han formado filas en la vanguardia y enfrentado las balas sin miedo y a pecho descubierto. Jóvenes como aquellos universitarios y seminaristas sin destreza militar alguna que siguieron a José Félix Ribas en febrero de 1814 para derrotar a los generales realistas Boves y Morales en la Batalla de la Victoria. Los guerreros bisoños de hoy son estudiantes de la Universidad Central de Venezuela, la Universidad Católica Andrés Bello, la Universidad Santa María, la Universidad Católica Santa Rosa, la Universidad Monteávila y otras que han anunciado su decisión de enfrentarse a quienes pretenden robarles la libertad.

El líder de estos estudiantes, Juan Requesens, presidente de la Federación de Centros Universitarios (FCU), que agrupa a los alumnos de varias universidades venezolanas, ha dado muestras de entender a cabalidad la dimensión de la lucha y la situación de soledad en que será librada. Haciendo referencia al comunicado en que Estados Unidos expresa su "preocupación" por los disturbios en Venezuela, Requesens dijo: "este país parió sus líderes, quienes son los que lo van a sacar de la crisis que hoy atraviesa". Este joven no se hace ilusiones, sabe que la solidaridad internacional es una farsa y enfrenta la tarea como una lucha del pueblo, por el pueblo y para el pueblo venezolano. Así hablan y se comportan los líderes con la visión y el coraje de servir a sus pueblos.

Por otra parte, el objetivo de la mayoría de estos estudiantes, hasta que llegó al poder esta caterva de traidores, represores y corruptos, era graduarse de médicos, ingenieros o abogados, fundar una familia y servir a una patria venezolana donde todos sus hijos pudieran vivir en armonía. Pero, por una de esas sorpresas ignotas del destino, sus planes sufrieron un cambio drástico con la aparición en escena de un locuaz títere nativo manipulado por un diabólico titiritero foráneo. Venezuela, como antes Cuba, se convirtieron en el coto privado de una minoría despiadada y corrupta que se hizo del poder absoluto negando libertad a sus compatriotas.

Para suerte de Venezuela, estos jóvenes han comprendido que los tiranos no renuncian al poder por la fuerza de los argumentos sino por el argumento de la fuerza. Que no puede haber paz sin justicia ni prosperidad sin libertad. Por eso se han lanzado a las calles no para suplicar la paz sino para exigir la libertad. Como ha ocurrido tantas veces en la historia de la humanidad, cuando las víctimas dicen basta, los represores empiezan a temblar. Las caras de velorio de Maduro, Cabello y su cohorte de adulones son testimonio elocuente de lo que acabo de decir. Parecen haberse dado cuenta de que sus días podrían estár contados.

Tratando de contener la hemorragia, Maduro apela a la fórmula gastada de sus mentores comunistas cubanos. Declara que: "Frente a un golpe fascista radicalizaríamos la revolución hasta más allá de los límites" y expulsa a tres diplomáticos norteamericanos bajo la acusación de haber promovido los desórdenes. Pero este cuento viejo de los viejos sátrapas cubanos ya no se lo creen ni los miembros inmorales del Alba o de la Celac que, ante los gritos histéricos de Maduro, se han limitado a tibias declaraciones de solidaridad.

Por su parte, el líder de Voluntad Popular, Leopoldo López, no sólo no se asusta ni se esconde sino desafía a los usurpadores. Declara que dará la cara junto a los estudiantes y entregará en persona un documento al Ministro de Relaciones Interiores, Miguel Rodríguez Torres, con cuatro demandas perentorias. A saber: que se determine responsabilidad en los homicidios ocurridos el pasado 12 de febrero, que se liberen de inmediato a los jóvenes que han sido perseguidos, que cese la "represión y la persecución de lo que es un derecho de todos los venezolanos, el derecho a protestar" y que "se asuma de inmediato el desarme de los grupos paramilitares que han sido responsables de homicidios bajo la mano impune del estado venezolano". Más claro ni el agua ni más valiente tampoco.

En contraste con esta conducta, Henrique Capriles mantuvo distancia de las manifestaciones populares convocadas por miembros de la Mesa de Unidad Democrática como Leopoldo López, María Corina Machado y Antonio Ledezma. Llegó incluso a demostrar cierto grado de discrepancia. En una carta abierta a los venezolanos los instó a no permitir que "la violencia nos lleve a un callejón sin salida. Solo con la protesta pacífica se pueden alcanzar caminos permanentes". Y para no dejar dudas de que se considera el "predestinado" para liderar a los venezolanos apuntó: "El resultado del 14 de abril del año pasado, demostró el tamaño de nuestra fuerza, eso no lo construimos a base de matarnos todos, sino sobre la base de comunicarnos".

El primer problema para Capriles es que está proponiendo un diálogo con sordos y una comunicación con asesinos que no saben comunicarse de otra manera que no sea la represión, el plomo y las torturas. El segundo, y quizás el más importante, es que no aprovechó las 72 horas siguientes al fraude del 14 de abril para presentarse ante Miraflores a la cabeza de un pueblo que estaba entonces enardecido y exigir que el gobierno respetara la voluntad popular. Se le pasó su cuarto de hora y está demostrando ser un mal perdedor. Se abre este nuevo capítulo de una táctica de control de calles en que el liderazgo opositor será determinado por quienes sepan tomar la temperatura del pueblo venezolano.

Estoy, por otra parte, totalmente convencido de que la carga de estos jóvenes venezolanos en su lucha por la libertad no la detienen ni las balas de la soldadesca ni la ausencia de líderes políticos. Ellos ya tienen su líder. Su inspiración supera mares, montañas, almanaques y distancias. Se remonta al 15 de julio de 1805, cuando, sobre una colina romana conocida como Monte Sacro, el Simón de las espadas juró ante el Simón de la palabra (Simón Bolívar a su mentor Simón Rodríguez) que: “Juro delante de usted, juro por el Dios de mis padres; juro por ellos; juro por mi honor, y juro por la patria, que no daré descanso a mi brazo, ni reposo a mi alma, hasta que haya roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español.”

Ese fue el Bolívar que una década más tarde cumplió su promesa con su brillante Campaña Admirable y después regó con sangre de patriotas el surco de la libertad americana en los campos de batalla de Carabobo, Boyacá y Ayacucho. Ese Bolívar acompaña hoy a esos jóvenes en las calles y las plazas de toda Venezuela.

Ese Bolívar vuelve a la carga porque está totalmente consciente de que su misión de defender a la patria contra sus hijos malos y sus enemigos foráneos no ha terminado. El Bolívar cuya cuna fue Venezuela, cuyo escenario un continente, cuyo destino la inmortalidad y cuyo servicio a la libertad una inspiración y ejemplo para estos estudiantes venezolanos que prefieren la muerte a la esclavitud y para los pueblos oprimidos de América como mi isla de dolor y luto.
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Manifestación y muertes en Venezuela. 12 de febrero de 2014.

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