lunes, febrero 17, 2014

Héctor Julio Cedeño Negrín desde Cuba: CUBA Y SUS MÉDICOS DE ALQUILER, LOS MODERNOS ESCLAVOS DEL CASTRATO



CUBA Y SUS MÉDICOS DE ALQUILER, LOS MODERNOS ESCLAVOS DEL CASTRATO


Por Héctor Julio Cedeño Negrín
Periodista Independiente de Cuba



Ya no es la denuncia contra la trata de blancas, para ser utilizadas como esclavas sexuales o de la trata de negros, para ser utilizados como animales de trabajo, sino que nos referimos a la trata de médicos, para ser utilizados como esclavos profesionales. Esos médicos que son modernos esclavos para el arrendamiento utilizados por el gobierno cubano. Que les alquila como mano de obra esclava, a diversas naciones, pagándoles salarios de miseria. Mientras los gobernantes se quedan con la tajada del león.

Eso es un verdadero delito internacional, no importa que los tiranos aleguen que es un contrato firmado por los propios médicos. Porque ellos ignoran ciertamente, cuales son los honorarios que les corresponde percibir según las normas internacionales o las del país en cuestión y cuáles son sus derechos.

Los médicos cubanos son impunemente estafados por los agentes del gobierno cubano, con la complicidad de instituciones fantoches como la Organización Panamericana de la Salud. Dado que los salarios devengados en Cuba son una verdadera miseria, a los galenos cubanos les parece que el pago por su trabajo allí, es una millonada.

Esas mañas de Magaña las aprendieron, Fidel y Raúl Castro, del que dicen que fue su padre, don Ángel Castro Argiz. El villano Ángel Castro (en la foto de la izquierda), un negrero gallego que esclavizaba a los haitianos, que traficaba con el contubernio del Cónsul de Haití en Santiago de Cuba. Esos trabajadores eran contratados por él, en la “Finca Barajagua” donde se encuentra Sevillas de Birán.

Muchos de ellos no tenían documentos legales, ni estatus de ningún tipo, ni estaban registrado, por lo que no existían legalmente y el viejo ladino y ladrón, les pagaba en especie y una verdadera miseria, por lo que no podían ni siquiera ahorrar un centavo, para marcharse de allí o para comprar su libertad.

Los braceros más lúcidos y los que tenían algún conocimiento de sus derechos o los que trataban de escapar de aquella esclavitud, terminaban bien callados, con la boca llena de hormigas o colgados de una guásima en medio del monte, para que no contagiasen a los demás.

Aunque la práctica del alquiler de médicos por parte de la tiranía castrista, es bastante añeja, en estos últimos años es que se han ido decantando sus fechorías. Muchos médicos lo saben, pero como sienten que obtienen algún pequeño beneficio, dentro de la vida miserable que llevamos los cubanos, se abstienen de protestar o denunciarlo. Evitando con esta actitud, que tomen represalia con sus familiares residentes en Cuba.

Conocí el caso de un médico, amigo mío, de quien me abstendré de citar su nombre, para no comprometerlo; resulta que mi amigo se encontraba ejerciendo, en un país de África. Allí le pagaban una miseria si se compara con lo que recibían médicos de otros países y con lo recibido por el propio gobierno cubano en un contrato leonino. Siendo un notable especialista y como pasó varios años en aquella misión, le adeudaban alrededor de veinte mil dólares. Pero debía pagárselos el país en cuestión.

Al regresar a Cuba gestionó el pago de la deuda a través del Ministerio de Salud Pública. Le dijeron que ellos si podían cobrarle, pero si les concedía la mitad de lo adeudado o sea diez mil dólares. Una verdadera estafa si tenemos en cuenta que los gobernantes se quedaban con la mayor parte del salario. Cuando le propuse hacer una denuncia pública, la rechazó. Temía que tomaran represalias y que no le asignaran una nueva misión.

En el caso del Brasil, con su programa de “Mais Médicos”, el contrato de los médicos cubanos es una jugada de la Presidenta Dilma Rousseff, inducida por los hermanos Castro, que son los arrendadores y por Luis Ignacio Lula da Silva su tutor, pero con fines electoreros. La tesis se basa en una vieja idea de Fidel Castro.

Sostiene esta teoría, que para engatusar al pueblo (ignorante por demás), basta con mejorar un poco, los servicios de la salud pública y de la educación. Con esto la Rousseff piensa obtener su reelección en octubre de 2014. Pero con la denuncia de la médica cubana Ramona Matos Rodríguez y la de otros varios “desertores” el programa está abocado al escándalo y a los tribunales.

Brasil tiene fama de entrar en contubernio con la esclavitud y de hecho el nombre de “Garangao”, que se da a ciertos custodios cubanos, salió de una tele-novela brasileña. Esos Garangao eran paramilitares que custodiaban a los trabajadores esclavos, en plantaciones madereras de la selva amazónica, que no les permitían escapar y que incluso los mataban para evitar que los denunciaran e informaran a la prensa. Algo muy parecido a lo que hacía Ángel Castro en la mencionada Sevillas de Birán.

(Ángel María Castro Argiz)

A la médica cubana desertada, también la vigilaban para que no escapara, mientras trabajaba como una esclava, jornadas agotadoras en una plantación de Brasil. Un paraje inhóspito situado a más de mil trescientos kilómetros de la capital brasileira. Eso es para que vean, que la esclavitud no depende del nivel escolar ni de la ignorancia del esclavo, hasta los médicos pueden ser convertidos en vasallos, sobre todo por obra y gracia de los hermanos Castro.

Aunque decía el ministro de salud pública del Brasil que eran pocas las deserciones de cubanos, habrá que estar vigilantes por las futuras evasiones y pendiente de los galenos cubanos, que pueden ser atados a un grillete en los parajes más remotos del Brasil, donde se encuentren, para que no puedan escapar de las plantaciones, hasta que concluyan sus años de esclavitud al servicio de la tiranía.

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El excombatiente  del Segundo Frente Oriental Frank País Rafael Tamayo, quien combatió a las órdenes de Abelardo Colomé Ibarra e íntimo amigo de Ramón Castro Ruz,  narra historia delincuencial de Ángel María Castro Argiz

Parte 1


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Parte 2