jueves, julio 03, 2014

Esteban Fernández: FACEBOOK, CADENAS, NIGERIA Y VIAGRA

FACEBOOK, CADENAS, NIGERIA Y VIAGRA

 Por   Esteban Fernández
Julio 1, de 2014

Hoy les voy a comentar sobre las redes sociales y sus anexos, peligros y adicción. Un socio me presume: “Ya tengo cerca de mil amigos en Facebook”… Pero todos los sábados por la noche se la pasa en su casa delante de la computadora comunicándose con sus “seguidores cibernéticos”. Le dije: “¿Chico, dentro de ese millar de nuevas y fieles amistades no hay una mujer que  te guste y la puedas convidar a cenar y bailar un fin de semana en lugar de estar comiendo bola enviando mensajes a gente que ni conoces?”

Oh, y  constantemente recibo invitaciones de personas para entablar comunicación, fraternidad e intercambiar fotos familiares. A veces se trata de alguien que conozco desde hace cerca de 40 años pero ahora me dice que quiere ponerme en su lista de “seguidores”.  Y yo le contesto: “¡No fastidies si yo me creía que éramos amigos desde hace como 38 años!”. Yo lo que me pregunto es ¿por qué nunca recibo correos de Jennifer López queriendo enviarme fotos de ella en trusa?”

Y son insistentes, hay un señor que rara es la semana que no me invita a pertenecer a su listado porque quiere “interconectarse conmigo”. Y algunos me dicen que es buena gente, entonces la cosa es muy fácil: cuando yo vaya a Miami que me invite a una frita y un guarapo, le doy un abrazo y ya somos casi como hermanos.

Si eso es incómodo peor son las cadenas de oraciones metiéndome miedo con que si no se las envío a 20 personas me va a suceder una gran calamidad y si las remito a todos en mi “address book” entonces unos Ángeles de la Guardia me protegerán eternamente. Puras pamplinas.

Pero  todas esas cosas son realizadas -quizás- con afecto, buena fe y cariño. Son todas unas boberías pero lo tenebroso es cuando recibo correos electrónicos firmados por el “Presidente” y el “Primer Ministro” de Nigeria diciéndome que en el Banco Nacional de esa nación hay una fortuna a mi nombre y que sólo tengo que enviarle tres mil dólares vía Western Union a ellos  para poder recuperarla. Un primo hermano mío que era brillante y profesor de la Universidad de Miami, llamado Enrique Fernández Barros, se metió en tremendo lío por hacerle caso a esta engañifa.

¿A usted no le ha pasado -una estafa- que un buen amigo se va de vacaciones al extranjero y de pronto recibe un Email de él en inglés diciéndole que le robaron la cartera, el pasaporte, que está varado en el aeropuerto de Bruselas y que necesita dinero urgente para poder salir de ese país? Lo primero que pienso es: “¿Qué diablos hace Cheito en Bélgica y escribiéndome en Inglés?” Y, como colofón, cada vez que voy al buzón de Spam descubro que constantemente están tratando de venderme Viagra y Cialis.

Eso, y todo lo demás antes dicho,  lo tomo  filosóficamente y hasta me río, pero lo triste es que hay quienes se creen todas estas basuras y nos encontramos con individuos contentos porque van a tener cientos de nuevos amigos en Twitter, un millón de dólares en una institución bancaria africana  y que la Virgen María estará cuidándolos porque les hicieron “forward” a sus contactos  unos rezos a ella.

Desde luego, hay otros muy molestos con las esposas porque creen  que ellas les han dicho a sus amigas que están impotentes y les achacan estar recibiendo mensajes constantes de las compañías farmacéuticas proponiéndoles estimulantes sexuales.

Moraleja: En un final yo les recomiendo encarecidamente que después de leer mis escritos y enviárselos a todos sus contactos (esa es la mejor pirámide que existe) apague la computadora  y “have a nice day”