Fue Cuba. Carlos Alberto Montaner sobre el libro Fue Cuba cuyo autor es Juan Bautista Yofre quien dirigió la Inteligencia en tiempos de Carlos Mene.La “Operación Manuel” y la participación del Castrismo en la subversión en Argentina
Desde los primeros días de enero de 1959 en el Campamento Militar de Managua ( antigua Escuela de Cadetes de Managua ) y de manera pública para los militares del Ejército Rebelde, en las barracas de dicho campamento se apuntaban aquellos militares que voluntariamente quisieran ir a otros países a pelear. Esto era conocido y promovido por los jefes militares de ese campamento; testigo de la anterior fue el combatiente del Ejército Rebelde Rafael Tamayo, quien combatió en la lucha contra Batista en el Ejército Rebelde bajo las órdenes de Abelardo Colomé Ibarra ¨Furry ¨ y quien perteneció al Departamento de Investigaciones del Ejército Rebelde ( DIER ) al ser nombrado Colomé Ibarra el primer jefe de ese Departamento. El medio hermano de Fidel Castro el ya fallecido Pedro Emilio Castro Argoteestaba vinculado con ese reclutamiento. Por cierto, Pedro Emilio fue el que en un documental oficialista dice que su padre, Ángel Castro, decía que entre sus hijos había un loco, y otro que lo seguía.
Rafael Tamayo en esos primeros tiempos estuvo atendiendo la Seguridad del Aeropuerto Internacional José Martí de Rancho Boyeros en La Habana y en más de una ocasión llevó para la jefatura del G-2 en 5ta Avenida y 14 en Miramar, La Habana, a personal cubano que en sus equipajes llevaban armas para el Exterior cubano, incluyendo subametralladoras y parque. Las personas nunca tuvieron problema alguno en esa sede de los incipientes órganos de la Seguridad del Estado castrista, pues poco después los veía en el aeropuerto después de haber él recibido la orden de dejarlos viajar sin revisar el equipaje. Rafael Tamayo narra que él para mortificar y demostrar su eficiencia en la detención de equipajes con armas, él los detenia aún sabiendo que no iban a tener problema alguno.
Rafael Tamayo me contó, que en una ocasión, una de esas personas detenidas resultó ser un excombatiente cubano ( no recuerdo si de la II Guerra Mundial o de la Guerra de Corea ) pues al él llevarlo nuevamente para el aeropuerto, por órdenes recibidas, esa persona, al enterarse que él había combatido en el Ejército Rebelde, se franqueó ante una pregunta y le contestó que en los aeropuertos de Panamá, y otros países, habían personas que los ayudaban a llegar con las armas a su punto de destino.
COMO PUEDEN COMPROBAR CON ESTE EJEMPLO, NO FUE EL DESEMBARCO EN CUBA DE LA BRIGADA EXPEDICIONARIA 2506 POR BAHÍA DE COCHINOS LA QUE MOTIVÓ QUE LA TIRANÍA INVADIERA Y ESTUVIERA PRESENTE EN TODA AMÉRICA LATINA, SEGÚN HA ACEPTADO FIDEL CASTRO, EXCEPTUANDO A MÉXICO, Y A ALGUNOS PAÍSES DE ÁFRICA , ASIA Y MEDIO ORIENTE.
A la de Panamá en abril de 1959 le sucedió la de Nicaragua en mayo y a esta la de Haití en agosto, la invasión a la República Dominicana fue junio de 1959; ingerencia que ya en 1965 se extendería fuera de nuestro continente y mediante fuerzas militares regulares del ejército Castrista a África, mediante el envio de tropas a Argelia y que alcanzaría su apogeo en las décadas de los años 70s y 80s. En Asia también se hicieron presente militares y paramilitares Castristas interviniendo en conflictos entre naciones y también en conflictos entre facciones de un mismo país.
FINALMENTE: Según su entonces amigo y después cuñado Rafael Díaz Balar , quien fue la persona que introdujo a Fidel en las bandas políticas en su juventud, Fidel sólo actuaba contra una persona cuando estaba en superioridad numérica o por sorpresa. Fidel y Raúl Castro huyeron del Moncada y del Combate de Alegría de Pío; a ninguno de los dos se les conoce participación en combates en lugares y distancias donde sus vidas corrieran peligro. El Comandante Huber Matos contaba que cuando el Ejército del régimen de Batista contratacó en el poblado de ¿ La Maya?, Raúl le dijo a su chofer ¨Maro¨que acelerara y que no parara, olvidándose de la tropa, y que después de mucho tiempo de estar manejando, fue que Maro le preguntó a Raúl ¿ Hasta, aquí?.
Fue Cuba
01 November 2014
Juan Bautista Yofre ha publicado otro importantísimo libro: Fue Cuba. Tata Yofre es un notable periodista argentino que dirigió la inteligencia de su país en tiempos de Carlos Menem. De esa experiencia le quedaron su pasión por la información exacta y algunos contactos muy valiosos.
Yofre tuvo acceso nada menos que a 11,000 documentos de la inteligencia checa que detallan minuciosamente la intervención clandestina de Cuba en los asuntos internos de medio planeta, y muy especialmente, en América Latina.
A ese espasmo imperial cubano se le llamó “Operación Manuel”. Los servicios checos, muy controlados por la URSS, fueron escogidos por Moscú y por el KGB para coordinar con La Habana los esfuerzos subversivos. Los soviéticos querían borrar sus propias huellas.
¿Qué hizo el castrismo en Argentina? Algo terrible: en los primeros años de la década de los sesenta contribuyó a descarrilar la débil instauración de la democracia civil en tiempos de José María Guido y Arturo Illia. Entonces pasaron por La Habana, en busca de ayuda y pertrechos, decenas de argentinos violentos, desde Mario Roberto Santucho hasta John William Cooke.
Cuba inspiró, adiestró, armó y lanzó un movimiento guerrillero contra una Argentina que, bajo la dirección de un médico honrado, Arturo Illia, luchaba por estabilizar la nación, enterrar el militarismo y colocar de nuevo al país bajo la autoridad de la ley. Fueron a luchar contra la democracia.
En esa época, el periodista Jorge Massetti, encandilado por la experiencia cubana –vivía en La Habana y dirigió Prensa Latina— se infiltró en Salta, al noroeste de Argentina, al frente de un grupo armado, al que llamaron “Ejército guerrillero del pueblo”, para recrear en su país de origen la experiencia castrista y erigir una dictadura comunista.
Massetti eligió el pseudónimo “Comandante Segundo”. El "primero" era su amigo Ernesto Che Guevara, quien se hubiera incorporado a la lucha, a la cabeza del grupo, tan pronto se consolidara un frente guerrillero. Pero no pudo ser. El ejército liquidó rápidamente aquella delirante aventura. El cadáver de Massetti jamás apareció.
En toda América Latina sucedió lo mismo. En Uruguay, la Suiza de América –como ha documentado convincentemente el expresidente Julio María Sanguinetti– la izquierda castrista, encabezada por los tupamaros, comenzó a robar armerías y bancos, y secuestró, asesinó y asaltó cuarteles, provocando la reacción violenta y, a veces, criminal, de los militares.
El actual candidato a vicepresidente por el Frente Amplio, Raúl Sendic, nacido en 1962, acabó estudiando en Cuba del 80 al 84 (lo que acaso lo vacunó contra ese disparate) porque su padre, de igual nombre, fue la cabeza, el corazón y la primera pistola de aquella lamentable banda terrorista que tanto daño le causó al país, aunque hoy intenten reescribir esa trágica historia.
¿Por qué Cuba tuvo tanta influencia? En esencia, por la personalidad mesiánica de Fidel Castro, quien, por desproporcionado y loco que fuese el proyecto, se decidió a conquistar el planeta y poner de rodillas al odiado vecino estadounidense, como advirtiera en una carta escrita en el verano de 1958 a su amante y confidente Celia Sánchez: “Cuando esta guerra se acabe –escribió–, empezará para mi una guerra mucho más larga y grande: la guerra que voy a echar contra ellos. Me doy cuenta que ése va a ser mi destino verdadero”.
Y así fue. A partir de la derrota de Batista, Castro convirtió a Cuba en una gran base revolucionaria dedicada a la acción armada internacional. Como me dijo un excomandante sandinista: “más que un país, Cuba era un nido de ametralladoras en movimiento”.
“Hacer la revolución” en cualquier parte era el leitmotiv de Fidel Castro, su pasión más íntima y persistente. Para ello buscó la protección de la URSS, suscribió el modelo represivo estalinista y el no menos letal colectivismo marxista-leninista, se alió a todos los movimientos de liberación preexistentes, como el argelino, o contribuyó a crearlos en cualquier parte, como el ELN colombiano, ofreciendo armas, adiestramiento, dinero, y una metodología basada en la experiencia cubana, a la que llamó “foquismo”.
¿Por qué esa locura? Porque Fidel Castro, que creció en olor de tiroteos y gangsterismo, en su juventud, en 1947, durante la frustrada expedición contra el dictador dominicano Trujillo, montada en Cuba con la colaboración de la “Legión del Caribe”, y luego en el bogotazo de 1948, había adquirido “el síndrome del condottiero”, ese marcador trallazo de adrenalina que dan las aventuras militares y la posibilidad de realizar hazañas que te claven para siempre en la historia y en la atemorizada memoria de los hombres.
No en balde, por aquellos años tumultuosos, prediciendo su destino fulgurante, se cambió su segundo nombre. Se llamaba Fidel Hipólito y se puso Fidel Alejandro. Su destino era conquistar el mundo. Su caballo de batalla no se llamó Bucéfalo. Se llamó Cuba. Fue Cuba.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home