Los ángeles de Francisco. Pedro Corzo sobre ciertas expresiones del Papa Francisco
Por otra parte, aún cuando el Papa esté bien informado y Mahmoud Abbas sea un San Francisco de Asís (!qué no lo es!), no es un buen paso para un intermediario, o para un favorecedor, de una negociación llamarle públicamente de esa manera, o de otra similar, a una de las partes, pues, en el mejor de los casos, se pierde la neutralidad o credibilidad que debe tener ese intermediario o favorecedor ante la(s) otra(s) parte(s). El Papa Francisco debe entender que no está en el caso israelí-palestino ante una situación similar a la que había entre la tiranía Castrista y el Ejecutivo de los EE.UU- donde ambas partes estaban ansiosas de entablar un nuevo tipo de relación por diferentes razones
"¿Qué pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento".
1 Corintios 14,15.
El que desee conocer mi punto de vista en lo relativo a cómo leer La Biblia puede leer mi artículo: Razón y Fe: ¿Cómo leer La Biblia?
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El papa Francisco ha calificado a Mahmoud Abbas de ángel de la paz, categoría que no le otorgó a Raúl Castro, pero a quien le pidió que rezara por él, una grandeza de alma que el dictador cubano nunca sabrá corresponder.
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Por Pedro Corzo
mayo 30, 2015
Primero fueron Los ángeles de Charlie, unas chicas guapas, valientes y decididas capaces de someter a los delincuentes más despiadados, ahora Francisco ha calificado a Mahmoud Abbas de ángel de la paz, categoría que no le otorgó a Raúl Castro, pero a quien le pidió que rezara por él, una grandeza de alma que el dictador cubano nunca sabrá corresponder.
El Papa Francisco durante su magisterio ha hecho gala de una gran tolerancia, una profunda compresión hacia la diversidad humana y ha tenido el coraje de expresar que la preocupación por los pobres no es una prerrogativa de los comunistas.
Los que saben de religiones en general y de la católica en particular como el doctor Santiago Cárdenas, aseguran que el rol de cualquier líder piadoso es buscar la paz, el perdón y la reconciliación entre las partes en conflictos, una aspiración necesaria que merece los mayores esfuerzos.
No obstante es de suponer que tal compromiso no implica que la justicia y la verdad sean obviadas por tal de lograr un entendimiento en un entorno donde la persona no es libre y sus derechos son conculcados.
Mahmoud Abbas tiene un historial de militancia activa. Su condición de dirigente político de una organización radical identificada con la violencia extrema no le acreditan como hombre de paz, lo que sí es posible que haya arribado a la conclusión de que la mejor manera de ganar el conflicto, es dejando que otros hagan el trabajo sucio de la guerra hasta la eliminación del enemigo
El Presidente de la Autoridad Palestina, remitió una carta a la familia de Mutanaz Hijazi, militante de la Yihad Islámica que intentó asesinar al rabino Yehuda Glick. Abbas, expresó en la misiva que Hijazi "subió a los cielos como un mártir de la defensa de los derechos de la nación palestina y de los lugares sagrados”, una carta que es de suponer no debería escribir un espíritu consagrado a la paz y al entendimiento.
Abbas, según varios analistas y conocedores del conflicto israelí-palestino, estuvo involucrado en la búsqueda de fondos para acciones terroristas, como el ataque a los deportista israelí en Múnich en 1972.
Además en su libro, The Other Side: The Secret Relationship Beetwenn Nazism and the Zionis Movement refiere que "nadie puede confirmar la cifra pregonada por el rumor de seis millones de judíos estuvieron entre las víctimas del nazismo y que las victimas judías pudieron ser seis millones o bastante menos, incluso menos de un millon".
Solo un Papa puede tener suficiente bondad para pedirle a Raúl Castro que ore por otra persona. Raúl no ha demostrado tener la mas mínima consideración hacia sus semejantes y ha violentado de manera sistemática y permanente, con satisfacción se puede afirmar, los diez mandamientos y cualquier otra manifestación de piedad y conmiseración que sus semejantes le hayan expresado.
Raúl Castro persiguió a todas las religiones y en consecuencia a sus practicantes. Fue uno de los principales hacedores de la eliminación de la enseñanza religiosa. Vejó, humilló, persiguió y condenó al ostracismo interno a todo aquel que manifestara creer en Dios.
El dictador ha demostrado creer firmemente en que la Religión es el Opio de los Pueblos, lo que se puede afirmar porque como Jefe del Estado no ha expresado arrepentimiento por la persecución y discriminación que padecieron los feligreses cubanos, los católicos, y los de cualquier otra religión.
Antes de ir a la Iglesia, Raúl Castro debe terminar con la represión en Cuba. Las mujeres cubanas siguen siendo golpeadas por expresar sus ideas, en las cárceles hay decenas de prisioneros políticos y los ciudadanos continúan controlados por un estado todopoderoso que decide en base a sus intereses el destino de todos.
La actitud más tolerante y permisiva de los Castro hacia las religiones que se practican en la isla, no ha sido consecuencias de que hayan cambiado sus ideologías, o al menos su forma de gobernar. Sus decisiones son frutos del oportunismo, de la necesidad de lubricar los clavos, pintar los calabozos para ofrecer al mundo una imagen que no se corresponde con la realidad.
Los Castro se pudiera decir son religiosos a su manera, porque creen con extrema devoción en el poder. Por décadas el totalitarismo desconoció los valores de las religiones, en particular los de la Iglesia Católica, era su convicción y trabajaron con ese propósito para extinguir la fe.
El régimen procura una alianza contraria a la naturaleza del sistema. La crisis de valores en la sociedad es muy profunda. Los paradigmas que intentaron imponer naufragaron, no germinaron como hubieran querido. El castrolicismo fracasó, de ahí que Raúl Castro esté dispuesto a rezar y comulgar, siempre y cuando eso no signifique respetar los derechos de los ciudadanos de la isla.
2 Comments:
De este papa ya nada me sorprende. A lo mejor no sabe lo que hace, pero las buenas intenciones no impiden cometer errores muy serios.
Aunque los cubanos tendrán que asumir las consecuencias de las gestiones del papa con respecto a Cuba, a este señor evidentemente no le preocupa, no le interesa o no le importa lo que piensan y quieren los cubanos. Se pudiera alegar que ni siquiera lo sabe, por tener de principal asesor en el asunto al Cardenal Ortega, cuyo nombre se ha convertido en sinónimo de colaboracionista—por no decir chanchullero. Lo cierto es que este papa se ha enfocado o metido más en Cuba que en otros países de la zona con graves problemas, incluyendo el suyo, y como tiene que ser por algo, cabe preguntar por qué. Algunas posibles respuestas son bastante preocupantes, por decirlo de forma elegante, y el “estilo” ya demostrado por Francisco durante la visita del dictador cubano al Vaticano no es nada prometedor y mucho menos reconfortante.
Aunque la influencia de Ortega por supuesto no ayuda, el cubano no es ni remotamente un Richelieu, y el argentino no parece ser ingenuo ni estúpido—o sea, no creo que Ortega lo pueda manipular o engañar fácilmente. Tampoco hace falta ser un genio para darse cuenta de la pata que Ortega cojea, pues su “cojera” se le sale por encima de la ropa. Entonces caemos en lo mismo: parece haber gato encerrado en tanto interés (y tal interés) en Cuba, y de tal forma, por parte de Bergoglio, o por lo menos se oye maullar.
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