El otrora balserito Elián González expresa : Si Cuba dejara de ser socialista sería como Haití
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“Leo a Fidel, me gusta mucho leer a Fidel. A él le gusta regalarme libros, cada vez que puede me envía uno”
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Agencias
junio 27 2015
La Habana, (EFE).- Elián González, el “balserito” cubano, cree que si Cuba dejara de ser socialista sería “una colonia” y un país pobre como Haití, según afirma en una entrevista que publica hoy el diario oficial Granma.
“Hay que tener claro que si Cuba dejase de ser socialista, no sería como EE.UU., sería una colonia, sería Haití, un país pobre, mucho más pobre de lo que es, y perdería todo lo que ha logrado”, dice González, de 21 años, tras advertir que a veces los jóvenes creen que con el capitalismo la isla sería un país desarrollado como Estados Unidos, Francia o Italia.
Preguntado sobre cómo le gustaría ver el futuro de Cuba, González destacó que aspira a que su país “se desarrolle” y consideró que en ese sentido se va “por buen camino”.
“Si Cuba pierde su esencia, pierde todo lo que ha logrado con la Revolución, con Fidel y Raúl al frente, yo estaría muy decepcionado. Sería negar todos los avances, todo lo que se ha hecho”, manifestó González, que a los cinco años sobrevivió milagrosamente al naufragio de una embarcación de emigrantes ilegales en la que viajaba a EE.UU. con su madre, fallecida en el percance.
El “balserito” fue rescatado por pescadores estadounidenses y entregado en Miami (Florida) a unos parientes en una custodia temporal, lo que desató una agria disputa legal, familiar y política entre los Gobiernos de EE.UU. y Cuba, cuyo presidente entonces, Fidel Castro, respaldó al padre de Elián, que residía en la isla, en su deseo de recuperar al niño.
En su entrevista con el diario Granma, Elián González se refirió también a sus planes profesionales y relató que planea integrarse en las Fuerzas Armadas.
“Ahora estudio en la Universidad de Matanzas Camilo Cienfuegos, curso el cuarto año de la carrera de Ingeniería Industrial, lo hago como cadete insertado, con el fin de servir a las Fuerzas Armadas Revolucionarias cuando termine mis estudios”, dijo.
González confiesa que le agrada estudiar, salir con sus hermanos y amigos, ver series y películas, escuchar música, en particular dice que ha aprendido a disfrutar un género no muy popular en su generación, el repentismo, y también disfruta la natación, el béisbol y el fútbol, aunque de este último deporte no es “fanático”.
“Y leo a Fidel, me gusta mucho leer a Fidel. A él le gusta regalarme libros, cada vez que puede me envía uno, y para mí eso es como una tarea y hay que leérselo”, aseveró.
Su opinión es que no hace “nada diferente” al resto de los jóvenes”: “simplemente, hay que ser un joven de estos tiempos, saber divertirse, compartir, practicar deportes, pero también estar vinculado a las tareas de la Revolución, no perder la esencia de lo importantes que son los jóvenes para llevar a cabo el desarrollo del país”.
- La inmigración masiva hasta mediados de los años treinta (el crecimiento demográfico de Cuba por décadas entre 1902 y 1919 fue de una magnitud extraordinaria: 39%, según plantea Pichardo en su página 468), y muy en particular los miles de braceros antillanos, influyó en la tasa de analfabetismo de los habitantes del país. El 24.8% de 1 193 058 de inmigrantes que llegaron a Cuba entre 1902 y 1934 eran procedentes de Jamaica, Haití y Puerto Rico (Ibarra, 452); la inmensa mayoría eran braceros. No obstante lo anterior, en la década de los cincuenta, el nivel de analfabetismo se encontraba entre el 18% y el 23% (según diferentes autores), siendo uno de los más bajos de América. Existía la enseñanza pública (gratuita) a cargo del Estado para todos los actuales niveles y tipo de enseñanza pero con otros nombres: Primaria, Superior, Bachillerato, Comercio, Técnica Industrial, Universidad, etc.; en algunas de ellas, la selección se hacía por escalafón mediante exámenes de ingreso dado el número limitado de plazas.
- Según el testimonio de algunos familiares y amigos, la matrícula en la Universidad de la Habana en la década del veinte costaba aproximadamente 30 pesos y en la década de los cincuenta, 50 pesos; pero si se presentaba una carta, solicitando que no se le cobrara esa entrada inicial por poseer bajos ingresos, se le exoneraba del pago de la matrícula. Para resolver el costoso problema de los libros para estudiar, se crearon las bibliotecas escolares y universitarias. Al terminar la década de los cincuenta, existían 3 universidades públicas y varias privadas, aunque de estas últimas, la única con verdadera importancia era la de Santo Tomás de Villanueva, en Miramar. El número de profesores y alumnos universitarios eran respectivamente de 801 y 22 500 (Anuario Azucarero 1958, 11). Al comenzar la República, los alumnos universitarios eran poco más de 300.
- En el año 1956-1957 se gastaron 75,8 millones en Educación y Cultura, los cuales representaban el 22,3% de los gastos del presupuesto del Estado cubano (Zuaznábar, 107); porciento que comparado con los que dedicaron a ese rubro el resto de los países latinoamericanos en los años 1975, 1980 y 1984, solamente fue superado por Costa Rica en 1975, Bolivia en 1980 y 1984, Colombia en 1984, Ecuador en 1975 y 1980 y Venezuela en 1984 (Anuario Estadístico de Cuba, 672). La enseñanza pública en la anterior República no estaba politizada en cuanto a sus contenidos, objetivos y exigencias.
- En 1958 había en el país 21 Institutos de Segunda Enseñanza, 6 Escuelas Normales para maestros, 9 Escuelas Profesionales de Comercio, 11 Escuelas del Hogar, 1 Escuela Nacional de Bellas Artes, 3 Escuelas de Artes Plásticas, 3 Escuelas de Artes y Oficios, 3 Escuelas Técnicas Industriales, 108 Escuelas Primarias Superiores, 40 Misiones Educativas, 1 824 Escuelas Primarias Elementales Urbanas, 4 114 Escuelas Primarias Elementales Rurales, 9 898 Aulas Escuelas Elementales Urbanas y 4 669 Rurales, 1 597 Kindergartens (o preescolar) y 736 Centros de Enseñanza Privada, 6 Escuelas de Agricultura, 350 Clubs de Enseñanza Agrícola, 1 Instituto Cívico Militar y Centro Superior Tecnológico. Todo el sistema educacional de Cuba estaba integrado por unos 20 000 profesores y 500 000 alumnos aproximadamente. (Anuario Azucarero de Cuba 1958, 11).
- ¨Los salubristas cubanos, bajo la dirección de Finlay (1902-1908), logran disminuir la mortalidad por tétanos infantil a partir de 1903; erradicar la fiebre amarilla definitivamente en 1908; establecer de manera permanente la vacunación contra la viruela; y elaborar una avanzada legislación en materia sanitaria. Más tarde, al discutirse una nueva ley sobre la estructura del poder ejecutivo en la Comisión Consultiva, se aprobó una Secretaría de Sanidad y Beneficencia, que unía a los departamentos nacionales de Sanidad y Beneficencia, y que entró en funciones el 28 de enero de 1909. Este fue el primer Ministerio de Salud Pública (MINSAP) de Cuba, y del mundo. ¨(Álvarez, 2)
- En las dos primeras décadas la labor con respecto a la salud pública fue tal que: "El país es uno de los más sanos del mundo, como lo demuestran, los datos del último censo, que consignan la proporción de 14,2 de fallecimientos por cada 1 000 habitantes y los publicados por la Cámara de Comercio Americana de la Habana, en su folleto de fines de 1924, que consigna sólo el 12, 54" (Estos últimos años Tomo I, 410)
- En 1958 había aproximadamente 97 unidades hospitalarias, de ellas, 47 prestaban servicios en zonas rurales (Abreu, 40), y 52 casas de socorro municipales además de alguna que otra instalación a cargo del estado y 242 clínicas mutualistas, de ellas 96 en la capital (Anuario Estadístico, 565 y 566 y Álvarez, 2). Las clínicas mutualistas, uno de los representantes de la salud rentada (la otra representante eran las consultas particulares o privadas), eran instituciones que por una módica mensualidad se tenía derecho a consulta, ingreso y cirugía así como a medicamentos; las había de poco más de 2 pesos mensuales, que eran la mayoría, hasta algunas de 10 pesos. En los años cincuenta, aproximadamente millón y medio de personas estaban asociados a las clínicas mutualistas:
- En 1958 la tasa bruta de mortalidad de la población era del 6,4 por cada mil habitantes (Zuaznábar, 1) pese a la situación política y de confrontación armada que existía en el país; en 1953 había sido de 6,3 por cada mil habitantes. Esa tasa ubicaba a Cuba entre los países de menor tasa de América Latina y con índices que solamente alcanzaron muchas de sus repúblicas hermanas iberoamericanas veinte años después (Anuario Estadístico de 1988,629 ).
- La esperanza de vida al nacer era de 58.8 años y la mortalidad infantil en menores de un año era de 32,5 por cada mil nacidos vivos, la cual desde principios de siglo seguía una tendencia decreciente (Zuaznábar, 1) pese al existente rechazo social al recurso del aborto, rechazo que existía hasta en casos en que se presentaran malformaciones fetales en el embarazo, y la no invención todavía en el mundo de algunas pruebas de análisis de laboratorio clínico o algunos instrumentos de la electromedicina(como es, por ejemplo, el equipo de ultrasonido) los cuales permiten detectar tempranamente problemas serios en el embarazo. La esperanza de vida de 58.8 años era superior en esa época a la de muchos países de América Latina y el Caribe, y mayor que las que alcanzaron veinte años después todos los países de África, salvo Argelia y Túnez (Anuario Estadístico 1988, 627). La cifra de mortalidad infantil cubana de 32,5 correspondiente a 1958 era todavía en la primera mitad de los años ochenta mejor que la de muchos países de Latinoamérica en esos años: Paraguay (45,0), Ecuador (69,5), Brasil (70,6), Méjico (53), Colombia (50), Bolivia (124,4), Honduras (82), Perú (98,6), Argentina (35,3), El Salvador (35,1) y Guyana (36,2) (Anuario Estadístico de 1988, 629). América Latina en su conjunto presentó aún en el año 2001 la cifra de 32 (Granma, 5). Cuba en estos dos últimos parámetros tenía índices pertenecientes al Primer Mundo de esos años según los datos de la UNICEF que aparecen en la Tabla de la página 16 del Material de Estudio Nro. 3 del Ministerio de Educación; los valores de Cuba en 1958 en estos dos parámetros con respecto de los Países en Desarrollo y Países menos Desarrollados fueron similares o mejores que los que ellos presentaron en 1992: En los países socialista China y Vietnam la la mortalidad infantil en 1996 era respectivamente de 34 y 40 por mil nacidos vivos (Robaina, 35).
- La población cubana en 1958 era de aproximadamente 6 763 736 habitantes y había en el país 6 286 médicos ( sin incluir estomatólogos ) y un total de 32 501 camas y de ellas 28 536 de asistencia médica (Anuario Estadístico de 1988, 564 y 569). Del total de camas de servicio hospitalario 10 643 pertenecían al servicio estatal, servicio en el cual laboraban 1 125 médicos (Zuaznábar, 5). El 51% de las camas de los hospitales estaban situadas en la capital del país (Abreu, 40). Los números de habitantes por cama (237) y de habitantes por médico (1076) en 1958 eran mejores que los de la mayoría de los países latinoamericanos en esa época y más aún, que los que tuvieron esos países aproximadamente 20 años después como se puede comprobar observando la página 675 del Anuario Estadístico de 1988. Observando las cifras de aproximadamente el año 1980 diré, que solamente Puerto Rico (789), Argentina (521), Uruguay (533) y Venezuela (888) tuvieron mejores índices de habitantes por médico que el que tuvo Cuba en 1958; el resto lo tuvieron peor. Al comparar las cifras de aproximadamente el año 1980 con relación al número de habitantes por camas diré que solamente Argentina (176 ), Puerto Rico (229) y Guyana (215) tuvieron mejores índices que el que tuvo Cuba en 1958; el resto de los países latinoamericanos todavía en el año 1980 presentaron índices peores que el que presentó Cuba en 1958. En la Cuba de 1958 el número de camas de asistencia médica por cada 100 000 habitantes era de 422, En América Latina en su conjunto y en estos momentos es solamente de 220 camas (Granma, 5).
- Las tasas de defunciones maternas (125,3) y defunciones maternas por aborto (9,3). Las dos últimas tasas son por cada 100 000 nacidos vivos. (Informe Anual de 1976, Anexos 36-43). La tasa de mortalidad materna de Cuba en 1958 de 125,3 era mejor que las que aún aparecen en el año 1992 para Países en Desarrollo (350) y Países menos Desarrollados (590) en la Tabla mencionada del Material de Estudio del MINED..
- La prostitución, de la que se habla en el Análisis Globalizador, se había reducido extraordinariamente pese a la propaganda de algunas agencias de viajes extranjeras, publicadas también en algunas revistas extranjeras, que promocionaban a Cuba como el burdel de América. El bajo índice de enfermedades venéreas que presentaba el país y la información aparecida en el periódico El Mundo del 14 de febrero de 1958 que plantea, que aproximadamente 11 000 personas vivían de la prostitución, hablan del bajo índice de prostitución del país. Debo aclarar que en esa cifra se encuentran: los dueños de casas, burdeles y bares, las matronas, los proxenetas, el personal de servicio y limpieza, los policías corruptos, etc. y los llamados inversionistas, que eran los que echaban a andar el negocio (Abreu, 49). Esa actividad se llevaba a cabo generalmente en zonas muy específicas y era criticada y rechazada socialmente.
- En los análisis serios de la economía cubana de la década de los cincuenta que se publican frecuentemente en el país se muestra el desarrollo de los componentes agrícola e industrial (azucarera y no azucarera) que tenía el país y el crecimiento y decrecimiento respectivo de la industria no azucarera y de la industria azucarera en ese período; pero se puede decir más que eso: Cuba en esos años estaba en tránsito para poseer una economía caracterizada por los servicios y el comercio (en particular el desarrollo del turismo nacional e internacional) como algunos países desarrollados: el 75% de la actual economía de los Estados Unidos corresponde a los servicios. Esta perspectiva de la economía cubana de esos últimos años de la anterior República, nos permitiría comprender algunas características y parámetros que la misma presentó y que bajo otra perspectiva han sido objetos de incomprendidas críticas.
- En el período de 1950 a 1958 el Producto Interno Bruto (PIB) tuvo un discreto crecimiento del 1.4% (Abreu, 79); el desempleo general alcanzó en 1958 el 12,5 % de la población laboral (Zuaznábar, 7). A partir de la década del 40 el movimiento obrero cubano había logrado impedir el despido de los trabajadores, pero este logro no se cumplía en el campo (Abreu, 25). Cuba tenía una de las legislaciones obreras más avanzadas de la época. No fueron tiempos de bonanza económica pero tampoco de crisis (Abreu, 75) pese al alto desempleo que se presentó. En Cuba la pequeña burguesía era numerosa (Abreu, 145); en general, en Cuba existía una de las clases media porcentualmente más alta, en relación con el número de habitantes del país, de toda América Latina. Un efecto de lo anterior es que en La Habana y en la década de los cincuenta se construyeron alrededor de 50 nuevas urbanizaciones ( la cifra fue dada por el destacado arquitecto, recientemente fallecido, Mario Coyula en un video sobre La Habana exhibido en la TV nacional a finales de los años noventa). En 1958 se estimaba, con cierta inexactitud, la existencia de 7 500 mendigos en todo el país, incluyendo entre ellos a aquellos que lo tenían como negocio (Abreu, 47). El ingreso promedio por familia en los barrios de indigentes se encontraba en 1959 entre los $ 30.00 y los $ 55.33 (Abreu, 272).
- Nota: Las cifras correspondiente al año 1957 eran provisionales. Las cifras pertenecen al Anuario Azucarero de 1958. El ingreso nacional en 1958 fue de 2 320,5 millones. La renta anual por habitante osciló entre los 330 dólares y los 350 dólares; la de E.U. era aproximadamente de 2 000 dólares en esos años (Pino, 97). En el Atlas de la Economía Mundial de fines de la década de los cincuenta, Cuba estaba situada en el lugar 22 entre más de ciento veinte naciones (Apuleyo, 149). Sobre la base de los valores de la Tabla de la página 16 del Material de Estudio Nro. 3 del MINED, los Países en Desarrollo y Países menos Desarrollados tuvieron respectivamente en 1976 un Producto Nacional Bruto per cápita de 450 y 140 dólares y en 1987 de 650 y 210 dólares respectivamente, todos menores que el que tuvo Cuba en 1957 (433,5) cuando se tiene en cuenta la devaluación que ha tenido el dólar desde 1957 hasta esas fechas. En 1958 aproximadamente entre el 82% y el 85% de la riqueza nacional estaba en manos cubanas, según se infiere del Anuario Azucarero (página 11) y de la tabla de la página 24 del libro "En el último año de aquella República" de Ramiro J. Abreu. En la rama azucarera los cubanos eran los dueños de aproximadamente el 60% de la producción de azúcar; el casi 40% que estaba en manos norteamericanas podemos verlo desde diferentes perspectivas; una de ellas, raramente abordada, era la de ser un fuerte baluarte en el mercado consumidor norteamericano a favor de toda el azúcar producida en Cuba, pues garantizaba unos poderosos aliados: los intereses de los productores norteamericanos de Cuba.
- Esos resultados económicos se obtuvieron pese a la inestabilidad política que presentó el país y a las medidas económicas norteamericanas que afectaron a la economía cubana: solamente la aprobación en 1956 de reducir del 96% hasta el 29% la participación cubana en el mercado azucarero norteamericano dieron a Cuba pérdidas de 240 millones de dólares ( Abreu, 14 y 15) al dejar de exportar a Estados Unidos 1 156 902 toneladas métricas de azúcar (Zuaznábar, 52
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ALGUNOS COMENTARIOS DEJADOS
Esto no merece comentario, pues habla (o mejor dicho, grita) por sí mismo, pero lo mejor que se puede decir de este pobre muchacho, todo un lorito amaestrado, es que le hicieron un lavado de cerebro de marca mayor, y posiblemente sea demasiado escaso para darse cuenta del penosísimo papelazo que hace. Espero que no sea peor, pues si se expresa de tal forma a conciencia, bueno, como dije, sobran comentarios.
Pena
1 Comments:
Esto no merece comentario, pues habla (o mejor dicho, grita) por sí mismo, pero lo mejor que se puede decir de este pobre muchacho, todo un lorito amaestrado, es que le hicieron un lavado de cerebro de marca mayor, y posiblemente sea demasiado escaso para darse cuenta del penosísimo papelazo que hace. Espero que no sea peor, pues si se expresa de tal forma a conciencia, bueno, como dije, sobran comentarios.
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