Nota del bloguista de Baracutey Cubano
En el artículo LA DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS: UNA INICIATIVA CUBANA cuya autoría, en 1995, es de Dagoberto Valdés Hernández y publicada en la revista Vitral en su número 6 puede leerse el discurso del Dr. Guy Pérez-Cisneros y Bonnel, entonces embajador de Cuba en la ONU y las razones de la justeza de ese artículo.
Añado al artículo de Dimas Castrllanos un artículo del destacado historiador José A. Adán, donde se muestra además del hecho que Cuba no fue una colonia ni una neocolonia de EE.UU. y que realmente teníamos antes de 1959 una República soberana e independiente que gozaba de prestigio internacional entre las demás naciones del mundo.
¿Diferencia de concepciones acerca de los derechos humanos?
Por Dimas Castellanos
La Habana
25 Mar 2016
Represión contra las Damas de Blanco.
En el proceso de normalización de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos se trata de levantar un obstáculo apoyado en una supuesta diferencia de concepciones acerca de los derechos humanos, la democracia y la soberanía. Por la importancia para el presente y futuro de Cuba, la comprensión de esos temas rebasa las relaciones entre gobiernos y requiere de la participación popular.
Desde esa visión emito mis opiniones e invitó a otros cubanos a emitir las suyas. En este primer trabajo me circunscribo a los derechos humanos y su relación con la democracia.
La historia constitucional de los derechos humanos, que comenzó en la Inglaterra del siglo III, tomó cuerpo en documentos como el Acta de Hábeas Corpus (1674) y la Declaración de Derechos (1689). Fuera de Inglaterra lo hizo en la Declaración de Independencia de los Estados Unidos (1776) y en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de Francia (1789). A nivel mundial debutó con la Declaración Universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en 1948.
De la Declaración Universal emergieron múltiples instrumentos de carácter vinculante, es decir, de obligatorio cumplimiento para los firmantes, como son el Pacto de Derechos Civiles y Políticos y el de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, aprobados por las Naciones Unidas en 1966, puestos en vigor en 1976 y firmados por el Gobierno de Cuba en 2008. El proceso descrito está reflejado en las diferentes generaciones de derechos humanos que han surgido hasta hoy.
La primera generación, meramente política, vinculada con la revolución francesa, comprende las libertades de expresión, reunión, asociación, movimiento y hábeas corpus, conocidos como derechos fundamentales. Los mismos son el soporte del intercambio de opiniones, concertación de conductas, toma de decisiones, formación de asociaciones y garantía para la participación ciudadana. En Cuba, esta generación, aunque de forma insipiente dejó sus huellas en el articulado de las constituciones mambisas del siglo XIX, fue refrendada en la Constitución republicana de 1901, alcanzó su mayoría de edad en la Constitución de 1940.
La segunda generación, que comprende los derechos económicos, sociales y culturales, como el empleo, la seguridad social, la educación, la información y el derecho a la propiedad, entre otros, está relacionada con las condiciones de vida de las personas y constituye un factor de máxima importancia para la participación y realización de las personas.
Por su naturaleza y definición esos derechos son universales, indivisibles, sagrados, inalienables e imprescriptibles y constituyen un requisito insoslayable para la existencia y funcionamiento de la democracia.
Cuando los derechos mencionados se acompañan con la división y equilibrio entre los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial, con la existencia legítima de organizaciones no gubernamentales y de la sociedad civil y con el sufragio universal, tenemos entonces los ingredientes básicos que conforman un Estado de Derecho.
Ambas generaciones desempeñaron en Cuba un rol destacado en el desarrollo de la sociedad civil, el fortalecimiento de un empresariado nacional y la popularización y democratización de la cultura, la información y los conocimientos.
En Cuba esos fundamentos, aunque sufrieron períodos de inestabilidad y precariedad, existieron y desempeñaron un rol destacado en el desarrollo de la sociedad civil, el fortalecimiento de un empresariado nacional y la popularización y democratización de la cultura, la información, los conocimientos y en las luchas sociales. Sin embargo, en medio de la Guerra Fría y la confrontación con Estados Unidos, fueron desmontados.
Desapareció la división de poderes; se suplantó la Constitución de 1940 con la Ley Fundamental del Estado Cubano, unos estatutos que le confirieron al primer ministro las facultades de jefe de Gobierno y al Consejo de Ministros las funciones del Congreso; se desmanteló la sociedad civil y se suplantó con otra subordinada al Gobierno; se estatalizaron los medios de producción y de comunicación; y la soberanía se depositó en el Estado. De ese desmantelamiento emergió el inmovilismo social, el desinterés, la apatía y la desesperanza hasta desembocar en la actual crisis.
Como los hombres pueden retrasar la historia, pero no detenerla, el modelo totalitario fracasó y obligó a implementar reformas, tardías y limitadas que condicionaron la reanudación de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos. El resultado ha sido un escenario mucho más favorable para emprender los verdaderos cambios que la sociedad cubana requiere, en un contexto en el que las reformas iniciadas y las relaciones con Estados Unidos no podrán ser revertidas. En ese escenario emergente los derechos humanos y la democracia están irrumpiendo en el debate, sobre todo después de los discursos pronunciados por el presidente Barack Obama durante su visita a Cuba.
En el editorial del diario Granma del pasado 9 de marzo —previo a la visita del mandatario norteamericano— se planteó que "Cuba defiende la indivisibilidad, interdependencia y universalidad de los derechos humanos, civiles, políticos y económicos, sociales y culturales".
La interdependencia reconocida en el editorial, al no guardar ninguna relación con la realidad cubana, abre una brecha mayor para su debate y reclamación. En Cuba los derechos de la primera generación están limitados a la defensa del modelo político existente; mientras los de la segunda generación carecen de validez por la ausencia de los primeros y además, porque los salarios, que debe constituir la principal fuente de ingresos para la satisfacción de esos derechos, son insuficientes, lo que ha conducido a todo tipo de ilegalidades, a la corrupción generalizada y al creciente éxodo que está convirtiendo a Cuba en un país de ancianos.
Una vez declarado que "Cuba defiende la indivisibilidad, interdependencia y universalidad de los derechos humanos, civiles, políticos y económicos, sociales y culturales", será extremadamente difícil justificar la no ratificación de los pactos firmados de derechos humanos desde el año 2008 y la no adecuación de las leyes vigentes al contenido de los mismos.
El editorial desmiente el argumento de la diferencia de concepciones sobre los derechos humanos y traslada la discusión a los intereses gubernamentales que le impiden hacerlo. Queda al desnudo pues, que la supuesta diferencia sobre derechos humanos es realmente un argumento puesto en función de ocultar la intención de no cambiar para conservar un modelo inviable y fracasado.
************
ORÍGENES DE LA DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
Por JOSÉ A. ADÁN
Los orígenes de la Declaración de los Derechos Humanos, quedaron establecidos en la Constitución de 1940 de la República de Cuba, como consecuencias del Programa Constitucional del Partido Revolucionario Cubano-Auténtico,y la determinación de los Convencionales de ese Partido en la Asamblea Constituyente, dirigidos por el Dr.Ramón Grau San Martín, Presidente Revolucionario en 1933-34, creador de toda la legislación que puso a Cuba en el Siglo XX, y consecuentmente Padre de la Soberanía Nacional., Presidente de la Convención que aprobó el articulado de los Derechos y la creación del Tribunal de Garantías Constitucionales que tendría a su cargo la defensa de los mismos.
El Dr. Grau asumió la Presidencia de la República de Cuba, el 10 de octubre de 1944. Cuba fue invitada a la Conferencia Interamericana sobre Problemas de la Guerra y la Paz ,que se efectuó en Chapultepec, Mexico, del 21 de febrero al 8 de marzo de 1945, y entre otros asuntos examinar las" Propuestas de Dumbarton Oaks para una Organización Internacional General," que habían preparado las Grandes Potencias en medio del mayor secreto.
El Departamento de Estado de los EE.UU, regenteado por Edward R. Stettinius Jr. demandaba que las naciones americanas debian aceptar sin discusión las "Propuestas de Dumbarton Oaks". El Presidente Ramón Grau San Martín nombró la Delegación Cubana, integrada por el Ministro de Estado Dr.Gustavo Cuervo Rubio, como presidente de la misma,y los Embajadores, Dr.Ernesto Dihigo y López Trigo, Dr.Gustavo Gutierrez y Mariano Brull.
El Presidente Grau y la Delegación celebraron un extenso cambio de impresiones y se acordó plantear la modificación del texto fundamental de la nueva organización internacional y presentar los proyectos de declaraciones. En Chapultepec, al principio se prestó poca atención a las propuestas de la Delegación Cubana, pero, como relataban más tarde los Doctores Dihigo y Gustavo Gutierrez, -"Eran tan grandes nuestras razones, que pronto empezaron a abrirse paso".
La presión de los Estados Unidos para que no se modificaran las "Propuestas de Dumbarton Oaks" fue muy intensa. Se intentó que se modificara la posición cubana, pero el Presidente Ramón Grau San Martín se mantuvo firme y así lo hizo saber a la Asamblea el Dr. Gustavo Cuervo Rubio, Ministro de Estado y Presidente de nuestra Delegación . El resultado fue la Resolución XXX sobre la creación de una Organización Internacional General, en la que se indicaba la necesidad de modificar las "Propuestas de Dumbarton Oaks" y enviar toda la documentación a la Conferencia de San Francisco, en la cual cada país tendría el derecho a replantear sus puntos de vistas.
En San Francisco, la Delegación Cubana integrada por Dr-Guillermo Belt Ramírez, presidente, y Dr.Ernesto Dihigo y López Trigo y Francisco Aguirre Vidaurreta, replantearon la tesis de que los Estados miembros de la nueva organización mundial se ajustaran a los principios que contuviesen las declaraciones aprobadas en Chapultepec, y que la Asamblea General debía adoptarlas tan pronto se constituyera.
Cuba insistió y fue respaldada activamente por la Delegación de Panamá, presidida por el Dr.Ricardo J.Alfaro, Ministro de Relaciones Exteriores. Como resultado se obtuvo la creación de la Comisión Especial sobre Derechos Humanos, presidida por Eleanor Roosevelt, que se ajustó al proyecto cubano presentado en Chapultepec, aunque Washington se las arregló para que Cuba no tuviese representación en la comisión.
En diciembre de 1947, en Ginebra, el Dr. Alfaro recordó que Cuba. Panamä y Mexico habian sido las primeras naciones en plantear la necesidad de la Declaración de los Derechos Humanos. La Delegación Cubana participó posteriormente en los debates cuando la Declaración se presentó a la Asamblea General, que se aprobó en Paris el 10 de Diciembre de 1948. Tocó en suerte ser el Embajador de Cuba ante esa Asamblea General, al brillante Dr.Guy Pérez Cisneros, y presidia la República de Cuba el Dr.Carlos Prío Socarrás. quien, como el Presidente Ramón Grau San Martín, era militante del Partido Revolucionario Cubano-Auténtico, y miembro de la Convención Constituyente de 1940. Washington, una vez más, se las arregló para pasarle la cuenta al Presidente Ramón Grau San Martín, esperó que éste no fuese presidente de Cuba para que la Declaración Universal de los Derechos Humanos fuese aprobada. .
Hoy todo mundo se refiere a la Declaración de los Derechos Humanos. Han proliferado las ONG para, supuestamente defenderla, pero impúdicamente no condenan a los agentes de la disolución social que se adscriben a la liberticida tésis marxista. Pero nadie se refiere al Dr. Ramón Grau San Martín ni a Cuba como los progenitores de la misma. ¿Será, acaso, porque fue la era verdaderamente democrática de Cuba, Era que murió el 10 de marzode 1952?
La política internacional del Dr.Grau, representada magistralmente por la actuación de sus Ministros de Estado, Dr.Gustavo Cuervo Rubio, Dr.Alberto I. Älvarez Cabrera y Dr.Rafael Pérez y G. Muñoz, y sus Embajadores Dr. Guillermo Belt Ramírez, Dr. Ernesto Dihigo y López Trigo y Dr.Gustavo Gutierrez, tambien se hizo presente en la OEA, y al fundarse ésta en abril de 1948, logró se aprobara la Doctrina Grau Contra la Agresión Económica, y quedara para posterior consideración, dado los motines de Bogotá el 9 de abril de 1948, la Doctrina Grau sobre el Jornal Decoroso para los Trabajadores.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home