Cuba y los Ciclos Sociales. Alberto Luzárraga sobre el desfile de la firma Chanel en La Habana
Por Alberto Luzárraga
Se atribuye (aunque con discusión) la cita que sigue al historiador escocés Alexander Fraser Tyler. Fraser investigaba el ascenso y declive del Imperio Ateniense. Comentó lo que aparentaba ser un ciclo en un proceso que afectaba a las sociedades: "De la esclavitud a la fe espiritual, de la fe al gran coraje, del coraje a la libertad, de la libertad a la abundancia, de la abundancia al egoísmo, del egoísmo a la complacencia, de la complacencia a la apatía, de la apatía a la dependencia, y de la de la dependencia vuelta a la esclavitud."
Estos ciclos durarían doscientos años y hoy día hay quien se esfuerza en aplicarlos al proceso americano.
En cuál época estemos es tema de debate pues estas observaciones aunque útiles no tienen fecha de comienzo ni de final y se perciben primero como tendencias sociales afectando a una parte de la sociedad hasta que lleguen a afectar a la nación.
Pero como cubanos lo que nos interesa es saber dos cosas. Cómo afectaría este proceso a la Cuba que va a conocer la sociedad americana en un futuro cercano y en qué fase del proceso está Cuba.
Sin meternos en afirmaciones absolutas no hay duda que la sociedad americana hoy día presenta alarmantes síntomas de complacencia, egoísmo, dependencia de una buena parte de la población y con ello apatía. Y existe también una clase frívola que solo busca emociones a buen precio, unida a una minoría que se autotitula "progresista" pero que es la versión cómoda del socialismo. Tiene sus émulos en Cuba: los hijos de papá. A corto plazo en buena parte serán los futuros turistas a Cuba. Unos serán alabarderos del socialismo pero en casa ajena, otros se quejarán de que los estándares no están a la altura de sus "refinados" gustos y de que no reciben valor por su dinero.
En Cuba hay un proceso doble. Complacencia, egoísmo supino, y engreimiento desfachatado de la clase dirigente particularmente de los hijos de papá que se sienten herederos de la plantación con derecho divino a reinar sobre una población que existe para sostener su estilo de vida y caprichos.
Y por otro la una creciente oposición que ya tiene y va desarrollando fe, espíritu y principios. En el medio existe una población controlada mediante la escasez, la represión y hasta hace relativamente poco por la propaganda. Este último factor ya estaba en crisis y la exhibición de modas francesas solo asequibles por los "beautiful people" en pleno Paseo del Prado lo acaba de liquidar ya que entre ellos se encontraban desfilando los hijos de papá.
Esto tiene consecuencias pues nada peor que sentirse despreciado y relegado a ciudadano de segunda categoría por una clase explotadora.¿No es esto lo que les enseñaron los marxistas?
Este cóctel social es inestable por naturaleza. Castro no tiene el capital para satisfacer a un turismo de lujo. El turismo económico de familia americano tiene mejores alternativas de playa y sol en su propio país. Si Castro quiere importar capital tiene que abrir su sistema cerrado de contratación y sociedad mercantil y ello conlleva apertura social y grietas en el sistema.
Como y cuándo revienta el sistema no lo sabemos pero resulta obvio aún para los castristas de cuna que el sistema no conduce a nada excepto a la sumisión a una nueva casta en este caso de malcriados. Ceacescu en Rumania acabó parecido. Se endiosó y se hizo construir palacios con inodoros de oro. Sus dobermans se cansaron de protegerlo.
Al exhibirse luciendo modas de lujo los hijos de papá se están construyendo su propio inodoro dorado. Todo llega y a Cuba llegará.
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