Hollywood regresa a La Habana: por todo lo bajo
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Una película sin ningún valor que la distinga
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Por Roberto Madrigal
Cincinati
06/05/2016
Si no fuera por el valor histórico de ser el primer largometraje americano rodado en La Habana desde 1959, no habría ninguna razón para dedicar una línea a Papa: Hemingway in Cuba, un filme sin ningún valor distinguible.
Las dos últimas películas americanas rodadas en Cuba, al menos parcialmente, en 1959, fueron Cuban Rebel Girls y Catch Me If You Can. La primera se debió al confundido entusiasmo revolucionario de Errol Flynn, quien la escribió e interpretó el personaje principal: un periodista americano que colabora con la guerrilla de Castro. Es un filme horrible y fue dirigido por Barry Mahon. La segunda es otro olvidable y olvidado filme, dirigido por Don Weis y en el que actúan Gilbert Roland y Dina Merrill. Cincuenta y siete años después, La Habana no corre con mejor suerte.
Basada en una historia real, Papa: Hemingway in Cuba, difusamente cuenta la relación entre Ed Myers, un joven periodista de The Miami Herald , que en 1957 escribe una carta de admirador a Ernest Hemingway y este le responde y lo invita a La Habana. A partir de ahí se desarrolla una relación paterno-filial entre Hemingway y el joven periodista, quien llega boquiabierto a La Vigía, asombrado
por el entorno y el estilo de vida de la villa.
Pero en realidad no hay mucha sustancia. Myers es un hijo de la Gran Depresión que fue abandonado por su padre durante unas Navidades, creció en un orfelinato y lleva años en busca de una figura paterna. Tiene una relación con una colega del periódico, pero se confiesa un hombre incapaz de sentir y expresar amor. Es un autodidacta que se enseñó a escribir con la prosa de Hemingway.
El supuesto interés de la trama radica en que Hemingway está siendo acosado por el FBI y además por la policía de Batista, ya que se sospecha que ayuda a traficar armas para los rebeldes, cosa que se afirma más tarde en una secuencia de la película. A pesar de la politización de la trama, el director no tiene idea de lo que está haciendo. En otra secuencia, Hemingway lleva a Myers a observar de cerca el ataque al Palacio Presidencial el 13 de marzo de 1957. Los batistianos son crueles y los atacantes son “rebeldes castristas”. Pero esto es ficción y obviando las tergiversaciones históricas, lo que importa es la narrativa, que no puede ser peor.
Bob Yari (Irán, 1961), cuyo verdadero nombre es Babar Yagoubzadeh, tiene una larga carrera como productor (Factory Girl, The Illusionist, Agent Cody Banks, The Matador y muchas más), pero su único largometraje como director fue Mind Games (1989). Le tomó 36 años situarse de nuevo como director y no le sale mucho mejor esta vez. Es obvio, repetitivo y grave. Cada vez que Myers toma un avión para La Habana, nos muestra el Malecón, cada vez que Myers y Hemingway van al Floridita, sale el letrero en neón, como para reiterarnos la autenticidad del filme, no vaya a ser que entre bostezos se nos olvide donde se filmó.
Los cubanos aparecen como revolucionarios asustados, o como batistianos malévolos de ceño fruncido, o como nativos pintorescos y serviles. No hay otra opción. Inclusive Gregorio Fuentes, el capitán del Pilar, parece un pobre guajiro cubano, cuando en realidad era canario, pero había que ajustarlo al estereotipo.
Yari, quien por supuesto también produce, estuvo años dedicado a levantar este proyecto. Tuvo muchos tropiezos. Por una parte, la dificultad de obtener permisos de ambos gobiernos, el cubano y el americano, luego, tras el fallecimiento de Denne Bart Peticlerc, el guionista, quien fue el verdadero Myers, la viuda se resistía a venderle los derechos a la obra. Una vez resueltos los problemas, se enfrentó a la dificultad de trabajar con un equipo en el cual nueve de cada diez eran cubanos que no hablaban inglés y además, la falta de materiales técnicos existentes, la mayoría de los cuales tuvieron que ser traídos a la Isla y que según Yari los cubanos tuvieron que aprender a manejar.
La película tiene tufo a telenovela mala. Tomas largas para estirar las expresiones de los personajes, mientras estos miran al horizonte (como esperando para el corte comercial), prolongados intercambios de miradas, situaciones gratuitamente melodramáticas y secuencias de supuesto misterio para que el público se prepare para lo que viene, aunque nunca viene mucho.
Pero es que el guion de Peticlerc (y no sé cuánto le habrán cambiado), es telenovelesco. Peticlerc, quien aparte de periodista adaptó la novela de Hemingway Islands in the Stream, al cine, escribió mayormente series de televisión. Fue el creador de Bonanza y escribió además episodios de Shane y de The Wild Wild West.
Adrian Sparks, quien es un actor que se ha destacado en el teatro y a quien conocí por un premio nacional que ganó por su participación en una obra del Ensemble Theatre de Cincinnati, la ciudad en donde vivo, frente a las cámaras, ha desarrollado su trabajo como actor de telenovelas (The West Wing, Gilmore Girls, entre otras), y este es el tipo de trabajo que hace en este filme. Su Hemingway es televisivo. Peor aún, es un personaje sin vida, construido en base a lo que cualquiera puede saber de Hemingway revisando Wikipedia. A pesar de ser un retrato en la intimidad, no hay nada íntimo. Se presenta como una figura paternalista que dispensa consejos pontificadores y que es propenso a arranques de depresión y violencia. Una figura de folletín. Lo que salva a Sparks es su enorme parecido con el escritor.
Giovanni Ribisi (A Million Ways to Die in the West), es un actor eficiente que usualmente toca una sola cuerda dramática y que encarna a Myers con desgano y expresión estupefacta. En su relación con el personaje que interpreta Minka Kelly (también procedente de la televisión), no existe la menor combustión, no puede haber pareja más dispareja y poco creíble. Joely Richardson (Lady Chatterley, The Girl with the Dragon Tattoo) interpreta a Mary Hemingway como una histérica de hipersexualidad contenida, que resulta más cursi que otra cosa. Mariel Hemingway, la nieta del autor, se asoma fugazmente y con peluca negra.
Entre los actores cubanos que aparecen, todos en brevísimos papeles, están Alexis Díaz de Villegas, desperdiciado en el rol de un exguerrillero español, y Eduardo Almirante, quien no hacía cine desde El bautizo (1968), encarna a un torpe y timorato Gregorio Fuentes. No es su culpa, así fue escrito el papel. También aparece Verónica Lynn, como una vieja americana en medio de un bar, rodeada de jineteros (o lo que la película nos presenta como sus antecesores).
La fotografía de Ernesto Melara, está bien, sin que tenga nada especial, pero lo peor es el uso de la música, que siempre sirve para acentuar los locales y de nuevo garantizarnos que estamos en Cuba. La película contó con el apoyo del ICAIC. Para mí lo más interesante fue ver La Vigia desde varias perspectivas, algo que disfrutarán unos pocos. Nada, que entre todos los regresos de los americanos a Cuba en los últimos dos años, el de Hollywood ha resultado el de más bajo nivel.
Papa: Hemingway in Cuba (EEUU/Canadá, 2015). Dirección: Bob Yari. Guion: Denne Bart Peticlerc. Director de fotografía: Ernesto Melara. Con: Adrian Sparks, Giovanni Ribisi, Joely Richardson, Minka Kelly y Shaun Toub. De estreno amplio en todo Estados Unidos.
© cubaencuentro.com
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CARTA DE ERNEST HEMINGWAY A SU HIJO PATRICK DONDE MUESTRA SU RECHAZO TANTO AL RÉGIMEN DE BATISTA COMO A LOS REVOLUCIONARIOS
Por Pedro Pablo Arencibia
Mayo de 2016
Para que no haya equivocación: la hoy Marina Hemingway fue construida antes de la Roboilusión y se llamaba Barlovento y era un lugar para cubanos y extranjeros; no se construyó en honor a Hemingway y el nombre de Marina Hemingway se lo puso la tiranía varias décadas después para atraer a los turistas, pues el yate de Hemingway, El Pilar, estuvo siempre en Cojimar, un pueblo humilde, cuando Hemingway navegaba en él. Por cierto: Anselmo Hernández, el principal modelo de Hemingway para conformar el personaje de Santiago de su novela El Viejo y el Mar, escapó muy tempranamente del paraiso Castrista construido por una Revolución ¨de los humildes y para los humildes¨
y murió en los EE.UU.; después de eso a la tiranía no le quedó más
remedio que centrar la atención del turista y de la prensa nacional e
internacional en el simpático Gregorio Fuentes, uno de los dos patrones
que tuvo El Pilar, hasta que éste murió en Cuba con más de 100 años a mediados de la primera década de este siglo XXI. El viejito Anselmo conocía mucho de los tiburones del mar: ¨dientusos¨, ¨tintoreras¨, ¨alecrines¨, ¨cornúas¨, ¨cabeza e´batea¨¨ , ¨toros¨, limones¨, ¨areneros¨, ¨baliceros o de arrecifes¨, ¨grises¨, ¨de aleta blanca¨, etc. ... y también de los tiburones de tierra de color verde olivo, los más peligrosos de todos, y sabía que hacer cuando no se tenía los avios para enfrentarlos.
Fidel Castro Ruz y Ernest Hemingway sólo se encontraron en una ocasión, la cual fue ampliamente
cubierta por la revista
Bohemia en 1960, cuando Fidel Castro ganó un torneo de pesca de la aguja (
marlins);
algo que huele a trampa, pues es posible que la tripulación del yate
haya sido la más conocedora de los lugares donde pescar aguja, se haya
conseguido al pescador que mejor conociera la carnada con la que
pescar a las agujas y como engancha
rla
al anzuelo, así como el mejor timonel para ¨
curricanear¨
con las varas ya preparadas, pero lo que SÍ es imposible, es que UN
NOVATO, con el sedal ( pita o ¨nylon¨) con la resistencia
reglamentadaen por las bases del concurso, pesque una especie tan
difícil de cobrar como son las agujas (ya sea azul, blanca o de abanico)
o un castero, etc.. Para un avezado pescador como lo era Ernest
Hemingway seguramente ese triunfo le olió a trampa y me imagino el
trago amargo al tener que entregarle el trofeo a un tramposo. Los
jueces, tripulantes y los periodistas que estaban en la embarcación
fueron los cómplices del ganador; recuerdo que en esa competencia
también estaba el Che Guevara. Nunca se ha conocido que Fidel Castro
haya pescado agujas antes o después de ese timo del Invencible
Comandante Sabelotodo. Su hijo Antonio ¨Tony ¨ Castro Soto del Valle repitió tal ¨hazaña¨ al también ganar en uno de esos torneos sin tener la necesaria experiencia para lograrlo ...
Pero
en este artículo deseo mostrar la opinión de Ernest Hemingay sobre la
situación cubana a finales del año 1958 y su lucidez sobre lo que
sucedería en Cuba después del triunfo revolucionario del 1 de enero de
1959; algo ante lo cual millones de cubanos cerraron los ojos y creyeron
en las palabras de paz de Fidel Castro que decía desde su escondite en
la Sierra Maestra.
(Fidel Castro y Ernest Hemingway en su único encuentro)
En el libro
Ernest Hemingway Selected Letters 1917-1961
(editado por Ernest Hemingway y Carlos Baker) y en su página 888 se
puede leer una carta de Hemingway, a su hijo Patrick (al cual él llamaba cariñosamente como Mouse ¨Ratón¨) fechada el 24 de
noviembre de 1958, de la cual extraje este fragmento donde describe la
situación cubana y lo que se avecinaba ...
(Letter from Hemingway to Patrick Hemingway, Ketchum, 24 november 1958 (page 888))
¨Cuba is really bad now, Mouse. I am
not a big fear danger pussy but living in a country where no one is
right -both sides atrocious- knowing what sort of stuff and murder will go on when the new ones come in-
seeing the abuses of those in now- I am fed on it. We are always
treated OK as in all countries and have fine good friends. But things
aren't good and the overhead is murder. This is confidential completely.
Might pull out of there. Future looks very bad and there has been no
fishing in Gulf....¨
He aquí la traducción, de mi amigo el articulista Nicolás Águila, de dicho fragmento, pero antes deseo agregar que Hemingway se quedó corto en el diagnóstico de lo que vendría:
"
Cuba está ahora mala de verdad, muchacho. Yo no soy de los que se acoquinan ante el peligro, pero estoy harto de vivir en un país donde nadie sabe con certeza --las dos partes son atroces-- las dificultades y muertes violentas que vendrán cuando entren los nuevos, viendo los abusos de los que están en el poder ahora. Aquí somos siempre tratados bien, como en todos los países, y tenemos muy buenos amigos. Pero las cosas no andan bien y lo que nos viene encima es el crimen. Esto es totalmente confidencial. Más vale tomar precauciones. El futuro se vislumbra muy malo y no ha habido pesquería en el Golfo...".
(Jack Ruby)
Este artículo quizás ayude a que no le
pasen ¨gato por liebre¨ a los turistas norteamericanos que visitan y
visitarán Cuba. Me pregunto: ¿En el fim
Papa: Hemingway in Cuba recién
concluida estará reflejado el
contenido del anterior fragmento ? Seguramente que NO, pues sería incompatible con un Hemingway trasegando armas para los revolucionarios opuestos al régimen de Fulgencio Batista; le hubiera sido mejor situar en ese trasiego al
mafioso Jack Leon Ruby (Jacob Rubenstein 25 de marzo de 1911 – 3 de enero de 1967), el asesino de Lee Harvey Oswald quién,
para algunas personas como, por ejemplo, para Eduardo Prida, vivía en Cuba en esa etapa, aunque el General de División (retirado) Fabián Escalante Font (quién fuera jefe de los Servicios de Seguridad del Estado de los Castro) expresó hace 20 años en Bahamas, en un evento sobre el magnicidio del que fue víctima John F. Kennedy, que los papeles de inmigración de Cuba de esa época se perdieron porque se trasladaron, producto de la amenza del Imperialismo yanqui, a otros lugares sin las condiciones necesarias para evitar su deter
ioro y el Comité Selecto de la Cámara sobre Asesinatos llegó a la conclusión de que los múltiples viajes de Ruby a Cuba ( 6 o más a partir de septiembre de 1959) se debían a, ¨...que Ruby era un correo de la mafia de apuestas en Cuba.¨, algo que, para este bloguista, quizás sea una muestra a favor de una buena relación de Jack Ruby con el régimen de naturaleza mafiosa impuesto en Cuba el 1 de enero de 1959 por quizás algunos favores o negocios que Ruby le haya hecho en el pasado durante la lucha contra el régimen de Batista, pues ya se habían producido hechos como el robo de las propiedades de Santos Traficante Jr. en Cuba y su expulsión como extranjero indeseable . El periodista Ciro Bianchi, el cual reside en Cuba y publica en Juventud Rebelde, en su artículo Barones de la mafia escribe:
¨Los mafiosos fueron dándose cita en la residencia de Stassi. A las nueve de la noche había armas en las habitaciones principales de la morada y montañas de dinero en la sala de estar. Stassi sudaba pese al aire acondicionado. Lansky, calmado, muy calmado y con el rostro impenetrable, llegó con una maleta y metió en ella todo el dinero posible. Lo hizo al bulto, sin contarlo. Vio la entrada de Fidel en La Habana y salió de la Isla de manera legal, por el aeropuerto de Boyeros. Los cabarés reabrieron sus puertas el 9 de enero, pero los casinos debieron esperar un poco más. Trafficante permaneció aquí tras la salida de Lansky. Un buen día, sin que nadie supiera de dónde salió la orden, lo internaron en la Estación Cuarentenaria de Triscornia, y otro buen día quedó en libertad sin que tampoco se supiera quién lo determinaba. Se fue a vivir entonces al hotel Riviera y contrató a Higinio Díaz como ayudante, que antes quiso serlo de Lansky. Pero esa vez lo convocaron al Departamento de Investigaciones del Ejército Rebelde y le dieron 72 horas para que saliera de Cuba. «Soy un jugador y un jugador pierde y gana. A mí ahora me ha tocado perder», dijo al comandante Manuel Piñeiro y le aseguró que ordenaría sus asuntos y se iría en paz. Sería Pastorita Núñez, presidenta del Instituto Nacional de Ahorro y Vivienda quien, por orden de Fidel, acabaría con los casinos de juego en Cuba, en septiembre de 1959. Se permitían en estos juegos inocuos de salón, pero para los juegos duros —ruleta, seven-eleven, razzle-dazzle…— debía pagarse un tributo de 50 000 pesos. La mafia, aunque intentó con el tiempo recuperar su posición, no aguantó el cañonazo. ¿Por qué? Años después, Lansky respondería a un periodista esa pregunta. Le dijo:
—Porque me apenqué.¨
Finalmente: la represión en La Habana en contra de los revolucionarios que ponían bombas en cines, cabarets, hoteles, tiendas, etc. y que tiroteaban y mataban a miembros de los cuerpos armados la la República de Cuba era la Policía Nacional y no el Ejército; no se en las ciudades del interior del país y las ejecuciones se llevaban a cabo fuera de la vista pública; las ejecuciones extrajudiaciales y desapariciones de esos revolucionarios se llevaban a cabo, en parte, por la independencia del sistema judicial pues en no pocas ocasiones los acusados salían bajo fianza y posteriormente se iban del país o pasaban a la clandestinidad, lo cual motivaba a los asesinos de uniforme militar a tomar la ¨justicia¨ por su mano.
LA VIDA CUBANA DE ERNEST HEMINGWAY
(Patrick, Ernest Hemingyay y Gregory)
Aunque
tenía un despacho preparado en la torre suroeste de su casa en el
suburbio habanero de San Francisco de Paula, solo trepaba hasta allí
cuando los personajes le arrastraban. Ernest Hemingway (1899-1961)
prefería escribir –de pie con zapatillas de andar por casa, primero a
mano y luego a máquina–, en su luminoso cuarto de Finca Vigía; una
estancia dividida en dos alcobas que George Plimpton describió con
detalle en la entrevista de The Paris Review de 1958. Eso fue cuatro
años después de que el autor de París era una fiesta recibiera Premio
Nobel de Literatura y tres antes de que se volara los sesos. Aquel
cuarto, atestado de papeles, libros, panfletos y notas, y el conjunto de
material bibliográfico que quedó en la casa han permanecido fuera del
alcance de investigadores y académicos estadounidenses durante más de
cinco décadas, algo que cambió este lunes con la llegada de una versión
digitalizada de 2.000 documentos a la Biblioteca JFK de Boston.
Detrás
de este proyecto se encuentran la fundación estadounidense Finca La
Vigía, creada en 2004 tras un viaje a la isla cubana por Jenny Phillips
–nieta del editor y gran amigo de Hemingway Maxwell Perkins–, y el
congresista de Massachusets, James McGovern, defensor de la
normalización de las relaciones entre Cuba y EE UU. Esta es la segunda
partida de documentos digitalizados de Hemingway que llega a Boston,
después de los 3.000 que se incorporaron a la colección en 2008, entre
los que se encontraban, por ejemplo, una versión alternativa del final
de la novela “Por quién doblan las campanas”. La iniciativa de la
fundación La Vigía incluye la mejora de las condiciones de conservación
de los materiales que allí se encuentran, la restauración de la casa, y
la construcción de un nuevo edificio con controles de temperatura y
humedad. También la formación de personal especializado, en un ambicioso
proyecto que ha contado con la ayuda del Departamento de Estado y el
Departamento del Tesoro, una acción de cooperación cultural con el
gobierno cubano, sin precedentes.
(En la casa en Finca Vigía, San Francisco de Paula, Recostado a la pared
se encuentra Patrick Hemingway. Comentario del bloguista de Baracutey
Cubano)
Hemingway estaba en Cuba en
noviembre de 1959 cuando Castro llegó a La Habana, pero abandonó el país
por última vez en julio del año siguiente. Trasladó a una caja fuerte
los manuscritos y papeles que consideró más valiosos. Su finca y cerca
de 6.000 volúmenes de su biblioteca fueron nacionalizados por el
gobierno cubano tras la fallida invasión de Bahía Cochinos. El
aventurero escritor y periodista, cuyo trabajo y estilo marcaron un
antes y un después en la literatura estadounidense, se suicidó en julio
de 1961.
La administración de Kennedy logró entonces negociar un
último viaje de Mary, la viuda del escritor, a la isla. Trajo consigo un
barco lleno de papeles y libros que quedaron depositados en la
biblioteca de Boston, quemó lo que consideró oportuno y dejó detrás
miles de documentos más.
¨Los que este lunes llegaron a la
colección de JFK acercan la cara más doméstica y cotidiana del escritor:
sus anotaciones sobre las mareas y el clima, las notas que tomó cuando
navegaba por la bahía intentando avistar submarinos alemanes en los
cuarenta, su pasaporte, una carta a Ingrid Bergman, listas de la compra o
recibos de cuentas en bares. Trozos de una vida sobre la que aún se
investiga con pasión. Se va completando el puzle con esta nueva parte de
aquel barullo que rodeó al escritor de El viejo y el mar en esa bella
finca cubana donde escribió ésta y otras muchas novelas, y que, según
Plimpton, dejaba “el espacio justo, encima de una estantería desbordada,
para una máquina de escribir.¨
Sources:Elpais/spain/andreaAguilarNY/InternetPhotos/CBS/YouTube
THE CUBAN LIFE OF ERNEST HEMINGWAY
The Cuban History, Arnoldo Varona, Editor
Hemingway was in Cuba in November 1959 when Castro arrived in Havana,
but left the country in July last year. Moved to a safe manuscripts and
papers considered more valuable. His farm and about 6,000 volumes from
his library were nationalized by the Cuban government after the failed
Bay of Pigs invasion. The adventurer writer and journalist whose work
and style marked a before and after in American literature, committed
suicide in July 1961.
The Kennedy administration then managed to negotiate a last trip of
Mary, the widow of the writer, to the island. He brought with him a
boatload of papers and books that were deposited in the library of
Boston, burned it saw fit, leaving behind thousands of documents.
Those who arrived Monday JFK collection come face everyday tamer and
writer: his notes on tides and weather, the notes you took while sailing
across the bay trying to spot German submarines in the forties, his
passport, a letter to Ingrid Bergman, shopping lists or receipts of
accounts in bars. Pieces of a life on which is still under investigation
with passion. Completing the puzzle is going with this new part of the
uproar that surrounded the writer of The Old Man and the sea in the
beautiful cuban farm where he wrote this and many other novels, and,
according Plimpton, leaving “the space just over a overflowing shelf for
a typewriter
THE CUBAN LIFE OF ERNEST HEMINGWAY
The Cuban History, Arnoldo Varona, Editor
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Nota del Bloguista de Baracutey Cubano
En esta nota expongo algunos detalles que pueden ayudar al buen actor y buen patriota cubano Andy García en la filmación de
El Viejo y el Mar, para que no le pasen gato por liebre como le pasaron en su film
The Lost City
al (solamente para dar dos ejemplos) situar el ataque al Palacio
Presidencial el 13 de marzo de 1957 por el frente de ese edificio y
no por la parte trasera, que fue por donde realmente ocurrió y al
presentar a un Fulgencio Batista y Zaldivar como un pelele carente de
carácter, cuando demostró en sus 25 años (1933-1958) de desempeño
dentro de la alta política nacional cubana, que no tenía ninguna de
esas dos características. Aunque, para hacer justicia, debo puntualizar
que las imprecisiones y errores en cuanto a Cuba, en lo referido al
entorno social, cultural y político, son menos en
The Lost City que en las diferentes partes de los films
El Padrino, de Francis Ford Coppola, cuando se ambienta una irreconocible Cuba para los que la conocimos .
Esta foto fue tirada en 1957 por el fotógrafo Ernesto Fernández,
según se puede leer en ebay, pues esta y otra de Anselmo las está
vendiendo.
(Esto lo tomé hace años de alguna parte en Internet pero no recuerdo
donde; más adelante se señala otro enlace donde esta información
aparece aún más detallada. El bloguista)
Anselmo Hernández García, quién tenía 74 años en 1954, no sólo fue el
paradigma o modelo principal (no el único; otros que aportaron anécdotas
y características fueron Gregorio Fuentes, Carlos Gutiérrez, Miguel
Ramírez, etc.) más aceptado para el personaje de
Santiago de la novela
The Old Man and the Sea (
El Viejo y el Mar
), s
ino que tal parece que Anselmo no murió en Cuba como dicen algunos
que han escrito sobre él en Cuba, sino que se fue de Cuba después del
triunfo de la Revolución en 1959. Veamos:
La novela corta
El Viejo y el Mar de más de 27 000 palabras tiene su antecedente literario en un escrito periodístico de
Ernest Hemingway de aproximadamente 200 palabras, que a su vez, está basado en una anécdota que
tuvo u oyó Hemingway navegando en su yate
El Pilar o tomando en el bar restaurant
La Terraza; por cierto, el personaje de Manolín está basado en el hijo del dueño de ese establecimiento de Cojimar:
*****
EL BLOGUISTA DE BARACUTEY CUBANO MUESTRA LA FUENTE DE LA INFORMACIÓN QUE ANSELMO HERNÁNDEZ, EL PRINCIPAL ARQUETIPO DEL PERSONAJE DE LA NOVELA EL VIEJO Y EL MAR (THE OLD MAN AND THE SEA), ¨SE PIRÓ PARA LA YUMA¨ MUY TEMPRANAMENTE EN LOS AÑOS 60 DEL PASADO SIGLO XX PARA ESCAPAR DEL CASTRISMO.
Tomado de
http://www.ebay.com/
En
http://forums.cigaraficionado.com leemos.
In 1933, an old man was encountered in a small skiff by the boat Pilar,
far off the coast of Cuba. Lashed to the side of the boat was the
skeleton of a Marlin. The skeleton was longer than the skiff -- an
enormous fish. It had been caught and then eaten by sharks. The men on
the Pilar offered to pull the old man back to Havana harbor, but he
declined. He did, however, accept some food and water for the journey
back. The name of the old man? Anselmo Hernandez. The owner of the Pilar
was, of course, Ernest Hemingway.
y más adelante leemos.
After Castro's revolution, many Cubans fled to the United States.
Fearing that spies would enter in the crowd, every immigrant was
questioned. They had to have papers of some kind with them. One day, a man showed up claiming to be the old man from The Old Man and the Sea. Border
control called a Hemingway scholar named Philip Young up at Penn State
U. Young happened to have a photograph of Hemingway posing with Spencer
Tracy and Anselmo Hernandez. A copy of the photo was sent down to
Florida. After about a day, Young learned that the man was indeed Anselmo Hernandez. He spent the last years of his life living in the US.
En la revista Look del 6 de septiembre
de 1966 hay una entrevista a la viuda de Ernest Hemingway donde Mary
habla de una llamada que le hicieron desde Cayo Hueso y desde una
oficina de Inmigración sobre una persona que se llamaba Anselmo y decía
ser el de la novela El Viejo y el Mar y que estaba pidiendo asilo. Sobre
este hecho, y mucho más sobre Hemingway en Cuba, pueden leer a partir
de la página 346 del libro Hemingway en Cuba del autor Yuri Paporov,
publicado en idioma español por siglo veintiuno de España editores s.a. y
siglo veintiuno editores s.a. de c.a. de México. En el libro, y por
aproximadamente esas páginas señaladas, se entrevista a Anselmo
Hernández García.
Este bloguista del blog Baracutey Cubano recuerda haber visto en
Internet, entre los años 2005 y 2006, fotos del actor Spencer Tracy con
Anselmo Hernández durante la filmación en Cuba del film The Old Man and
the Sea.
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