Ramiro Valdés Menéndez y Quintín Pino Machado son almas gemelas (I). Eduardo Prida sobre el caso del supuesto intento de secuestro de un avión de Cubana de Aviación por Ángel María Betencourt quien fuera posteriormente fusilado
Por Eduardo Prida
8 Agosto, 2017
Miami, USA, Ed Prida, (PD) Este artículo tiene el objetivo de denunciar la mano criminal de los pandilleros de la tiranía, que despreciando el valor de la vida humana, han jugado y juegan con los destinos de nuestro país y de la Humanidad.
Ángel Betancourt no fue un asesino como quisieron pintarlo, fue una víctima, un mártir, un amante esposo y ejemplar padre de familia, un católico ferviente, enamorado de su carrera. El padre Miguel Loredo no fue el encubridor de un asesino, sino un consagrado religioso y patriota, víctima de la tiranía. Para ambos, nuestro reconocimiento y perpetuo respeto.
Ramiro Valdés Menéndez ha sido maestro en crear autoagresiones, poniendo en peligro la vida de personas para levantar murallas de falsedades y encubrir sus malignos propósitos. Como Ministro del Interior aprobó los planes elaborados por subordinados como Quintín Pino Machado, que a la sazón manejaba las cuerdas políticas (era Jefe de la Seccion Política de la DAAFAR) dentro de toda la Aviación, fuera militar o civil.
Quintín Pino Machado fue un hombre de probada cobardía y crueldad. Entre sus hazañas se cuentan los petardos en la Escuela de Comercio en Santa Clara, matar por la espalda policías, su plan de quemar vivos a los miembros de la Brigada 2506 en Retalhuleu, Guatemala, cuando era embajador en Nicaragua, el hundimiento del Río Escondido y el Houston el 17 de abril de 1961 en Playa Girón, los planes de atentado contra John F. Kennedy, y los asesinatos en el exilio de Manuel Artime y José Elías Torriente, el atentado a Somoza y el incidente de Barbados.(1)
Su biografía como terrorista, comenzó en Santa Clara cuando su hermano Julio perdió la vida en los momentos que trataba de activar un artefacto explosivo para matar personas inocentes. Como venganza, cometió todas las acciones que se le ocurrieron al asumir la dirección de Acción y Sabotaje del Movimiento 26 de Julio en la provincia: voló puentes, quemó campos de caña, almacenes, realizó atentados a policías y políticos, puso bombas en escuelas e iglesias.
Fue detenido y condenado a un año de prisión en Isla de Pinos. Allí conoció al tenebroso Armando Hart Dávalos y se identificó como “el comunista de Las Villas”. (2)
Ejerciendo su cargo de jefe de la Sección Política de la DAAFAR, Pino Machado tenía bajo su mando los órganos de control contra los jefes de unidades. Con el aval de “haber luchado dentro del Imperialismo” y con el secreto como divisa, hizo planes como el del secuestro de un avión comercial Ilushin-18 de Cubana de Aviación en su vuelo de retorno a Rancho Boyeros procedente de Santiago de Cuba. Casualmente entre los pasajeros viajaría el comandante Raúl Curbelo Morales, que dejaba la DAAFAR para ser Primer Secretario del PCC en Camagüey.
Una de las víctimas escogidas, practicaba la religión católica. Había pertenecido a la Fuerza Aérea del anterior ejército como sargento técnico de motor y fuselaje. Se sentía orgulloso de esto y siempre portaba el cinto tejido azul con una hebilla dorada donde había una hélice de tres palas y se leía FAE. Muchas veces le llamaron la atención sobre el uso de aquel cinto que representaba su pasado.
Ángel Betancourt fue inducido por la Seguridad del Estado a participar en el desvío del avión donde volaba como ingeniero de vuelo. Con un grupo de tripulantes, familiares y amigos, Betancourt se llevaría el avión a Estados Unidos.
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A este tipo de trabajo dentro del argot de la Contrainteligencia se le denomina “hacer casos” y tiene como función desalentar al enemigo de hacer acciones, puesto que va a desconfiar de todos. Las escenas presentadas por la prensa oficial levantan la moral combativa de las fuerzas represivas y el enemigo se siente fracasado.
Según me contó Rolando Barros, Jefe de Operaciones de Cubana en esa época, momentos antes de despegar el avión algunos pasajeros fueron sustituidos por otros individuos y fueron convenientemente localizados para mantener la cabina de los pilotos bajo control. Entre ellos estaba el comandante Raúl Curbelo Morales, quien tomó asiento en el lado izquierdo, en el tercer asiento frente a la puerta de la cabina.
Ángel Betancourt no podría saber de este cambio porque los tripulantes entran primero que los pasajeros, la cabina se cierra y el proceso de chequeo de preparación para el vuelo es un trabajo ininterrumpido que una vez comenzado no se detiene hasta el final. Además, de la cabina de tripulantes a la cabina de pasajeros no se puede ver una vez que la puerta es cerrada por el escolta, el que si debe mantenerse observando a través de un pequeño orificio con cristal blindado de tipo convexo.
Betancourt había sido seleccionado por sus características y posteriormente inducido a participar en un plan de secuestro donde parece haber existido una supuesta confabulación con el resto de los tripulantes y el escolta para desviar el avión hacia la Florida, según se desprende de los hechos.(3,4,5)
Como Cuba es un arco, la menor distancia entre Boyeros y Santiago de Cuba está por la Línea del Corredor Aéreo Sur hasta alcanzar Playa Girón y luego esta línea gira hacia el Norte, y luego enfila su rumbo Norte hasta Varadero.
Fue en ese momento que el capitán Fernando Alvarez comunicó con voz serena “problemas políticos a bordo”. Al parecer esa sería la contraseña que daba comienzo a la siniestra operación.
Por verdadero arte de magia, el personal de tierra del aeropuerto “José Martí”, tomó la iniciativa, sin que los demás lo supieran, haciendo todo lo exacto y perfecto que debían hacer, ya que recibían instrucciones -¿telepáticas?- del flamante capitancillo .
Según apareció en un artículo del periódico Granma, el puesto de mando de la Fuerza Aérea recibió orden de despegar un avión que no estaba en la guardia combativa, sino de reten, que ya tenían listo en el primer refugio de la izquierda del Escuadron 1, el Mig19P, interceptor nocturno con matrícula número 84, especialmente preparado, de la base aérea de San Antonio de los Baños.
El caza interceptor lo volaba el teniente Héctor Larrinaga, quien “casualmente” era el mejor piloto interceptor. “Casualmente” el otro avión también era de los mejores. O sea, usaron los dos mejores y mas modernos aviones del Escuadrón, el 84 y el 81, ambos recientemente recibidos de la URSS y de la última versión de MIG-19P.
El otro piloto era el Teniente Emilio Bover Zaldívar, jefe del Escuadrón No.1 de Cazas Interceptores Nocturnos UM 3005.
Así las cosas, este avión voló en silencio detrás del Ilushin-18. El piloto tuvo la genial iniciativa de hacer girar el avión de manera casi imperceptible con un gran radio de giro para confundir a Betancourt. Esto nos dice que Betancourt, hasta ese momento, no desconfiaba del resto de los tripulantes y en ningún momento observó los instrumentos de navegación para verificar el rumbo requerido para llegar a EU. De haber estado consciente, no hubiera permitido el retorno a Rancho Boyeros, ya que estos instrumentos estaban a su alcance visual (la brújula magnética y el radio faro, además de los instrumentos de giro y banqueo), y podrían haberle indicado que se estaba efectuando un giro aunque fuera de muy largo radio para lo cual el piloto utilizo el trimmer(*) del mando vertical.
El control del sistema de mando compensador de las superficies de control de una aeronave por lo general es una rueda que se opera fuera del mando principal.
El teniente Héctor Larrinaga debió haber recibido instrucciones previas de volar debajo del IL-18 pues el vuelo se efectuó en total radio silencio. Así, si el Il-18 tomaba rumbo Norte había que abortar el vuelo con unos disparos del cañon duplex de 30 mm NP-30 del Mig-19. Probablemente, luego culparían a la Fuerza Aérea de EU del derribo en aguas internacionales. Dirían que no habían podido identificar un avión cubano de pasajeros rumbo a EU, y que lo derribaron por equivocación por ser presas del pánico que inspiraba Fidel Castro a los norteamericanos.
Según fuentes noticiosas de EU, dos cazas interceptores Convair F-102 Delta Dagger de la Fuerza de Estados Unidos volaron al encuentro del Il-18 al ser detectado por los radares y regresaron, pues el objetivo aéreo estaba girando en retorno hacia Cuba.
Mientras volaba sobre Matanzas y parte del Golfo de México, se crearon las condiciones para confundir a Betancourt acerca del verdadero aeropuerto donde iban a aterrizar. Esto nos hace pensar que Betancourt estaba confiado en que todo marchaba de acuerdo a sus planes y que el avión volaba con rumbo Norte, lo cual nos acerca más a pensar en una confabulación de toda la tripulación. El único desconocedor de la confabulación de la Contrainteligencia era Betancourt.
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