jueves, noviembre 08, 2018

Esteban Fernández: BARRIENDO EL PISO CON LOS REPUBLICANOS DESDE EL SUDOR DE NIXON. (Y UNA ANÉCDOTA DEL ALCALDE RAFAEL MORALES FEBLES)

ARRIENDO EL PISO CON LOS REPUBLICANOS DESDE EL SUDOR DE NIXON. (Y UNA ANÉCDOTA DEL ALCALDE RAFAEL MORALES FEBLES)

Por Esteban Fernández
7 de  noviembre 2018

Algunos novatos en la política norteamericana están sorprendidos de la gran cantidad de críticas y diatribas contra Donald Trump. Y algunos alarmados me dicen: “Tal parece que quieren destruirlo”. Pero no es nada nuevo porque eternamente han tratado de hacer polvos y cenizas a todos los presidentes Republicanos. Simplemente Donald Trump es el único que se defiende a capa y espada. Como gato boca arriba.

Durante mi estancia en USA las campañas destructoras comenzaron con el sudor en la frente de Richard Nixon. Durante el debate presidencial Nixon sudaba copiosamente mientras John F. Kennedy lucía rozagante, más fresco que una lechuga. Por ahí comenzaron a encarnarse en Nixon y lograron que perdiera la elección. Si la cosa hubiera sido al revés nosotros hubiéramos sido libres desde abril del 61.

Como Nixon era un empecinado llegó más tarde a ser presidente y enseguida subieron la parada en su demolición hasta cogerlo en un fallo grande que lo obligó a dimitir. Acto seguido intentaron hacernos creer que Gerald Ford era un tonto de capirote.

A Ronald Reagan trataron de hacerlo picadillo llamándolo “un actorcillo de quinta categoría gobernado por Nancy”. Hasta sus hijos (menos el adoptado que salió mejor que los reales) todavía le echan con el rayo.

A Bush (padre) se cansaron de acosarlo, mientras a su vice llamado Dan Quayle -que era y es un hombre bueno, inteligente, religioso- lo hicieron mierda y hasta parecer como un mongólico que no podía deletrear “potato”.

Y también convencieron a muchísimos de que Bush (hijo) era un borrachín y “retardado mental” y ese fue el menor de los insultos.

Todos estoicamente aguantaron el interminable barraje de calumnias. Pero llegó Donald Trump y se ha dedicado a responder a todos y cada uno de los ataques. Ahí radica la gran diferencia. Por lo tanto, créanme que las cadenas vienen de lejos.

Y UNA ANÉCDOTA DEL ALCALDE DE GÜINES RAFAEL MORALES FEBLES

 En la foto: Rafael Morales Febles

Bueno, cada vez que Trump es interrumpido en un discurso yo me acuerdo del ex alcalde de mi pueblo Rafael Morales Febles.

Morales tenía un gran impedimento al hablar, pero fíjense si este hombre era inteligente y decidido que así se hizo abogado. La gente a sus espaldas le llamaba “Faña-faña” (o guaña-guaña) en alusión directa a su modo defectuoso de hablar.

Pero a mediados de 1958 en el parque de Güines, durante un mitin del PAU, en la tribuna estaba Rafaelito y el Senador de San Nicolás de Baris, Alfredo Jacomino.

Un borrachito parado frente a la tarima vociferaba a todo pulmón cada tres o cuatro minutos: “¡Qué hable Faña Faña, coño, habla Guaña Guaña!”

Hasta que llegó el momento en que el alcalde de nuestro pueblo, encabronado, se paró frente al micrófono y gritó: “E’hable, e’oño u’madre, abrón!”. Hasta el senador Jacomino se orinó de la risa.

Entonces cuando he visto a Jorge Ramos, a Jim Acosta y comparsa comiendo mierda delante de Trump yo invariablemente pienso: “¡Contra, que falta hacía Rafaelito aquí!”