lunes, diciembre 31, 2018

Carlos Alberto Montaner: El gigante ha despertado

Nota del Bloguista de Baracutey Cubano

Las leyes de los EE.UU. las hace el Congreso de los EE.UU., no el Ejecutivo ni el Poder Judiacial y las leyes se deben de respetar independientemente de quién sea la persona o la entidad involucrada la  violación de esa ley. En la  confección y aprobación de las leyes es muy frecuente que participen personas de más de un partido político.  

¿Se deben cambiar las leyes actuales?
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Tomado de http://www.elblogdemontaner.com


El gigante ha despertado

Por Carlos Alberto Montaner
30  de diciembre de 2018

La prisión de Meng Wanzhou es un enorme dolor de cabeza para Donald Trump. Tal vez despierte “al gigante dormido”, como el muy perceptivo Napoleón le llamaba a China con preocupación. No creo que la petición a los canadienses de que la arrestaran fuera una iniciativa de la Casa Blanca. Era algo que se venía cocinando de manera automática por las Agencias autorizadas, dadas las leyes americanas para castigar y disuadir el robo tecnológico, el espionaje y los gigantescos sobornos (kickbacks) pagados por muchas de estas compañías para conseguir grandes contratos.

El procedimiento es conocido. Una vez que se identifica el problema se tipifica el delito, se hace la ley y se persigue de oficio, basado en que se utilizó ilegalmente el sistema bancario norteamericano, aunque la falta se haya cometido en el extranjero por extranjeros. La dama está tras la reja porque los tribunales estadounidenses han expandido su jurisdicción al ámbito internacional y castigan a los banqueros, a los políticos o a cualesquiera que violen las reglas norteamericanas. Exactamente en el momento en que Trump ha dicho que Estados Unidos no puede ser el policía del mundo, su sistema judicial funciona como tal porque es una nación de leyes y la maquinaria no se puede detener sin derogar esas normas.

La señora Wanzhou es la heredera de Huawei, una enorme empresa china de telecomunicaciones que vende más celulares que Apple, pese a que no tiene presencia en el mercado de USA. Tiene grandes conexiones con la nomenklatura china, a la cual pertenecía su padre, un alto militar del ejército
. Sólo en este año que termina, Huawei ha gastado más de 16,000 millones de dólares en Investigación y Desarrollo. Más o menos lo que España invierte en el mismo capítulo, pero en todas las zonas de pesquisas científicas, incluyendo el campo de la medicina. Huawei lo hace porque está en juego el cambio tecnológico a la quinta generación (5G) de las redes móviles en el mundo entero. Según el Informe Semanal de Política Exterior, editado en Madrid, sólo en Estados Unidos la adopción generalizada de esa 5G requerirá inversiones por 275,000 millones de dólares.

Es verdad que Huawei roba tecnología, espía para beneficio de su país y contribuye a la corrupción planetaria, pero la empresa se excusa diciendo que casi todos lo hacen. Samsung y Apple siempre andan a la greña en los tribunales por patentes que se acusan mutuamente de birlarse. La National Security Agency, la ubicua NSA del gobierno norteamericano, en el pasado tuvo que excusarse por espiar a la alemana Ángela Merkel y al francés Nicolás Sarkozy en época de Obama, mientras es conocido que en las tres cuartas partes del planeta sólo se pueden hacer grandes negocios untando copiosamente a las personas con capacidad para asignar los contratos.

Una de las peores consecuencias de la irrupción de China en la dirección financiera y tecnológica del mundo es lo que llama el ensayista hispano-peruano Luis Esteban G. Manrique “la globalización de la corrupción china”. Y agrega: “Pekín –que ha invertido más de 700,000 millones de dólares en 60 países creando la Belt and Road Initiative, la nueva ‘ruta de la seda’- nunca exige a sus socios cumplir con normas internacionales de transparencia en los contratos y adjudicaciones de contratos públicos, derechos laborales, normas medioambientales o de sostenibilidad financiera, lo que alimenta la corrupción y abruma con deudas a los países que reciben las inversiones”.

La advertencia de Napoleón. Era muy pesimista. Seguía diciendo: “Cuando despierte, el mundo temblará”. Me temo que tenía razón.
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Comentario dejado en El Blog de Montaner

 Jova Santos
 31 December 2018

Tambien el general japonés Yamamoto pronunció la frase “Hemos despertado a un gigante dormido” despues del bombardeo de Japón a Pearl Harbor lo que llevó a Estados Unidos a entrar a la II guerra mundial, ganarla y convertirse en la potencia líder del mundo, que no es perfecta pero ha sido el pais más justo y próspero que ha existido, donde nacen casi toda la ciencia y la tecnología modernas.

Que bueno que Trump esté llevando al mundo al orden natural, a las reglas naturales de la producción y de los mercados que rigieron al mundo desde sus inicios hasta que los izquierdistas inventaron la globalización para hacer de su amada y fracasada China una potencia que no es y que no merece ser. En USA los izquierdistas quitaron los impuestos a lo que llega de China, obligando a todas las compañias a elaborar sus productos allá y como nadie produce más barato sometieron al resto del mundo al desempleo y a la pobreza pero aún con toda esa ayuda China no arranca por si misma, copia a USA.

Quizas para Napoleón hubiese sido más adecuado pronunciar la frase “Temo despertar a un gigante tramposo” Porque Napoleón sabía el peligro que eso representaría para el mundo. Lo que Napoleón no sabía es que los medios más populares serian infiltrados por la izquierda y siquiendo las enseñanzas de su maestro Antonio Gramsci, manipulando la información, conseguirían el triunfo del tramposo sobre el honesto.

Lo que falta ver es si las mayorías pueden ser manipuladas, porque hasta ahora el triunfo de Trump ha demostrado que las mayorías tienen la suficiente inteligencia y poder de raciocinio para no dejarse llevar por las mentiras y elegir lo que saben les es más conveniente.