lunes, agosto 10, 2020

Zoé Valdés: Cuba no quiere vivir

 Nota del Bloguista de Baracutey Cubano

La Revolución la hicieron ¨cuatro gatos¨ y los que defendían a la dictadura de Batista también eran ¨cuatro gatos¨. Los jefes del M-26-7 de aquella época, y otros militantes de dicho movimiento,  sabían de  lo difícil que era reclutar personas para la lucha y la ¨necesidad¨ de usar el chantaje terrorista para recaudar fondos para la lucha. La inmensa mayoría del pueblo se cruzó de brazos y no se involucró en la lucha. Al triunfo las masas se fueron con el muy peligroso y vengativo vencedor ya que el derrotado no era peligroso.

Eso de " Esta es tu casa Fidel " fue después del triunfo del 1 de enero de 1959, pero antes de 1959, eran muy pocas las casas donde se les daban refugio a los revolucionarios o se escondía dinamita, fósforo vivo, etc.. Esos letreros en muchos casos fue la respuesta oportunista y cobarde a un régimen sanguinario y prepotente que consideraba que no manifestarse a favor era ¨apatía hacia el proceso ¨y eso era para el régimen ser casi un contrarrevolucionario y las consecuencias eran:  sospechas, vigilancia y hostigamiento. Esa dictadura no aceptaba,ni acepta, ser apolítico o neutral. Eso era, y es para el régimen,  ser un contrarrevolucionario. Idem para la incorporación a las milicias y otras ¨tareas revolucionarias¨. Yo estaba allí desde antes del comienzo;  no me dijeron ni lo leí; lo viví; el triunfador era muy peligroso y hoy  lo sigue siendo.

El 20 de octubre de 1884, y después de un incidente desagradable con Máximo Gómez, Martí le escribió al dominicano su determinación de:

¨no contribuir en un ápice por el amor ciego a una idea en que me está yendo la vida, a traer a mi tierra a un régimen de despotismo personal, que sería más vergonzoso y funesto que el despotismo político que ahora soporta y más grave y difícil de desarraigar, porque vendría excusado por algunas virtudes, establecido por la idea encarnada en él, y legitimado por el triunfo¨ (Tomo 1, 177)

José Martí también expresó en otro escrito: 

¨ Un pueblo es composición de muchas voluntades, viles o puras, francas o torvas, impedidas por la timidez o precipitadas por la ignorancia. Hay que deponer mucho, que atar mucho, que sacrificar mucho, que apearse de la fantasía, que echar pie a tierra con la patria revuelta, alzando por el cuello a los pecadores .... hay que sacar de lo profundo las virtudes ..¨.

El pueblo judio se dejaba conducir como ovejas a los campos de concentración  por los soldado hitlerianos donde eran custodiados y asesinados por  un relativamente pequeño número de soldados armados,  que podían haber sido  neutralizados o eliminados  si los miles de prisioneros  se  hubieran rebelado. Sin embargo,  nadie puede justamente decir que el pueblo de Israel no es un pueblo valiente y que no ama la libertad. Ojalá cuando la muy larga,   sangrienta y dolorosa  noche Castrista desaparezca de Cuba, los cubanos hayamos aprendido la terrible lección y  digamos como los israelitas: ¡NUNCA MÁS !

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Cuba no quiere vivir

Por Zoé Valdés

10/08/2020

 Desde hace más de treinta años voy usando una especie de mantra que reza invariablemente aquello de ¡Viva Cuba Libre! En las situaciones más inusitadas, afortunadas o desesperadas, la invoco: ¡Viva Cuba Libre!

Hace unos días, mientras leía a mi querido Ramón Muñoz Yanes en su perfil de Facebook, me dije lo siguiente: ¿Por qué seguir con esta cantilena o candanga? ¿Para qué continuar con este daño encima?

¿Quiere verdaderamente Cuba ser libre? Es la pregunta de los no sé cuántos mil millones.

Probablemente una parte ínfima de la población desee serlo desde lo más profundo de su alma y de su conocimiento de la historia de aquella isla. La mayoría, a mi juicio, sobrevive, habita, en una especie de estado de ‘lelitud’ (de lelo), en el que ya no les importa más que continuar con la inercia y nutrir la desidia, machacón tras machacón. Vivir, lo que es vivir, no viven, habitan.

Son habitantes, más que seres humanos nobles y normales. Son seres ‘cubanos’.

Esto sucede en buena medida porque esa enorme masa amorfa no tiene la más mínima idea de lo que significa y vale la libertad. Tampoco les interesa. Que sean libres otros. Ellos no. Con la esclavitud les basta y les sobra.

Lo afirmo no tan a la ligera, hace poco me mandaron uno de esos vídeos de Cuba que me dejan una semana con una punzada en el simpático, el hígado repateado y molido, más la aguda e insistente migraña, en el que un periodista independiente le preguntaba al policía que tenía enfrente

“¿No quiere usted ser libre?”. Entonces, el guarapito, entre lo vacilante y orondo, así como medio aturdido, mirando hacia todos lados por si lo oía alguien por encima de su carguito de chivatiente, soltó aquella frase memorable para los anales de la historia del castrismo: “¿Y por qué recojines tengo yo que ser libre? ¡Que lo sean ellos! Aquí lo que somos todos es tremendos pingúos (haciendo referencia en argot barriobajero a sus genitales)!

¿A quién le entran ganas entonces de seguir defendiendo a ese pueblo en las tribunas internacionales después de oír semejante barrabasada? A nadie en su justo juicio, creo yo. Lo mejor es dar la espalda, el consabido portazo, y proferir un ¡que se recontrachiven! a la altura de las circunstancias

Y, sin embargo, aquí seguimos con el mantra dañino, bebiendo buchitos de una especie de compota de palo (que nos resguarda o nos acribilla), cual representantes de no sé qué, tal vez de lo que allá llaman al descaro la Coca-Cola del olvido. Olvidando ellos a su vez que han vivido la tira de años de nosotros, del exilio, todo lo que han querido, sin disparar un chícharo, y mejor que once millones de niños mongos criados en el extranjero, como se decía antes de la catástrofe o cagástrofe.

Entonces, ya que -poniéndonos de acuerdo- sueltan así, tan al desgaire, eso de que no necesitan ser libres, me pregunto si añorarían de verdad vivir, o vivir de verdad. Si el verbo vivir les dice todavía algo con su significado completo. Si es que vale la pena vivir sin libertad. Porque ¿quién querría vivir sin libertades? ¿Sin libertades se puede conocer y experimentar a ciencia cierta lo que es la vida? No, desde luego.

No, reitero, Cuba no vive, ni ansía vivir. Cuba vegeta, o habita en este planeta. Porque, con perdón, dicho por ellos mismos, y comprobado lo comprobado, un número nada desdeñable de cubanos no necesita ser libre, y mucho menos aspira a vivir.

Entonces, para qué tanto ¡Viva Cuba Libre! En fin, que debo reconsiderar mi mantra, quizá sólo usarlo con algunos cubanos, los que de verdad lo entienden y aplican, porque lo necesitan y lo empoderan (palabreja de moda). En cuanto al resto, à quoi bon d’insister?

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2 Comments:

At 12:51 a. m., Blogger Fer said...

Y tu, Zoe, por qué te fuiste de Cuba en vez de hacer una Revolución???

 
At 8:54 p. m., Blogger Angel Riguero said...

Cuba no quiere vivir........muy interesante este articulo de la Sra. Valdes......no deja de
ser escabroso este tema..........4 gatos hicieron la ROBOlucion del churre y 4 gatos
dirigian el movimiento contra Batista......el gran problema fue que a todos estos gatos
los seguian miles de tontos utiles y un abrumador numero de IGNORANTES......que no tenian
la mas minima Idea quien era Fidel Castro.......si quieren vivir creo yo......sobre todo
mientras este abierta la enorme tuberia de suninistros y dolares que del Norte llegan a la
Isla para aliviar la vida de los familiares en Cuba......easy life...ni en broma me voy
a sacrificar paea liberar a Cuba.......y que vengan los Yanquis y pongan los muertos para
lograr la liberacion.........no me equivoco al pensar asi sobre los Cubanos en la Isla.

 

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