jueves, agosto 19, 2021

Polémica por elección del periodista oficialista castrista Ciro Bianchi como jurado del Premio Cervantes de Literatura, el más importante de las letras hispanas.


Tomado de https://www.radiotelevisionmarti.com/

“Chivato de la dictadura” y “sin currículum suficiente”. Polémica por elección de Ciro Bianchi como jurado del Premio Cervantes

Por Michel Suárez

Agosto 18, 2021

Tres escritores cubanos exiliados cuestionaron la elección del periodista Ciro Bianchi Ross como miembro del jurado del Premio Cervantes de Literatura, el más importante de las letras hispanas.

“No es una sorpresa, porque el Gobierno español es socialista, muy cercano al régimen castro-comunista”, indicó la novelista Zoé Valdés en declaraciones a Radio Televisión Martí.

Según el Boletín Oficial del Estado de España, Ciro Bianchi fue propuesto por la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP), una organización abiertamente defensora de la dictadura cubana.

El nombramiento de Bianchi se enmarca dentro de la política española actual, que es muy clara: colaboración absoluta con el comunismo mundial, con los enemigos de la libertad de Cuba”, dijo por su parte el escritor Juan Abreu.

En la misma línea, el narrador y ensayista Amir Valle aseguró que “los vínculos del actual gobierno español con la dictadura, se hacen cada vez más visibles”.

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Bianchi Ross aparece en una lista, junto a José Manuel Sánchez Ron, Cristina Maya, José Francisco Asís Montero Reguera, Ana Rosa Domenella Amadio, Ignacio Peyró Jiménez, Elvira Lindo Garrido, Laura Revuelta Sanjurjo y Maja Zovko.

Bianchi no tiene una obra contundente o importante. Es un ensayista que empezó como periodista en la revista ‘Cuba Internacional’. Ya sabemos lo que era esa revista y cómo funcionaba en apoyo al régimen, [dirigida] hacia las estructuras occidentales”, explicó Valdés, finalista del Premio Planeta en 1996 y Orden de Chevalier de las Artes y las Letras de Francia, entre otros reconocimientos.

En opinión de Valle, “se ha demostrado que estos premios [Cervantes de Literatura] suelen moverse como una veleta hacia donde sopla lo políticamente correcto”.

“El académico Victorino Polo, que fue jurado en los años en que lo ganaron dos figuras incómodas para el régimen, como Cabrera Infante y Dulce María Loynaz, nos contó que no fue fácil dar el premio a esos dos grandes escritores, precisamente por intereses extraliterarios que se movían oscuramente”, recordó Valle desde Alemania.

A preguntas de Radio Televisión Martí sobre los méritos tenidos en cuenta para la elección de Bianchi, el Ministerio de Cultura y Deportes de España, organismo del que depende el Premio Cervantes, dijo que haría las “consultas pertinentes” antes de pronunciarse.

Ciro Francisco Bianchi Ross (La Habana, 31 de octubre de 1948) es actualmente columnista del diario oficial “Juventud Rebelde” y de la revista “Cuba Internacional”. Según Guillermo Cabrera Infante, estuvo directamente involucrado en los peores episodios de censura y vigilancia contra José Lezama Lima y Virgilio Piñera.

“No se trata de menospreciar la labor profesional de Ciro Bianchi, pero no cuenta con currículum suficiente como para ser jurado en tan alto evento. Hay nombres con mayor prestigio, obra intelectual y literaria más sólida y, sobre todo, más honestidad y una carrera más limpia, éticamente”, señaló Amir Valle.

La polémica por la designación ha llegado incluso a la arena política española. Según el eurodiputado Hermann Tertsch, “Ciro Bianchi tiene todo lo que le gusta a este gobierno, mediocre, chivato de la dictadura criminal y falsario permanente”.

“Un estafador como el gobierno que lo nombra, para terminar de hundir el Premio Cervantes en el lodo”, dijo el legislador a través de Twitter

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1 Comments:

At 12:03 a. m., Anonymous Realpolitik said...

El tipo tiene un aspecto bastante malo, pero aunque luciera mucho mejor y no fuera un lacayo del castrismo, sigue siendo inaceptable para figurar en tal jurado. Si dejan que lo haga, se desprestigia el premio, aunque ya se han desprestigiado otros premios de mucho renombre. Desgraciadamente, es asunto de política, no de literatura.

 

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