BARACUTEY CUBANO

Está pa' envolver y botar...

Acabo de ver al presidente en la declaración de gobierno en respuesta a la alocución Zelensky al Congreso de los Estados Unidos... simply pathétique. ¿Lo vieron? Qué deprimente, cuán desalentador. De Roosevelt a Clinton; de Carter a Bush; de Kennedy a Reagan; de Obama a Trump... todas la coloraturas, presidentes con los cuales según la filiación partidista de cada quién estamos de acuerdo con sus presupuestos o no, pero estos nombres todos, y otros en una lista de casi 250 años, de algunos de los cuales no disponemos registro oral de la energía con que hablaban sino sólo las versiones escritas de lo que dijeron y expresaron en un foro, todos, todos, inspiradores, iniciadores de pasiones, reverdecedores de esperanzas perdidas pero, pero, pero... oh, poor Joe... qué presidente apagado, empobrecido, agotado, dilapidado, sin baterías, es Biden. Ante la emocionante aparición en pantalla del joven líder ucraniano, en mangas cortas y remera verde oliva, desenfadado, directo, que pide auxilio con la urgencia del héroe al borde del precipio mas no con llantos de plañideras, ¡ay!, toparse ahora con la respuesta del líder del mundo, de total y absoluto barniz politiquero, con los argumentos "queda-bien" en pasado de "hemos enviado esto y lo otro", y los futuros de "vamos a hacer pagar a Putin", tartamudeando, trastabillando aún en los cuatro párrafos del tele-prompter, cuánto desalienta este 46. Al cerrar su mensaje, Zelenski dijo, "You are the leader of your great nation. I wish you to be the leader of the world. Being the leader of the world means to be the leader of peace". Después de firmar dinero y más dinero —que es todo cuanto puede hacer, porque por carecer, carece hasta de retórica inflamatoria—, y abandonar la sala como un zombi y dejara con la palabra en la boca a los periodistas, uno se pregunta qué estará pensando justo en este minuto Zelenski de quien él llamó hace unas horas, "líder su gran nación", y "líder del mundo". Biden es incapaz de llenar la horma de los zapatos de la Oficina Oval ante la intríngulis internacional. Zelenski lo debe saber ahora; Putin, ya lo sabía desde hace tiempo... ¡qué pena!: el propio Bernie Sanders tiene más stamina que Joe Biden. Si no fuera porque estamos ante la peor partitura ejecutiva que hemos tenido en Washington desde 1776, que contempla por regla que tras la salida fortuita de Joe Biden de la presidencia nos quedaríamos con una sustituta tan incapaz como Kamala Harris, la seguridad nacional del país merecería que el Congreso invocara la Enmienda 25, de continuar escalando la andanada putinesca. La presentación pública de hoy, testimonia que a Biden se le acabó la cuerda.

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