martes, agosto 30, 2022

Fidel Castro: la destrucción de la nación cubana. Jorge A. Sanguinetty: 'Al trauma de forzar a la economía de Cuba a operar dentro de la planificación socialista, hay que sumar el trauma poco estudiado de las intervenciones personales de Castro en la economía.'

 REC ONLINE

Aug 30, 2022

La pregunta de Bernardo de la Maza para Mijaíl Gorvachov  y su respuesta en La Habana (1989) , Observen la cara del tirano Fidel Castro

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Tomado de https://diariodecuba.com

Fidel Castro: la destrucción de la nación cubana

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'Al trauma de forzar a la economía de Cuba a operar dentro de la planificación socialista, hay que sumar el trauma poco estudiado de las intervenciones personales de Castro en la economía.'

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Por Jorge A. Sanguinetty 

Miami

29 agosto 2022

El incendio de la Base de Supertanqueros de Matanzas, la crisis ya permanente del suministro de electricidad en toda la Isla, la caída abismal de la producción azucarera, las colas interminables para adquirir alimentos cada vez más escasos, la caída continua del valor del peso cubano y el agotamiento de las reservas financieras internacionales se suman a la larga serie de retrocesos económicos que Cuba viene sufriendo desde 1959. Esto hace oportuno revisar una vez más la economía del país dentro de una amplia perspectiva, tanto histórica como comparativa internacional. Con este fin parto de las últimas investigaciones de John Devereux sobre la economía cubana, basadas en estadísticas históricas que incluyen, junto a otras fuentes, las del Proyecto Maddison de la Universidad de Groningen en los Países Bajos. Devereux es profesor de Economía en el Queens College de City University of New York.

De acuerdo con su análisis, la economía cubana creció y mejoró el nivel de vida de los cubanos desde el comienzo de la República en 1902, hasta alcanzar, en términos per cápita, el décimo séptimo lugar en el mundo en 1955. Como destaca el investigador, Cuba llegó a ser el primer país tropical que dejaba de ser subdesarrollado para convertirse en uno de crecimiento medio. Sin embargo, en 1959 la economía cubana se fue deteriorando rápidamente, hasta llegar al lugar 90 en el año 2018. Devereux califica esta caída como un caso excepcional en la historia económica mundial del último siglo. Solo Siria y Corea del Norte superan a Cuba en el enorme descenso de sus economías en ese periodo.

¿Cómo puede explicarse que Cuba haya pasado a ser un país pobre desde una posición de relativa prosperidad en el mundo, a pesar de las promesas de desarrollo de los líderes de la revolución de 1959? ¿Qué factores concretos han determinado una caída tan dramática de la economía cubana? Las causas de este fenómeno son muchas y están relacionadas con la pérdida de la libertad económica que Cuba sufre desde 1959, acelerándose en 1960 con las expropiaciones masivas de las empresas extranjeras y las grandes empresas nacionales, y llegando a su máxima expresión en 1968, cuando Fidel Castro prohibió toda forma de actividad económica privada. El índice de libertad económica de la Fundación Heritage para el año 2022, que incluye 177 países, coloca a Cuba en el lugar 175. Solo Corea del Norte y Venezuela muestran menos libertad económica.

Hasta 1959 la economía cubana había estado dirigida no por un gobierno o poder central, sino por la agregación de millones de agentes decisorios operando libremente como consumidores, trabajadores, profesionales, comerciantes, empresarios, banqueros, campesinos, propietarios e inversionistas. Esta variedad de ocupaciones era resultado de una sociedad donde predominaba un alto grado de libertad de opciones para todos los ciudadanos. Actuando para satisfacer sus necesidades personales dentro del marco de los recursos a su alcance, los cubanos dirigían en conjunto la economía nacional por medio de millones de decisiones y transacciones diarias, generalmente dentro de las reglas del mercado y el imperio de la ley. Hasta entonces la economía cubana verificaba la metáfora de la "mano invisible" de Adam Smith, como si la misma pareciera dirigir toda la economía orientada hacia la satisfacción personal de los ciudadanos. Los cubanos eran los dueños de su economía.

Fue por medio de las amplias libertades económicas existentes entonces que el nivel medio de vida de los cubanos alcanzó a estar entre los más altos de América Latina y de varios países europeos al final de esa década. Los niveles de producción, la variedad y la calidad de los bienes y servicios disponibles en cualquier cantidad que los cubanos preferían y compraban libremente con sus ingresos estaba a cargo de muchos miles de empresas industriales, agropecuarias y comerciales de todos los tamaños, repartidas a lo largo y ancho del país.

La de entonces era una economía dirigida por miles de manos privadas, donde el Estado cubano no intervenía en el manejo de las transacciones, aunque era un agente coordinador de la producción y exportación azucarera. El sector financiero y las numerosas empresas contables y de servicios profesionales y legales jugaban sus papeles de apoyo a los aparatos productivos y distributivos por medio de sus múltiples interconexiones con el resto de la sociedad y su actividad económica y financiera. Siendo una economía abierta, Cuba comerciaba libremente con el resto del mundo por medio de su moneda libremente convertible. No era una economía perfecta; podía mejorar, pero prosperaba y era muchas veces superior a la que hoy existe.

Cuando se observan las infinitas conexiones entre las diversas empresas y ciudadanos, la gran variedad de relaciones contractuales y las correspondientes cadenas de suministros, se puede notar que la complejidad de las mismas asemeja a la de una red neural, como las que operan en los sistemas nerviosos de los seres vivos. Mediante esa red de conexiones de altísima complejidad, invisible e indescriptible, que se fue armando durante siglos de desarrollo económico y social, se llevaban a cabo libremente miles de millones de transacciones diarias, desde la simple compra de una naranja a un vendedor ambulante, hasta el diseño y construcción de un edificio de apartamentos para viviendas, una nave industrial o una gran obra de ingeniería.

Tales transacciones incluían también la contratación de personal, la adquisición de propiedades, la solicitud y procesamiento de préstamos y toda suerte de actividad financiera y de apoyo a la economía. En su conjunto, la red de conexiones transmitía las señales que controlaban la economía bajo los principios que hoy se pueden conceptualizar como un sistema cibernético de gran eficiencia.

Es muy fácil dañar estas conexiones, tal como se pudo verificar desde 1960, pero es muy costoso y difícil, aunque no imposible, su reconstrucción. Es por medio de esa red y de las interacciones entre la oferta y la demanda que se formaban los precios de cada uno de los bienes y servicios que se producían y distribuían sin intervención estatal. De manera similar se formaban los salarios de los trabajadores y los ingresos atribuibles al capital.

Las expropiaciones de 1960, que continuaron después con empresas de menor tamaño, no solo cancelaron los derechos a la propiedad privada de los medios de producción, sino también fueron limitando y eliminando la libertad para realizar transacciones de bienes y servicios de toda índole. La red neural de la economía sufrió severas mutilaciones, tan catastróficas como las que se sufren cuando se cortan los circuitos de un sistema electrónico o se dañan las neuronas y dendritas de un sistema nervioso.

Consecuencias de las expropiaciones

Es importante visualizar que las expropiaciones fueron mucho más que un simple cambio de dueños de los activos y propiedades afectadas. Al desaparecer los derechos de propiedad privada, el manejo, el control y la administración de las empresas correspondientes se traspasó a organizaciones del Estado, por medio de las "empresas consolidadas" improvisadas en diversos ministerios, según el sector de actividad económica correspondiente. En este proceso desapareció la competencia entre las empresas individuales mientras las empresas consolidadas se convirtieron en verdaderos monopolios, con el Estado como único dueño, fijando precios y salarios dentro de los parámetros del Gobierno central, tratando inútilmente de operar con la misma eficiencia y rentabilidad de cuando eran privadas, pero sin las conexiones que le permitían funcionar como antes.

La desaparecida competencia entre las empresas individuales, además de servir de incentivo para ofrecer mejor calidad y precios más bajos de lo que producían, podía en conjunto suplir al mercado si alguna empresa fallaba en su producción. Cuando algún productor no podía responder a la demanda, la competencia representaba una redundancia de capacidades de modo que otra empresa suplía la necesidad y los consumidores no se enteraban de la falta y no se llegaba a la escasez. Antes de 1959, rara vez la falla de un productor era una noticia o tema de un discurso político.

De hecho, con las expropiaciones se vería que los dueños no solo habían sido propietarios, sino que también generaban relaciones de muchas clases a partir de sus propiedades, principalmente la capacidad de satisfacer con estabilidad lo que la sociedad necesitaba y de producirlo con eficiencia, a un bajo costo. Típicamente los dueños eran responsables por el estado de sus empresas y se esforzaban por el uso eficiente de sus recursos, contrataban administradores y trabajadores de diversas calificaciones, velaban por satisfacer la demanda de sus clientes, cada uno cuidando la estabilidad de los abastecimientos que necesitaba su negocio y preocupándose por el mantenimiento y posible ampliación y modernización de sus establecimientos. El personal de las empresas se contrataba, promovía y compensaba en función de sus habilidades y competencia, no por sus lealtades políticas como comenzó a ser cuando las empresas pasaron a ser dirigidas por el Gobierno y sus ministerios.

Toda la multiplicidad de relaciones e interdependencias desapareció en Cuba con las expropiaciones. El reemplazo físico del propietario por unos empleados o burocracias del Estado no fue acompañado por el reemplazo de las mismas relaciones administrativas y de empleo. La mutilación de la propiedad privada no transfirió automáticamente al Estado los beneficios que se lograban antes por medio de las ganancias que la empresa producía, generalmente por medio de la competencia con otras empresas del mismo giro. Por el contrario, las empresas comenzaron a operar con pérdidas, obligando al Gobierno a subvencionarlas. Y como pudo verse casi de inmediato desde 1960, el personal más productivo de la empresa empezó a renunciar sus puestos de trabajo abandonando el país en busca de mejores condiciones de trabajo y de vida en el extranjero, proceso que se repite en Cuba hasta el presente. Al dejar de ser los dueños de su economía, los cubanos se convirtieron en los prisioneros del Gobierno y del propio Fidel Castro.

Planificación central y decisiones de Fidel Castro

Las expropiaciones en masa fueron acompañadas en Cuba de la organización del sistema de planificación central, típico de las sociedades comunistas, para dirigir lo que se denominaba la economía socialista (como paso previo a la utópica y nunca lograda economía comunista). Así se fundó la Junta Central de Planificación (JUCEPLAN), conjuntamente con oficinas similares en todos los organismos del Estado.

Las empresas expropiadas en todo el país perdieron entonces la autonomía y la flexibilidad necesarias para adaptarse a las condiciones cambiantes de la economía, quedando sujetas a una administración centralizada y muy rígida, incapaz de atender la demanda de los compradores en todo su detalle y especificidad.

Este cambio radical de administración fue traumático para todo el país y todos sus sectores, provocando una contracción generalizada en los niveles de producción y consumo. Y la contracción de la producción fue lo que determinó la necesidad de subsidios para Cuba, provenientes de la Unión Soviética primero y de Venezuela después, para evitar un colapso de la economía nacional. Sin tales subsidios, la economía cubana hubiera mostrado una caída aún mayor desde 1959 de la que refiere Devereux.

Al trauma de forzar a la economía de Cuba a operar dentro de la camisa de fuerza de la planificación socialista, hay que sumar el trauma poco estudiado de las intervenciones personales de Fidel Castro en la economía. Tales intervenciones eran en realidad caprichosas y mal concebidas, sin respaldo técnico o estudios de factibilidad y formuladas fuera del plan central, sobre las cuales el gobernante no aceptaba las observaciones y advertencias de los expertos. Sus intervenciones, no solo añadieron ineficiencia al ya mediocre sistema de planificación central que los rusos habían exportado a Cuba respondiendo a peticiones cubanas, sino que introdujeron un maligno estilo de desorden y caos en el sistema de planificación y dirección, tanto al nivel más alto de gobierno, como al nivel de la administración de las empresas estatales.

Dichas intervenciones consistían en propuestas de proyectos de inversión, para los cuales se asignaban recursos fuera de los planes; recursos que tenían que ser extraídos de otros proyectos de los organismos del Estado y sus empresas. Estos proyectos llegaban a la JUCEPLAN frecuentemente sin aviso previo y, para no contradecir a Fidel Castro, se procesaban y financiaban bajo el rubro de "Planes Especiales".

La administración de tales proyectos también se improvisaba, asignándoseles a cualquier organismo estatal o grupo de personas que a Fidel Castro se le ocurriese en cada instancia, sin una evaluación previa de sus competencias. Los ejemplos más conocidos y costosos fueron los fracasados planes de desarrollo ganadero bovino y porcino, el Cordón de La Habana (de producción agrícola) y la zafra de los diez millones  de toneladas de azúcar planeada para 1970 y cuyas pérdidas para el país nunca se conocieron.

No es posible exagerar aquí la disrupción que tales decisiones y estilos de trabajo, tanto administrativo como de gobierno, provocaban a la economía cubana, pero lo insólito de este fenómeno nos obliga a apuntarlo, aunque la falta de documentación nos haga depender en el análisis de la economía cubana desde 1959 de evidencias fragmentarias, anecdóticas y personales, como la experiencia directa de este autor, por su trabajo en JUCEPLAN entre enero de 1963 y marzo de 1966.

La Ofensiva Revolucionaria

La intervención más devastadora de Fidel Castro en la economía nacional tuvo lugar el 13 de marzo de 1968, durante la celebración del aniversario del asalto al Palacio Presidencial en 1957, cuando anunció una "Ofensiva Revolucionaria", que consistía en el exterminio de todo vestigio de propiedad privada en el país, incluyendo microempresas, trabajadores por cuenta propia, vendedores callejeros y hasta simples sillones de limpiabotas. La medida, a la que se opusieron en privado Carlos Rafael Rodríguez y Juan Almeida (según lo relata Daniel Alarcón Ramírez, "Benigno", en su libro Memorias de un soldado cubano) estuvo acompañada por la decisión de Castro de cerrar las escuelas de Contabilidad en todo el país y suspender su práctica en las empresas.

Esta disparatada decisión se basaba en la noción puramente castrista de que Cuba saltaría de la fase socialista de su economía directamente a una organización comunista, en la cual desaparecerían las "relaciones monetario-mercantiles" y no haría falta el dinero. De este modo, Fidel Castro mostraba no solo un alto grado de ignorancia sobre los elementos más fundamentales de la economía, sino también una reveladora falta de comprensión de cómo se supone que opere una economía bajo el socialismo.

Y a la ineficiencia intrínseca del socialismo y la planificación habría que sumar la influencia destructora de Fidel Castro en la economía. El disparate de eliminar el dinero era ignorar la función de uno de los mayores inventos de la humanidad. Era equivalente a prohibir el uso de la rueda. Un episodio que pone en duda el grado de responsabilidad y hasta la inteligencia misma del gobernante.                            

Sin contabilidad, las empresas perdieron toda visibilidad de costos, ingresos y pérdidas o ganancias y quedaron incapaces de dirigir racionalmente su gestión productiva por varios años. La contabilidad es la columna vertebral de todo sistema gerencial. No fue hasta los años 70 que se comenzó a restaurar la contabilidad e introducir algún orden en la planificación, pero la secuela del daño infligido a las empresas perdura hasta hoy y es la base de la actual incapacidad productiva e ineficiencia de la economía cubana.

En Cuba la escasez crónica no solamente afectó el abastecimiento de los bienes de consumo y otros suministros de corto plazo, como materias primas y piezas de repuesto. La pérdida de los vínculos comerciales con otros países, en especial con EEUU, perjudicó la adquisición de bienes de capital, como equipo de transporte y construcción, maquinaria agrícola e industrial, plantas generadoras de electricidad y muchos otros. Estas carencias se fueron acumulando con los años y fueron impactando progresiva pero inexorablemente la capacidad productiva de todos los sectores del país hasta nuestros días. Uno de los efectos más perniciosos de este proceso ha sido el de reducir a un mínimo la capacidad inversionista de las empresas cubanas. Cuba ahora depende de la importación de administradores extranjeros para muchas de sus nuevas inversiones.

Diversas formas de descapitalización de la economía

La pérdida de los subsidios soviéticos en 1991 representó un duro golpe para la economía cubana que forzó a todos los cubanos, incluyendo a Fidel Castro, a enfrentarse a una dura realidad: la economía socialista de estilo castrista no era capaz de sostener al país. Gracias al control político que ejerce el totalitarismo, el régimen ha sobrevivido precariamente improvisando medidas de emergencia como la de abrirse al turismo internacional, la aceptación de remesas en dólares de los exilados cubanos y la exportación de servicios médicos.

A pesar de estas medidas de emergencia, la crisis actual no solo consiste en que la economía cubana no crezca. Es mucho más grave; la economía decrece porque ni siquiera es capaz de generar los recursos mínimos necesarios para reemplazar o dar mantenimiento a las capacidades creadas anteriormente. En consecuencia, la economía se ha estado descapitalizando. Este fenómeno excepcional, que se hace visible en el deterioro físico de las viviendas, los edificios, plantas industriales, infraestructura, plantaciones y masa ganadera de la Isla es una característica permanente de la sociedad y economía cubanas desde los inicios de la revolución y a sus 63 años de gobierno. (Aunque se reportan nuevas construcciones en el sector turístico, el resto de la economía retrocede.)

Junto a la descapitalización física y financiera de la economía, Cuba ha sufrido dos formas adicionales de descapitalización, la humana y la social. Por un lado, como resultado de la falta de oportunidades para mejorar las condiciones de vida, el país ha ido perdiendo su personal más educado, su capital humano, incluso el que el propio Estado desarrolló como uno de los logros esperados del socialismo cubano. Por otro lado, las restricciones impuestas a las iniciativas privadas para organizar actividades sociales, culturales o políticas han impedido el desarrollo del capital social del país, o sea el conjunto de relaciones interpersonales que enriquecen la vida de toda sociedad, ya dañado desde 1959 como resultado de las políticas intrusivas de un Gobierno que quiere controlar todos los aspectos de la vida del país.

Pero la raíz del problema económico cubano es mucho más profunda. En una carta a su ayudante Celia Sánchez escrita en junio de 1958, Fidel Castro declaró que "cuando esta guerra se acabe, empezará para mí una guerra mucho más larga y grande: la guerra que voy a echar contra ellos (EEUU). Me doy cuenta que ese va a ser mi destino verdadero". Observando la conducta de Fidel Castro con relación a la economía, puede concluirse que, a pesar de sus declaraciones a favor del desarrollo económico y el mejoramiento del nivel de vida de los cubanos, especialmente los más pobres, tales metas no eran sus objetivos principales. Desde la perspectiva actual puede concluirse que la revolución se hizo con fines inconfesables, básicamente los de utilizar los recursos económicos del país en función de una agenda personal contraria al interés de los cubanos.

El legado de Fidel Castro es el esperpento de economía que le ha dejado a los cubanos que sobreviven en la Isla, una economía eminentemente inválida, que necesita con urgencia cambios profundos en el personal gobernante, en la estructura institucional del Estado y en el sistema productivo para que permita que la libertad de los cubanos les haga posible volver a ser los dueños de su economía y, de paso, su país.

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Published on Mar 23, 2014

El Dr. Jorge Salazar Carrillo, profesor titular de economía de FIU explicó el gran desarrollo económico de Cuba durante el siglo XX, antes de la llegada del castro-estalinismo al poder en 1959..


CAPITULO II
El gran desarrollo económico de Cuba en el siglo XX antes de Castro



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El Dr. Jorge Salazar-Carrillo, profesor titular de economía de FIU, nos explica como el castro-estalinismo destruyó la Economía de cuba de 1959 a 2014


CAPITULO III
 Destrucción total de la economía de Cuba, 1959 - 2014


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De los archivos de Baracutey Cubano


Cuba: 50 años antes

Por Manuel Cereijo 

Las raciones alimenticias de los esclavos en Cuba, en 1842, eran superiores a las raciones alimenticias que se pueden comprar mediante la libreta de racionamiento en 2009.

Cuba, 50 años antes, era un país pequeño en superficie, pero grande por sus riquezas materiales y espirituales. Para contrarrestar la desinformación, las mentiras infames, expondremos algunos datos socioeconómicos de la Cuba de 1958. Tenemos que entender, cuando mencionamos cifras y datos, que todo esto fue hace 50 años, y que la tecnología ha avanzado en proporción geométrica en el mundo, menos en Cuba, y que de haber seguido un sistema de libertad y de libre empresa, el índice de vida del pueblo cubano estaría, al igual que lo estaba hace 50 años, entre los primeros del mundo.

Cuba contaba con un moderno y eficiente sistema de bancos comerciales. Existían 48 bancos comerciales con 273 sucursales y 8,035 empleados. También operaban 11 bancos de capitalización y ahorro dedicados a facilitar planes de construcción de viviendas particulares.
En 1957 y 1958, el total de depósitos fue superior a mil millones de pesos, de los cuales los bancos cubanos controlaban el 63%. El peso cubano se cotizaba a la par con el dólar. En 1958, Cuba ocupaba el tercer lugar entre los países latinoamericanos en reservas de oro, dólares y valores convertibles en oro por $373 millones. El ingreso nacional bruto era de $2,834,000,000 para una población de 6,630,921 habitantes, 40 lugar en el mundo según la escala de Ginsburg. El presupuesto era de $400,000,000, lo que colocaba a Cuba como el país del per capita presupuestal más alto de América Latina.

Había un total de 159,958 fincas, con una superficie de 9.083,916 hectáreas. Existían 161 centrales azucareros, de los cuales 121, o sea, un 75%, eran de dueños cubanos. La zafra de 1958 fue de 5,613,332 millones de toneladas, y como subproducto se obtuvieron 230,684,742 millones de galones de melaza.

Más de las dos quintas partes de la extensión total de las fincas de Cuba se destinaba a la cría de ganado vacuno, con 6,000,000 de cabezas de ganado, o sea, una proporción de 0.83 de res por habitante, que casi triplica el per capita mundial, que era de 0.32. En 1958 se calculó en 835,000 el número de reses sacrificadas para el consumo, o sea, más del 10% de la existencia total. El precio de la carne de res era de $0.38 por libra, por debajo de casi todos los países de América Latina.

La producción doméstica de arroz fue de 256,000 toneladas métricas, que representaba un 50% de las necesidades del mercado nacional, siendo Cuba el tercer productor de arroz de América Latina. Se produjeron 56,000 toneladas métricas de frijoles.

En 1958 existían en Cuba un total de 38,384 fabricas y 65,872 establecimientos comerciales de todas clases y tamaños que representaban más de $4,778 millones. Cuba tenía una industria refinadora de petróleo con capacidad superior a las necesidades del país. La industria textil abastecía más del 65% del consumo doméstico, y la del calzado, más del 90%. La producción de fertilizantes químicos fue de 330,000 toneladas en 1958. La variedad de los productos de las industrias era de 10,000 artículos diferentes.

La producción industrial de Cuba hizo que se aumentara la producción de energía eléctrica. La energía es el indicador más preciso y útil del desarrollo general de una economía. Cada 200 kilovatios hora de electricidad producida anualmente equivalen a la capacidad de trabajo de un obrero. De acuerdo con la tabla de Ginsburg, que incluía a 124 países, Cuba ocupaba el sitio 25, con 11.8 megavatios hora anuales. La media mundial era de 10, y sobre ella se encontraban sólo 29 países. Cuba ocupaba el primer lugar en Latinoamérica.

En 1958 Cuba era, en relación a su área, el país de este hemisferio que poseía mayor longitud de vías férreas, 1 km de vía por cada 8 km cuadrados de superficie, para un total de 18,059 km de vías ferreas. El número de automóviles particulares ascendía en 1958 a 140,267, uno por cada 27 habitantes, tercer lugar de este continente. El número de teléfonos instalados en 1958 era de 191,414, o sea, un teléfono por cada 38 habitantes, sólo superada por Argentina y Uruguay en América Latina.

Había 160 estaciones de radio y un millon de radiorreceptores, el primer lugar en América Latina. La primera estación de televisión fue inaugurada en 1950, y en 1958 había 23 estaciones transmisoras, incluyendo dos en colores. Había 400,000 televisores, un televisor por cada 17 habitantes. Además, había 600 salas de cine, segundo lugar de este hemisferio americano.

Los últimos 50 años han sido la peor época vivida por el pueblo cubano, no sólo a causa de una existencia sin libertad, sino porque Cuba ha experimentado un declive de los índices socio-económicos y un deterioro total de la calidad de vida.
Cifras de Cuba antes de Castro...
¿Sabía usted ...

1- Que Cuba era en 1958 el tercer país de América Latina con mayor solidez monetaria por sus reservas de oro, dólares y valores convertible en oro detrás sólo de Venezuela y Brasil.

2- Que Cuba tenía la inflación más baja de Latinoamérica con 1.4%. La media era de México con 7.8 y la más alta era la de Bolivia con el 63 %.

3- Que Cuba ocupaba el cuarto lugar en recibir el mayor porcentaje de la remuneración de obreros y empleados en relación con el ingreso nacional en 1958.

    1.- Gran Bretaña con el 74%
    2.- Estados Unidos con el 71.1 %
    3.- Canadá con el 68.5 %
    4.- Cuba con el 66 %
    5.- Suiza con el 64.4%
    11.- Argentina con el 57.2%
    15.- Japón con el 53 %

4- Que en la distribución de las tierras el tamaño de las fincas en América en 1958 era:

    1.- Cuba con 56.7 hectáreas
    2.- Estados Unidos con 78.5
    3.- México con 82
    4.- Venezuela con 335 hectáreas

5- Que Cuba con 0.86 cabezas de ganado vacuno por habitante, ocupaba el 8 lugar en Latinoamérica.

6- Que en la producción de carne (vacuna, porcina y lanar) en libras por habitante Cuba ocupaba el tercer lugar con 95 libras superadas solamente por la Argentina con 304 y Uruguay con 245.

7- La posición de Cuba en la producción de minerales en 1958 en el Mundo y en América ( a continuación primero se expresa el lugar mundial y segundo el lugar entre los países de América)

Lugar a Lugar dentro
nivel de América
Mundial Latina
Cobalto......... primera.......... primera
Níquel.......... .segunda.......... segunda
Cromo........... octava ............ segunda
Manganeso .. octava ............ segunda
Cobre............. undécima ...... sexta

8- Que en el consumo de pescado fresco Cuba ocupaba el primer lugar con 5.6 libras seguida de los Estados Unidos con 5.4.

9- Que en el consumo de calorías para la América Latina Cuba ocupaba el tercer lugar con 2,682 superada solamente por Argentina con 3,106 y Uruguay con 2,991.

10- Que en el número de habitantes por teléfono, Cuba en 1958 ocupaba el 3r. lugar con 28 y superada sólo por Argentina con 17 y Uruguay con 25. Brasil ocupaba el 7 con 63 y México el 9 con 75.

11- Que en el número de habitantes por automóvil, Cuba ocupaba el 3 lugar con 27.3, superada por Venezuela con 17.4 y Uruguay con 23.2. México era el 8 con52.4 y Brasil el l9 con 62.4.

12- Que en habitantes por radio-receptor, Cuba era el segundo país con 5.0 superada por Uruguay con 4.6

13- Que en habitantes por televisor, Cuba ocupaba el primer lugar con 18, seguida de Venezuela con 32, Argentina con 60 y México con 70.

14- Que en número de Radioemisoras, Cuba ocupaba el tercer lugar con 160, superada por Brasil con 593 y México con 417.

15- Que en número de Estaciones Transmisorasrde Televisión, Cuba ocupaba en 1958 el tercer lugar con 23, Brasil tenía 26 y México 23.

16- Que en salas de cine y su relación a los habitantes

1.- Argentina 2,531 14
2.- Cuba 600 16
3.- Venezuela 575 16
4.- México 2,437 22

17- Que en número de periódicos y en la relación de habitantes por ejemplar

1.- Uruguay 32 6.0
2.- Cuba 58 8.0
5.- Argentina 140 11.51
3.-México 162 27

18- Que en la Asistencia Social habían en 1958 hospitales al servicio del pueblo 97 Camas 21,141

19- Que en 1958 habían 6,4231 médicos en ejercicio de su profesión y en número de habitantes por médicos, Cuba ocupaba con 980 el segundo lugar, superada por Argentina con 840. México era el 6 con 2,200 y Brasil el 7 con 2,500.

20- Que en habitantes por dentista Cuba ocupaba en 1958 el tercer lugar con 2,978 superada por Uruguay con 1,940 y Argentina con 2,000. Chile era el sexto con 4,650.

21- Que el índice de mortalidad infantil por millar de nacidos era el más bajo en Latinoamérica.

1.- Cuba .............. 37.6
4.- Argentina...... 61.1
10.- México........... 80.0
14.- Venezuela ..... 91.2

22- Que en el coeficiente de mortalidad por millar en América en 1958, Cuba ocupaba el primer lugar.

1.- Cuba ...... 5.8
5.- Argentina ....... 8.1
6.- Canadá ....... 8.1
11.- Estados Unidos 9.4
15.- México ...... 11.6

23- Que en coeficiente de mortalidad por millar en el mundo, Cuba ocupaba el 3 lugar con 5.8 junto con Israel con 5.8.

24- Que en la cultura Cuba contaba en 1958

13 Institutos
21 Escuelas Normales de Maestros
19 Escuelas del Hogar
14 Escuelas de Comercio
19 Artes Plásticas
7 Técnicas Industriales
22 Periodismo, Publicidad y otras

25- Que ocupaba con el 25 % el cuarto lugar en porcentaje de analfabetos por habitante en la América Latina, superada por Argentina con el 8%, Costa Rica con 21 % y Chile con el 24 %. México ocupaba el 9 lugar con el 38 % y Venezuela el 17 con el 60%.

26- Que Cuba era el país que dedicaba mayor porcentaje del gasto público para la educación con el 23 %. Argentina era el 3 con el 19.6 % México el 7 con 14.7 %

27- Que en el número de habitantes por estudiante universitario (1958) Cuba ocupaba el 5 lugar en América.

1.- EE.UU. 61
2.- Argentina 135
3.- Uruguay 199
4.- Canadá 210
5.- Cuba 273
6.- México 334

28- Que en porcentaje de estudiantes femeninos en relación con los matriculados Cuba ocupaba el primer lugar con el 45 %, Panamá el segundo con el 43.5%, EE.UU. el tercero con el 32.8 %, y Argentina el 4 con el 30.3 %

29- Que en Cuba había un Km de vía férrea por cada 8.08 km2.

30- Que el salario diario promedio en el sector agrícola en 1958 era

1.- Canadá $7.18
2.- Estados Unidos $6.80
3.- Nueva Zelanda $6.72
4.- Australia $6.61
5.- Suecia $5.47
6.- Noruega $4.38
7.- Cuba $3.00
8.- Alemania Federal $2.57
12.- Francia $1.32
13.- Japón $0.90

31- Que el salario diario promedio en el sector industrial en 1958 era:

1.- Estados Unidos $16.80
2.- Canadá $11.73
3.- Suecia $ 8.10
4.- Suiza $ 8.00
5.- Nueva Zelanda $ 6.72
6.- Dinamarca $ 6.46
7.- Noruega $6.10
8.- Cuba $6.00
10.- Inglaterra $5.75
12.- Alemania Federal $4.13
13.- Francia $3.26

32- Que el obrero cubano gozaba desde 1933 de la jornada máxima de trabajo de 8 horas al día con 44 horas a la semana y pago de 48 horas. También se le confería a todos los trabajadores un mes de descanso retribuido por cada once meses de trabajo.Por la Ley 5, de 1955, se le concedió a los trabajadores del transporte público la jornada de seis horas de trabajo con el pago de ocho horas.

33- Que durante los meses de verano, Junio, Julio y Agosto, por ley, todo el comercio al por menor y al por mayor cerraba sus puertas a la 1 p.m. todos los martes y jueves con el fin de que los trabajadores pudieran disfrutar de las playas, que entonces eran abiertas al pueblo mientras que ahora son para los turistas y los miembros de la nueva clase dirigente.

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Intentaremos dar unos datos aclaratorios de la Cuba que Fidel Castro pretende dejar en herencia al hermanísimo comparándolos con los datos del año 1959, así podrán ver claro los defensores de la revolución cuan urgente es una transición a una democracia en la que el bienestar del pueblo deje de ser la coartada para reprimir las libertades y los derechos humanos de todos los cubanos.

En el 59 vivían en la isla 6 millones de personas, en la actualidad son más de 12 los millones de habitantes.

Los ingresos per capita en el año 59 ascendían a 1200 pesos que equivalían a dólares, en la actualidad 1 dólar se cambia por 28 pesos, al ascender los ingresos a 2000 pesos resulta apenas 71 dólares per capita. Los ingresos han descendido en más de 1100 dólares.

En la actualidad existen 3,5 líneas telefónicas por cada 100 personas, en el año 59 existían 15, por lo que se han perdido 11,5 líneas cada 100 personas.

En el año 59 se disponía de una potencia eléctrica de 450 vatios por persona, en la actualidad solo se disponen de 75, la revolución se ha comido 375 vatios.

El consumo calórico diario por persona ascendía en el año 59 a 2800 calorías, en la actualidad asciende a 1100 calorías, el régimen revolucionario rebajó 1700 calorías por persona y día.

El consumo de carne por persona y año se elevaba en el 59 a 76 libras de carne, en la actualidad asciende a 5 libras, la disminución asciende a 71 libras de carne por persona y año.

En el año 59 se consumían 47 huevos por persona y año, en la actualidad el consumo apenas llega a 13, la tortilla revolucionaria rebajó en 34 los huevos por persona y año.

Ascendían a 12 las libras de pollo consumidas por persona y año, en la actualidad son 5 las libras que se consumen, desaparecieron 7 libras.

En el año 59 existían 38 automóviles por cada 1000 habitantes ahora solo disponemos de 10 por cada 1000, vamos a andar un poco prietos en el auto.

Existía 1 guagua urbana por cada 300 personas en el 59, en la actualidad hay 1 por cada 25.000 habitantes, como ven el camello va apretadito.

Por cada 2.000 habitantes existía 1 guagua interurbana, en la actualidad existe 1 por cada 35.000 habitantes, ya saben los revolucionarios no necesitan viajar.

Cada 1.000 habitantes existían 66 televisores en el año 59, ahora las mismas personas se tienen que conformar con 15, los revolucionarios prefieren radio bemba.

En el año 59, 2 de las 5 estaciones nacionales de televisión emitían en color, hoy solo quedan 2, para que más.

1 médico por cada 950 habitantes existía en el 59, ahora hay 1 por cada 740 habitantes, lo malo es que miles pasan su consulta en Bolivia, Venezuela y disímiles países, a los cubanos les queda un poco lejos.

Había 1 dentista por cada 2.100 habitantes, en la actualidad hay 1 por cada 1.850 personas, lo malo es que ni disponen de anestesia, ni de materiales para prótesis, eso los que están en Cuba y no han ido a propagar la revolución por el mundo.

1.800.000 cabezas de ganado pastan hoy en Cuba, en el 59 lo hacían 6.000.000

La tasa de desempleo en el año 59 era de un 2,8 %, en la actualidad es de un 35%.

El año 1957 la tasa de inflación de un 1,8% fue la más baja del hemisferio, en la actualidad dicha tasa asciende a un 28%.

En la actualidad solo hay 1 periódico diario nacional, en el 59 existían 18.

En 1958 arribaron a Cuba 750.000 turistas, en la actualidad se superan los 2 millones, ¿donde estarán esas divisas?

Entre 6 y 7 millones de toneladas se cifró la zafra azucarera del año 1950, el promedio de los años 2004 y 2005 fue de 1,4 millones de toneladas.

Las cifras proceden de estudios de la FAO, la ONU y de funcionarios cubanos.

Después de analizar estas cifras, si todavía queda algún individuo que defiende los logros revolucionarios, le invito a desempeñar el mismo empleo que desempeña en su país con el sueldo y la vivienda que le facilite el gobierno cubano y luego que nos cuente cuantos días aguantó antes de salir corriendo como alma que lleva el diablo dentro.

Los números hablan claro de que los presuntos logros revolucionarios son una de las mayores falacias que el aparato revolucionario se encargó de mitificar y que cualquiera que conozca la Cuba profunda les desmontará en un momento.

La escolarización y la enseñanza son un instrumento de adoctrinamiento del pueblo que ya no encuentra profesores pues los sueldos no alcanzan para subsistir ni a los insignes catedráticos.

El profesorado se completa con jovencísimos estudiantes que no llegan a terminar su carrera y que obtienen el título por colaborar con la revolución por lo que su formación es cada día de peor calidad y los títulos no son reconocidos internacionalmente.
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