Cuba: La Huelga de abril de 1958: una TRAICIÓN de Fidel Castro. La carta de Frank País a Fidel Castro que le costó la vida ya que situaba a Fidel Castro y a la Sierra Maestra como parte importante de la lucha pero no la jefatura del Movimiento 26 de Julio ni de la lucha contra el gobierno de Fulgencio Batista.
Nota del Bloguista de Baracutey Cubano
La huelga de abril de 1958: una traición de los comunistas y Fidel Castro
Por Pedro Pablo Arencibia
9 de abril de 2019
En enero de 1958 el ¨dictador¨ Fulgencio Batista había restaurado, después de un breve tiempo, las Garantías Constitucionales en el país, pese a la actividad subversiva existente. Según se lee en el libro oficialista “En el último año de aquella República” del autor Ramiro J. Abreu (un exoficial del MININT y funcionario entonces del Departamento América del Comité Central del Partido Comunista de Cuba en esos años ochenta en que fue publicado dicho libro en Cuba), Batista hizo ciertos cambios en su gabinete, compulsado por ciertas fuerzas políticas nacionales y extranjeras y hasta por el propio Nuncio, Monseñor Centoz, que conllevara a una nueva imagen del régimen y a una solución no violenta a la situación política del país. En ese libro se lee que Batista en marzo de 1958 le propuso al Movimiento 26 de Julio que participara como un partido político en las próximas elecciones del 1 de junio de 1958 junto a los otros partidos. Fidel Castro se negó alegando que esa proposición era una trampa de Batista. Los que hemos padecido la tiranía castrista más de medio siglo sabemos, por el comportamiento de Fidel Castro después de tomar el Poder, que la verdadera razón de la negativa de Fidel era que no quería Poder, sino todo el Poder y de manera vitalicia. Esas elecciones generales eran las siguientes a las elecciones efectuadas el 1 de noviembre de 1954 en las que triunfó Batista cómodamente pero de manera ilegítima, por ir al retraimiento sus rivales políticos, siendo el último en retirarse de la contienda, el último día antes de las elecciones, el ex presidente Ramón Grau San Martín, quien planteó que las autoridades practicaban el acoso y la persecución de sus partidarios; algo por lo que anteriormente habían pasado los batistianos en sus campañas políticas cuando el autenticismo estaba en el poder. Por cierto, algunos partidarios de Batista le habían aconsejado a Batista después del Golpe de Estado del 10 de marzo de 1952 que, para mostrar su espíritu democrático, convocara a elecciones por propia iniciativa; otros consejeros le habían dicho que esperara a que la Oposición le pidiera que hiciera elecciones, para que no hubiera retraimiento. Batista se fue por la primera variante tan pronto como el país se normalizó después de la neutralización de las primeras conspiraciones y del asalto al Cuartel Moncada. Batista tomó posesión el 24 de febrero de 1955, restableció la Constitución, y otorgó amnistía general a todos los prisioneros políticos y en particular a los Moncadistas, pese, según se dice, al voto en contra en la Cámara Baja del excuñado y ex amigo cercano de Fidel Castro, el Dr. Rafael Díaz-Balart, y en la Cámara Alta o Senado, del voto en contra del Senador Santiago Rey Pernas, aunque en los libros de las actas del Congreso cubano no aparecen esos votos y discursos en contra.
Fidel Castro en dicho manifiesto plantea, según Manuel Márquez Sterling: que todas las fuerzas obreras y estudiantiles de la isla fueran a una huelga general, que sería apoyada militarmente por el Ejército Rebelde. Este manifiesto prohibía los viajes de cualquier tipo en la provincia de Oriente desde el 1 de abril, y anunció que los rebeldes abrirían fuego sin advertencia previa a cualquier vehículo que violara esa disposición. Asimismo, decretó que todos los pagos al gobierno debían de cesar, y que quien hiciera los pagos al gobierno, incluido los impuestos o tasas, sería considerado un traidor antipatriota y culpable de un acto contrarrevolucionario. A los que que trabajaran en el gobierno en los puestos administrativos o en los tribunales se les ordenó renunciar. A los militares se les advirtió que serían juzgados como criminales, a menos que desertaran o se unieran al Ejército Rebelde. El manifiesto terminaba pidiendo que la gente diera su apoyo a la campaña de exterminar a todos aquellos que sirvieran a la tiranía con las armas, declarando que a partir del 5 de abril comenzaría una guerra total y que tendrían la necesidad de aniquilarlos donde quiera que estuvieran, como los peores enemigos de la libertad y la felicidad.
La Huelga del 9 de Abril fracasó producto de que el movimiento obrero, como casi siempre ocurrió, salvo excepciones muy notables, se mantuvo ajeno a la lucha contra Batista, al igual que grandes sectores del campesinado. La Central de Trabajadores de Cuba (CTC) estaba controlada por Eusebio Mujal, un excomunista que estaba al lado de Batista desde 1952. Además, el apoyo del Ejército Rebelde fue bien discreto en todo el país; Fidel Castro varios años después del triunfo de 1959 dijo que él no estaba de acuerdo con esa huelga, pero que dio órdenes para apoyarla; parece que esas órdenes las dio con bastante tibieza y desgano pese a que él había sido el principal promotor de la misma desde finales de 1957. Roberto Solera ha escrito una gran verdad en unas observaciones que le hizo a un artículo aparecido en la revista digital Cuba Nuestra.nu: “La huelga fracasó por razones totalmente ajenas al apoyo o no del PSP, que no tenía fuerza alguna como grupo revolucionario”. En http://www.po.org.ar se lee: “El retroceso del PSP en el movimiento sindical era imparable: en el último congreso de la CTC antes del golpe de 1952, el PC dirigía sólo 20 de los 300 sindicatos representados”. Pero se puede decir más, el Partido Socialista Popular boicoteó la Huelga del 9 de Abril.
El Partido Socialista Popular en el manifiesto de 12 de abril de 1958, condenó la fracasada huelga del 9 de abril de 1958, llamándola «llamamiento unilateral». El 28 de junio de 1958, el Comité Nacional del PSP, en manifiesto suscrito por Juan Marinello y Blas Roca, pedían «unas elecciones limpias y democráticas para desembarazarse de Batista»; sin embargo, ya desde abril de 1958 se había fundado por Félix Torres el destacamento guerrillero Máximo Gómez, del Partido Socialista Popular, en las montañas de Yaguajay (mal armado y con muy pocas y pequeñas acciones combativas hasta casi el final de la guerra), y en julio de 1958 subía a la Sierra Maestra el destacado líder comunista Carlos Rafael Rodríguez para apoyar a Fidel Castro. En definitiva, el PSP jugaba con varias cartas para al menos salir ganando parcialmente con alguna de ellas.
Sobre las causas del fracaso de la Huelga del 9 de Abril, Faustino Pérez en http://bvs.sld.cu/ escribe:
“Al analizar los factores del fracaso, llegamos a la conclusión de que no son imputables al pueblo y ni siquiera a la organización, sino a lo siguiente:
a) Falta de clima previo, que debió ser producido por una serie de hechos violentos que hicieran que el paro no fuera más que la culminación lógica del mismo.
b) Método inadecuado para la convocatoria. Por querer mantener en secreto la fecha; para evitar que la dictadura tomara medidas especificas, no pusimos nuestros cuadros organizados a funcionar para que la consigna fuera llevada a todos los sectores y personas, creando con ese solo hecho cierta agitación y expectación indispensables.
c) La escasa intensidad que presentó el sabotaje eléctrico y de las plantas de radio, cuando se esperaba la supresión total de ambos servicios.
d) La actitud un poco cerrada que se mantuvo frente a la posibilidad de coordinación o colaboración por parte de otros factores.
A nuestro criterio, todos estos factores sumados tuvieron mucho que ver en este fracaso momentáneo del movimiento de huelga en La Habana.
En cuanto al resto de las provincias, hubo bastante respuesta en algunas, y en otras, como Oriente, la cosa fue casi total. Allí, y también en lugares de Las Villas y Pinar se mantiene e incrementa la lucha de guerrillas además de las columnas ya bien nutridas de las montañas orientales (...).
Si esa apreciación hecha en el 58 añadimos la precariedad de las armas disponibles, la no llegada de otras en las fechas previstas y el profundo quebranto recién sufrido por el Movimiento en La Habana por la caída de cuadros fundamentales de la organización como Gerardo Abreu “Fontán”, Sergio González, Arístides Viera y muchos otros, así como la débil gestión y voluntad unitaria del FON, tendremos, a nuestro juicio, las causas fundamentales de aquella trágica derrota (...)”.
Hasta aquí la enumeración de las causas por parte de Faustino Pérez. Ahora bien, yo me pregunto ¿Entonces por qué hacer ese llamado frenético el 12 de marzo para una huelga con menos de un mes para su preparación y ejecución?. Mi respuesta es que Fidel Castro estaba muy preocupado porque el triunfo de la revolución no pasara por sus manos y llegara a las manos de los combatientes “del Llano” o a los integrantes de la Resistencia Cívica (ambos grupos con ideología burguesa, según el Che Guevara) o a otro grupo que llevara también la lucha antibatistiana, o que quizás se llegara a una solución electoral con un nuevo gobierno de transición, lo cual invalidaría la lucha llevada a cabo hasta ese momento.
En ese mismo artículo Faustino Pérez escribe sobre el apoyo del Ejército Rebelde a la mencionada huelga:
“Sin contar las numerosas acciones de los frentes guerrilleros en apoyo a la huelga, que incluyeron la intrépida presencia de Camilo Cienfuegos en los llanos del Cauto, podemos mencionar como hechos mas significativos a través del país: el asalto a las emisoras nacionales y la transmisión por sus canales del llamamiento a la huelga general revolucionaria, el asalto a la armería de La Habana Vieja, la voladura de registros de electricidad, los paros y sabotajes en varias terminales del transporte, la quema de gasolineras y de vehículos, la interrupción del transito de entrada y salida de la capital, los sabotajes, acciones y paros en Guanabacoa, el Cotorro, Madruga, el asalto a la emisora de Matanzas dirigido por Enrique Hart, el descarrilamiento de trenes en Jovellanos, el ataque al cuartel de Quemado de Güines y la interrupción de la Carretera Central en Manacas, las acciones del Condado en Santa Clara, la paralización y el dominio absoluto de Sagua la Grande, el asalto y sabotaje a la planta eléctrica de Vicente en Ciego de Ávila, acciones diversas en Camagüey, y la paralización prácticamente completa de todo Oriente por la acción combinada de las fuerzas guerrilleras y de la clandestinidad, incluido el ataque al Cuartel de Boniato por las milicias de Santiago de Cuba dirigidas por René Ramos Latour, "Daniel", sustituto de Frank en la Jefatura Nacional de Acción en la Sierra Maestra durante el ultimo combate del Movimiento, que después cayo heroicamente contra la ofensiva de la tiranía”.
Como hemos leído, Faustino Pérez enumera con sumo detalle las acciones llevadas a cabo por el M-26-7 “del Llano”, pero con respecto al apoyo de Fidel Castro y su ejército a la huelga, sólo nombra, lo que siempre se nombra en las clases y los textos oficialistas: la presencia de Camilo Cienfuegos y parte de su tropa en las llanuras del Cauto.
Los Castro dieron un ¨golpe de Estado¨ dentro de la Revolución después del triunfo revolucionario de enero de 1959 aunque ese ¨golpe de Estado¨ fue comenzado de manera visible desde la reunión de Altos de Mompié contra la vertiente ¨del llano¨ del Movimiento 26 de Julio, la vertiente más combativa y la que tuvo que enfrentar al cuerpo más represivo del régimen de Batista: la Policía Nacional. Esa reunión se llevó a cabo después del fracaso de la Huelga de Abril de 1958; huelga promovida por Fidel Castro en el Manifiesto de la Sierra Maestra de marzo de 1958 y posteriormente debilmente apoyada por sus fuerzas. En la reunión de Altos de Mompié, el 3 y 4 de mayo de 1958, se reunieron: Fidel Castro, René Ramos Latour, Faustino Pérez, Marcelo Fernández, Vilma Espín, Haydeé Santamaría, David Salvador, Ñico Torres, Celia Sánchez y Luis Buch, así como el Che Guevara, que había tenido ciertos roces con Ramos Latour por sus diferencias ideológicas y la arrogancia del argentino. Fidel le echó toda la culpa del fracaso a la vertiente ¨del llano¨ cuando realmente Fidel Castro y Faustino Pérez llamaron ambos a destiempo a dicha huelga y René Ramos Latour había objetado que no habían armas suficientes pero Faustino Pérez (expedicionario del Granma y subordinado de Fidel Castro) dijo que llegarían en una posteriormente fracasada expedición de ¨El Corojo¨.
Si bien la huelga fue un fracaso en su objetivo de derrotar a Batista, para Fidel Castro fue una victoria, ya que muchos de los líderes del M-26-7 de la lucha en las ciudades y pueblos. o sea, “del Llano” murieron (fueron más de un centenar los combatientes caídos y entre ellos Marcelo Salado, Jefe de Acción en la capital), y el M-26-7 de “la montaña” se impuso entre esas dos fuerzas. Debo señalar que muchos de los combatientes “del Llano” eran personas anticomunistas y de extracción de clase media, con cierta cultura que no les permitía ser engañados tan fácilmente como los campesinos de tierra adentro.
Sobre esos roces y las diferencias ideológicas dentro del M-26-7, el destacado historiador Rafael Rojas en su artículo El Crimen de un Pacto escribe los siguientes cinco párrafos:
“En una carta del 31 de agosto de 1957, Guevara proponía a Fidel que, para evitar que ''lidercillos de baja calidad moral e intelectual trataran de suceder a Frank'', se enviara a Santiago a un hombre de la Sierra como Raúl, Almeida, Ramirito o él mismo. Varias semanas después, comenzó un intercambio epistolar sumamente tenso entre el propio Guevara, Fidel y Raúl Castro, de un lado, y Ramos Latour, del otro, en el que los primeros acusaban a este último de haber ''abandonado'' a la Sierra y de confiar en pactos con los ''politiqueros'' de la ortodoxia y el autenticismo.
Daniel se defendió en su correspondencia y durante una visita a la Sierra, en octubre de 1957, aduciendo siempre que la ''lucha no debía circunscribirse única y exclusivamente a las montañas''. La polémica con Guevara llegó a niveles de gran intensidad retórica e hizo evidente, desde entonces, que el comunismo de Guevara y la socialdemocracia de Ramos Latour eran dos ideologías en pugna por el futuro de Cuba. No hubo otro momento en que aquel conflicto, que sólo habría tenido solución en una Cuba socialdemócrata, quedara más claramente expuesto.
En una carta del 14 de diciembre de 1957, Guevara escribía a Daniel: ''Pertenezco por mi preparación ideológica a los que creen que la solución de los problemas del mundo está detrás de la llamada cortina de hierro y tomo este movimiento como uno de los tantos provocados por el afán de la burguesía de liberarse de las cadenas del imperialismo''. Más adelante, confesaba que se ''avergonzaba'' de haber pensado que Fidel era un líder de derecha -“lo que ustedes representan”-, ya que la reacción de Castro contra el Pacto de Miami lo había convencido de que éste estaba “por arriba de su clase”.
Daniel responde a Guevara el 18 de diciembre de 1957: ''Los que tienen tu preparación ideológica piensan que la solución a nuestros males está en liberarnos del nocivo dominio yanqui por medio del no menos nocivo dominio soviético''. En aquella misma carta, Ramos Latour agregaba que la ideología del Movimiento 26 de Julio se inspiraba en el pensamiento político de José Martí, que consistía en hacer de Cuba un país democrático y próspero, pero con justicia social, y que los pactos con otras fuerzas opositoras eran necesarios y saludables.
El creciente rechazo de los jefes de la Sierra a los líderes del llano no tenía que ver, fundamentalmente, con la queja de que no llegaban recursos, que nunca dejaron de enviarse, sino con la política de entendimiento con los dos principales partidos de oposición -el Ortodoxo y el Auténtico- y de diálogo permanente con diplomáticos norteamericanos. Armando Hart, que presumía de su radicalismo, escribió en una carta del 16 de octubre a Castro: “He estado en contacto con círculos íntimos de la embajada [...] Muchas personas vinculadas a nosotros, pero que no aparecen como tales, fueron a conversaciones con el propio embajador”.
En esa reunión de Altos de Mompié los errores cayeron fundamentalmente en Faustino Pérez y en David Salvador, y el grupo de Fidel Castro tomó ya para siempre el mando de ese movimiento, subordinando de hecho al movimiento clandestino del M-26-7 a sus órdenes, poniendo al frente de los mandos provinciales a individuos de su confianza, aunque no fueran los más capaces.
Como último detalle, apuntaré que René Ramos Latour “Daniel” con méritos más que suficientes para tener el grado de Comandante, fue ascendido sólo a capitán del Ejército rebelde y mandado a cumplir múltiples arriesgadas misiones, hasta que cayó en combate.
Otra Nota del Bloguista de Baracutey Cubano
David es el ¨nombre de guerra¨ de Frank País García.
Norma es el ¨nombre de guerra¨de Celia Sánchez Manduley y es a la que designa Frank País como la Delegada de la Sierra Maestra.
Faustino quizás sea Faustino Pérez
Daniel es René Ramos Latour
Observen en la carta que Frank País informa cómo se han hecho las cosas pero no consulta con Fidel Castro cómo se deben hacer las cosas en el Movimiento 26 de Julio.
Señalo que Frank País tenía antes de unirse al Movimiento 26 de Julio un movimiento articulado nacionalmente y que Frank fue el que envió a la Sierra Maestra 50 hombre armados después del naufragio, más que desembarco, del yate Granma y la desbandada, más que combate, de los expedicionarios en Alegría de Pío donde Fidel Castro y Raúl Castro emprendieron la huida, al igual que hicieron después del ataque al Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953, desentendiéndose del grueso de los expedicionarios.
Carta de Frank País del 7 de julio de 1957
Lamento que todas estas cartas no lleguen con la premura que debieran, pues los acontecimientos van adelantándose con bases firmes y solidas y es necesario que estés bien informado de lo que sucede a la para que todos debemos estar plenamente identificados para cuando el momento de obrar nos lo exija.
Cuando hablamos por última vez en México te dije que no creía en la organización existente en Cuba, en el trabajo obrero realizado por la HUELGA GENERAL, ni en la eficiencia de los cuadros de acción pues estaban indefensos, impreparados y sin acoplar. Los hechos del 30 en que palpamos la realidad de las circunstancias temidas, dejaron muy maltrecha nuestra organización, desorientada y casi fuera de combate.
Tu espíritu indomable y el de tus compañeros que preservaron obstinadamente aún en las condiciones más duras y difíciles, que supieron imponerse a la adversidad en las situaciones más desesperadas hicieron el milagro que nunca hubiéramos podido lograr todos nosotros aún con nuestro esfuerzo más desesperado y nuestra convicción más firme. Dando tumbos comenzamos de nuevo. Con el lastre de todas las cosas fallidas, de una insurrección en marcha y de lo enclenque de nuestros cuadros directivos, nos dimos a la tarea de tratar de ayudarte a la par que levantar de nuevo la organización. El trabajo fue arduo, las condiciones no fueron las mejores y el trabajar edificando sobre la marcha tiene desventajas muy grandes.
Y pasó ese momento, con saldo de experiencias sufridas y compañeros muy queridos presos o muertos. Ahora el momento necesita de una nueva táctica, de una nueva línea.
Opinaba y conmigo muchos que el tipo de DIRECCIÓN que funcionaba antes del 30 no podía nunca dar resultados. En una insurrección no se pueden hacer ASAMBLEAS ni se pueden otorgar igual responsabilidad a un número a veces indeterminado de miembros de la DIRECCIÓN NACIONAL. Recuerdo que unas semanas antes del 30 había 25 miembros ejecutivos con igual categoría y a los cuales había que consultarles casi todo y lo deliberaban y conocían tanto y aún querían aumentarlo, ni tampoco se puede establecer «zonas tabú» en las que no se pueda penetrar ni se sepa el trabajo que se realiza.
(Fidel Castro)
El exceso de democracia contrastaba curiosamente con la acción caprichosa y unipersonal en ciertos campos.
Después del 30 vi con disgusto cómo se volvía de nuevo a la creación de DIRECCIONES NACIONALES Y PROVINCIALES con exceso de miembros, y poca calidad. Muchos dirigentes y poca coordinación y poco trabajo realizado concienzudamente. Los trabajos «por la libre» volvieron a imperar. Por suerte la misma situación revolucionaria brindó la solución, actuando de crisol purificador se consumieron en él por diversas circunstancias todo lo que no servía, o lo que estaba enclenque, o lo que estorbaba a la buena marcha de las cosas.
Jacinto (que es uno de los revolucionarios de vocación más clara y política y organizador infatigable) y yo discutimos mucho sobre el giro que tomaban las cosas y nos decidimos audazmente a replantear el MOVIMIENTO completo. Se centralizó por primera vez en pocas manos la DIRECCIÓN, se separaron y se fijaron claramente las distintas responsabilidades y trabajos del MOVIMIENTO, y nos dimos a la tarea de hacerlo más activo y pujante. Logramos el reconocimiento de todos y lentamente comenzamos a hacerlo realidad. Caímos presos. El MOVIMIENTO sufrió un momento de crisis, ya Faustino estaba preso y el trabajo fue demasiado para los pocos hombres que lo tuvieron que llevar. Pero las cosas se fueron arreglando. Al salir nosotros el estado del MOVIMIENTO era deplorable pero nunca como después del 30, ya había muchas cosas logradas que seguirían marchando adelante. De nuevo hubo que machacar mucho sobre la organización y la disciplina. La situación del país, la presión tuya y las obstinaciones del régimen nos han dado un espaldarazo formidable que nos coloca hoy como ejes de todas las posibles soluciones.
Fue necesario en este breve tiempo obrar un poco dictatorialmente, dictando órdenes y siendo un poco estrictos, pero ya ahora podemos encauzar las cosas de acuerdo con los planes preparados y tan cuidadosamente examinados. Siempre se ha hablado de HUELGA GENERAL pero con los aprestos guerreros se descuidaba una y otra vez este aspecto y se trabajaba en él sin fe y de una forma inefectiva. Era necesario inyectar este sector, darle el impulso que necesitaba y se comenzó por Oriente.
Ahora la situación ha cambiado, se ha visto que la HUELGA GENERAL, es posible, que es necesaria, que es tan importante trabajar en esto como en ACCIÓN y se ha hecho. Existe en este momento una DIRECCIÓN PROVINCIAL OBRERA con sus DIRECCIONES MUNICIPALES funcionando a todo pulmón y con bastante independencia económica y propagandística. Era necesario que el mismo trabajo se realizara en toda la Isla y se constituyó una DIRECCION NACIONAL OBRERA que daría la pauta y marcaría el día de la HUELGA GENERAL. Para ello se comenzó con un EJECUTIVO GESTOR que en este caso es el de Oríente que ya ha organizado en la misma forma de aquí a Camagüey y Santa Clara. En este momento los delegados de este EJECUTIVO están en Pinar del Río, Habana y Matanzas, para cerrar donde no haya, unir donde ya haya algo echo y llevar la idea y los proyectos del trabajo nacional. De acuerdo con los planes en un mes deben estar creadas y unidas nacionalmente todas nuestras organizaciones obreras. Este es el momento de hacer efectiva la DIRECCIÓN NACIONAL OBRERA. EL EJECUTIVO GESTOR pasaría a serlo en dirigencia y su COORDINADOR, miembro de la DIRECCIÓN NACIONAL DEL MOVIMIENTO.
En esto se trabaja en una forma intensísima calorizada y apoyada por la DIRECCIÓN DEL MOVIMIENTO. En tres meses tienen que llegar nuestros cuadros al máximo de capacidad. El programa obrero, sus consignas y su propaganda estarán en condiciones de poder unirse en la conjunción final planeada.
Inmediatamente después de logradas las DIRECCIONES NACIONALES OBRERAS y DE RESISTENCIA, pasarán delegados especiales de éstas a formar un COMITÉ DE HUELGA cuyo trabajo será más amplio. Ten en cuenta que todos los organismos de que te he hablado son netamente del 26 o íntimamente ligados a él y que hay una serie de entidades y organismos que no desean vincularse o sectarizarse no pueden hacerlo a un MOVIMIENTO como el nuestro, pero están de acuerdo en realizar la paralización nacional para derrocar al régimen. El objetivo de los delegados de nuestras organizaciones sería el de acoplar todas las figuras, sectores y organizaciones cívicas, políticas, religiosas, comerciales y obreras en un COMITÉ DE HUELGA que tendría visos de no parcializado al 26 pero que desarrollarían los hechos en el momento propicio que nosotros planeamos. No tendríamos por qué rechazar ni a sectores políticos que se hablarían casi abiertamente ya los que se les invitaría a participar en condiciones de igualdad. Nuestra fuerza consiste en nuestra beligerancia activa y en nuestros cuadros obreros y de resistencia que tienen ya una fuerza activa poderosísima y que en la realidad de todas las circunstancias que se puedan producir marcarían siempre el rumbo revolucionario ya de antes planeado.
Todo esto debe realizarse en un plazo ya prefijado de cuatro meses, pero que podía ampliarse a cinco si surgen algunas dificultades.
El papel de los cuadros de acción es también importante y los estamos barajando inteligentemente.
Necesitamos tener milicias en todas partes, milicias activas, disciplinadas, agresivas y audaces. Prácticamente esto es lo que mejor marcha en toda la Isla. Solamente tenemos que obligar a todos nuestros cuadros a obrar coordinadamente. Ya con este fin está en práctica el PLAN NACIONAL No. 2 que servirá para acoplar todas las acciones de sabotaje dándoles de ese modo una fuerza de impacto y psicológica mucho mayor. Esto servirá para crear la confianza colectiva en la acción segura cuando la orden es dada, para mantener el estado de insurrección, para darles experiencia y para ir aumentando paulatinamente de acuerdo con planes prefijados la tensión en el país hasta llegar al rojo que será el momento en que todas las Instituciones y todos los organismos agrupados en nuestro COMITÉ DE HUELGA lancen al unísono la demanda urgentísima de que ¡se vaya Batista! Para solucionar la situación y antes de que el régimen tenga tiempo de redactar la respuesta, toda Cuba pedirá que se vaya Batista y frente a la incertidumbre de un pronunciamiento tan firme, audaz y nacional que producirá, toda Cuba se lanzará a la HUELGA GENERAL con una ola de sabotaje obrero, técnico y revolucionario nunca visto hasta entonces. Quiero aclararte pues lo olvidé que en todas las DIRECCIONES OBRERAS hay SECCIONES de sabotaje para apoyar en ese momento la acción nacional que se va a desarrollar. Dada la importancia y lo crucial de la misma estas secciones son de militantes del 26.
Si este PLAN NACIONAL DE ACCIÓN No. 2 tiene buen resultado reorganizaremos para el segundo mes nuestros cuadros de milicias más disciplinadas, secretas y férreas y esperamos que en dos meses más ya operen a la perfección estando en disposición de realizar las tareas que se les encomienden, la forma de armadas te la digo en otra comunicación.
Nuestra propaganda es la que no marcha a pesar de todos los esfuerzos. Se trasladó a La Habana la responsabilidad nacional de realizada pero no funciona, con esta misma fecha se vuelve a trasladar la responsabilidad a donde estaba, pues ayer se venció la principal dificultad que era la de una imprenta. Ya con fecha de hoy comienza una intensa campaña de propaganda y para fin de mes espero que ya el periódico se pueda editar quincenalmente y fuera de La Habana.
La DIRECCIÓN DEL MOVIMIENTO nacionalmente residía en Bienvenido, en mí y en un pequeño grupo que hacía las veces de EJECUTIVO GESTOR. Con fecha de hoy Bienvenido pasa a ser Delegado del MOVIMIENTO en el extranjero y yo ceso en mi calidad de EJECUTIVO único.
El TESORERO NACIONAL, el nuevo encargado de PROPAGANDA, el COORDINADOR NACIONAL OBRERO, el COORDINADOR NACIONAL DE LA RESIETENCIA, el COORDINADOR NACIONAL BÉLICO, Y el COORDINADOR GENERAL DEL MOVIMIENTO formarán EL EJECUTIVO en nuestra dirigencia, la DIRECCIÓN NACIONAL estará formada además por los seis COORDINADORES PROVINCIALES.
Hemos tratado de situar en todos estos cargos a revolucionarios de pensamiento y de acción, probados a través de todos estos días de duras pruebas y trabajo intenso.
Esta DIRECCIÓN NACIONAL se hará efectiva en cuanto converse con Jacinto y María y demás compañeros responsables.
Asimismo queda adscrito a esta DIRECCIÓN un DELEGADO DE LA SIERRA que es NORMA.
Los planes bélicos contemplan además de la creación de milicias, compra e introducción de armas en las zonas que demuestren mayor disciplina y organización. Ampliación y refuerzo del frente de LA SIERRA Y apertura de nuestros frentes. Estos planes no conllevan la paralización de los otros en caso de no poder realizados plenamente, sino que siempre marcharán atemperados a los otros aunque trataremos de que se cumplan.
Sobre nuestro PROGRAMA de lineamientos claros y precisos pero serios, revolucionarios y realizables. Ya ahora se está trabajando intensamente en ello para unirlo a nuestro proyecto económico y hacer un PROGRAMA REVOLUCIONARIO DEL MOVIMIENTO. El trabajo se realiza por partes, en diferentes sectores y en distintas provin¬cias, si tienes algunas sugerencias o algunos trabajos mándalos, de todas maneras cuando esté el esbozo ya completo de lo que ha de ser el PROGRAMA te lo enviaré para que lo supervises y des tu opinión.
En este momento la vaguedad de pronunciamientos, así como la falta de planes y proyectos, hace que muchos todavía recelen de nuestras intenciones y de nuestra capacidad para hacer la revolución que se espera, porque es ya un hecho que el pueblo de Cuba no aspira al derrocamiento de un régimen ni a la sustitución de figuras, sino que aspira a cambios fundamentales en la estructura del país y es preocupación de todos los sectores y de todos los intereses del país el conocer la verdadera capacidad que pueden tener nuestros líderes y nuestras dirigencias para acometer tales cambios y somos confiables o no para ello. Ya nadie duda la caída del Régimen, lo que les preocupa es la calidad de ingenieros con que cuenta el 26 para la reconstrucción del nuevo edificio. Y tengo que reconocer que en este sentido hemos hecho muy poco y que la labor a realizar en estos meses es exhaustiva y urgente.
Aspiramos, y haremos todos los esfuerzos necesarios para que se cumpla esta aspiración a que el PROGRAMA del 26 coincida en su salida con el principio de la ofensiva final de propaganda que debe realizarse en dos meses.
Bueno, ustedes decidirán esto, pero les pido que lo comuniquen a esta DIRECCIÓN lo más rápidamente que puedan. Asimismo te pido tu opinión sobre todo el trabajo realizado. Hemos tratado de hacer lo mejor y estamos esforzándonos mucho por cumplir nuestro cometido. Cuba y la Historia esperan y el 26 de Julio no puede defraudarlas ni escribir páginas que no sean brillantes, constructivas y patrióticas.
Sin más y con un abrazo revolucionario para todos. POR LA DIRECCIÓN NACIONAL DEL M-26-7
David.
07/07/1957
Etiquetas: amnistía, Batista, carta, cuba, cubana, fidel castro, Frank País, Fulgencio, General, huelga del 9 de abril.1958, M-26-7, Movimiento 26 de Julio, Revolución, traición
1 Comments:
El "remedio" a Batista fue como cortarse la cabeza para librarse de un catarro. Ahora todo se ve muy claro, pero no hay duda de que ni siquiera gente como País le hicieron ningún favor a Cuba, sino lo contrario. Lo menos que Cuba necesitaba era una "revolución," aunque los que la gestaron creyeran en ella--y por supuesto muchos solamente buscaban sacar provecho a nivel personal. O sea, no me hablen de la tan socorrida revolución "traicionada." Mejor que hablen de la revolución comemierda.
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