Juan Antonio Blanco. Cuba: fuego fatuo en la Asamblea Nacional del Poder Popular. Se avecinan cambios pero no son precisamente los que los ciudadanos anhelan
Tomado de https://diariodecuba.com/
Cuba: fuego fatuo en la Asamblea Nacional
********
Es casi seguro que se avecinan cambios y están preparando a la población a fin de que los crea 'inevitables'. Porque no son precisamente los que los ciudadanos anhelan.
********
Por Juan Antonio Blanco
Miami
24 julio 2023
Fue insólita la locuacidad de algunos delegados —y del propio presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular— sobre el imparable costo de la canasta básica y el reconocimiento de que el país importa casi todos los alimentos por su incapacidad para producirlos. Algunos pensaron que quizás fueran los temblores tempranos que registran los sismógrafos en el preludio de un gran terremoto.
En efecto, es casi seguro que se avecinan cambios y están preparando a la población a fin de que los crea "inevitables". Pero no son los cambios que los ciudadanos anhelan, sino otros que irán en beneficio de la nueva oligarquía cubana y sus aliados. Se avecinan piñatas, no libertades ciudadanas. Van a "modernizar" su Estado mafioso al estilo ruso: no abrirán la economía a fin de que todos participen en un mercado de libre competencia en pie de igualdad.
Ya comenzaron a arremeter contra aquellas MIPYMES que no se cuadran ni les cuadran. Su registro, supervivencia y prosperidad la deciden factores extraeconómicos. Para recibir permiso y poder ponerse la gorra de mipymero hay que tener un récord político limpio. Para sobrevivir hay que someterse a reglas estatales arbitrarias que limitan el derecho a legalizar la propiedad sobre un negocio, hacerlo crecer sin cortapisas, fijar precios, seleccionar el área de inversión, exportar e importar directamente y atraer socios y financiamientos sin mediación estatal. Para prosperar son necesarias conexiones adecuadas con la oligarquía. Aquellos a los que no le gusten esas reglas pueden ser expropiados, como recordó amenazante el presidente de la Asamblea Nacional. Las MIPYMES son el engañoso espejismo al que la nueva clase apuesta para evadir las sanciones, pero sin libertad económica no pueden satisfacer la demanda. Mientras tanto, la crisis y el malestar nacional avanzan.
El espectáculo en la Asamblea Nacional evocaba el viejo truco de Fidel Castro para apaciguar a las masas en tiempos en que se llegaba a límites preocupantes. El caudillo convocaba al pueblo a ejercer la crítica sobre la gestión gubernamental y luego reciclaba unos burócratas por otros mientras todo seguía igual.
La diferencia es que ahora la gobernabilidad enfrenta una crisis mucho mayor. No es necesario explicar que Raúl Castro y Miguel Díaz-Canel no poseen las dotes manipuladoras de Fidel Castro, ni existen hoy los servicios y políticas sociales que antes permitían cooptar el apoyo o la neutralidad de muchos ciudadanos. Raúl y Díaz-Canel decidieron desmontarlos con las políticas de shock de la Tarea Ordenamiento, que también ha permitido devaluar propiedades estatales para facilitar su futura venta en piñatas de acreedores y oligarcas. Pero esa política ha tenido un costo político y económico inmediato.
Han perseguido ferozmente la creación de riquezas que pudieran escapar a su férreo control y lograron multiplicar la pobreza nacional. En estas circunstancias es ahora arriesgado abrir los micrófonos en centros de trabajo y barrios a ciudadanos iracundos. El truco de Fidel Castro de apaciguar el malestar social permitiendo criticar a sus subordinados, en la actualidad solo es posible en círculos bien controlados como la Asamblea Nacional.
No es lo mismo criticar a la burocracia que hablar mal del sistema que ella administra. Por esa razón, nadie se refirió durante la sesión de la Asamblea Nacional a la necesidad de sustituir el régimen de gobernanza. Pero ese es el centro mismo de esta crisis.
Dos ejemplos.
El 11 de julio de 2021, cuando cientos de miles de cubanos se manifestaron en las 15 provincias, ninguno fue reportado, pese a décadas de adoctrinamiento, portando un cartel o gritando consignas contra el llamado "bloqueo imperialista". Exigían —eso sí— libertad para desarrollar sus proyectos de vida y buscar la felicidad… en su país. Libertad del bloqueo interno de leyes, regulaciones y orientaciones que estrangulan la iniciativa personal e impiden el desarrollo de las fuerzas productivas nacionales. Ese detalle escapa incluso a algunos prestigiosos académicos extranjeros.
La respuesta estatal fue apalear a cientos, instaurar el terror endureciendo el Código Penal y expandir a más de 1.000 el número de presos políticos en esta isla de 11 millones de habitantes. En 1987 la URSS, con unos 284 millones de habitantes, solo tenía 288 presos políticos, según consta en documentos de los archivos la KGB citados por The State within the State (Albats, 1994).
La otra ocasión fue en abril de 2020, cuando la Liga de Campesinos Independientes de Cuba y la dirección nacional de la Federación Latinoamericana de Mujeres Rurales (FLAMUR) alertaron a Miguel Díaz-Canel de que se derrumbaba la producción agrícola y se avecinaba una hambruna. Para evitarla exigían cinco garantías, libertades y facilidades al campesinado nacional que entonces producía el 80% de los alimentos pese a disponer solo del 20% de las tierras arables. Las demandas fueron ignoradas y sus proponentes reprimidos. La hambruna ya toca las puertas de amplios sectores.
Hoy, según dice el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, virtualmente todos los alimentos se importan. Pero el problema no se origina exclusivamente en el culto a los trámites burocráticos y la mediocridad de quienes dirigen. Los campesinos lo sabían. Por eso no exigieron que cesaran en sus cargos el ministro y otros funcionarios del Ministerio de Agricultura, sino demandaron un cambio radical del sistema o régimen de producción agrícola.
El problema no puede resolverse con el cambio de planillas y personas, sino con el remplazo del actual régimen de gobernanza. Si un comité de Premios Nobel de Economía sustituyese a Díaz-Canel y todos sus ministros muy poco podría hacer si lo obligasen a trabajar dentro de las normas del régimen vigente.
En esta última sesión de la Asamblea Nacional no se vieron debates, sino un teatral ejercicio de apaciguamiento combinado con la amenaza de nuevas expropiaciones y reactivar el paredón de fusilamiento. Hasta que no discutan la necesidad de sustituir el sistema, no hay nada serio que esperar de estas piruetas. Es fuego fatuo.
***************
Nota del bloguista de Baracutey Cubano
DISCURSO PRONUNCIADO POR EL COMANDANTE FIDEL CASTRO RUZ, PRIMER SECRETARIO DEL COMITE CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA y PRIMER MINISTRO DEL GOBIERNO REVOLUCIONARIO, EN LA CLAUSURA DEL III CONGRESO NACIONAL DE LA ANAP, EN EL INSTITUTO TECNOLOGICO “RUBEN MARTINEZ VILLENA”, EL 18 DE MAYO DE 1967.
*************
Etiquetas: ANPP, Asamblea Nacional, cambios, canasta básica, costo, cuba, cubano, dictadura, fuego fatuo, Miguel Díaz-Canel, MIPYMES, presos políticos, pueblo, Raúl Castro
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home