Pedro Pablo Arencibia Cardoso: Abundando sobre el gobierno del Presidente Gerardo Machado y Morales y su salida del poder hace 90 años
Nota del Bloguista del Blog Baracutey Cubano
Por Pedro Pablo Arencibia Cardoso
- Gerardo Machado fue exitoso en la empresa privada y posteriormente en la gubernamental antes de llegar a ser Presidente de la República de Cuba; veamos: después de fundada la República de Cuba le adjudicaron el grado de Teniente Coronel; posteriormente se incorporó al Cuerpo de la Guardia Rural destacado en su provincia natal, Las Villas, donde poco después ocupó la alcaldía e inició negocios particulares, pues adquirió la Planta Eléctrica de Las Villas, y extendió sus actividades privadas al conformar, en sociedad con Orestes Ferrara Marino y Laureano Falla Gutiérrez,. la Compañía Eléctrica de Cuba; Machado también invirtió exitosamente en la industria azucarera; tal fue su éxito económico que cuando llegó a la Presidencia de la República de Cuba ya era millonario, En mi libro La Historia de Cuba que te ocultaron y otros temas, abordo y hecho abajo en el parágrafo 3.25 (titulado El licenciamiento del Ejército Libertador y las retribuciones monetarias para su empoderamiento social y económico) algunos mitos sobre el estado económico y social en que quedaron los combatientes que habían pertenecido al Ejército Libertador. Frank Escobar en su ya citado artículo expresa lo siguiente sobre la gestión gubernamental de Machado en su primer período: ¨La primera falacia: Machado era un fascista, la calificación “el Mussolini Tropical”, la favorita del Comunismo Internacional y también de los liberales del New York Times y la revista “Times”. Machado no tuvo pasado socialista como Mussolini y el propio Hitler y tampoco estableció un estado totalitario, su programa de gobierno que fue cumplido en su primer mandato 1925-1929, establecía una estricta limitación de los poderes del Estado y una oposición total al crecimiento de la burocracia en los servicios públicos. Contradecía tácitamente los dos pilares indiscutibles sobre los que se empinaron los regímenes fascistas en Italia y Alemania.¨
- En las Elecciones Generales del 1 de noviembre de 1924, Gerardo Machado con el 59,95 % de los votos ganó ampliamente al sacarle 20 puntos porcentuales a su adversario Mario García Menocal, al éste obtener solamente el 40.05 % de los votos. Pero no sólo eso: De los 12 escaños disputados para el Senado, el partido de Machado (Partido Liberal) obtuvo 11 y de los 53 escaños disputados para la Cámara de Representantes obtuvo 31. He dado todos esos datos porque ellos son la base que conjuntamente con la gran labor llevada a cabo por el gobierno de Gerardo Machado antes de la crisis económica mundial de 1929, llevó a lo que se llamó el Cooperativismo (cuyo creador fue Wifredo Fernández) que llevó a que la mayoría de los partidos políticos de la oposición se aliaran a Machado, pues el olfato político les decía que de no aliarse serían barridos en las elecciones, pues gran parte del pueblo cubano seguía a Machado. Recuerdo que en Cuba vi por la TV castrista, la única existente desde hace 64 años, un documental histórico sobre la República de Cuba antes de 1959 (¡Viva la República! (1972)) que al hablar de la oposición del pueblo cubano a la dictadura de Gerardo Machado mostraron las imágenes de gigantescas manifestaciones populares que según las palabras del narrador, eran de oposición a Machado. Me llamó mucho la atención esas imagénes y con mi reproductor de video VHS, las pasé en cámara lenta o ¨cuadro a cuadro¨ para leer un cartel que aparecía un tanto lejano en la multitudinaria manifestación; el cartel decía: ¡CON MACHADO HASTA EL POLO!, que era una de las consignas más populares. Ese Cooperativismo llevó a que en las Elecciones Generales (llevadas a cabo bajo la Ley de Emergencia Electoral) del 1 de noviembre de 1928 Gerardo Machado fuera el único candidato para la Presidencia de la República de Cuba. En la historia oficialista castrista se dice que Gerardo Machado impuso el Cooperativismo, lo cual no es cierto.
- Esa popularidad de Gerardo Machado es elocuente cuando oímos, por ejemplo, el son La Mujer de Antonio, del Trío Matamoros, cuyo origen es la petición que le hizo Pepín Bacardi a Miguel Matamoros por el almuerzo que le daría en el Hotel Venus a la artista mexicana Celia Montalván que estaba de visita en Santiago de Cuba. El Trío Matamoros grabó “La Mujer de Antonio” en julio de 1929.
- La Carretera Central, de una calidad en su construcción que la actual Autopista Nacional envidiaría, se construyó no sólo en menos de 4 años: se construyó sin robarle o comprarle tierra a nadie pues se construyó siguiendo el colonial Camino Real, el cual perteneció a la Corona España mientras Cuba fue colonia de España; después de la independencia de Cuba de España pasó a ser propiedad del Estado cubano. El abogado, que no ingeniero, Carlos Miguel T. de Céspedes Ortiz ¨El Dinámico¨ (1881-1955), quien ocupó varias carteras en el Ejecutivo del Presidente Machado, fue el que impulsó la construcción de numerosas obras públicas como fueron, además de los ya mencionados en el artículo de Carlos Espinosa Domínguez, varios edificios de la Universidad de La Habana, incluyendo el Aula Magna; varios de los edificios del Hospital Calixto García, El hoy desaparecido Hospital Infantil de La Habana (llamado posteriormente por la Robolución Hospital Infantil ¨Pedro Borrás Astorga¨, localizado cerca de la Calle G o Avenida de los Presidentes, en El Vedado) que fue el hospital infantil más grande de Latinoamérica, el Hospital de Maternidad “América Arias”, la Escuela Técnica Industrial, de Boyeros, parte de la Quinta Avenida de Miramar, la remodelación del Paseo del Prado, .el Malecón de Matanzas, el Palacio de Justicia de Santa Clara, el mejoramiento y ampliación de los tranvías de La Habana, Camagüey y Santiago de Cuba, el Presidio Modelo de Isla de Piños y muchas otras obras públicas. La República de Cuba se endeudó para construir todas esas obras públicas, pero tengamos en cuenta que es poco frecuente prestarle dinero, con intereses usuales o promedios, a alguien con un mal historial crediticio, luego una prueba del buen historial de crédito con que contaba la República de Cuba en 1928 está el préstamo de ochenta millones de dólares que recibió del Chase Manhattan Bank of New York un año antes del crack bancario de octubre de 1929. Para darle una solución parcial a ese endeudamiento y al pago de las obras Machado incrementó la recaudación fiscal mediante, por ejemplos: 1) la Ley de Obras Públicas (que imponía un recargo del 10% sobre todos los artículos de importación considerados suntuarios y otro del 3% sobre todos los productos de procedencia extranjera, excepto los alimentos. y 2) la Reforma Arancelaria de 1927, las cuales también hicieron bajar las importaciones y desarrollar la industria nacional. No dejemos de tener en cuenta que el endeudamiento se adquirió en la construcción de obras necesarias, perennes y grandiosas de gran calidad arquitectónica y constructiva que aún hoy casi todas ellas, a casi un siglo de haber sido construidas, y pese a la falta o deficiente mantenimiento y el maltrato que han recibido en estos últimos 64 años, están funcionando y son dignas de admiración y de elogios.
- El Presidente Gerardo Machado no tuvo que sobornar al Congreso para extender su mandato en dos años, pues mayoritariamente eran de su partido; tampoco tuvo que sobornar para la Reforma Constitucional de 1928, la cual se llevó a una Convención Constituyente, aunque la elección de los delegados a esa Constituyente no fueron elegidos de la manera en que fueron elegidos los de la Convención Constituyente de 1940. Frank Escobar, en el ya citado artículo escribe: ¨ Machado contaba a su lado con un asesor legal de lujo, el Dr. Antonio Sánchez de Bustamante y Sirven, autor del Código Bustamante de Derecho Internacional que se usó en el Tribunal de Nuremberg y era un miembro permanente del Tribunal Internacional de la Haya. Según cuenta Antonio Sànchez de Bustamante y Montoro, el “nieto famoso”, en una ocasión ya siendo su abuelo de edad muy avanzada y encontrándose él con un grupo de condiscípulos de la Universidad estudiando en su casa, allá por los años cuarenta, uno de ellos alzó la voz un poco y trató de desafiar al abuelo, indirectamente, por su apoyo a Machado y a la dudosa legalidad de la prórroga de poderes y la reacción de Bustamante y Sirven fue la de acercarse sonriendo y contestarle amablemente: “Joven, haciendo un recuento de mi vida puedo asegurarle que si volviera a vivir mi vida de nuevo hay un hecho muy significativo que cambiaria, me casaría con mi esposa mucho antes que cuando lo hice”…Es decir no se arrepintió nunca del apoyo que le dio a Machado. Eran hombres de carácter y con estilo: Machado, Bustamante, Ferrara, De Céspedes, Averoff. La Cámara de Representantes de Cuba, aprobó en la primavera de 1927, una ley que establecía, entre otras cosas, la prórroga del poder por dos años más. Es decir el periodo presidencial seria no de cuatro sino de seis años sin posibilidad de reelección. La visita del presidente Machado a Washington tuvo lugar después de la aprobación de esa legislación por parte de la Cámara de Representantes de Cuba, y por consiguiente Machado obtuvo la aprobación tácita del gobierno de Coolidge a los principios generales consagrados en esa ley. Tras el regreso del presidente Machado a Cuba, el Congreso en pleno aprobó la Ley de Reforma Constitucional, con la condición de que el mandato del presidente solo fuera prorrogado por un período de solo dos años.¨ Pero el historiador Frank Escobar no se queda ahí, pues añade: ¨ El 26 de mayo de 1931 el Presidente Machado propuso un plan de reforma constitucional que establecería el cese de su mandato en 1933, pero no fue aceptado por los intransigentes del ABC que como Marat exigían la cabeza y se mantuvo el terrorismo como arma política. El 16 de enero de 1932 el presidente Gerardo Machado quiso llegar a un entendimiento con la oposición, pero de nuevo el ABC preparó una campaña terrorista contra el gobierno. El intransigente Rubén Martínez Villena sin embargo firmó a nombre de los comunistas un pacto con Machado para suspender la huelga general en 1933. Pero la traición ya estaba en camino y venia de Washington.¨. Señalo que ya en ese momento el Presidente norteamericano era el fabiano Franklyn D. Roosevelt y no el conservador Calvin Coolidge, a quién Machado en 1927 le había pedido en visita a EE.UU. un nuevo tratado sobre las relaciones entre ambos países, con el objetivo de derogar la Enmienda Platt; gestiones que en 1928 parecían ir por muy buen camino.
¨Artículo 38. Todos los cubanos mayores de veintiún años tienen derecho de sufragio, con excepción de los siguientes:
Primero. Los asilados.
Segundo. Los incapacitados mentalmente, previa declaración judicial de su incapacidad.
Tercero. Los inhabilitados judicialmente por causa de delito.
Cuarto. Los individuos pertenecientes a las Fuerzas de Mar y Tierra que estuvieren en servicio activo.
Las leyes determinarán la oportunidad, grado y forma en que la mujer cubana pueda ejercer el derecho de sufragio. Estas leyes deberán ser acordadas por las dos terceras partes de la totalidad de los miembros componentes de la Cámara de Representantes y el Senado de la República.”
- Es muy poco probable que el líder comunista cubano Rubén Martínez Villena al salir de una reunión que había tenido con Machado, le haya llamado ¨asno con garras¨ a Machado, pues el 99.99 % de los cubanos a los asnos les llamamos burros; eso de llamarle asno y no burro, parece ser que fue una licencia literaria del también comunista Pablo de la Torriente Brau, que es el que escribió esas supuestas palabras de Martínez Villena; por cierto, Villena nunca habló de las garras de su admirado genocida comunista José Stalin, quien ya en esos años había matado a millones de rusos, ucranianos, etc.. Pocas veces se lee o dice que Villena, por su terquedad y sectarismo, destruyó al Movimiento Minorista en Cuba pues en la historia que se estudia en Cuba apenas se aborda ese hecho. A continuación otro episodio que involucra a Machado con Rubén Martínez Villena: el líder comunista era buscado por la policía por un hecho que supuestamente había cometido; se escondió en la casa del abogado Dr. José Miguel Irisarri (quién posteriormente sería uno de los miembros de la Pentarquía) y éste, mediante el influyente Carlos Miguel de Céspedes y Ortiz, le pidió al Presidente Machado un salvoconducto para que Martínez Villena pudiera salir de Cuba con el objetivo de curarse la tuberculosis que padecía; Machado accedió al pedido y Martínez Villena pudo salir sin problema alguno de Cuba y posteriormente entrar. Esa es la ocasión en que Martínez Villena visita y hace estancia en la Unión Soviética, pero no llega a curarse de la tuberculosis, enfermedad que lo llevó a que se hiciera realidad lo que presintió en su poema ¨Canción del sainete póstumo¨.
- Gerardo Marchado se reeligió con algo más que ¨una fuerte recesión económica a nivel mundial¨: fue realmente una crisis económica mundial, comenzada con el ya mencionado crac bancario de octubre de 1929. En Estados Unidos de América se le califica como la más grande crisis económica de su historia o como La Gran Depresión, pero tengamos en cuenta que dadas las estrechas relaciones económicas de Cuba con EE.UU., Cuba en gran medida también se vió afectada económicamente.
La crisis económica mundial de 1929 en Estados Unidos
The Great Depression - America's Biggest Economic Crisis | Free Documentary History
La crisis económica mundial de 1929 en Cuba:
- Esa situación de crisis económica sirvió para que elementos desestabilizadores con ansias de poder incrementaran las acciones violentas y de propaganda contra el gobierno del Presidente Machado, el cual poco podía hacer ante una crisis mundial de esa envergadura. Para intentar contener esas acciones violentas, Machado recurrió a la violencia contra esos elementos desestabilizadores. La más famosa de esas acciones violentas contra el gobierno de Machado fue el asesinato del Dr. Clemente Vázquez Bello (23 de noviembre de 1887-28 de septiembre de 1932) quien era entonces Presidente del Senado de Cuba (lo fue entre 1925 y 1932) y no se le asocia, aún hoy, con algún hecho sangriento del Machadato, pero su muerte (llevada a cabo mediante múltiples disparos desde un automóvil al llegar a su casa y no poder abrir la puerta, pues el llavín de la puerta había sido previamente tupido con cera), fue planificada bajo el supuesto que el Presidente Machado despediría el duelo en el Cementerio de Colón y su entierro sería en una tumba determinada, por lo que con tiempo suficiente los complotados terroristas cavaron un túnel hacia una tumba cercana que fue dinamitada con el objetivo de hacerla explotar cuando el Presidente Machado estuviera públicamente despidiendo el duelo, sin tener en cuenta quienes más morirían, pero la familia de Vázquez Bello decidió enterrarlo en Santa Clara y ese abominable crimen no se pudo llevar a cabo. Hay un film norteamericano (We Were Strangers; 1949) que está basado en ese plan de atentado contra Machado. Por cierto: el auto desde el cual se le disparó a Clemente Vázquez Bello estuvo escondido en la azotea de la casa de Flor Loynaz (la hermana de Dulce María Loynaz) en la localidad de La Coronela.
- Está claro que la naturaleza de los fenómenos sociales son casi siempre multifactoriales, pero esos factores conforman diferentes componentes entre las cuales se hayan las llamadas componentes principales. En el caso de la situación nacional e internacional durante el segundo período de mandato de Machado, la primera componente principal es la que incluye los factores económicos, entre los que se destacan la crisis económica mundial y la abrupta baja de los precios del azúcar, a lo que hay que añadir la reducción (a la mitad) en el mercado norteamericano de la participación del azúcar producida en Cuba y las consecuencias que eso tuvo: desempleo, pobreza en el gobierno y en la población, el no pago de salarios a los empleados públicos, etc.; mientras el gobierno pagaba una deuda externa con intereses que provocaban que el gobierno cayera en nuevos empréstitos a pagar, La segunda componente de esas componentes principales, es la que incluye factores de carácter ¨social¨ entre los que se encuentra la labor de zapa del anarcosindicalismo y el comunismo internacional en estudiantes y obreros manipulables, ignorantes e inexpertos que provocaban huelgas y más dificultades a la gestión del gobierno. Los comunistas y anarcosindicalistas se guiaban, y se guían aún, en la práctica social por el refrán: ¨a río revuelto, ganancia de pescadores¨ para ganar adeptos y llegar al Poder, después de lo cual no permiten ni el elemental derecho a huelgas. Recordemos que a casi tres meses después de ocupar Machado la presidencia, se fundó en La Habana el primer Partido Comunista de Cuba, el 16 de agosto de 1925; esa ideología, que se guiaba por el ideal soviético, utilizó en Cuba métodos que eran desconocidos hasta esa época como fue, por ejemplo, el terrorismo en las ciudades. Otros elementos, pero no todos, de esa segunda componente principal son la represión, los asesinatos y la censura machadista en contra de la violencia de las escopetas recortadas, las subametralladoras y la dinamita de los luchadores y terroristas antimachadistas. El Ejército, como parte del pueblo cubano, estaba presente dentro de toda esta situación nacional de ahí que cuando el Presidente Machado fue, en sus últimos días en la Presidencia, al Campamento Militar de Columbia a pedir ayuda a los militares, un alto oficial le aconsejó que reuniera a su familia y partiera del país.
- En Cuba se oculta que el factor que más influyó en la salida del poder de Machado fue una crisis económica mundial que afectó a Cuba y que los militares no quisieron esperar más para dejar de apoyar a Machado. Además: Orestes Ferrara afirma que Machado desde hacía ya un tiempo deseaba dejar la Presidencia, pero que no encontraba a nadie capacitado que pudiera frenar el caos que se iba a desencadenar si él se iba del poder. Machado, creyendo que el Partido Comunista tenía ascendencia para controlar la huelga (que no fue convocada ni iniciada por los comunistas aunque sí aprovechada) intentó terminarla mediante un pacto con el Partido Comunista liderado por Rubén Martínez Villena (los comunistas cubanos, las pocas veces que hablan de ese pacto, le llaman ¨el error de agosto¨, del cual Blas Roca Calderío también fue responsable por ser de la cúpula dirigente de dicho partido) a cambio de ciertos reconocimientos al partido comunista en Cuba, pero los militares de manera espontánea (no hubo una dirección clara ya que los oficiales intermedios no tuvieron un liderazgo) se opusieron a seguir apoyando a Machado; esa oposición empezó primero en la fortaleza de La Cabaña, posteriormente al Castillo de la Fuerza y después al Campamento de Columbia (La Verdadera República de Cuba, Manuel Cao Mendiguren, página 53). En dicho libro el Dr. Andrés Cao Mendiguren escribe:
¨Ya terminando el mes de julio, los obreros del transporte de La Habana fueron a una huelga. Enrique Izquierdo, el sustituto del Alcalde, ya que no había Alcalde, sino un jefe de distrito central, había impuesto un gravamen extra a los dueños de transporte. Estos no lo aceptaron, y los obreros fueron a la huelga. Este incidente provocó escalonadamente, sin que nadie lo hubiera organizado ni dirigido, una huelga general revolucionaria, a la cual se fueron sumando progresivamente todos los gremios, estuvieran sindicalizados o no lo estuvieran, y llegó a paralizarse completamente la nación, pese a los esfuerzos de las fuerzas policiales.
El 5 de agosto se corrió la especie de que Machado había renunciado. El pueblo se lanzó a las calles y fue ametrallado a mansalva en los alrededores de Palacio. Nunca pudo saberse de quién procedía la radio pirata que dio la noticia ni qué fines buscaba. Ante la grave situación que lo rodeaba, Machado trató desesperadamente de detener la huelga y creyó que los comunistas eran capaces de hacerlo. Recibió a una delegación en el Palacio dirigida por Martínez Villena y formada por Jorge Vivó y Joaquín Ordoqui, con los cuales hizo un pacto: reconocería al Partido Comunista legalmente , promulgaría un decreto ley para la jornada de 8 horas y les daría otra serie de facilidades de organización obrera a los comunistas, con tal de que ellos detuvieran la huelga.
Los comunistas aceptaron, pero no podían parar la huelga porque primero, ni la habían organizado, y segundo, ni tenían preponderancia en general sobre el sector obrero cubano, sino sobre algunos pequeños sindicatos, que no representaban ni con mucho la mayoría de la situación. La Huelga continuó y la cosa se siguió poniendo en malas condiciones.¨ (páginas 369-370).
- Si bien al gobierno de Estados Unidos no le era indiferente una Cuba envuelta en revueltas, huelgas y manifestaciones violentas, no es nada frecuente leer que después de Franklyn D. Roosevelt ser elegido Presidente de los Estados Unidos de América, influyentes cubanos le pidieron a Roosevelt que ayudara a resolver la crisis sociopolítica que presentaba Cuba. Roosevelt envió a Cuba a Summer Welles, un diplomático influyente, con experiencia en los asuntos cubanos desde los tiempos del Presidente Alfredo Zayas y Alfonso, para que buscase un arreglo pacífico. Sumner Welles trató de ayudar a darle una salida lo menos traumática a la situación en Cuba pues los EE.UU., como en el 1906, no querían intervenir en Cuba pero deseaban su estabilidad. Según la entonces Constitución vigente le correspondía al Secretario de Estado sustituir al Presidente de la República cuando este faltara por una licencia de vacaciones, etc., pero en esos días Ferrara todavía estaba en Europa y cuando regresó ya era muy tarde; además, el traspaso también llevaba su tiempo para poder aplicarlo. Para darle solución a esa situación hubo que nombrar primero Secretario de Estado al entonces jefe del Ejército (General Alberto Herrera Franchi) y posteriormente nombrarlo Presidente (para ello hubo que cambiar las normas establecidas como fue, por ejemplo, el tiempo necesario para hacer el nombramiento) y este traspasó el poder inmediatamente a Carlos Manuel de Céspedes y Quesada, quien era una persona que conocía muy bien la situación cubana, pues había ocupado varios altos cargos en diferentes gobiernos de la joven República de Cuba. El hijo, del segundo matrimonio de Carlos Manuel de Céspedes y del Castillo (Padre de la Patria cubana) se había unido a la lucha y peleado en combate por la independencia de Cuba, arribando en una expedición desde EEUU donde se había criado cuando fue llevado por su madre debido a la Guerra de los Diez Años y el relevante papel protagónico que tuvo en ella su padre. Estas maniobras se llevaron a cabo con la aprobación de Gerardo Machado, hasta entonces Presidente elegido constitucional y democráticamente, y la de otros políticos presentes en una residencia cercana al entonces Hospital Reina Mercedes, que es donde hoy está ubicada la Heladería Coppelia.
- El Presidente Carlos Manuel de Céspedes y Quesada restituyó la Constitución de 1901, puso fecha cercana para la celebración de elecciones generales donde él no se postularía; muy contrariamente actuó su sucesor Ramón Grau San Martín, elegido por un pequeño grupo de personas mayoritariamente del Directorio Estudiantil, pues Grau no se apegó a Constitución alguna, dejando a un lado la importancia de una Constitución para un país, y anunció elecciones generales en las que él se postularía para la Presidencia; sin embargo, Grau en 1954 criticaría a Fulgencio Batista por postularse siendo ¨el hombre fuerte¨ en ese momento. Carlos Manuel de Céspedes y Quesada era el individuo ideal para un gobierno de transición, pues no tenía ambiciones de poder, era honesto, capaz, conciliador, etc., pero la prensa (la misma que había adulado intensamente a Machado) lo tildaba como una persona débil pues querian ver resultados de la noche a la mañana; por otra parte, el revolucionarismo, solamente experto en formar revueltas, poner bombas y hacer atentados, querian en el poder a un hombre fuerte que les diera cuotas de poder en la estructura política del país. Otro factor está en la página 55 del libro del Dr. Cao donde se lee: ¨... Pero el Ejército no estuvo de acuerdo y no apoyó a Céspedes, además de estar disgregado, disperso, carente de líderes y sin voluntad de actuar. Mientras tanto las fuerzas revolucionarias, que no fueron las que depusieron a Machado, siguieron en su rutina de violencia durante el breve tiempo que duraría la Presidencia de Carlos Manuel de Céspedes. Y puede decirse sin temor a mentir, que durante ese tiempo el país estuvo en total anarquía y carente de gobierno.¨. Para conocer algunos hechos ocurridos durante el mal llamado ¨gobierno de los 100 días¨de Grau-Guiteras, elegido por un pequeño grupo de personas, en su mayoría del Directorio Estudiantil, sin tener en cuenta a toda la Agrupación Revolucionaria de La Habana (que casi inmediatamente se le llamó Agrupación Revolucionaria de Cuba) y mucho menos al pueblo cubano, pueden leer el post del blog Baracutey Cubano titulado Primera Presidencia de Cuba del Dr. Ramón Grau San Martín con un gobierno de 127 días inconstitucional, no democraticamente elegido por el pueblo, que no aseguró paz y estabilidad.
- Una persona que posteriormente durante esa década de los años 30 fue ¨el hombre fuerte¨que ayudó a encausar al país hacia la normalidad fue el Sargento convertido en Coronel Fulgencio Batista y Zaldivar; grado militar no otorgado por sí mismo, sino por Sergio Carbó, el miembro de la Pentarquía que se ocupaba de esa esfera, y la aprobación de otros miembros de la Pentarquía (a la que Batista había declinado pertenecer) cuando ese colectivo de cinco personas presidía la República de Cuba. El nombramiento de Carbó a Batista fue motivado porque Sumner Welles en correspondencia a sus superiores hablaba ¨de un sargento llamado Batista¨ y Batista se iba a entrevistar con Sumner Welles. Anterior a esa promoción militar de Batista es bueno conocer los siguientes datos de su vida militar los cuales fueron tomados de Ensayo Biográfico sobre Batista, de la autoría de Raúl Acosta Rubio, publicado en La Habana en 1943 en Imprenta Úcar, García y CIA; veamos: Batista prestó servicios en la Capitanía del Escuadrón radicado en el Castillo de Atarés y posteriormente en el Castillo de la Fuerza en el Departamento de Dirección del Estado Mayor como secretario del veterano coronel del Ejército Libertador, Federico Rasco Ruiz, entonces inspector general del Ejército; el 14 de junio de 1926 obtiene su nombramiento de cabo, plaza que obtuvo en oposición después de ser discutida entre cuarenta y dos aspirantes; el 17 de agosto de 1928 es ascendido a sargento de primera taquígrafo, plaza que también obtuvo por oposición y con calificación de sobresaliente, siendo destacado, según la Orden Especial No. 148, en el Séptimo Distrito Militar en La Cabaña; poco después es trasladado, con igual cargo, para el Campamento Militar de Columbia, sede del Estado Mayor del entonces denominado Ejército Permanente. en ese lugar Batista se convierte en un militar laborioso, se siente reconocido por sus jefes y compañeros; redacta órdenes, resuelve con celeridad y eficiencia los problemas de orden administrativo y se destaca por encima del resto de sus camaradas; su protagonismo es evidente. Le alcanza el tiempo para leer interesantes libros existentes en la biblioteca de esta instalación militar, que contribuyeron a elevar su cultura general; No deja de asistir a las clases de idioma inglés y con el tiempo aprendió a leer, escribir y hablar con fluidez este idioma. En el ya citado libro del Dr. Cao Mendiguren se lee que Fulgencio Batista y Zaldivar fue miembro clandestino del Ramal 7 del ABC (como consecuencia de la Mediación de Sumner Welles, el ABC se dividió en ABC radical y ABC) en la lucha contra el Presidente Machado; que había conspirado con el periodista opositor Sergio Carbó cuando él ocupaba la importante plaza de taquígrafo y mecanógrafo del Estado Mayor del Ejército, así como el hecho que Batista también le hizo llegar clandestinamente a Carlos Prío Socarrás las actas del juicio cuando Prío en la lucha contra Machado estaba siendo juzgado por lanzarle, junto a otras personas, un artefacto incendiario a un tranvía que subía la calle J rumbo a la Universidad de La Habana. Batista pertenecía a la organización ¨Pro Ley y Justicia¨ , la cual se creó después de la salida de Machado, y pertenecía ¨al grupo de los ocho¨ de Columbia, al que pertenecían también los Sargentos Pablo Rodríguez y Eleuterio Pedraza (se dice que Pablo Rodríguez tenía vínculos con el partido comunista). Batista fue el que despidió el 25 de agosto de 1933 en el Cementerio de Colón el duelo del asesinado Sargento Mayor Miguel Ángel Hernández, mientras otros despedían los duelos de los también asesinados Margarito Iglesias y Félix Alpizar. En esa década y parte de la siguiente Batista era ideológicamente de ¨centro izquierda¨, que tampoco quiere decir que era comunista. En ese período de los años 30s del siglo pasado Batista para eliminar en algo la violencia heredada de la lucha machadista y antimachadista que había en Cuba nombró Jefe de la Policía y hasta gobernador de La Habana a su entonces amigo José Eleuterio Pedraza, el cual se hizo famoso por usar el purgante ¨palmacristi¨ y hasta la violencia en contra de los violentos. La más famosa represión contra los violentos fue contra la Huelga de Marzo de 1935. Según se lee en la oficialista Ecured castrista esa huelga tenía el objetivo de derrocar al llamado por el castrismo régimen Batista–Caffery–Mendieta; y además detalla: ¨... Durante más de 48 horas, el transporte urbano y por carretera, las fábricas, el comercio, e incluso las dependencias del Estado en todo el país se paralizaron. En algunos lugares, la huelga sobrevivió hasta el 15 de marzo. Pero la cruenta represión desatada por el régimen sumada a la falta de coordinación y unidad entre todas las organizaciones involucradas en el movimiento huelguístico, provocaron su derrota. Antonio Guiteras lideraba en esa época la organización Joven Cuba y estimaba que era prematuro y en extremo riesgoso el convocar a la huelga general sin tener el armamento necesario para apoyarla y mantener a toda costa el paro. En total coincidencia, el Partido Comunista y la Confederación Nacional Obrera de Cuba (CNOC) consideran insuficiente la preparación previa al paro, pues aún no tienen completamente organizada su vasta red de organismos armados de autodefensa para apoyarlo.¨ . Sólo añado que la organización Joven Cuba era una organización terrorista que fue la sucesora de la también organización guiterista T.N.T. , la cual se llamaba así por ser el TriNitroTolueno el principal componente de la dinamita. Antonio Guiteras (que era farmaceútico de profesión y que desde adolescente ya experimentaba con sustancias explosivas en su casa de la ciudad de Pinar del Río) había luchado violentamente contra el gobierno de Machado usando dinamita y armas de fuego de diferentes calibres y volumen de fuego; un hecho violento, aunque no terrorista, en esa lucha fue la toma del cuartel de San Luis, en la antigua provincia de Oriente. La organización de Guiteras protagonizó, al menos, un atentado contra el Presidente Carlos Mendieta.
- Sobre el ascenso de Sargento a Coronel de Fulgencio Batista y Zaldívar deseo. señalar algunos ejemplos y preguntas; aunque podría escribir muchas más: En la primera semana de la Guerra de los Diez Años, iniciada el 10 de octubre de 1868, Carlos Manuel de Céspedes y del Castillo nombró Mayor General al abogado Francisco Maceo Osorio, el cual no poseía formación ni méritos militares; por cierto, el primer título o grado que quiso asignarse Carlos Manuel a si mismo era el de Capitán General; ¿Qué formación tenía el farmaceútico Antonio Guiteras Holmes para ser Secretario (Ministro) de Guerra y Marina durante el mal llamado ¨gobierno de los 100 días¨ ? ¿Qué formación y práctica política tenía el Dr. Ramón Grau San Martín para ser Presidente durante el mal llamado ¨gobierno de los 100 días¨ ? ¿Qué exitosa hoja de servicio militar tenía Fidel Castro Ruz para ser Comandante en Jefe, si sólo tenía en su haber: acciones de pandillaje político de ¨baja estofa¨ y sólo actuaba cuando estaba en superioridad según escribió su ex cuñado Rafael Díaz Balart, que fue la persona que lo introdujo en las pandillas? ¿ Se merecía Fidel Castro ser Comandante en Jefe después de los grandes fracasos y huidas del ataque al Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953 y del ¿combate? de Alegría de Pío después del desembarco del yate Granma el 2 de diciembre de 1956?
- ¿Fue Fulgencio Batista y Zaldivar el que le dió ¨el Golpe de Estado¨ a Carlos Manuel de Céspedes y Quesada? Para responder esa pregunta veamos como se llevó a cabo el ¨Golpe de Estado¨ o deposición del Presidente Carlos Manuel de Céspedes y Quesada, el 5 de septiembre de 1933. Según se lee en la página 396 del mencionado libro del Dr. Cao Mendiguren: ¨... Mientras tanto el Presidente Carlos Manuel de Céspedes está reunido con su Consejo de Secretarios después de su precipitado regreso de Isabela de Sagua -donde recorría la zona afectada por el ciclón- cuando es informado de los acontecimientos . Entrando al despacho del Presidente los miembros de la Pentarquía demandan la entrega del poder. El coronel Horacio Ferrer, Secretario de Guerra y Marina hace resistencia . La discusión se prolonga y Carlos Prío quiere entrar al despacho del Presidente pero se inhibe por no tener chaqueta que perdió durante las horas de la agitada madrugada; toma prestada la de un amigo y entra al sitio donde se encuentra Céspedes ¿Quién es usted joven? -le pregunta el Presidente que se encuentra en medio de los trámites para traspasar el mando del gobierno. Yo soy el presidente de la Junta Revolucionaria que ha dado el golpe de estado. -responde Prío. El Presidente se muestra conciliador y se dirige a los pentarcas: Pero ustedes no me han dicho esto. Todos pueden formar parte del gabinete y no es necesario un vuelco imprudente. Prío responde: Esto es una revolución y le aconsejo que entregue el poder a los señores designados. ¿Por quién han sido designados? pregunta Céspedes. Por el ejército y la revolución -responde Prío. En ese caso yo me retiro -dice calmadamente el Presidente Carlos Manuel de Céspedes, quien es acompañado por Prío hacia su automovil donde se ha congregado un número de personas. Para evitar una reacción desagradable Prío empieza a aplaudir a Céspedes siendo imitado por la turba. El Presidente marcha tranquilamente a su casa y Prío hacia Columbia en un intento de incorporar a oficiales al movimiento pero estos se niegan a tratar con los sargentos. Hasta aquí la versión de los sucesos del 4 de septiembre dada por el ex Presidente Carlos Prío Socarrás al periodista Jorge Zayas a inicios de la década de los años 70. En una versión de los hechos dada por Manuel Aran (quien fuera miembro de Pro Ley y Justicia y el enlace entre el Directorio y los militares) al mismo periodista en esa misma época, Prío tiene un papel menos protagónico...¨. En Ecured, que es la Wikipedia oficialista Castrista, es el Dr. Ramón Grau San Martín, y no Carlos Prío, el que tiene ese diálogo con el Presidente provisional Carlos Manuel de Céspedes y Quesada, luego el que le dio ¨el golpe de Estado¨ a Carlos Manuel está entre Carlos Prío Socarrás o Ramón Grau San Martín. Lo que sí está bien claro es que el golpista NO FUE Fulgencio Batista (el líder de la Revolución de los sargentos del 4 de septiembre de 1933), pues Bstista no estaba en el Palacio Presidencial, tampoco entabló esa conversación con el Presidente Carlos Manuel, y mucho menos rechazó la proposición de Carlos Manuel de que se uniera al gabinete para trabajar juntos, pues estaba en el Campamento Militar de Columbia y ni siquiera habló por teléfono....
- En mi blog Baracutey Cubano publiqué un post sobre: la Revolución del 4 de Septiembre de 1933, la Agrupación Revolucionaria de La Habana, la conformación de la Pentarquía y como se truncó el camino constitucional y democrático para dar paso a caudillos politicamente improvisados; aquí sólo diré que la Pentarquía fracasó en menos de una semana, pues desde el inicio estaba condenada al fracaso producto de las diferencias de sus miembros en diferentes aspectos esenciales; además, la Pentarquía se hizo insostenible por falta de apoyo popular.
Referencias Elecciones 1928
https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_generales_de_Cuba_de_1928
Nohlen, D (2005) Elections in the Americas: A data handbook, Volume I, p197 ISBN 978-0-19-928357-6
Nohlen, p215
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Referencias Elecciones 1824
https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_generales_de_Cuba_de_1924
Nohlen, D (2005) Elections in the Americas: A data handbook, Volume I, p203 ISBN 978-0-19-928357-6
Nohlen, p195
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Pepe Forte
La Caída de MACHADO
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Tomado de https://www.cubaencuentro.com/
El día que cambió la faz de la República
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Se cumplen nueve décadas de la caída de la dictadura de Gerardo Machado, que dejó una insalvable fractura en nuestra historia y unas consecuencias que llegan hasta hoy
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Por Carlos Espinosa Domínguez
Aranjuez
11/08/2023
“Por grande, por cuerdo, por vasto que sea el genio de un hombre, jamás
deben confiársele completamente los destinos de un país”.
Benjamín Constant.
Cuando asumió la Presidencia, el 20 de mayo de 1925, tenía la aureola de haber sido general del Ejército Libertador. Tras la guerra, había ocupado varios puestos públicos por breve tiempo y después se convirtió en gerente y luego vicepresidente de la Compañía Cubana de Electricidad, la más grande empresa pública del país. Ganó las elecciones con la aprobación de casi todos los partidos políticos y de la mayoría de los cubanos. El lema de su campaña era “agua, caminos y escuelas”. Asimismo, pidió que se pusiera fin a la Enmienda Platt y se mejorase la sanidad pública.
Al asumir el cargo, Gerardo Machado (Camajuaní, 1871-Miami Beach, 1939) declaró que “su mayor gloria sería no aspirar de ninguna manera a la reelección”. Eso lo reafirmó al año siguiente, al expresar: “Creo que en nuestro país una reelección presidencial es peligrosa y la experiencia obliga a reconocerlo así”. En septiembre de 1925, Jorge Mañach, quien después tanto lo combatió, escribió en el diario El País:
“Hoy, a los seis meses de gobierno, de buen gobierno, ya podemos agradecer sin que se nos tache de alabarderismo. El General Machado ha regenerado el aplauso político, que antes era gesto de adulador de pasillos y de comités, de círculos y de antesalas. Algún recelo empedernido sigue aconsejándose en voz baja que no aventuremos demasiadas ilusiones, que la escoba nueva barre bien, que los padecimientos de la nación se arraigaron hasta hacerse necesaria, para aliviarlos, no un talco superficial, sino una ruda cura de sal y vinagre. Pero al pueblo sano que no sabe de teorías, el pueblo cuya mínima credulidad es la máxima de Santo Tomás, ‘ver y tocar’, le basta para el aplauso con percatarse de lo que ya se ha hecho: la carretera empezada, el bajío volado, el prevaricador en tela de juicio, los códigos en estudio, la inmoralidad reprimida —toda esta renovación que a diario nos salta al ánimo desde las columnas de los periódicos para aguijar, con la esperanza, el agradecimiento silencioso”.
En los primeros años, la gestión de Machado fue exitosa. Dio un poderoso impulso a la economía y aplicó una política arancelaria para estimular la producción nacional. Regeneró la vida pública y luchó por instaurar el orden y los atisbos de progresos. Impulsó un amplio plan de construcciones, cuya realización más destacada fue la Carretera Central, que con sus 1.435 kilómetros unió La Habana y Santiago de Cuba. Eso creó miles de empleos, así como un moderno sistema de comunicación que abrió nuevos mercados agrícolas e industriales.
Se construyeron, asimismo, numerosos acueductos para abastecer de agua a las principales ciudades. Se pavimentaron las calles y se mejoró el alcantarillado. De esos años son también la escalinata de la Universidad de La Habana, el Capitolio, la Avenida de las Misiones, el Parque de la Fraternidad, la ampliación del Malecón. Conviene decir, no obstante, que el precio de todas esas obras fue el endeudamiento del país.
Pero para 1927, Machado había decidido permanecer en el poder, pues estaba convencido de que era imprescindible para la prosperidad de Cuba. De modo jactancioso declaró: “No abandonaré el poder antes de las doce del día del 20 de mayo de 1935. Ni un minuto más, ni un minuto menos”. Sobornó al Congreso, que le extendió el cargo por dos años y después acordó revisar la Constitución de 1901 para que pudiese gobernar seis años más sin necesidad de reelección. Intimidó al Poder Judicial y se aseguró el apoyo del Ejército, al hacer del mismo un centro de privilegios.
Dictadura tan arrogante como sangrienta
La prórroga de poderes fue muy impopular y la mayor parte de los cubanos la desaprobó. Era algo que había ocurrido en casos anteriores. El honrado Tomás Estrada Palma determinó reelegirse y con ello provocó la Guerrita de agosto de 1906. El descontento generalizado que halló su reelección lo hizo dimitir. También Mario García Menocal anunció su propósito de ser reelegido, y para conseguirlo recurrió al fraude. Eso dio lugar a la rebelión conocida con el nombre de “La Chambelona”, debido a una tonada que identificaba al Partido Liberal, que impugnaba el resultado de las elecciones.
Como escribió entonces Mañach, “a la primera señal de inconformidad, Machado enseñó la garra” (debe aludir a la frase “asno con garras”, con la cual el poeta Rubén Martínez Villena calificó a Machado). Este se reeligió en medio de una fuerte recesión económica a nivel mundial, que naturalmente afectó a Cuba. Eso contribuyó a que aumentara el gran descontento del pueblo y también a gestarse una creciente oposición política. La respuesta del ya déspota gobernante fue reprimir, golpear, torturar y asesinar a todos los que se resistiesen o desobedecieran sus mandatos. Su nuevo período en el poder se transformó así en una dictadura tan arrogante como sangrienta, que hizo que la vida de los cubanos fuese una mezcla de dolor, abusos, humillaciones e infamias.
La tiranía machadista pronto se caracterizó por sus métodos represivos contra los movimientos estudiantiles y obreros, así como contra la vigorosa y combativa intelectualidad y el feminismo. Las manifestaciones de protestas eran disueltas con plan de machete y con el ametrallamiento. Los líderes sindicales y los comunistas pasaron a ser los principales enemigos de Machado. El Partido Comunista, fundado en 1925 por Carlos Baliño y Julio Antonio Mella, fue ilegalizado y se clausuraron la Universidad Popular José Martí y los gremios sindicales.
Las torturas y los asesinatos se convirtieron en algo cotidiano. Apenas llevaba Machado unas semanas como presidente, cuando unos policías vestidos de civiles asesinaron a Thomas Graham Sola, obrero ferroviario, negro y comunista de origen norteamericano. Otro crimen notorio fue el del periodista Armando André, quien sacó a la luz un escandaloso negocio del dictador y se atrevió a burlarse de él en su periódico El Día. Eso también ocurrió en 1925.
Machado envió sicarios a la capital mexicana para que asesinaran a Mella en 1929. También dio la orden de reprimir la manifestación de estudiantes del 30 de septiembre de 1930, en la cual fue ultimado Rafael Trejo. El líder obrero Alfredo López desapareció el 20 de julio de 1926. Fue arrojado al mar con una barra de plomo estrangulándole el cuello. Y para no extenderme más, me limitaré a mencionar los asesinatos de los hermanos Valdés Daussá y de los trabajadores canarios falsamente acusados.
Para 1933, el repudio popular era virulento. Eso coincidió con que la economía se había desplomado. Las relaciones comerciales con Estados Unidos habían decaído, a medida que ese país se fue hundiendo en la crisis provocada por el crack bancario de octubre de 1929. El sector que más se vio afectado fue la industria azucarera, cuya participación en el mercado norteamericano se redujo del 51,9 por ciento al 25,4 en 1933. Como consecuencia de ello, más de 240 mil obreros que eran cabezas de familia perdieron su empleo.
Los estudiantes, uno de los pilares de la protesta
A partir de 1930, las protestas, huelgas y manifestaciones populares aumentaron considerablemente. Esos primeros movimientos de descontento surgieron en zonas que normalmente no se hallan vinculadas a la política. Uno de los principales pilares de la protesta y la lucha contra la dictadura fueron los estudiantes. Lo hicieron a través de la Federación Estudiantil Universitaria, creada por Mella en 1922 como una forma de expresión política autónoma.
Las primeras manifestaciones de la rebeldía estudiantil en el ámbito universitario tuvieron un carácter puramente docente. Pero luego se fueron radicalizando hasta culminar con la vinculación de miles de estudiantes a las luchas por derrocar a Machado. Por su parte, la mayoría de los grupos de la oposición se implicaron en el terrorismo urbano, y se valieron del empleo de explosivos y del asesinato político.
La caída del machadato tuvo su inicio en un pequeño litigio laboral. El 23 de julio de 1933, los choferes de los autobuses de La Habana comenzaron una huelga como protesta por el aumento de los impuestos municipales. La misma estaba auspiciada por la Central Nacional Obrera de Cuba. A la huelga pronto se sumaron los taxistas y los operadores de tranvías, con lo cual el transporte de la capital quedó paralizado. Para el 1 de agosto, al reclamo se habían sumado otros sectores: barberos, estibadores, periodistas, trabajadores ferroviarios, linotipistas. Los medios de comunicación dejaron de funcionar. El país vivió la huelga más decisiva del sindicalismo nacional.
Esa fue la mecha que terminó por desencadenar lo que terminó por llamarse la Revolución del 33. Ante esa situación, el tirano se reunió con los líderes comunistas, a quienes consideraba los organizadores del paro. Les ofreció reconocimiento legal y una suma de dinero. La propuesta fue aceptada por quienes hasta entonces habían sido enemigos del dictador. Sin embargo, ese pacto no logró detener la ola popular, que a esas alturas era imparable.
El 1 de agosto, el ejército reprimió con feroz brutalidad una manifestación de protesta en Santa Clara y ocupó militarmente la ciudad. El 6 de ese mes se difundió en la capital la noticia de que Machado había renunciado. El pueblo salió a las calles a festejarlo y fue refrenado a tiros por la policía. El balance fue de 22 muertos y más de 70 heridos. De modo paralelo, entre los militares empezó a incubarse una conspiración. La encabezaba el sargento Pablo Rodríguez, quien de manera gradual fue desplazado por otro sargento. Su nombre: Fulgencio Batista.
Al gobierno de Estados Unidos no le interesaba tener una Cuba envuelta en revueltas, huelgas y manifestaciones. A diferencia de su predecesor, James Sommerville, el embajador enviado por Franklin Delano Roosevelt como parte de su política del New Deal, no se sometió a Machado. Este cambio dio lugar a que este empezara a criticar a los yanquis. Eso agradó al Partido Comunista, que pasó a ver con buenos ojos la inesperada postura antimperialista del dictador. Y a sus dirigentes no les importó establecer con él una unión contra natura.
El régimen machadista se desplomó verticalmente
Estados Unidos dejó de apoyar a Machado. Roosevelt además envió a Cuba a Summer Welles, un diplomático influyente y amigo suyo, para que buscase un arreglo pacífico. Pero las soluciones pragmáticas eran imposibles en un país inmerso en una encarnizada contienda política. De todos modos, Welles trató de interceder y Machado se vio obligado a participar en la Mediación. Aceptó liberar a los presos políticos y restablecer las garantías, pero se negó de plano a abandonar el poder. El 7 de agosto declaró por radio a toda la nación: “Quiero decir que desde este momento la labor mediacionista del Embajador de los Estados Unidos ha terminado, porque yo no puedo tolerar, ni la dignidad cubana lo consiente, que el representante extranjero intervenga en nuestras cuestiones internas”.
Fuera de la órbita de Welles quedaron los trabajadores, dirigidos por Martínez Villena y la Confederación Nacional Obrera de Cuba, y los militares, que hasta ese momento habían actuado con cierta autonomía. Tampoco aceptaron la Mediación los estudiantes y los comunistas, pues la consideraban una injerencia en los asuntos internos del país.
El 12 de agosto, Welles, con el apoyo del Estado Mayor del Ejército, presentó al dictador un plan para su renuncia. Este aún se mantenía desafiante y fue a Columbia para apelar a una rebelión militar a su favor. Mas se encontró con que la oficialidad rehusó secundarlo. La Marina de Guerra y la Aviación siguieron ese ejemplo. Al verse sin el apoyo que antes había tenido, Machado se dirigió a su finca “La Nenita”, de la cual salió en su Lincoln blindado hacia un aeropuerto cercano. Solo seis personas pudieron abordar el avión, que voló rumbo a Nassau y de ahí a Miami.
En menos de veinticuatro horas, el régimen machadista se desplomó verticalmente y la faz de la República había cambiado. Como escribió Jorge Quintana al referirse al 12 de agosto de 1933, “una nueva fecha habíase incorporado a nuestra historia. Desde entonces los cubanos la reverenciamos. Fue la fecha que marcó el desplome de un gobierno que se empeñó a destruir las instituciones democráticas de la República, en hacer trizas el legado que nos dejaron los gloriosos mambises del 68 y del 95”.
Tras la huida del dictador, siguieron varios días de saqueos y persecuciones. El pueblo comenzó linchar a conocidos machadista, y sus casas no escaparon a la cólera de las masas. Desde balcones y ventanas se lanzaban sus pertenencias a las calles para allí quemarlas. Se perdieron bibliotecas muy importantes y fastuosas residencias quedaron arruinadas. Tampoco consiguieron escapar de aquella innecesaria destrucción empresas propiedad de machadistas, como la Compañía Avícola Cubana, el cine Prado, el diario Heraldo de Cuba y los almacenes Mestre, Machado y Cía. Las turbas estaban más interesadas en destruir que en robar. Como los saqueos no satisfacían el ansia de venganza del pueblo, a ellos siguió la cacería de policías y porristas.
De sargento a coronel de la noche a la mañana
En medio de ese caos, Batista pasó de la noche a la mañana de sargento a coronel y se convirtió en jefe del nuevo Estado Mayor. No resulta posible explicarse ese vertiginoso ascenso de un hombre que no había pasado por una academia militar y que ni siquiera había tomado parte en una batalla. El 4 de septiembre de 1933 encabezó un hecho que marcó la culminación negativa de aquel movimiento de rectificación nacional. Una sublevación militar sustituyó a Carlos Manuel de Céspedes y Quesada, que fue nombrado Presidente, e impuso en su lugar a cinco miembros, la llamada Pentarquía. Años después y a partir de la Constitución de 1940 que él contribuyó a que se aprobara, Batista ganó unas elecciones libres y democráticas y asumió la presidencia del país. Después, él mismo se encargó de interrumpir el orden constitucionalista, al ponerse al frente del golpe militar del 10 de marzo de 1952.
Tendría que referirme a cómo la reacción y la oligarquía abortaron el proyecto revolucionario de 1933 e impidieron que pudiese cumplir sus objetivos finales. Pero eso ocuparía mucho espacio, así que prefiero dedicar las últimas líneas a hablar de la insalvable fractura en nuestra historia que dejó la caída de Machado y de unas consecuencias que llegan hasta hoy. Voy a citar nuevamente a Mañach, quien en diciembre de 1933 publicó en el periódico El País una serie de tres trabajos sobre el tema del militarismo en Cuba. La inicia con estas palabras:
“Durante los últimos años, el Ejército ha representado un papel demasiado visible en la vida pública cubana. Fue, en el Machadato, el gran coro de la voz despótica, y cuando al fin se retiró el tenor siniestro, se adelantó el coro militar hacia el proscenio, destacó sus partiquinos y se hizo todo él un número estelar. Hoy no puede negarse que el Ejército tiene la máxima visibilidad. La nación es una sinfonía en caqui”.
¿Aprendieron los cubanos la lección? Al parecer no, de acuerdo a lo que afirma John Márquez: “En general, de los 16 cubanos que ocuparon la presidencia entre 1902 y 1952, nueve de ellos eran militares. Y de los 50 años comprendidos entre 1902 y 1952, solo 12 años la presidencia fue ocupada por civiles electos: Alfredo Zayas, Ramón Grau San Martín y Carlos Prío Socarrás, por cuatro años cada uno. Luego, como colofón del militarismo, de los 83 años que separan 1933 de 2016, en 64 de ellos la presidencia fue ocupada por tres militares: el general Batista, el Comandante en Jefe Fidel Castro y el general Raúl Castro”.
Etiquetas: Batista, caida, carlos manuel de céspedes, Carlos Prío, cuba, Fulgencio Batista, gerardo machado, gobierno, golpista, Grau San martín, huida, machado, Presidente, Revolución, Sumner Welles
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