José Gabriel Barrenechea desde Cuba: La inutilidad histórica del castrismo
Tomado de https://www.cubaencuentro.com/
La inutilidad histórica del castrismo
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Al enumerar las consecuencias del embargo, el régimen pone en primer lugar lo de tener que pagar más por traer las mercancías desde más lejos, o el tener que adquirir productos de menor calidad
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Por José Gabriel Barrenechea
Santa Clara
06/12/2023
Situémonos en la lógica de los argumentos del régimen y admitamos que el embargo es la principal causa de la actual situación de Cuba. Hacerlo es admitir entonces el fracaso de ese mismo régimen, y su inutilidad histórica.
El castrismo, como la forma más radical del nacionalismo cubano que haya llegado al poder, se impuso una misión histórica: eliminar la dependencia económica de Cuba a Estados Unidos, que a su vez nos hacía dependientes políticamente de Washington. Así lo reconocieron desde muy temprano Fidel Castro, o el mismo Raúl Roa (fue la posibilidad de eliminar esa dependencia lo que atrajo al castrismo a Roa). Ya desde 1959 el castrismo en ciernes se propuso y puso en acción una política para diversificar los mercados para los pocos productos cubanos, o para los de los muchos que dado el carácter intrínsecamente dependiente de nuestra economía se importaban. El fin era disminuir nuestros intercambios comerciales y financieros con EEUU al mínimo. No importaba que los costos de transportación de mercancías crecieran, o que la calidad de lo comprado bajara, el asunto era marcar distancia económica de EEUU, para así disminuir la influencia política que Washington tenía gracias a su control sobre la realidad material, económica cubana.
Más de sesenta años después, no obstante, el régimen heredero del castrismo reconoce implícitamente que esa política de 1959 fue un disparate, al acusar al embargo de la situación presente de Cuba, a pesar de mantener relaciones normales con todas las demás economías del planeta. Reconocen así que lo de buscar otros mercados, para nuestros productos e importaciones, aunque aumentara el valor de los fletes y disminuyera la calidad de lo adquirido, era un grave error. Porque precisamente al enumerar las consecuencias puntuales del embargo para Cuba ponen en primer lugar lo de tener que pagar más por traer las mercancías desde más lejos, o el tener que adquirir productos de menor calidad.
En realidad, no hace falta mucha imaginación para interpretar al embargo como la respuesta de EEUU a ese intento del “nacional castrismo” de marcar distancia: ¿no decían ustedes que necesitan distanciarse de nosotros para ser “verdaderamente soberanos”? Pues vamos a darles el gusto, ya que quieren irse a comprar o vender a otra parte, respetemos su voluntad soberana, y neguémonos a seguir manteniendo unas relaciones económicas que solo pueden traerles a ustedes subordinación política.
Clamar por volver al “mercado natural de Cuba”, como antes de morir lo denominó Iroel Sánchez, y nada menos que en Granma, para comprar y vender más cerca y con mejor calidad, no es más que a su vez admitir implícitamente que los caminos que se asumieron en 1959, y llevaron al rompimiento del verano de 1960, estaban equivocados. Que por tanto el régimen instaurado desde entonces no tiene justificación histórica (salvo la de demostrar lo erróneo de los fines del nacionalismo radical republicano sobre los cuales se erigió), y que mucho menos tienen razón de ser ahora.
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Nota del Bloguista de Baracutey Cubano
En la página 8 de la monografía La dependencia ecanomica externa de Cuba y su repercusion sabre su palitica exterior, del economista Carmelo Mesa Lago, :se lee un fragmento de donde se infiere 1) que sólo la tiranía Castrista cambió al país del cual era dependiente; 2) la existencia de un subsidio soviético utilizando para ello la llamada Política de los precios deslizantes. El hecho descrito en 2) y que la URSS le vendía el petróleo ruso a Cuba a bajos precios para que la dictadura de Cuba lo vendiera a los entonces altos precios del petróleo en mercado mundial, provocó fatales consecuencias para el desarrollo de la economía de Cuba para que pudiera participar exitosamente en el real y verdadero mundo de las relaciones comerciales entre países. La prioridad que le da la tiranía Castrista a mantener a toda costa el poder político es la que frena los cambios estructurales que la economía en Cuba necesita incluyendo la negativa de hacer algunos cambios que en otros países comunistas o socialistas se han hecho manteniendo el poder político. Leamos el fragmento de Carmelo Mesa Lago: :
¨..., ya que en 1946-1958 el 69% de su comercio total era con los Estados Unidos, y en 1961-1978, el 50% fue con la Unión Soviética. Pero' en 1978, el comercio total de Cuba con la Unión Soviética sola llegó a una cifra sin precedentes de 69%, y otro 10% del comercio era con otros países del GOMEGON (República Democrática Alemana, Checoslovaquia, Bulgaria;nota del bloguista: el CAME para los cubanos ), que están dentro de la esfera de influencia soviética. . Los porcentajes más-bajos de comercio cubano-soviético (40% en 1964 y 41% en 1974) han ocurrido cuando los precios del azúcar en el mercado mundial estaban altos, lo que proporcionaba a Cuba suficientes divisas como para ampliar su capacidad de escoger los países con los que comerciaba. En cambio, cuando los precios del azúcar en el mercado internacional estaban bajos, el comercio cubano-soviético alcanzaba sus mayores niveles: 56% en 1967, 62% en 1977 y 69% en 1978.¨
El Embargo norteamericano, consecuencia del robo de las propiedades norteamericanas, pues los norteamericanos estuvieron de acuerdo con la nacionalización pero que los precios, pagos y formas de pagos se llevaran a litigio en los tribunales de Cuba como lo especificaba la Constitución de 1940, cuya supuesta restauración fue una de las ¨banderas¨ utilizadas por las fuerzas antibatistianas en su lucha contra el gobierno de Fulgencio Batista pese a que su restauración ya había sucedido con las elecciones del 1 de noviembre de 1954. Los norteamericanos no estuvieron de acuerdo con el pago de las tierras confiscadas por la primera Reforma Agraria del 17 de mayo de 1959 pues la tiranía le ofreció, fuera de los tribunales, de cierta manera: ¨lo toman o lo dejan¨ y los norteamericanos se negaron a que los forzaran de esa manera, pero es muy importante tener en cuenta que la incipiente tiranía tampoco hizo intento de pagarle las propiedades confiscadas o incautadas a los propietarios españoles, asiaticos, etc.. Solamente le pagó, que yo haya leido a un par de bancos canadienses.
Me pregunto: ¿El Embargo norteamericano tiene que ver con la escasez o falta de productos que se producían en Cuba en la tradicional agricultura, avicultura, ganadería, industriA lechera, etc? ¿El Embargo norteamericano tiene que ver con la gran escasez de materiales para la construción, reparación o manteniemiento de edificaciones como arena, cemento, cabillas, artículos de cerámica, etc.?
Según el economista y comunista Oscar Pino Santos en su librito La penetración del Imperialismo norteamericano en la economía cubana, escrito en 1957, el 25 % de los alimentos que consumían los cubanos, siendo Cuba un país agrícola, eran importados. Lo que no dice ese economista comunista que murió en el 2005 trabajando en el Consejo de Estado es que esa importación se debía en gran parte no por ineficiencia económica del país, como ocurre desde hace casi 60 años, sino por distintas razones; veamos algunas:
En el mencionado librito y en el Cuadro No. 20 (que aparece más adelante en esta nota) se muestra el consumo doméstico, producción nacional e importaciones de los principales productos alimenticios en el período 1954-1956 donde se observa que la cantidad y el valor (en porcientos) del consumo doméstico de producción nacional fueron el 81% y el 71% respectivamente, mientras que la cantidad y el valor del consumo doméstico de importación fueron 19% y 29% respectivamente. En ese cuadro, cuya relación de alimentos bien serviría como ejemplo objetivo de cual era la canasta básica del cubano promedio de aquellos tiempos, muestra datos interesantísimos como el hecho de que el 98% de la cantidad y el 92% del valor de los productos lácteos consumidos por la población cubana era de producción nacional. Señalo que en Cuba siempre han existido períodos de lluvia y períodos de sequía, ciclones y otros desastres naturales.
(publicado en Revista Cubana de Farmacia. 2016;50(1) )
Preparaciones farmacéuticas de los siglos XIX y XX en la región oriental de Cuba
Por Clara Aurora Zúñiga Moro
Universidad de Oriente Santiago de Cuba.
Cuba.
(Fragmento, página 8)
Ya en la segunda mitad del siglo XX, con el incremento en el país de laboratorios de firmas nacionales y extranjeras y la avalancha de productos farmacéuticos en el mercado, se impusieron medidas restrictivas en este sentido. En la XLI Asamblea Médica Nacional celebrada en La Habana, los días 12 y 13 de enero de 1957, se acordó recomendar a la clase médica que en toda oportunidad en que se realizara propaganda de algunas especialidades farmacéuticas se debía solicitar la identificación para corroborar que el producto estuviera elaborado por una industria aprobada por el Consejo de Medicamentos, Alimentos y Cosméticos del Colegio Médico Nacional. En 1959 se produce la primera edición de la Guía Farmacoterapéutica cubana, con amplia información en relación con las especialidades medicamentosas que se elaboraban, distribuían o envasaban en las industrias nacionales y extranjeras que habían recibido el Certificado de Industria Aprobada del Consejo de Medicamentos. Los laboratorios que recibían este certificado eran sometidos a la inspección y vigilancia de ese consejo y sus productos eran analizados periódicamente en el Laboratorio de Investigaciones Científicas de esa institución. Aparecían con esta categoría unos 70 laboratorios, la gran mayoría de ellos representantes de firmas internacionales como los laboratorios Selles S.A., Linner, Hoffman La Roche y otras firmas de sociedades nacionales como Labrapia de Cuba S.A., Instituto biológico cubano y Laboratorios Planas de la Cuba industrial farmacéutica S.A. (31)+
¿Fue la República de Cuba (1902-1958) una neocolonia de los EE.UU.? Dos ejemplos que lo niega.
Aunque L. H. Jenks escribiera el libro Nuestra Colonia de Cuba, Cuba republicana no fue nunca colonia de los Estados Unidos, de la misma manera que la tiranía cubana no fue tampoco una colonia o un satelite de la Unión Soviética. Entre la tiranía isleña y el régimen comunista de la URSS lo que existía realmente era una fuerte relación simbiótica desde el punto de vista político, la cual incidía muy significativamente en el aspecto económico de las relaciones. Los múltiples desencuentros entre las partes, en ambas etapas de nuestra Historia, niegan la existencia de una relación Colonia-Metrópoli entre ellas.
Esos resultados económicos se obtuvieron pese a la inestabilidad política que presentó el país y a las medidas económicas norteamericanas que afectaron a la economía cubana: solamente la aprobación norteamericana en 1956 de reducir del 96% hasta el 29% la participación cubana en el mercado azucarero norteamericano dieron a Cuba pérdidas de 240 millones de dólares según las páginas 14 y 15 del libro El último año de aquella república de Ramiro J. Abreu al dejar de exportar a Estados Unidos 1 156 902 toneladas métricas de azúcar según se lee en la página 52 del libro La Economía Cubana en los años 50, del entonces economista oficialista Ismael Zuaznábar. Ramiro J. Abreu, fue ex oficial del Ministerio del Interior de la tiranía de los Castro y, en el momento de publicarse ese libro en Cuba (con prólogo del entonces miembro del Buró Político del PCC Carlos Rafael Rodríguez) funcionario del Departamento América, un departamento de Inteligencia y Subverción del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, que recibió inicialmente el nombre de Liberación y que tuvo como jefe a Manuel Piñeiro Losada, conocido como ¨Barba Roja,
Esas medidas norteamericanas fueron producto del lobbysmo en los EE.UU.en contra del gobierno de Fulgencio Batista por este haber tomado medidas a favor del desarrollo de la economía en Cuba que afectaban a intereses norteamericanos como fueron:
- El desarrollo de planes arroceros en Cuba, pues afectaba a los intereses de los arroceros norteamericanos de la cuenca del Mississippi. Cuba llegó a exportar arroz. El Paln de Alonso de Rojas, Pinar del Río, fue uno de ellos.
- La decisión de construir un molino de harina en Santiago de Cuba que le quitaba el monopolio al molino ubicado de La Habana, que era de propiedad norteamericana.
- El desarrollo en Cuba de la industria de aceites vegetales, pues afectaba a los exportadores norteamericanos de manteca o grasa de cerdo, la cual no era consumida por los norteamericanos.
- Ventajas económicas a una planta de Niquel, de la cual Batista era uno de sus accionistas, que perjudicaba a la otra planta que existía en el país, la cual era norteamericana.
- Cuando se fue a renovar el parque de ferrocarriles, que estaban nacionalizados, las locomotoras se las compraron a los alemanes en lugar de comprárselas a la norteamericana General Motors,
- El papel de la prensa cubana se compraba a Estados Unidos, lo cual fue afectado cuando Cuba instaló varias papeleras que usaban bagazo de caña como materia prima.
- Se iba a llevar a cabo una revisión de las tarifas proteccionistas que perjudicaría a los Estados Unidos.
- Planes para producir materias en Cuba que hasta el momento eran compradas fundamentalmente a los Estados Unidos; uno de esos materiales era el cemento. Tres marcas de cemento que ya se producían en Cuba antes de 1959 eran Santa Teresa, Titán y El Morro, que existía desdes décadas antes en las cercanías del pueblo de El Mariel. En OpenEditionJournals se lee: ¨La producción de cemento tiene una larga tradición en Cuba: con la apertura de la Fábrica de Cemento CUBA en La Habana en 1895, Cuba fue el primer país latinoamericano en producir cemento Portland y el decimosexto país del mundo en hacerlo. Hasta 1958, se construyeron otras cuatro fábricas de cemento en Cuba, la mayoría operadas por empresas estadounidenses...¨
- Una compañía norteamericana cuyo presidente era hermano del entonces Presidente de los Estados Unidos Dwight Einsehower hizo gestiones para que la obra del túnel de la bahía de La Habanase la adjudicaran a su compañía, pero Batista se opuso a esas gestiones y la puso en licitación para que el proyecto mejor y más barato fuera el escogido. Una compañía francesa se ganó la obra.
Ya durante el gobierno del Presidente Gerardo Machado y Morales se llevaron a cabo sanciones norteamericanas contra el gobierno de Machado por este llevar a cabo una política para desarrollar la industria nacional en Cuba. La Ley Arancelaria de 1927 emitida por el gobierno de Machado afectaba a muchos intereses norteamericanos, los cuales usando a sus lobbystas promovieron sanciones del gobierno de los EE.UU. contra el gobierno de Gerardo Machado en el marco de la Gran Depresión de 1929 que tuvo un alcance mundial y de la cual solamente se salió por el desarrollo de la industria de armamentos durante la II Guerra Mundial.
En Cuba se falsea la historia. Un ejemplo es presentar a la República de Cuba como una neocolonia norteamericana y al Presidente Don Tomás Estrada Palma, primer Presidente de la república cubana, como un perrito faldero de EE.UU., pese a que ha sido, aún hasta hoy, el único presidente cubano que ha expulsado de Cuba a un embajador norteamericano, pues expulsó al Ministro Plenipotenciario de Estados Unidos en La Habana, Mr. Hebert G. Squiers, por hacer declaraciones a favor de los norteamericanos residentes en Isla de Pinos que en 1903 iniciaron un movimiento con el objetivo que la mencionada isla fuera anexada a los Estados Unidos (leer página 257 de la obra Documentos para la Historia de Cuba, Tomo II, de la historiadora Hortensia Pichardo), lo cual nos habla claramente en contra de la adjudicación a Estrada Palma de un papel de hombre fácilmente manipulable, el cual nunca tuvo; también debemos hablar sobre sus discusiones con respecto al número de bases carboneras norteamericanas en Cuba y con respecto a las gestiones que realizó, a inicios de 1904, para concertar un Tratado de Reciprocidad con Inglaterra. Hortensia Pichardo opina lo siguiente sobre las negociaciones que se llevaron a cabo con los E.U. con relación a las carboneras o estaciones navales:
"Un triunfo diplomático se anotó Cuba al conseguir que las bases fueran arrendadas, no vendidas o concedidas y que La Habana de ningún modo figurara entre ellas.
Es importante señalar que esas negociaciones con relación a las carboneras así como las gestiones que se llevaron a cabo para concertar el Tratado de Reciprocidad con Inglaterra hicieron posible el Tratado Hay-Quesada del 2 de marzo de 1904 por el cual los Estados Unidos renunciaban a favor de la República de Cuba toda reclamación del derecho a Isla de Pinos, hoy Isla de la Juventud.
" Solemnemente conjuro a todos los patriotas cubanos a unirse estrechamente para que olviden sus diferencias, todas sus ambiciones personales, y recuerden que el único medio de conservar la independencia de su república es evitar, a todo trance, que surja la necesidad de una intervención exterior para salvarla de la anarquía y de la guerra civil.
Espero ardientemente que estas palabras de apelación, pronunciadas en nombre del pueblo americano, por el amigo más firme de Cuba y el mejor intencionado hacia ella que pueda existir en el Mundo, serán interpretadas rectamente, meditadas seriamente y que se procederá de acuerdo con ellas, en la seguridad de que, si así se hiciere, la independencia permanente de Cuba y su éxito como República se asegurarán." (Obra citada de Pichardo, p. 283)
En el telegrama de Roosevelt a Estrada Palma del 25 de septiembre, éste le escribe en un tono invocatorio y suplicante:
" Bajo su gobierno y durante cuatro años, ha sido Cuba República independiente. Yo le conjuro, en bien de su propia fama de justo, a que no se conduzca de tal suerte que la responsabilidad por la muerte de la República, si tal cosa sucediere, pueda ser arrojada sobre su nombre. Le suplico proceda de manera tal, que aparezca que Ud. por lo menos, se ha sacrificado por su país y que lo deja aún libre cuando abandone su cargo." (Obra citada de Pichardo, p. 285)
Estrada Palma permaneció intransigente y convocó al Congreso para renunciar pese a que los sublevados no pedían su renuncia. Se creó una comisión para convencerlo que retirara la renuncia pero el resultado fue negativo. No pudieron obtener arreglo alguno con Estrada Palma, el cual, para colmo, le pidió al Vicepresidente que también renunciara, dejando así acéfala a la república.
El país quedó sin presidente y con una sublevación en sus entrañas que deseaba también la intervención extranjera. La intervención se produjo y como la anterior intervención militar, no hubo oposición armada a la misma.
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