Lo que no se dice en Cuba: Fidel Castro reclutó a exnazis para entrenar tropas y comprar armas durante la Guerra Fría
Del canal Bombas y Trincheras
¿CÓMO UN VIEJO NAZI AYUDÓ A Fidel Castro a DERROTAR A ESTADOS UNIDOS en la GUERRA FRÍA?
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Tomado de https://economictimes.indiatimes.com/
(Traducción automática del artículo original mediante la aplicación Google Translate; no obstante en este post se publica también el artículo original)
Fidel Castro reclutó a exnazis para entrenar tropas durante la Guerra Fría
Artículo de octubre de 2012
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Sinopsis
Fidel Castro reclutó a ex nazis para entrenar a las tropas cubanas en el apogeo de la Guerra Fría, según archivos del servicio secreto alemán recientemente publicados.
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NUEVA YORK: Fidel Castro reclutó a ex nazis para entrenar a las tropas cubanas en el apogeo de la Guerra Fría, según archivos del servicio secreto alemán recientemente publicados.
Castro, el entonces presidente comunista de Cuba, también compró 4.000 armas fabricadas en Bélgica a dos intermediarios que tenían fuertes vínculos con la extrema derecha alemana.
Arroja luz sobre hasta qué punto Castro, quien en público estaba estrictamente comprometido con el socialismo, estaba dispuesto a llegar para ampliar su control sobre la nación insular y evitar una invasión de Estados Unidos.
Bodo Hechelhammer, director de investigaciones históricas de la agencia alemana de inteligencia exterior Bundesnachrichtendienst (BND), dijo: "Evidentemente, el ejército revolucionario cubano no temía el contagio de vínculos personales con el nazismo, siempre que sirviera a sus objetivos".
Los documentos, difundidos por el BND y publicados en línea por el periódico alemán Die Welt, muestran una serie de planes desarrollados en octubre de 1962, en el apogeo de la crisis de los misiles cubanos.
Revelan que dos de los cuatro ex oficiales nazis de las SS invitados a La Habana habían aceptado la oferta y que recibirían "salarios sustanciales" de más de cuatro veces el salario promedio alemán en ese momento, informó el New York Daily News.
Y en cuanto a la compra de armas vinculadas a la derecha, muestran cómo Castro, ahora de 86 años, había negociado con dos traficantes, Otto Ernst Remer y Ernst Wilhelm Springer, para comprar 4.000 pistolas.
La conclusión a la que llegaron los funcionarios del servicio secreto alemán fue que el régimen cubano quería reducir su dependencia de la compra de armas de producción soviética.
Octubre de 1962 fue el mes en el que Estados Unidos y la URSS estuvieron a punto de entrar en guerra por los misiles rusos estacionados en la isla caribeña.
El enfrentamiento de 13 días, entre el 16 y el 28 de octubre, terminó cuando se alcanzó un acuerdo secreto entre el presidente estadounidense John F. Kennedy y el primer ministro soviético Nikita Khrushchev.
Públicamente, los soviéticos acordaron desmantelar las armas en Cuba y devolverlas a la Unión Soviética, sujeto a la verificación de las Naciones Unidas.
A su vez, Estados Unidos acordó declarar que nunca invadiría Cuba. En secreto, Estados Unidos también acordó desmantelar todos los IRBM Júpiter construidos en Estados Unidos y desplegados en Turquía e Italia.
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ARTÍCULO ORIGINAL:
Tomado de https://economictimes.indiatimes.com/
Fidel Castro recruited ex-Nazis to train troops during Cold War'
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Synopsis
Fidel Castro recruited former Nazis to train Cuban troops at the height of the Cold War, according to newly released German secret service files.
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Last Updated: Oct 16, 2012
NEW YORK: Fidel Castro recruited former Nazis to train Cuban troops at the height of the Cold War, according to newly released German secret service files.
Castro, the then Communist President of Cuba, also bought 4,000 Belgian-fabricated arms from two middle-men who had strong links to the extreme German right.
It sheds light on the extent Castro, who in public was stringently committed to socialism, was willing to go in order to further his grip on the island nation and prevent an invasion from the US.
Bodo Hechelhammer, historical investigations director at German foreign intelligence agency Bundesnachrichtendienst (BND) said: "Evidently, the Cuban revolutionary army did not fear contagion from personal links to Nazism, so long as it served its objectives."
The documents, released by the BND and published online by German newspaper Die Welt, show a series of plans developed in October 1962, at the height of the Cuban Missile Crisis.
(Otto Ernst Remer, cuando era General de la Alemania nazi; en la foto con la Cruz de Hierro; muy alta condecoración militar nazi. Foto y comentario añadido al artículo por el Bloguista del blog Baracutey Cubano)
They reveal that two of the four former Nazi SS officers invited to La Havana had taken up the offer, and that they would receive 'substantial wages' of more than four times the average German salary at that time, the New York Daily News reported.
And regarding the purchase of right-wing linked arms, they show how Castro, now 86, had dealt with two traffickers, Otto Ernst Remer and Ernst Wilhelm Springer, in buying 4,000 pistols.
The conclusion drawn by German secret service officials was that the Cuban regime wanted to lessen its dependence on buying Soviet-produced arms.
October 1962 was the month that the US and the USSR came close to going to war over Russian missiles stationed on the Caribbean island.
The 13-day confrontation, between October 16 and 28, ended when a secret deal was reached between US President John F Kennedy and Soviet Premier Nikita Khrushchev.
Publicly, the Soviets agreed to dismantle the weapons in Cuba and return them to the Soviet Union, subject to United Nations verification.
In turn, the US agreed to declare that it would never invade Cuba. Secretly, the US also agreed it would dismantle all US-built Jupiter IRBMs deployed in Turkey and Italy.
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¿Quién fue Juan Prohías del que se habla en el video?
Tomado de Biblioteca Sefarad
Juan Prohías Figueredo, periodista, reclutado por la Gestapo, había creado el 24 de septiembre de 1938 el Partido Nazi Cubano. En su programa de radio Hora Liberal Independiente, arremetía diariamente contra los judíos y sus posibles inmigrantes. Atacaban a los judíos y los inmigrantes como causantes de los males de Cuba. Las acciones contra los judíos se intensificaron a partir del estallido de la Guerra Civil Española, en julio de 1936. La Gestapo fue la encargada de reclutar a los hombres que formarían su quinta columna en Cuba. Su objetivo sería, como el de todas las quintas columnas de Alemania, propagar la ideología nazi y servir de apoyo a Alemania ante cualquier contingencia.
Sobre la llegada de judíos a Cuba, véase el artículo de Isis Wirth, “¿Existió complicidad del gobierno cubano con Goebbels en 1939?” (Munich | 23/01/2013 11:00 am)
Véase: https://www.cubaencuentro.com
y Javier del Campom “El drama del buque Saint Louis en La Habana (mayo de 1939)” (21 junio, 2015).
Véase: https://mundialino.wordpress.com/
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En el siguiente fragmento del artículo Las huellas del nazismo en Cuba , del periodista oficialista cubano Dariel Alba Bermúdez y publicado en el diario cubano (más especificamente cienfueguero) 5 de Septiembre en el año 2023, se habla del nazismo en Cuba, pero tal parece que en su investigación no encontró o no quiso incluir los nombres y la labor en Cuba de los ex nazi Otto Ernst Remer y Ernst Wilhelm Springer pese a que el artícuñp publicado en el Economic Times es del año 2012.
Tomado de https://www.5septiembre.cu/
Las huellas del nazismo en Cuba
Por Dariel Alba Bermúdez
9 agosto, 2023
Asimismo, algunos elementos de la ideología nazi habían sido asimilados por la sociedad nacional. Para aseverar la afirmación anterior, sobresale una crónica periodística realizada por un corresponsal norteamericano del New York Tribune, el 18 de abril de 1838, titulada “Las actividades del fascismo en Cuba” donde recoge las actividades de organización por un grupo ascendente a 5 000 personas simpatizantes con las posturas nacionalista del país teutón. Por otro lado, la agudización de la lucha contra el gobierno de Gerardo Machado Morales, en los inicios de la década del 30, hizo posible el surgimiento de instituciones opuestas al régimen, entre las que sobresalió el ABC. Varios investigadores, como Juan Chongo Leiva y José Tabares del Real, consideran al ABC como la primera manifestación organizada del fascismo en la Isla. Contraria al Partido Comunista y a la Joven Cuba, esta organización integrada por Joaquín Martínez Sáenz, Alfredo Botet, Ramón O. Hermida, Carlos Saladrigas y otros más organizaron la fracasada Marcha sobre La Habana, el 17 de junio de 1934, al estilo de la desarrollada por Benito Mussolini sobre Roma, en 1922. Igualmente, los partidarios del ABC utilizaron los atentados y secuestros como forma de lucha. Además, se convirtió en la cantera primaria donde los ideólogos fascistas fijaron su interés para la captación de futuros agente
No obstante, la mayor influencia ejercida en la Isla por estos nacionalismos provenientes del Viejo Continente tuvo su cúspide en el establecimiento del Partido Nazi Cubano. La legalización del mismo quedó registrada en la capital, el 13 de octubre de 1938. Parece contradictorio y hasta es motivo de risa que su membresía no estuvo compuesta por altos, rubios y fornidos germanos descendientes de la raza aria; sino todo lo contrario. Lo que sí se puede certificar, como copia fiel de su homólogo alemán, es que en él no militaron negros ni hebreos. Su primer presidente fue Juan Prohías Figueredo, quien actuaba por ese entonces como corresponsal del periódico cienfueguero La Correspondencia en La Habana y, además, fungía como propietario de una pequeña planta de radio que, situada en su domicilio, era utilizada para darle propaganda a la institución creada por él. Gracias a ello, el acto fundacional el partido se contaba con 200 socios.
Los nuevos partidarios no pertenecían a la alta burguesía nacional; eran comerciantes y empleados que, apasionados con los éxitos del ejército nazi en Austria, en 1938, zanjaron crear un organismo político de tales magnitudes. El lugar fundacional escogido por Juan Prohías Figueredo fue la propia la Embajada de Austria de La Habana. Sobre este suceso, el encargado de negocios del III Reich en Cuba, Dr. Walter Kaempffe, agasajó el quehacer de estos hombres mediante una entrevista concedida a reporteros nacionales desde la sede del consulado alemán en Matanzas. Tras la fundación, su directiva quedó constituida por su creador en los cargos de presidente y tesorero; Manuel Fraga como vicepresidente, Manuel Montoto como secretario, Roberto Fernández, Jorge Alberto Morales y Antonio Paret como vocales; y Darío Prohías Bello, Gregorio Alonso y Manuel Rodríguez como vocales suplentes.
Durante su existencia, el Partido Nazi Cubano desarrolló una campaña propagandística dentro de la sociedad cubana sobre las supuestas bondades de la Alemania hitleriana que iban desde manifiestos, transmisiones radiales interminables donde el comunismo y los hebreos eran los temas predilectos de los ataques, y pocas actividades fuera de su local en busca de nuevos adeptos, el cual residía en el domicilio de su fundador. En abril de 1939, el partido cambió su nombre al de Asociación Quinta Columna y, también, mudó su sitio de reuniones a la Calle Calzada No. 511, entre D y E, en el Vedado habanero. El término Quinta Columna se usó en la Guerra Civil Española (1936-1939) para referirse a aquel sector de la población que mantuvo ciertas lealtades, reales o percibidas, hacia el bando enemigo; es decir, espías, agentes clandestinos y saboteadores. La metamorfosis de su nombre estuvo dado en los avances de Alemania por el continente europeo y en el rechazo al comunismo. Esto último, fue una de las primeras cosas reflejadas en su nuevo reglamento: “El objeto y fines de esta Asociación serán: combatir el comunismo en cuanto pretenda modificar el régimen institucional y los principios inmanentes que regulan haciendas y vidas, y muy especialmente la propiedad privada, para lo cual patrocinará actos para la divulgación y propaganda de las doctrinas opuestas a las tendencias extremistas (…)”[1] Es por ello, que la versión cubana de Quinta Columna se declararon enemigos tenaces del sector obrero progresista y de los partidarios de las ideas comunistas.
El otro cambio a considerar, fue la oposición a los inmigrantes que entraban en la Isla, sobre todos los hebreos, quienes huían de los crímenes hitlerianos en Europa y la petición al gobierno de la República de Cuba de restringir la emisión de licencias para comercios e industrias solicitadas por extranjeros. Las modificaciones al reglamento de la institución motivaron un sinfín de denuncias y protestas por parte de sindicatos, partidos políticos, organizaciones cívicas y ciudadanos. Sin embargo, la mala fortuna de los columnistas se acrecentó con los graves acontecimientos acaecidos al otro lado del mundo y, es por ello, que el 1 de septiembre de 1940, el Gobierno Provisional de la capital declaró abolida a la Quita Columna y el cese de sus actividades. De este modo, finalizaron las ilusiones de los partidarios de Adolfo Hitler en Cuba.
No obstante, la efímera existencia del Partido Nazi Cubano, primero, y después la Quinta Columna no significó la única relación de la Isla con los regímenes nacionalistas del Viejo Continente. El 7 de marzo de 1938, surgió otra institución simpatizante con las ideas del autor del libro Mein Kampf –Mi Lucha–, la Legión Estudiantil de Cuba (LEC). Dirigida por el matancero Jesús M. Marinas Álvarez, la asociación tenía como objetivo principal la unión de los estudiantes cubanos en los distintos niveles de enseñanza para luchar por la restauración de la moral cristiana e infundir en las conciencias de los habitantes de la mayor de Las Antillas el amor al estudio y a la Patria. Sin embargo, su verdadera función estaba dada en saturar al estudiantado de ideas fascistoides y utilizarlos como fuerza de choque contra los grupos progresistas y los partidarios del comunismo. Aunque fueron un poco más activos que el Partido Nazi Cubano, las acciones de los legionarios no fue más allá de la celebración de mítines públicos, propaganda y proclamación de manifiestos en apoyo al III Reich. Incluso llegaron a usar una vestimenta desconocida a los ojos de los nacidos en la Isla: camisas grises de manga larga, pantalones oscuros, botas negras y en el brazo un distintivo brazalete con la insignia de la LEC. Este “uniforme”no era más que una semejanza con los «camisas negras italianos», los «camisas azules españoles» y los «camisas negras alemanes». La entrada de los Estados Unidos a la conflagración y la posterior delineación de Cuba con la política norteamericana matizaron el final de los legionarios encabezados por Marinas Álvarez.
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En el ensayo Lo quinta columna en Cuba (1936-1942) de la autoría de Magalit Bejarano se amplía un poco más que lo escrito en el diario 5 de Septiembre, aunque se mantiene la línea de las fuentes oficialistas del castrismo. A continuación dos pequeñas capturas de pantalla de ese ensayo el cual pueden leer íntegramente haciendo click en el título del ensayo que aparece en este párrafo.
Etiquetas: alemanes, Alemania, armas, Asociación, contrabando, cuba, cubana, entrenamiento, Ernst Springer, fidel castro, General, Juan Prohías, militar, nazi, Otto Remer, partido, Quinta Columna, Revolución, tráfico
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