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miércoles, julio 05, 2006

UN CURSO DE ACCION PARA CUBA

Tomado de El Nuevo Herald.com

Un curso de acción para Cuba



Por Oswaldo Paya

La Habana -- En marzo del 2003 docenas de líderes del Proyecto Varela y otros defensores de los derechos humanos fueron detenidos, sometidos a juicios sumarios, condenados a muchos años de prisión y confinados en las condiciones más crueles. Fueron tratados como --y sostenidos en celdas con-- criminales peligrosos. De este modo el régimen intentó suprimir el renacimiento de la Primavera de Cuba iniciada por miles de cubanos que se sobrepusieron a la debilitante cultura del miedo al incluir sus nombres, direcciones y números de identidad en el texto del Proyecto Varela, un documento presentado luego a la Asamblea Nacional en el que se pedía un referendo sobre los derechos humanos. A despecho del tratamiento inhumano y de lo ilegal de la detención, el régimen no ha podido frenar el renacimiento de la Primavera Cubana: numerosos cubanos continúan apoyando el Proyecto Varela, incluso en medio de una represión feroz que incluye amenazas de muerte y agresiones físicas.

Más tarde en el 2003 anunciamos que habíamos desarrollado un documento de trabajo de alrededor de 50 páginas que podía servir como guía para un Diálogo Nacional (una discusión en la cual todos los cubanos pudieran expresar libremente sus pensamientos, deseos y proyectos para Cuba). Al mismo tiempo, las fuerzas de la Seguridad del Estado nos persiguieron por el país entero. Incluso contra personas dentro y fuera de Cuba se emplearon todos los métodos imaginables para atacarnos y desanimarnos de buscar que ese diálogo diera resultados. De nuevo los cubanos perseveraron y miles de ellos, en la isla y en el exilio, participaron en el Diálogo Nacional.

Al hacerlo, a pesar de la represión, los cubanos comprometidos con ese diálogo democrático desarrollaron un programa para el cambio. Trabajamos para hacernos con el control de nuestro futuro. Los cubanos, individualmente o en equipos, escribieron sus opiniones y contribuyeron a enriquecer el proceso. Alrededor de 12,000 participaron y muchos más leyeron el documento. Creamos ocho comités y trabajamos conjuntamente para sintetizar las contribuciones de nuestros ciudados en áreas tales como seguridad social, salud, economía y derechos de propiedad, reconciliación y amnistía, y cambios institucionales. De ese modo los cubanos puntualizaron sus metas para el mejoramiento de Cuba y sugirieron los caminos para conseguir esas metas.

El 10 de mayo de este año presentamos el Programa para Todos los Cubanos. Es el producto del Diálogo Nacional y contiene proposiciones para un número de esfuerzos, incluyendo la modificación de la constitución, una nueva ley electoral, una nueva ley de asociaciones y un plan para los cambios (titulado Cuba primero). La edición de dicho documento fue hecho completamente por cubanos dentro de Cuba.

El Programa para Todos los Cubanos es más que un documento: es la expresión de la voluntad de los cubanos por llevar a cabo cambios pacíficamente y por sí mismos --cambios que involucran a todos los cubanos. En este Diálogo Nacional los cubanos han demostrado que sabemos adónde queremos ir y cómo llegar allí.

Queremos preservar el derecho al cuidado de salud y a la educación gratis y expandir nuestros derechos para que incluyan la libertad de educación religiosa y la libertad de expresión. No queremos un cambio si su precio es el chantaje por parte de los que están en el poder, permitiéndoles apoderarse de los recursos del país, definir sus valores, convertirse en millonarios y dejar al pueblo depauperado.

En Cuba no habrá linchamientos, ni venganza, ni exclusiones. Los que ahora detentan el poder disfrutaran de los mismos derechos que el resto de los ciudadanos. No habrá privatizaciones incontroladas, pero sí la garantía del derecho de todos los cubanos a la economía libre, el derecho a poseer empresas privadas y a comerciar libremente. Nadie será despojado de su vivienda; la ley prohibirá los desalojos. Todos los cubanos en el exilio recobrarán sus derechos como ciudadanos cubanos.

Este programa es y será sólo una propuesta hasta que todos los cubanos lo aprueben en referendo; entretanto, queda abierto al diálogo y al perfeccionamiento.

La Primavera de Cuba ha renacido; la esperanza ha renacido. A través de este ''diálogo sin fronteras'', los cubanos han construido y siguen construyendo por nosotros mismos nuestro camino hacia la democracia, hacia una sociedad libre más justa y humana. Lo que Cuba necesita son muchas voces alrededor del mundo que demanden la libertad de los prisioneros políticos y apoyen este curso de acción para Cuba.

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